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Principios básicos del enfoque Ericksoniano.

Fecha Publicación: 01/03/2006
Autor/autores: Roberto Secades Villa

RESUMEN

La presente comunicación versa sobre la hipnoterapia, más concretamente sobre los principios y formas de aplicación de hipnosis realizados por Milton Erickson. Se comienza la exposición reparando en las diferencias existentes entre los dos principales tipos de estilos utilizados en hipnosis, es decir, estilo indirecto y estilo directo. Con relación al estilo directo se trata del tipo de presentación que más se aproxima al método clásico en el uso de la hipnosis. Las sugestiones se dan de forma directa, concisa y monótona, sin sugerir la posibilidad de realización de una conducta distinta por parte del sujeto.

En cuanto al estilo indirecto, es el que más se aproxima al uso de la hipnosis en la actualidad. Se da una relación de colaboración entre el hipnotizador y el hipnotizado, donde las sugestiones se presentan envueltas en sugerencias sobre la posibilidad de ocurrencia de una conducta por parte del sujeto. Se defiende en este caso que la hipnoterapia Ericksoniana es un claro ejemplo de uso estratégico y sofisticado del enfoque indirecto. Se analiza también en esta comunicación los principios básicos del enfoque Ericksoniano: orientación naturalista, orientación indirecta y directiva, responsividad, orientación de utilización y orientación de presente y de futuro. Finalmente, se repara en las principales técnicas que utilizaba por el autor durante la hipnosis o como parte de su terapia.


Palabras clave: Erickson
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Psicología general .

Principios básicos del enfoque Ericksoniano.

Rubén Fernández García; Roberto Secades Villa; José Manuel García-Montes; Angel M. Fidalgo Aliste; Daniel Jesús Catalán Matamoros.

Universidad de Almería / Universidad de Oviedo.

Resumen

La presente comunicación versa sobre la hipnoterapia, más concretamente sobre los principios y formas de aplicación de hipnosis realizados por Milton Erickson.

Se comienza la exposición reparando en las diferencias existentes entre los dos principales tipos de estilos utilizados en hipnosis, es decir, estilo indirecto y estilo directo. Con relación al estilo directo se trata del tipo de presentación que más se aproxima al método clásico en el uso de la hipnosis. Las sugestiones se dan de forma directa, concisa y monótona, sin sugerir la posibilidad de realización de una conducta distinta por parte del sujeto. En cuanto al estilo indirecto, es el que más se aproxima al uso de la hipnosis en la actualidad. Se da una relación de colaboración entre el hipnotizador y el hipnotizado, donde las sugestiones se presentan envueltas en sugerencias sobre la posibilidad de ocurrencia de una conducta por parte del sujeto. Se defiende en este caso que la hipnoterapia Ericksoniana es un claro ejemplo de uso estratégico y sofisticado del enfoque indirecto.

Se analiza también en esta comunicación los principios básicos del enfoque Ericksoniano: orientación naturalista, orientación indirecta y directiva, responsividad, orientación de utilización y orientación de presente y de futuro. Finalmente, se repara en las principales técnicas que utilizaba por el autor durante la hipnosis o como parte de su terapia.



El modelo ericksoniano como uso estratégico de la sugestión y del estilo indirecto

Diferencias entre estilo directo e indirecto.

Antes de centrarnos en las principales características del enfoque Ericksoniano, se presentan, a continuación, las diferencias existentes entre los dos principales tipos de estilos utilizados en hipnosis; para dar cuenta, atendiendo a estas diferencias, de las características fundamentales del tipo de estilo utilizado en esta Tesis.
Las formas de presentación de las sugestiones hipnóticas se suelen agrupar en dos tipos de estilos (1):


Estilo directivo.

Se trata del tipo de presentación que más se aproxima al método clásico en el uso de la hipnosis. Las sugestiones se dan de forma directa, concisa y monótona, sin sugerir la posibilidad de realización de una conducta distinta por parte del sujeto. Es una forma de uso de la hipnosis, en su visión más dogmática, donde se le dice al sujeto lo que tiene que pensar y hacer. Hay personas que aceptan de buen grado el estilo directivo, ayudándoles a cumplir de forma más efectiva las sugerencias indicadas por el hipnotizador. Esto se explica por la credibilidad que el sujeto refiere al proceso hipnótico, rompiendo con las barreras y desconfianzas que la propia técnica puede llevar implícita. Se cree que no es muy alto el porcentaje de sujetos que asimila las sugestiones presentadas de esta forma, sobre todo por el carácter autoritario y persuasivo que pueden llegar a tener. Por otra parte, el hipnotizador termina tomando un papel de dominio provocando en el sujeto la sensación de pérdida subjetiva de control sobre sus propias conductas.


