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Programa de heroína en Andalucía: La visión de los usuarios.

Autor/autores: Araceli Plaza Andrés
Fecha Publicación: 01/03/2009
Área temática: Adictivos, Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: El ensayo clínico realizado en España con heroína intravenosa (proyecto PEPSA) y su posterior continuación con el programa de seguimiento (PSP-PEPSA) han reforzado los datos positivos de otras experiencias desarrolladas en diversos países. Hasta la fecha se siguen realizando numerosos trabajos de investigación que valoran los diversos aspectos afectados por el uso de esta terapia, sin embargo no se ha realizado ninguno que recoja el testimonio directo de los usuarios respecto del programa de seguimiento.

OBJETIVO: Mostrar las experiencias y opiniones de dos usuarios del servicio PSP-PEPSA respecto a diversas cuestiones en torno a su tratamiento: historia de vida adictiva, tratamiento con heroína, experiencias de desintoxicación, relación con profesionales de salud (psiquiatras principalmente) y perspectiva de futuro.

METODOLOGÍA: Testimonio directo y libre recogido a través de escritos y grabaciones de estos dos usuarios durante un mes.

RESULTADOS: Elaboración consensuada con los usuarios de respuestas comunes en torno a los ejes temáticos propuestos. Se han complementado estas opiniones con una breve introducción de cada área temática.

CONCLUSIONES: La visión subjetiva que nos ofrecen estos testimonios apoya lo que las investigaciones más rigurosas vienen demostrando desde hace años: la asistencia con heroína es una estrategia válida y complementaria a otros tratamientos. Los usuarios perciben en general de forma positiva su continuación dentro del programa de seguimiento. Este hecho no excluye para ellos el acceso a la desintoxicación sino que lo facilita llegando el usuario en mejores condiciones de las que lo haría si llegaran desde su consumo ilegal en la calle.

Palabras clave: heroína


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EL PROYECTO DE LA HEROÍNA EN ANDALUCÍA:
LA VOZ Y LA FUERZA DE LOS USUARIOS

AUTORES: Miguel Martín López, Ángel Casarrubios Oñate, Francisco José Caracuel González 1,
Jose Angel Martínez Casares, Araceli Plaza Andrés y Equipo PSP-PEPSA 2.

INTRODUCCIÓN
El registro del testimonio directo de personas consumidoras de drogas es una herramienta
habitual para las disciplinas articuladas en torno a las ciencias sociales que estudian el fenómeno
de la drogadicción (1). En el ámbito de las ciencias sanitarias son muy escasos los artículos
que recogen estos testimonios. Del total de ellos, unos pocos hacen referencia a las bondades
extremas de las terapias de desintoxicación y deshabituación de las que se benefician los que
testimonian; otros trabajos se enmarcan dentro de estrategias completamente contrarias al uso de
drogas y que buscan reforzar su argumentación utilizando el emotivismo pues recurren a los
sentimientos que suscita siempre el patético testimonio de una persona consumidora que ha
vivido el infierno de la exclusión. En ambos casos se trata de trabajos de índole divulgativa, con
poco calado científico. El presente trabajo pretende cubrir una parcela que hasta ahora
permanecía casi inédita por las propias características de la población que se están estudiando:
se muestra el testimonio directo de dos personas 3 que habitualmente se administran heroína
bajo control sanitario mientras participan en una experiencia científica, siendo ellos mismos los
que deciden los ejes temáticos en torno a los cuales quieren articular su discurso y con control
absoluto sobre qué y cómo quieren exponer sus experiencias .
Debemos aclarar desde el principio que no se está defendiendo ni animando al consumo de
ninguna sustancia adictiva, sea ésta legal o ilegal. Se pretende más bien, entre otros objetivos,
otorgar voz (2) a aquellas personas que hasta ahora no han tenido mucha oportunidad de dar su
punto de vista, sus vivencias reales de un problema complejo, más allá del discurso oficial
prohibicionista. En contra de lo que pueda parecer estas personas no están abandonadas a un
consumo compulsivo y alienante de una droga como su propio testimonio reflejará, sino que
reciben un tratamiento con la misma sustancia a la que son adictos y, al mismo tiempo,
trabajan activamente para mejorar otros aspectos de su salud ­física, psíquica y social- (3).
Esta mejora les ha permitido normalizar sus vidas hasta límites que hasta ahora eran impensables
(4), sin rechazar la posibilidad ­más bien al contrario- de que puedan afrontar definitivamente su
adicción.
En esta comunicación nos referiremos a las experiencias desarrolladas en torno a la
administración controlada de diacetilmorfina (DAM) -sustancia más comúnmente conocida como
1

