Estamos convencidos que la hipnosis al provocar una alteración en el estado de conciencia del paciente, al modificar y aumentar el estado alerta, permitiendo a su vez una mayor capacidad de percibir y variar su memoria, permite que fisiológicamente el dolor sea controlado, minimizado y aún eliminado, dependiendo de su naturaleza y de la habilidad del hipnoterapeuta para sincronizar con el cliente su estado emocional-físico, dado que el dolor presenta dos aspectos básicos: el sensorial y el afectivo.
La intención de este trabajo de investigación es mostrar algunos resultados positivos de algunos pacientes tratados con hipnosis, con manifestaciones dolorosas de diferente índole.
La hipnosis en el tratamiento del dolor.
José Germán Altuve Godoy.
PALABRAS CLAVE: hipnosis, Dolor, Aplicación de métodos del Dr. Milton Erickson.
(KEYWORDS: Hypnosis, Pain, Application of methods of the Dr Milton Erickson. )
Resumen
Estamos convencidos que la hipnosis al provocar una alteración en el estado de conciencia del paciente, al modificar y aumentar el estado alerta, permitiendo a su vez una mayor capacidad de percibir y variar su memoria, permite que fisiológicamente el dolor sea controlado, minimizado y aún eliminado, dependiendo de su naturaleza y de la habilidad del hipnoterapeuta para sincronizar con el cliente su estado emocional-físico, dado que el dolor presenta dos aspectos básicos: el sensorial y el afectivo. La intención de este trabajo de investigación es mostrar algunos resultados positivos de algunos pacientes tratados con hipnosis, con manifestaciones dolorosas de diferente índole.
Abstract
We are convinced that the hypnosis when causing an alteration in the state of conscience of the patient, when modifying and increasing the state alert, allowing as well a greater capacity to perceive and to vary their memory, allows that physiologically the pain is controlled, diminished and still eliminated, depending on their nature and the ability of hipnoterapeuta to synchronize with the client their emotional-physical state, since the pain presents/displays two basic aspects: sensorial and the affective one. The intention of this work of investigation is to show some positive results of some patients dealt with hypnosis, with painful manifestations of different nature.
Introducción
¿Quién no ha padecido un dolor en este hermoso tránsito? Nadie ha escapado a él, unos con mayor intensidad, otros resignados a vivir con él y, en su mayoría pasajeros, pero molestos, un dolor de muelas, una cortadura, una uña encarnada, etc. Es por ello que hablar del dolor, es referenciar a los seres humanos en primera instancia, pero de igual modo, a los animales y las plantas, porque también sufren los embates del hombre, quien con la intención que sea, les produce dolor en ciertos casos.
Por naturaleza los seres humanos somos bipolares, este hecho nos coloca frente a la diatriba constante de la felicidad y el dolor, claro, hablamos del dolor psicológico, el asociado a un trauma de la vida, pero al fin dolor, la pérdida de un familiar, la del trabajo, las luchas constantes por la superación, en fin, todo aquello que en el recorrido se nos presenta como obstáculos a vencer, por lo que el dolor, está rodeado de este doble componente; el Psicológico y el Físico.
El hipnoterapeuta debe familiarizarse con el dolor del paciente, es muy importante la comprensión del proceso fisiopatólogico, las condiciones del médico tratante, en caso de que haya recurrido a un tratamiento clínico convencional, las condiciones físicas, la medicación que sigue, e incluso tal como lo señala el Dr. Ericsson (1994), “investigar la utilidad del dolor” (p. 316) En este sentido, se debe ahondar con el mayor interés a objeto de determinar si se trata incluso de un dolor producto de una acción Karmática.
D´Alvia, (2001) expresa: … “el dolor es una experiencia que se origina en una fuente psicosomática, y que su acontecer va a depender del tipo de investidura afectiva, ideacional y objetal que fue desarrollando el individuo a lo largo de su evolución” (p. 14). De otra parte, debemos admitir que: El dolor es sin duda el síntoma más angustiante para el paciente y el principal motivo de preocupación del profesional de la salud.
De manera que la relación psíquica y física interactúa con un carácter muy poco explorado, pero ciertamente presente en el caso de los dolores casi de toda índole.
