La buprenorfina/naloxona es un tratamiento de sustitución de la dependencia de opioides, en el marco de un tratamiento médico, social y psicológico.
La asociación de buprenorfina y naloxona representa una aproximación original al uso terapéutico de un fármaco opiáceo como buprenorfina, tratando de soslayar uno de los efectos adversos más típico de los opiáceos, la capacidad de generar conductas de autoadministración. La intención del componente de naloxona es disuadir del uso inadecuado por vía intravenosa.
Se estima que uno de cada cinco europeos (19 %) sufre dolor crónico. Aunque a nivel nacional no son muchos los estudios epidemiológicos realizados, datos recientes estiman que la prevalencia es ligeramente inferior a la media europea (17 %) .
Actualmente el dolor crónico no se adscribe a una especialidad médica concreta, abordándose en la mayoría de los casos en atención primaria, pero siendo motivo de consulta en diferentes especialidades y disciplinas. Esto hace que a veces el proceso del enfermo, hasta que recibe el diagnóstico y el tratamiento adecuado, sea tortuoso y costoso. El dolor crónico, además de afectar considerablemente al ámbito laboral, social y familiar del enfermo, supone una carga económica considerable para el sistema sanitario; conllevando finalmente una peor calidad de vida. Es frecuente la coocurrencia de trastornos psiquiátricos, que modifican la evolución del dolor y la probabilidad de desarrollar trastornos por uso de opiáceos.
Exponemos el caso de un paciente que acude voluntariamente al Servicio de Urgencias por una recaída en el consumo de heroína.
Complejo Hospitalario de Navarra