Director y médico del PSP-PEPSA.
Equipo PSP-PEPSA: Araceli Plaza Andrés, José Ángel Martínez Casares, Francisco José Caracuel
González, Rosa María García Morcillo, María José Vega López, Irene Avilés Lamas, María Teresa
Rodríguez López, Rosario Azcorbebeitia Lamíquiz, José Antonio Reyes Rodríguez, Ana Baena González y
Elisa Crespo Berea.
3
Usuarios del programa de prescripción de DAM de Andalucía.
2

1

heroína- como parte de un programa piloto de reducción del daño, que todavía hoy en día se
encuentra en fase de experimentación y evaluación (5), y que luego describiremos con más
detenimiento. Tanto los datos que arrojó el ensayo clínico (6) que probó la sustancia como los que
actualmente sigue aportando el Programa de Seguimiento 4, han reforzado y han aumentado las
conclusiones positivas que mostraron otras experiencias similares desarrolladas en diversos
países, Suiza (7) y Holanda principalmente. Sin embargo muy pocos estudios serios se han hecho
basándose en el análisis de los testimonios de los usuarios de este programa y todos ellos se han
realizado en el ámbito de la sociología y la antropología, nunca desde el punto de vista de las
ciencias de la salud. Esto no significa que no se pueda aplicar a estos testimonios metodologías
típicas de las ciencias sociales como son el análisis de Contenido o el análisis del Discurso (8).
Los profesionales de este sector pueden encontrar material interesante del que pueden extraer
conclusiones dentro de sus áreas de trabajo. Pero al mismo tiempo pretendemos también que
profesionales de la salud -cuya actividad se centre en el mundo de las drogodependencias o nosean en esta ocasión los que principalmente puedan aprovechar estos testimonios tanto por el
valor que tienen en sí mismos como por las distintas interpretaciones que se pueden hacer de los
mismos. Sirva como ejemplo de esto último la misma psicoterapia que se ha beneficiado de los
métodos de trabajo desarrollados por diversas disciplinas como la etnografía, la sociolingüística, la
semiótica cognitiva o la hermenéutica textual, para analizar el contenido y/o el discurso dentro de
su metodología (9).
Es por ello que, a parte de las conclusiones obvias que se pueden extraer tras una primera
lectura de estos testimonios -las cuales mostraremos al final de la comunicación-, invitamos a que
cada lector desarrolle las suyas propias a partir del material que aquí se ofrece.
El perfil cualitativo del presente trabajo es evidente pues no se intenta medir la extensión de un
fenómeno sino más bien busca describir lo que existe, cómo varía en las diferentes circunstancias
y cuáles pueden ser las causas subyacentes (2). Un riguroso análisis discursivo de estos
testimonios puede mostrar aquellos signos o significaciones que estas personas otorgan a
conceptos que orbitan en torno a sus experiencias con el mundo de la adicción a la heroína, a
través de los cuales han construido su realidad y las representaciones que tengan de la
misma (9). Todo lo anterior tiene un valor añadido no sólo por el valor interpretativo del discurso,
también porque se nos facilita una manera de comunicar de la que podemos aprender para
adecuar nuestro propio discurso para que sea más cercano y comprensible a las personas
consumidoras. Al mismo tiempo nuestras reflexiones se podrán aproximar más a la manera en
que el emisor desea ser interpretado.
Independientemente de la manera de abordar la lectura de estos testimonios y de la hermenéutica
que se aplique, este trabajo tiene su posterior continuación y complemento a través de los foros
establecidos para el presente congreso. Estos medios paliarán las limitaciones que impone la
4

A partir de ahora se utilizarán las siglas PEPSA (Programa Experimental de Prescripción de
Estupefacientes en Andalucía) para referirse al ensayo clínico en el que se experimentó con la DAM y las
siglas PSP-PEPSA para referirse al Programa de Seguimiento de los Pacientes que se estableció tras dicho
ensayo.