Hadley Staudacher, (1994) apuntan lo siguiente:
Cuando se experimenta dolor como consecuencia de una enfermedad, de una dolencia o de un estado crónico (como opuesto a dolor temporario, como el de un pellizco en un dedo), la ansiedad y el dolor mismo son inseparables. Dependiendo de su situación particular, su ansiedad puede ser incluso más aguda que el dolor. Quienes sufren de dolor crónico a menudo son víctimas de un ciclo consecutivo de síntomas emocionales y físicos. El dolor continua para perpetuar el ciclo y el resultado suele ser una extenuación total debida a esas secuelas del dolor (p. 35)
Fajardo y Muciño (1998) destacan lo siguiente:
Comenzaremos explicando que el dolor es una sensación subjetiva y que esta dada por centros superiores de nuestro sistema nervioso central (SNC), en otras palabras, el dolor puede variar de una persona a otra, siendo un estimulo doloroso para algunos pero sólo incómodo o inocuo para otras. Al involucrar centros superiores como el tálamo, sistema límbico y la corteza somatosensorial, el estudio del dolor se torna demasiado complejo e incluso puede pensarse que esta sensación como tal es casi imposible de analizar. Por esta razón los científicos que se dedican al estudio de este proceso, prefieren utilizar al proceso conocido como nocicepción para, de este modo, acercarse al estudio de un proceso superior como lo es, la sensación de dolor. La nocicepción se refiere al proceso de activación de los nociceptores, que son estructuras periféricas al SNC (fuera de médula y cerebro) conocidos como receptores sensoriales, pero especializados en traducir la información de estímulos potencialmente dañinos para la integridad del organismo (estímulo nocivo). Cuando un estímulo nocivo es capaz de activar a los nociceptores, la información viaja hacia el SNC por fibras aferentes quienes entran a la médula espinal en su porción dorsal, es en este sitio se integra un reflejo (reflejo nociceptivo) que evita que el cuerpo o la extremidad siga en contacto con el estímulo nocivo. Es también en este sitio donde la información viaja hacia el cerebro pasando por la formación reticular (estructura participante en el sistema del despertar) por lo que un estímulo doloroso no permite a la persona que lo sufre, dormir. La información llega al tálamo y las otras estructuras superiores ya antes mencionadas donde la información nociceptiva es entonces percibida como dolor, es decir, el dolor es un evento que involucra algo más que la activación del sistema nociceptivo. Así un estímulo que active nociceptores no necesariamente es percibido como dolor. (www. fajo1. yahoo. com)
Con esta explicación preliminar tratando de enfocar todos los ángulos del dolor, se pretende llevar adelante la siguiente investigación.
El problema
Es preciso enfocar el dolor y su terapia, prácticamente como una enfermedad, derivada en principio de un orden mental psíquico, cuyas consecuencias más tarde que temprano se ven reflejadas en el cuerpo físico.
El dolor es efectivamente un problema cuyas dimensiones son impredecibles si no es tratado a tiempo. La medicina convencional con las drogas da respuesta hasta cierto grado o límite, siempre pensamos en las consecuencias o secuelas que dichos medicamentos pueden ocasionar; sin embargo, es quizá la primera vía que el paciente explora, por ser la más conocida y la que le brinda mayor proporcionalidad. Sin embargo la hipnosis es el único tratamiento que no perturba en absoluto el cuerpo físico, en cuanto a problemas de orden secundario. No obstante, en algunos casos se requiere del concurso de ambos para que el paciente pueda salir adelante. Por ejemplo, una apendicitis, requiere una vez descubierta la cirugía como el medio eficaz de eliminarla y junto a ella, el dolor.