Estilo indirecto.

Este estilo está muy relacionado con el desarrollado por Milton Erickson, que consideraba que las sugestiones propias que operaban de continuo en la vida cotidiana, no diferían ni eran distintas de las utilizadas en el contexto terapéutico.

Este estilo es el que más se aproxima al uso de la hipnosis en la actualidad. Se da una relación de colaboración entre el hipnotizador y el hipnotizado, donde las sugestiones se presentan envueltas en sugerencias sobre la posibilidad de ocurrencia de una conducta por parte del sujeto. El lenguaje indirecto hace uso de palabras que expresan posibilidad, por ejemplo “puede” “podría” y la presentación de opciones múltiples de aquello que la persona está experimentando o haciendo (2). Se parte de la idea que el sujeto es capaz de aceptar una determinada sugestión siempre y cuando se use o se presente de la forma más adecuada a las características personales del sujeto, de forma que se pueda poner en marcha sus habilidades en la consecución de una conducta. Las sugestiones no son autoritarias, se sugieren y se intenta ver si cumplen con el efecto deseado, tratando de ayudar a la persona para que pueda experimentar nuevas sensaciones, recursos, posibilidades de afrontamiento y manejo de sus problemas.

Los enfoques indirectos validan como apropiada cualquier experiencia o respuesta y la usan como vínculo adecuado con el resultado que se desea.

Se trata de un enfoque más didáctico en el uso de las sugestiones, donde no se busca la repetición continua y exacta de las instrucciones, sino que se van modificando, tratando de usar otras palabras para conseguir el mismo objetivo. Este estilo resulta interesante por lo mucho que tiene de sugerencia y lo poco que tiene de mandato.  

El único inconveniente que se le plantea al uso de este tipo de estilo es que los resultados obtenidos no se consiguen con la misma velocidad que en el estilo directo. Por otra parte los resultados adoptan un efecto más generalizable y seguro.

Teniendo en cuenta que la escala de evaluación de la sugestionabilidad utilizada en esta investigación fue construida siguiendo las pautas del estilo Ericksoniano y que el contenido del procedimiento hipnótico ha sido desarrollado con técnicas propiamente Ericksonianas; resulta de interés desde nuestro punto de vista, comentar ahora los principios básicos y principales técnicas del enfoque Ericksoniano.


Principios básicos del enfoque ericksoniano.

Orientación naturalista.

Erickson consideraba que las personas tenían dentro de sí las capacidades naturales necesarias para superar dificultades, resolver problemas, “entrar en trance” y experimentar todos los “fenómenos del trance”. Su enfoque consistía en hacer que todas esas capacidades emergieran accediendo al vasto almacén de aprendizajes que las personas habían acumulado a lo largo de su vida (3).

Creía que no era necesario añadir nada desde fuera, pues todas las respuestas se hallaban dentro. Veía a los seres humanos capaces por naturaleza de conservar y sostener su salud si se les permitía hacerlo. Los síntomas y la patología eran bloqueos en esa buena salud natural (4). Erickson, era partidario de la idea que cada persona reaccionaba de modo diferente en función del propio trasfondo de experiencia personal.  

“El trance”, en su opinión, era una actitud o capacidad natural, una experiencia cotidiana. La tarea del terapeuta consistía en crear un contexto tal que permitiera a los pacientes lograr acceso a las capacidades y recursos que antes no había usado para resolver sus problemas.

Este autor sustentaba la idea que la psicoterapia y la hipnosis podían llevarse a cabo de tal manera que parecieran conversaciones y situaciones muy naturales. No era necesario que la hipnosis fuera un ritual formal; tampoco consideraba preciso que el sujeto tuviera conciencia de que la “inducción al trance” ya se había iniciado. La terapia no tenía porque ser un proceso ritualista.


Orientación indirecta y directiva.

Erickson era muy directo en sus intentos para conseguir que la gente hiciera cosas y para bloquear pautas antiguas que mantenían el síntoma. Nunca pretendió decirle a la gente como debían vivir o manejar su vida en general.  

Asignaba tareas o formulaba sugestiones que se limitaban a aflojar la rigidez de las personas en la medida suficiente para que ellas descubrieran otros modos de pensar y comportarse. Sus sugestiones permitían al paciente encontrar sus propios significados y modos de resolver sus problemas. Era muy directivo en el abordaje de los síntomas y muy indirecto en lo concerniente a la manera en que las personas debían vivir su vida una vez suprimida la sintomatología.