2

exposición escrita pues los profesionales interesados en profundizar en algún aspecto podrán
poner a prueba sus habilidades psico-sociales directamente con las personas que han ofrecido
estos testimonios y que voluntariamente se han ofrecido a participar en la negociación de
significados de lo ya expuesto por medio de la interacción conversacional. Ellos mismos desean
iluminar aquellos aspectos que, a criterio del lector, precisen de más explicación.
Hay que destacar también que la participación de estos usuarios del PSP-PEPSA no se limita a
volcar por escrito sus experiencias y opiniones en base a un cuestionario cerrado y elaborado por
profesionales de la salud. También han participado en la elaboración de los dominios en torno a
los cuales se ha articulado el presente trabajo, han modificado como han creído conveniente
aquellos aspectos propuestos por los profesionales y han profundizado en cada una de sus
respuestas en mayor o menor medida según sus creencias, experiencias o intereses le han
dictado. Sin olvidar que han cedido parte de su intimidad -incluidos sus nombres- como símbolo
de su lucha por visibilizar y normalizar una situación: personas con un tratamiento médico que no
tienen por qué ocultar este hecho. Obviamente algunas partes de su testimonio pueden resultar
polémicas y muy críticas con la situación pasada y actual del mundo de la atención a las
drogodependencias. Más allá del malestar que estas críticas puedan suscitar a algunos
profesionales que se sientan aludidos, sugerimos que se valoren estas leves invectivas en su justa
medida pues al fin y al cabo estas personas son las que han sufrido y pagado principalmente los
incipientes pasos y muchas equivocaciones de las terapias contra las drogadicciones del pasado.
De esta manera podemos decir que los principales autores del presente trabajo son las mismas
personas que proporcionan su testimonio. Y por esto mismo son los principales firmantes del
presente trabajo. Los profesionales de la salud nos hemos limitado a labores metodológicas:
recogida de testimonio, redacción de las distintas introducciones, aporte de cimentación teórica y
desarrollo formal de la redacción de la comunicación. Esta estrategia consciente, a parte de
intentar contaminar lo menos posible el material expuesto, se enmarca dentro de objetivos más
amplios que abarcan directrices del proyecto destinadas al empoderamiento progresivo de los
usuarios en su propia recuperación (3). Y este propósito quedaría incompleto si no somos
capaces de otorgar a estas personas la categoría de testigos válidos de una época y unas
circunstancias que, si no se da paso a nuevas iniciativas valientes y válidas, están destinadas,
por desgracia, a repetirse.
OBJETIVOS
1) Mostrar las experiencias y opiniones de dos usuarios del servicio PSP-PEPSA respecto a
diversas cuestiones en torno a su tratamiento: historia de vida adictiva, tratamiento con heroína,
experiencias de desintoxicación, relación con profesionales de salud (psiquiatras principalmente) y
perspectiva de futuro.
2) Ofrecer material de análisis de contenidos y discursivo a profesionales de la salud que estén
interesados en conocer este tipo de experiencias y/o que deseen profundizar en las estructuras de
razonamiento y emocionales de estos dos usuarios.

3

3) Ofrecer material de análisis de contenidos y discursivo a otros profesionales (ciencias sociales
principalmente) interesados en una profundización cualitativa de lo expuesto.
4) Permitir a los usuarios que se sirvan de un espacio normalmente destinado a profesionales
para dar su punto de vista respecto a temas que se suelen sólo abordar desde la perspectiva
científica. Aumentar su empoderamiento en los procesos de Educación para la Salud a través de
esta estrategia.

MATERIAL Y MÉTODOS
Aunque la presente comunicación no es propiamente dicha una "historia de vida", técnica de
investigación cualitativa, se acerca mucho pues comparte formato y fines en gran medida.
muestra.
La elección de los usuarios siguió un criterio de "informantes claves" al tener este trabajo un perfil
cualitativo, no cuantitativo. Recordemos por consiguiente que esta selección se hace atendiendo
criterios de interés o excepcionalidad (10). En el caso de Miguel Martín López (MML) se nos
hizo evidente su elección al ser el presidente de la asociación de usuarios que reciben D. A. M. ,
elegido como representante por el resto de compañeros usuarios. El testimonio del usuario Ángel
Casarrubios Oñate (ACO) es también muy interesante por varios motivos: su inquietud y
disposición para realizar este tipo de iniciativas en el pasado; además el historial de adicción
responde al de muchos otros consumidores de su edad (generación de los años 80, herederos de
la "movida"); y por último, como se mostrará más tarde, su actitud actual con respecto al consumo
de heroína5 nos ofrece una nueva perspectiva de un asunto tan prismático como el que se aborda.
No se han incluido los testimonios de mujeres usuarias del PSP-PEPSA debido a que la situación
de éstas en la actualidad (inserción socio-laboral) por desgracia no les permite mostrar a ninguna
de ellas sus nombres tal y cómo exige la naturaleza de la presente comunicación. Es una lastima
que la estigmatización que sufren estas personas nos prive del interesantísimo testimonio de unas
mujeres que por su condición femenina le darían una óptica distinta (11), muy interesante e
invisibilizada por la mayor parte de los estudios6.
Metodología.
La estructura de recogida de testimonios de ambos usuarios se realizó de la siguiente manera:
- Presentación de ejes temáticos por parte de los usuarios.
- Modificaciones propuestas por los profesionales.
- proceso de consenso respecto a los ejes temáticos.
- Exposición escrita por parte de los usuarios en torno a estos ejes temáticos.
5

Poco después de terminar esta comunicación el usuario ACO ha emprendido un proceso de desintoxicación
y deshabituación como consecuencia natural de su estancia en el programa.
6
En la actualidad se está planteando un estudio cualitativo de "historia de vida" de las mujeres del centro,
donde se preserve el anonimato de éstas.