Barber (2000), manifiesta lo siguiente:
La analgesia hipnótica es uno de los fenómenos hipnóticos más espectaculares. Observar la cara tranquila de un paciente que está siendo sometido a un procedimiento médico doloroso, sin la ayuda de ningún agente anestésico a excepción de la palabra, es una experiencia sorprendente y, tal vez, increíble. Al clínico le resulta muy gratificante escuchar el suspiro de alivio de un paciente que sufría importantes dolores. (p. 27)
Krishnamurti (1993) quien tras un profundo dolor físico, lo aisló con el poder de su mente:
En esa época también volvieron para Krishnamurti sus padecimientos físicos, Jayakar relata, luego de una visita que realizaran a Nehru: "Cuando llegamos a la casa fue a su habitación, y nos pidió a Nandini y a mí que entráramos. Cerró la puerta y después nos dijo que, cualquier cosa que ocurriera, no nos asustáramos, y que de ningún modo llamáramos a un medico. Nos pidió a ambas que nos sentáramos tranquilamente y que lo vigiláramos. No tenía que haber temor. No debíamos hablarle ni reanimarlo, pero sí cerrarle la boca si se desmayaba. Bajo ninguna circunstancia debíamos dejar el cuerpo solo. Krishnamurti parecía sufrir muchísimo. Se quejaba de un severo dolor de muelas y de un intenso dolor en la nuca, en la coronilla y en la espina dorsal. En medio de sus padecimientos decía: "Están limpiando mi cerebro completamente, lo están vaciando". Otras veces se quejaba de un gran calor, y su cuerpo transpiraba profusamente. La intensidad del dolor variaba según el área donde se concentraba. A veces se localizaba en la cabeza, en los dientes, en la nuca o en la columna vertebral. En otras oportunidades, él gemía y se agarraba el estomago. Nada aliviaba el dolor; este venía y se iba a voluntad. Cuando el proceso operaba, el cuerpo que yacía en la cama era como una mascara; sólo parecía hallarse presente una conciencia del cuerpo. En este estado la voz era débil como la de un niño.
Súbitamente el cuerpo fue ocupado por una elevada presencia. Krishnaji se incorporo, sentándose con las piernas cruzadas y los ojos cerrados; el frágil cuerpo parecía crecer y llenar la habitación; había un silencio palpable, palpitante, y una fuerza inmensa se derramaba en el lugar y nos envolvía. En este estado, la voz tenia un gran volumen y profundidad". A pesar de estos padecimientos, que vinculaban el dolor físico con el crecimiento espiritual, Krishnamurti no cesó nunca sus actividades de difusión de su enseñanza, ni transformó su mensaje, que postulaba el crecimiento espiritual basado en el conocimiento que emana del interior de cada ser humano y no de creencias y dogmas externos.
www. oshogulaab. com/JIDDU/TEXTOS/JIDDU-biog. html (a)
Se trata de resolver un problema complejo, con muchos matices en donde cada caso por parecido que sea, debe ser tratado de manera individual, tomando en consideración todas las aristas que el paciente proporcione, más las que el hipnoterapeuta redescubra en el tratamiento del caso.
Objetivos de la investigación
. General
Realizar inducciones que conduzcan a un tratamiento del dolor bajo hipnosis.
. Específicos
- Elaborar dos formas usando los procedimientos Ericksonianos para el tratamiento del dolor.
- Analizar los casos de pacientes, comparando los resultados.
Tipo de investigación
Esta es una investigación documental y de campo.
Información y procesamiento
Según Ericsson (1990), el maestro en el diseño de estrategias conceptuales y prácticas pone a prueba una vez más el manejo del dolor, al permitir diseñar procedimientos adecuados en el tratamiento de pacientes con dolor.
Lo primero que se debe hacer y, esto es válido para los dos procedimientos, es lo siguiente:
-Entrar en confianza con el paciente, mostrando un interés especial, en su exposición del dolor y, por ende solicitando su cooperación, una vez comprendido su problema.
- Inducirlo a un estado de relajación y compenetración de su dolor, para ello es conveniente y necesario, que hagamos un recorrido de visualización por todo su cuerpo, comenzando por los dedos de los pies, y subiendo lentamente por todo su cuerpo, hasta haberlo ocupado, deteniéndonos en el sitio focalizado del dolor, haciéndolo partícipe de él. Esta parte puede variar en otro procedimiento, introduciendo en la relajación luz de color verde tenue, o la alternabilidad de luz y respiración.
Esta parte es lo que se denomina, según el Dr. Barber (1996) “reducir el nivel de atención del paciente” (p. 47)
- Una vez constatado que está preparado para la sugestión y trance posterior, respiración lenta, faz de la cara apacible y de color más natural (por lo general muestran un color rosado carne más intenso), alternabilidad en la subida y bajada de los brazos, voz un poco más pastosa, etc.
- Se sugiere por ejemplo, la técnica de la disociación y se le pide que se concentre con exclusividad en su respiración, en su inspiración y expiración, y aquí se le puede sugerir que con cada inspiración que es fuente de energía, limpie la zona afectada por el dolor y, con cada expiración, expulsa su dolor.