Responsividad.

Erickson consideraba que las personas no estaban fijadas en sus modos de expresión corriente. En lugar de atribuir un carácter indestructible a los rasgos de personalidad rígida, este autor, trataba de aprender las pautas individuales de conducta y respuesta de sus pacientes. Después podía utilizar esas pautas al servicio del cambio en lugar de tratarlas como impedimentos.


Orientación de utilización.

Las expectativas o prerrequisitos de Erickson concernientes a lo que consideraba que constituía una situación viable en hipnosis y terapia eran muy pocas o no existían en absoluto. Este autor utilizaba las creencias, conductas, exigencias y características rígidas como forma para facilitar la terapia (5).

Entre los elementos que Erickson utilizaba a menudo en el tratamiento, cabe citar los problemas y síntomas presentados, las creencias y desilusiones rígidas y las pautas conductuales rígidas.


Orientación de presente y de futuro.

Erickson procuraba apartar a la gente del pasado volcándola hacia el presente y el futuro, donde podía abordar las dificultades de modo más adecuado sin tener en cuenta la causa inicial del síntoma (6). La vida debía ser vivida en el presente por un mañana mejor y por tanto la psicoterapia debía orientarse con respecto a la vida de hoy (7).

En este sentido, podría decirse que Erickson no se orientaba hacia el problema, sino hacia la solución (2). No estaba a favor de que se volviera la mirada hacia el pasado en busca de los orígenes del problema o de las limitaciones aprendidas de la persona. Se orientaba hacia las soluciones y fuerzas que existían en la persona en el presente o que podían desarrollarse y utilizarse en el futuro.


Principales tecnicas ericksonianas.

Las principales técnicas utilizadas por Erickson durante la hipnosis o como parte de su terapia se pueden agrupar en:


Técnicas de separación.

Los estudios sobre la conducta social muestran que se crean divisiones en el espacio para delimitar el territorio. Dividimos el planeta en países separados, fragmentamos las tareas extensas en partes más pequeñas, etc. Establecemos distinciones para dar sentido al mundo y organizar nuestras percepciones, nuestra conducta y nuestra experiencia (7).

Erickson se servía de esta experiencia natural para inducir trances y realizar intervenciones terapéuticas. Creaba un contexto estructurado y dividido de maneras muy peculiares para ayudar a las personas a alcanzar resultados terapéuticos. Podía hablar de una “mente inconsciente” y “una mente consciente” empleando cada una de estas expresiones asociadas con una diferente dinámica de la voz y con distintas posiciones corporales.
Las distintas técnicas para lograr esta separación terapéutica son las siguientes:

a) ilusión de alternativas.
Se trata de una situación para elegir entre dos alternativas, donde la elección, o bien es ilusoria porque ninguna de las dos resulta adecuada, o es imposible en la práctica. Se da una ilusión aparente entre dos posibilidades que no son en realidad contrapuestas sino que a pesar de su supuesta oposición sólo presentan un polo de una pareja opuesta de un orden superior. Ante tal tesitura ambas opciones conducen por igual al resultado deseado (8). Un ejemplo de ilusión de alternativas sería el uso de la frase; “si sale cara gano yo, si sale cruz, pierdes tú”.

b) Aposición de opuestos.
Consiste en el empleo de dos conceptos o experiencias diametralmente distintos en el mismo contexto u oración. Un ejemplo relacionado con la aposición de opuestos sería decirle a un paciente:”Usted puede acordarse de olvidar lo que no es importante”.  

c) Oximoron.
Consiste en incluir dos opuestos en una sola frase. Un ejemplo a este respecto sería la introducción de palabras como dulce y tristeza en una sola frase: “Usted puede experimentar como esa dulce tristeza poco a poco se disipa en su cabeza”.  

d) disociación.
Se trata de un fenómeno psicológico e hipnótico ampliamente reconocido. Las personas pueden separar los estados psicológicos, diferenciar las emociones del pensamiento, la conducta del sentimiento, etc. En algunos problemas terapéuticos los pacientes emplean la disociación de un modo perjudicial, pero Erickson utilizaba el mismo mecanismo en beneficio de los pacientes en hipnosis y terapia. La técnica hipnótica de hacer que los sujetos vieran sus incidentes traumáticos del pasado como proyectados en una pantalla mientras el cuerpo permanecía relajado y cómodo sería un ejemplo de disociación.