En otro procedimiento, se puede cambiar la técnica de la respiración, por inundación de luz verde curativa a la zona afectada por el mismo. En todo caso, en esta etapa o momento, es importante que el paciente se persuada de su dolor, lo reconozca y lo descarte, es lo que se puede denominar sugestiones terapéuticas (Barber, 1996)
- Preguntar en este momento cómo es el dolor, si aún persiste, si se aleja, si está controlado; esto permitirá saber si se debe estimar otras sesiones y/o combinar técnicas médicas con alopatía, homeopatía, es decir combinación de medicina natural con clásica.
- Preparar al paciente para su salida del trance, de manera natural y se le puede agregar alguna sugestión poshipnótica para que la lleve a cabo en su hogar, en algunos momentos, como al acostarse o levantarse.
Por supuesto, que cada punto de los anotados, es mucho más explicito en su manifestación frente al paciente, ya que una vez más se ratifica que cada paciente es independiente y, requiere en consecuencia, de una atención personalizada.
Análisis de pacientes
Paciente A Mujer de 35 años, casada con dos niños, oficios del hogar. Se presentó manifestando un dolor de muelas intenso, dolor que aparecía y desaparecía en el transcurso del día, pero que se manifestaba con intensidad en la noche.
Se le preguntó si en ese momento tenía dolor, refirió que poco, solo un fastidio en la encía, se le preguntó si había asistido a casa de algún odontólogo y contestó que sí, pero que el apreciaba que la pieza dental estaba bien, según la radiografía tomada y, que no se justificaba ni su extracción ni otro trabajo sobre ella. Se le indicó que momentáneamente se podía aliviar el dolor, pero que se le sugería visitara otro odontólogo para escuchar su opinión.
Aceptados estos términos, se procedió a hipnotizarla.
Se le pidió que se relajara, que cerrara sus ojos si de esa manera se encontraba más cómoda. Asintió con la cabeza que si. Se le indicó que se concentrara en su respiración, que con cada inhalación, su cuerpo entraba en un estado de relajación profundo y con cada exhalación su dolor iba desapareciendo. Al cabo de cuatro (4) minutos aproximadamente se encontraba en estado de trance, se le solicitó que si podía sostener su brazo derecho a cierta altura y con rigidez, asintió que sí y, efectivamente lo hizo; luego que lo hiciera con el izquierdo, e igualmente lo llevo a cabo. En este momento se le dijo que su dolor de muela podía reflejarse en el brazo derecho y luego en el izquierdo, ya que de esta forma, ella podía tener más control sobre el mismo. Aceptó y, efectivamente afirmó sentir un leve cosquilleó sobre el brazo derecho y luego sobre el izquierdo, que ya no sentía dolor en su cara ni encía, que muy levemente lo sentía en sus brazos. Se le pidió que sólo lo sintiera sobre el brazo derecho, pero cada vez lo iba a sentir menos intenso, así permanecimos durante diez minutos aproximadamente, al cabo de los cuales, manifestó que no sentía dolor en ninguna parte. Se preparó para salir de su estado actual y regresar a la cuenta de tres, muy lentamente te vas recuperando y no sentirás ningún dolor ni fastidio.
Caso 2
Joven de 13 años con dolor agudo en la fosa ilíaca derecha. Sospecha de apendicitis. Luego de calmarlo sobre el dolor intenso que sentía, con un estado de relajación profunda y aplicando una técnica de disociación, le pedí a sus familiares que lo trasladasen a una clínica porque en lo personal sospechaba que era una apendicitis. En efecto, un poco más calmado del dolor, fue trasladado y confirmada la sospecha, fue intervenido quirúrgicamente a las dos horas, casi a punto de una peritonitis. Una vez en la clínica le visité y me pidió que lo hipnotizara para no sentir más dolor. Le dije que le iban aplicar algunos calmantes vía intravenosa y ahí precisamente me manifestó que era muy nervioso y que quería estar relajado para todos esos momentos. Accedí y rápidamente entró en trance, le dije que no sentiría ningún dolor a pesar de que las inyecciones se suministrarían por un catéter, que se iba a recuperar muy bien y que visualizara su cuerpo flotando y entrando a un estado de sanción total y de pronta recuperación. Dado que era un espacio físico inconveniente, por ser una clínica, no duramos sino aproximadamente unos 5 minutos en trance, al cabo de ese tiempo le pedí que regresáramos a su estado natural y, así lo hicimos. Al día siguiente fue dado de alta, encontrándose muy bien.
El caso que se presenta a continuación fue tratado desde el punto de vista de la visualización creativa, no obstante, como el paciente presentaba un dolor recurrente se expone en este trabajo.
Paciente adulto de 45 años de edad, exjugador de fútbol y operado de su rodilla derecha motivado a un espolón que le molestaba constantemente cuando practicaba cualquier deporte en donde hubiese un esfuerzo físico importante como: trotar, jugar basketball, frontón, ciclismo, etc. Solicitó mis servicios desde hace aproximadamente 2 meses, cuando se enteró que en su rodilla derecha no había menisco y que los huesos de la rodilla prácticamente eran uno sólo, lo que le producía un dolor intenso al intentar llevar a cabo cualquier actividad deportiva. Lo interesante del caso, es que antes de que le fueran tomadas radiografías en esa zona del cuerpo, no presentaba ninguna molestia, sus dolores empezaron a presentarse una vez conocido su estado, expuesto en las radiografías que le fueron tomadas.
Esto indujo a explorar mucho más la situación se le hipnotizó usando la técnica de la confusión haciéndole levitar su mano izquierda y posteriormente la derecha. Se usó igualmente, la técnica de la respiración, pero en este caso se colocó una música de fondo de mantras tibetanos que le indujeron a un trance profundo. Una vez constatado su estado de hipnosis se le pidió que se visualizara en un partido de fútbol intenso en donde pudiese apreciar que su rodilla derecha estaba en perfecto estado y sin traumas; así lo hizo y manifestó que en ese partido se sentía muy bien. Posteriormente, se le indicó que visualizara su rodilla derecha e izquierda y que las observara detenidamente, de manera que si en su rodilla derecha faltaba el menisco comenzara a visualizar que él mismo paulatinamente se iba regenerando. Tomamos al azar un mantra de manera que cuando entrase en trance hipnótico en su casa o fuese a meditar, las palabras del mismo contribuyesen con la restitución del mismo. El significado más cercano se relaciona con la curación de todo lo que nos afecta.
Duramos 4 sesiones 1 cada semana, al cabo de ellas no sentía dolor y me manifestó que estaba caminando en las mañanas y no sentía molestia. Estamos por verificar a través de una placa la restitución de su menisco.
Independientemente de la técnica o sugestión que se desarrolle, la importancia capital radica en el paciente. Como ya transcurrió algún tiempo, se pudo verificar con él, que sus ligamentos han comenzado a regenarse.
Pero en todo caso las técnicas aplicadas, derivadas de las magistrales expuestas por el Dr. Milton Erickson, evidencian la profundidad y alcance de sus recomendaciones y de su práctica.
Casos tomando en cuenta las sugerencias de la hija del Dr. Milton Ericsson
En el caso de la autora hija del Dr. Milton Erickson, (1994) nadie mejor que ella para preocuparse por el dolor, en vista de sus vivencias con el padre (poliomielítico) y su hermano de niño atropellado por un automóvil.
Retomo unos de sus párrafos por demás enaltecedor y convincente a la hora de aplicar la hipnosis como tratamiento del dolor:
La hipnosis es un poderoso instrumento terapéutico que impone una gran responsabilidad a quien lo utilice. Las necesidades y el bienestar del paciente tienen prioridad absoluta en cualquier centro de atención de la salud. Las técnicas de control del dolor deben estar supeditadas, como todo método hipnoterapéutico, al tratamiento médico, fisiológico y psicológico del paciente. Han sido ideadas para que los profesionales de la salud las usen en sincronía con medidas terapéuticas holísticas. (p. 315, 316)
Los tipos de intervenciones hipnóticas planteadas por la Srta. Erickson comprenden las siguientes categorías, las cuales se pueden aplicar de manera individual o combinada.
Aceptación
El aspecto central se manifiesta en una modificación del estilo de vida a fin de adaptarlo a una determinada situación; es decir, no se cambia o manipula el dolor.
Se alienta al paciente a vivir por breves instantes el dolor, se le induce a una especie de confrontación y se le alienta a sentirlo. Como su nombre lo indica se le induce aceptarlo con el compromiso de que debe modificar su patrón de vida
Paciente Adulto de 60 años. Problemas articulares, concretamente artrosis en rodillas. Dolores intensos y molestias constantes.