e) Separación corporal/vocal e intercalación.
Erickson investigó el efecto de diferentes ubicaciones y tonos de voz en los fenómenos hipnóticos. Utilizaba estas diferentes posiciones corporales y tonos para diferenciar mensajes distintos. Con esta técnica se buscaba subrayar de modo no verbal ciertas frases para que el paciente recibiera sugestiones subliminales. Un ejemplo relacionado con esto sería hacer ver al paciente que girar la cabeza hacia la derecha significaría decir ciertos mensajes distintos que si se gira la cabeza hacia la izquierda.

f) Rechazar una (o la peor) alternativa.
Se trata de una técnica muy útil en pacientes que presentan varios síntomas; donde la aparición de uno de los síntomas va asociado con la prescripción del otro. De esta forma el paciente se ve en la tesitura de exponerse a uno de los síntomas a consecuencia de la aparición del otro (9). Un ejemplo relacionado con rechazar la peor alternativa podría ser el caso de un paciente con miedo a hablar a su padre directamente a los ojos y con fobia a los ascensores. Se le prescribe en este caso que cada vez que evite subir a un ascensor, deberá decirle algo a su padre, habándole directamente a los ojos.


Técnicas de vinculación.

Se trata de reunir dos o más elementos entre los que antes no existía tal asociación. Erickson investigó cómo las personas respondían a las vinculaciones establecidas artificialmente, que él utilizaba para facilitar la inducción del “trance” y la obtención de metas terapéuticas. Dentro de las técnicas de vinculación, cabe citar:

a) Transformación del síntoma.
Consiste en vincular con un objeto diferente la emoción o energía subyacente de un problema. En el caso de pacientes obsesivos, Erickson lograba que se obsesionaran de un modo tal que conducía a la resolución del problema (9).

b) Sugestiones condicionadas.
Erickson utilizaba a menudo sugestiones que implicaban una conexión causal, podía ser que la intensidad de alguna experiencia o conducta se vinculara con otra. La sugestión posthipnótica es otro tipo de sugestión condicionada. Un ejemplo sería decirle a un paciente sometido a hipnosis: “cuanto más se distraiga su mente consciente, más fácil le resultará a su mente inconsciente ayudarlo a entrar en trance”.  

c) Sugestiones temporales acerca de la resolución del síntoma.
A veces Erickson dejaba caer de modo casual sugestiones acerca de un marco temporal para la resolución del síntoma o de las sugestiones. Un ejemplo sería decirle a un paciente: “su síntoma es muy probable que no se resuelva en un día, tal vez tampoco en una semana, pero muy probablemente quede resuelto dentro de un mes”.


Comunicación paralela.

A menudo, Erickson hablaba sobre un tema para referirse a otro. Prefería un enfoque indirecto, metafórico, que permitiera que los pacientes dieran forma a sus propios significados. Decía que no se podía permitir que un paciente supiera mucho sobre ello, pues de otro modo él perfeccionaría, consciente y deliberadamente las ideas expuestas por el terapeuta. De los distintos tipos de comunicación paralela usados por Erickson en su trabajo diario, citamos:

a) La metáfora.
Es una figura literaria que incluye el símil y la analogía. Siempre que una cosa se ha asemejado a otra o cuando se ha hablado de ella como si fuera otra hay involucrada una metáfora. La función de la metáfora es llevar el conocimiento más allá de su contexto inicial hacia un contexto nuevo. No sólo contiene una descripción visual sino también se asocian a ellas mensajes y ciertas emociones (10). Según Erickson la tarea en terapia consistía en transferir el saber de un contexto a otro y eso era precisamente lo que se podía conseguir con la metáfora. Un ejemplo de metáfora sería referirse a un árbol con ramas de distintos tamaños y alturas, para referirse a la organización sistémica de la familia de un paciente.

b) Los Acertijos.
Se usan para reencuadrar las situaciones o cuestionar las ideas o enfoques rígidos que los pacientes han estado empleando con la finalidad de resolver sus problemas. Un ejemplo de acertijo sería la denominada “figura de los nueve puntos” (11).

c) Los Relatos.
Pueden utilizarse para evocar aptitudes, para intercalar sugestiones o para sugerir nuevas posibilidades y lograr que los clientes cedan terreno y escuchen (12). Un relato que podría utilizarse para el tratamiento del dolor podría consistir en hablar al paciente de la sensación que el propio terapeuta experimenta al degustar un pastel; de forma que el primer bocado de un pastel, y el segundo bocado, tal vez el tercero y el cuarto bocado suele tener un sabor exquisito. Sin embargo, cuanto menos queda para terminar el pastel, ese gusto exquisito desaparece e incluso, en ocasiones, se extingue.