Se le hizo una entrevista para detallar hasta donde la parte clínica había avanzado, medicamentos tradicionales sin mayores consecuencias. Se le explicó en que consiste la hipnosis y su trabajo posterior que el debería hacer a través de la visualización y autosugestiones. Se le explico que la cirugía podía ser una solución, a lo que respondió que el médico se lo había planteado pero que no lo quería. Trabajamos 2 semanas con 2 sesiones semanales. Ha logrado recuperarse, minimizar el dolor, el cual lo acepta de una manera natural y continua con el tratamiento médico pero a un 50% aproximadamente.
División en partes
Este es un caso de vieja data, aún ni pensaba estudiar el Doctorado en hipnosis y la joven que nos ayudaba en las labores domésticas estaba embarazada, y me pidió que la ayudara, ya que sentía miedo del parto. Bueno, le sugestioné y le preparé con algunos ejercicios de respiración y físicos, así como la imagen de que en otras vidas cuando fue mujer, también parió y, que además ese era un acto natural de la mujer. Parió de lo más feliz un hermoso varón que fue llamado José en agradecimiento a la ayuda.
Disociación
Presento el mismo caso de un joven de 13 años que iba a ser intervenido por presentar dolores en la fosa iliaca derecha, se le diagnosticó apendicitis.
Joven de 13 años con dolor agudo en la fosa ilíaca derecha. Sospecha de apendicitis. Luego de calmarlo sobre el dolor intenso que sentía, con un estado de relajación profunda y aplicando una técnica de disociación, le pedí a sus familiares que lo trasladasen a una clínica porque en lo personal sospechaba que era una apendicitis. En efecto, un poco más calmado del dolor, fue trasladado y confirmada la sospecha, fue intervenido quirúrgicamente a las dos horas, casi a punto de una peritonitis. Una vez en la clínica le visité y me pidió que lo hipnotizara para no sentir más dolor. Le dije que le iban aplicar algunos calmantes vía intravenosa y ahí precisamente me manifestó que era muy nervioso y que quería estar relajado para todos esos momentos. Accedí y rápidamente entró en trance, le dije que no sentiría ningún dolor a pesar de que las inyecciones se suministrarían por un catéter, que se iba a recuperar muy bien y que visualizara su cuerpo flotando y entrando a un estado de sanción total y de pronta recuperación. Dado que era un espacio físico inconveniente, por ser una clínica, no duramos sino aproximadamente unos 5 minutos en trance, al cabo de ese tiempo le pedí que regresáramos a su estado natural y, así lo hicimos. Al día siguiente fue dado de alta, encontrándose muy bien.
Transformación
Paciente joven de 22 años, quien sufrió quemaduras de tercero y segundo grado. Por supuesto con los dolores y molestias típicas en estos casos. Lo visité en estado físico difícil, solicitó ayuda hipnótica y se le pidió que se concentrara en su respiración, (en un hospital es bastante difícil trabajar con hipnosis), sin embargo, dado su estado estaba aislado, poco a poco fue entrando en trance, se le solicitó que visualizara el momento en que se estaba quemando y se le fue transformando el dolor y la desesperación de las quemaduras, en una energía suave de color rosado, la cual no le causaba molestias ni dolor, igualmente se le manifestó que una energía blanca que rodeaba su cuerpo, apagaba y mitigaba el dolor y las marcas dejadas por el fuego. Se le colocó algunas sugestiones para que una vez despierto de su trance, las hiciese en los momentos en que tuviese solo. Se le despertó y sintió un gran alivio. Está dado de alta y sana de forma rápida y prácticamente sin dolor.
Resolución
Las personas no cambian de un día para otro, es una metáfora, aunque de verdad de un día para otro perdamos células, envejezcamos, perdemos lucidez, aparezcan canas, en fin todo el proceso de deterioro físico que sufrimos inexorablemente los seres humanos. Todos mostramos resistencia de una u otra forma a este proceso. Quizá los trances más dolorosos los sufrimos con ocasión de los apegos a cosas materiales y aún a creencias de orden moral, religioso y de costumbres de nuestros antepasados.
Es el caso de una joven criada por una familia adinerada, que poco a poco desarrolló la enfermedad de la cleptomanía. Su enfermedad es previsible, sabemos que si hay un descuido donde visita, hay una exposición a cometer el delito.
Hace algún tiempo que se le trata. A esa joven se le hipnotizó varias veces y ha resultado efectivo el tratamiento, dado que desde hace más de ocho meses, su deseo compulsivo de actuación, ha desaparecido. Como se enmarca aquí porque tal como lo expresa el Dr. Ericsson (1973)
El proceso de curación sigue un curso natural bastante previsible. La investigación de una herida ofrece la doble oportunidad de ver partes del cuerpo normalmente ocultas y explorar el funcionamiento del proceso curativo. El buen conocimiento de sus etapas y de las medidas que podemos tomar en cada una de ellas para reducir los riesgos puede ayudar a la curación. (p. 20)
En efecto conocemos de su enfermedad, su herida proviene de las necesidades y carencias de su niñez de 1 a 6 años, cuando fue recibida en esa casa. Los niños y luego jóvenes de la misma, creados con holgura y en buenos colegios, la oportunidad que ella se negó de estudiar, la indujeron a hacerse cleptómana. El empeño y trabajo que durante cuatro meses se llevó a cabo pareciese haber tomado el cauce normal de los acontecimientos.
La cleptomanía es un desorden de control de impulsos que afecta sobre todo a mujeres y que suele estar asociado a otras patologías. En este caso particular, también hay un descontrol de la alimentación, me refiero, que esta persona es bulímica.
Conclusiones
Según el Diccionario Larousse Dolor sensación de padecimiento físico: dolor agudo2. sentimiento anímico de sufrimiento producido por una gran contrariedad: el dolor de una desgracia. Dolor de corazón (Fig. ) sentimiento, pena, aflicción por un daño causado Dolor moral (siquiatra) tristeza profunda, acompaña de auto acusación por falsas imaginarias que constituye uno de los síntomas principales de la melancolía…
El dolor es una combinación de efectos mentales y físicos que atribulan a un paciente y le colocan frente a un estado de reflexión, es un momento en el tiempo y el espacio que se nos brinda para crecer.
Todos de alguna manera, hemos pasado y vivido esa escala de un dolor según se le clasifique en somático, espiritual o psicógeno, pero en el fondo el cuadro que presenta un paciente con dolor, es una expresión de una combinación de esa clasificación, que puede transitar de la localización física a la mental.
La hipnosis es una de las posibilidades de mayor éxito en el tratamiento del dolor. El Dr. Erickson (1993) lo pone de manifiesto al expresar lo siguiente:
Cuanto más abarcadora sea la técnica desde el punto de vista psicológico, tanto mayores serán las probabilidades de obtener resultados terapéuticos”.
En los casos que nos ocupan, la asociación entre el dolor físico y psicológico se hizo presente, se palpó a través de la manifestación de los pacientes. (p. 28)
Krishnamurti, (1992) afirmaba:
Tenemos que comprender y aprender sobre el temor, y esto último significa aprender sobre la pena y su terminación, y todo ello implica inquirir sobre la pasión. Como sabe usted, esa palabra se deriva del dolor, y los más de nosotros, concientemente o no, estamos en la pena de una u otra clase. Somos seres humanos apenados, sin un momento de felicidad no contaminada por el pensamiento, ningún momento de profundo disfrute real que no esté tocado por ningún pensamiento o recuerdo. Somos un campo de batalla desde el nacimiento hasta la muerte. Nunca hay orden, paz, sensación de tranquilidad y gloria. Lo único que conocemos es la pena y el conflicto (p. 103)
Bibliografía
Joseph Barber, tratamiento del dolor mediante hipnosis y sugestión. Una guía clínica. Desclée de Brouwer. Biblioteca psicología. 2000
Rodolfo D´Alvia (compilador) El Dolor. Un Enfoque Interdisciplinario. Paidos 2001.
Diccionario Enciclopédico Larousse 1996. Ediciones Larousse. Argentina
Jay Haley terapia no convencional. Las técnicas psiquiátricas de Milton H. Erickson. Amorrortu editores. 1973. Argentina
Josie Hadley y Carol Staudacher. hipnosis camino para el Cambio. Editorial Robin Book. 1994
Juddi Krishnamurti. Temor, placer y dolor. Editorial Orión México. Sexta edición 1992
Jeffrey K. Zeig y Stephen G. Gilligan (compiladores) terapia Breve Amorrortu editores 1994
Extraído de
Krishnamurti El Mesías que Renuncio al Cargo
www. oshogulaab. com/JIDDU/TEXTOS/JIDDU-biog. html El autor. (a)
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