d) La Analogía.
Desempeñaba un papel importante en el trabajo de Erickson y en su empeño por promover la comunicación paralela. En su trabajo eran muy comunes las analogías breves utilizadas para ilustrar ciertos puntos o reencuadrar problemas. De esta forma hablaba sobre ciertas situaciones sin mencionarlas específicamente. Un ejemplo de analogía podría ser comparar un estado depresivo con un coche donde, en ocasiones, cuando las ruedas traseras de un coche quedan atrapadas en un barrizal y no se puede salir en primera, ni en segunda, ni en tercera; a veces es bueno dar la marcha atrás, alternar con la primera, marcha atrás y primera otra vez, ampliando cada vez más el movimiento de ida y vuelta, hasta salir del barrizal.


Técnica de pseudo-orientación en el tiempo.

Erickson desarrolló una técnica conocida con el nombre de “técnica de pseudo-orientación en el tiempo” la cual, más tarde de Shazer denominó “técnica de la bola de cristal” (13). Usando hipnosis ayudaba a las personas a crear una sensación de distorsión temporal de forma que pudieran ir con facilidad adelante y atrás en el tiempo. Les dirigía hacia un tiempo en el futuro cuando su problema estaba resuelto. El objetivo era desviar la atención del problema actual y proyectarla en un futuro sin el problema (14).


El uso de la paradoja y la comunicación paradójica.

La paradoja es una trampa lógica en la que tropieza toda lógica racionalista. Tiene la capacidad de desquiciar los círculos viciosos y las soluciones ensayadas. La paradoja es una clase de enunciado que resulta al mismo tiempo verdadero y falso, correcto y erróneo. Es un mensaje ilógico que trastoca la rigidez de la situación. Esta situación se manifiesta inconciliable con la situación y obliga a un cambio repentino de los esquemas de la conducta (11).


Reestructuración.

Hace referencia a codificar de nuevo la percepción de la realidad por parte de una persona sin cambiar el significado de las cosas, aunque sí su estructura. No se cambia el valor semántico de lo que la persona expresa sino que se cambian los marcos en los que se inserta este significado. Modificando el punto de observación, cambia también la misma realidad.

Esta estrategia persuasiva no actúa directamente sobre los aspectos semánticos de la representación de la realidad, sino sobre la estructura perceptiva en la cual se basan luego las representaciones y las conductas subjetivas (11).


Referencias bibliográficas

Vallejo, M, Ruíz, M A. (1993). Técnicas de sugestión e hipnosis. En M. A. Vallejo Pareja y M. A. Ruíz Fernández, (Eds. ). Manual práctico de modificación de conducta 2. Madrid: Fundación Universidad-Empresa; 1993, pp 533-603.

2. O` Hanlon, B. Desarrollar posibilidades. Barcelona: Paidos, 2001.

3. Gómez L. hipnosis Clínica. Madrid: Letra Clara, 2002.

4. O` Hanlon W, Weiner- Davis M. En busca de soluciones. Un nuevo enfoque en psicoterapia. Barcelona: Paidos, 1990.  

5. Haley J. terapia para resolver problemas. Nuevas estrategias para una terapia familiar eficaz. Buenos Aires: Amorrortu, 2002.  

6. Watzlawick P, Weakland J , Fisch R. Change, Principles of Problem Formation and Problem Resolution. New York: W. W. Norton, 1974.

7. O` Hanlon W. Raíces profundas. Principios básicos de la terapia y de la hipnosis de Milton Erickson. Piados. Barcelona, 1993.

8. Watzlawick P. El lenguaje del cambio. Barcelona. Herder, 1994.  

9. Haley J. Ordeal Therapy. Unusual ways to change behavior. San Francisco. Jossey-Bass Publishers, 1984.

10. Bergman J S. Fishing for Barracuda. Pragmatics of brief Systemic Therapy New York: W. W. Norton, 1985.

11. Nardone G, Watzlawick P. El arte del cambio. Barcelona: Herder, 2001.  

12. Rosen E. My voice will go with you: The teaching tales of Milton H. Erickson. New York: Norton, 1982.  

13. de Shazer S. Claves para la solución en terapia breve. Barcelona: Gedisa, 1997.

14. Nardone G. Psicosoluciones. Barcelona: Herder, 2002.


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