4

- Grabación de aquellos aspectos de los distintos ejes temáticos que quedaron menos
cubiertos por la exposición escrita.
- trascripción de la grabación y combinación con la exposición escrita en torno a los ejes
temáticos.
- Supervisión de los usuarios de todo el material (escrito y grabado) ya agrupado por
temas: correcciones y modificaciones hechas por éstos.
- Realización por parte de los profesionales de las introducciones a cada eje temático.
- Supervisión y aprobación de los usuarios respecto a la pertinencia de lo expuesto por los
profesionales.
- Supervisión final de todo el documento por parte de los usuarios y profesionales.
Consenso de la comunicación final.
- cuestionario de satisfacción completado por los usuarios con respecto al trabajo
realizado.
La duración de este proceso fue de un mes. Tanto las exposiciones escritas como las
grabaciones realizadas por los usuarios se han realizando con su consentimiento informado y en
condiciones de máxima intimidad. Para evitar contaminaciones, los dos usuarios coincidieron en
que no querían conocer el contenido del testimonio del otro hasta concluir totalmente la
elaboración del propio. Así se hizo. El almacenamiento de este material se ha realizado según la
Ley de Protección de Datos.

RESULTADOS
Se han recogido los siguientes testimonios en torno a 6 ejes temáticos propuestos por los usuarios
y consensuados con los profesionales.
1 - EJE TEMÁTICO: HISTORIA DE persona TOXICÓMANA PREVIA AL INGRESO EN EL
ENSAYO PEPSA. Motivaciones para el consumo, vivencia del proceso e intentos de
desintoxicación y deshabituación.
Introducción:
A principio de la década de los 70 la situación con respecto a las drogas comienza a considerarse
problemática en España. Por esa época empiezan a funcionar tímidamente los primeros servicios
de asistencia gratuita a personas con toxicomanías. Comienzan también los primeros estudios
sobre el consumo de la población joven que percibía estas prácticas como contracultura (12). La
heroína juega un papel principal en esta situación desde la segunda mitad de los 70 y primeros
80. Esta sustancia invade los espacios populares de ocio y cultura emergente, coincidiendo con
una época de transición política y un recién estreno de la democracia (13). La droga se convierte
en asunto de manipulación política como uno de los muchos males que ha traído la nueva
situación política. Se inicia una alarma social, se destacan las nefastas consecuencias del

5

consumo de la heroína y se marcan estereotipos. Al mismo tiempo se hace un análisis poco
riguroso de los motivos que conducen al consumo, se estigmatiza y juzga al adicto, comienza la
represión de los consumidores y su exclusión social. Esto hace que las personas adictas tengan
mucha más dificultad para conseguir lo que antes tenían más a mano: las suficientes dosis como
para satisfacer su adicción. Es la época de la represión política, judicial y social (14). Este tipo de
estrategias obtuvo un resultado totalmente contrario al que perseguía: el aumento de la
delincuencia causada por el aumento del precio de la sustancia, de las patologías infecciosas por
compartir jeringuillas, de las conductas antisociales, de enfermedades mentales y de una larga
lista de «males» agravados además por una interpretación político-cultural excesivamente
escrupulosa y estrecha de miras (15). Derivadas de estas interpretaciones surgen las opciones
terapéuticas basadas fundamentalmente en la estrategia del «todo o nada»: o la persona adicta se
desintoxicaba y se rehabilitaba o su destino era de nuevo la calle, la exclusión, la delincuencia, la
enfermedad y, en la mayor parte de los casos, la muerte por adulteración, intoxicación y/o
infecciones graves (VIH, hepatitis C, etc. ). Es entonces cuando aparecen multitud de profesionales
e instituciones que, con más voluntad que conocimientos reales, se atrevían a aportar soluciones
más o menos fáciles y asequibles, que aseguraban al acceso a la «tierra prometida» de la
abstinencia y rehabilitación total. Con el tiempo se produjo una mayor profesionalización del sector
de atención de las personas drogodependientes pero, como se verá a continuación, éstas tuvieron
que padecer en aquellos incipientes pasos terapéuticos, además de los efectos de la droga, del
prohibicionismo y de la exclusión, también actuaciones poco válidas para su problema de
adicción.
Testimonio de ACO:
Sobre los 17 años se acentuó mi interés por las drogas ilegales. Un impulso interior me
invitaba a ello, pasando de una a otra hasta que conocí la heroína. Todas esas
experiencias las viví de una forma natural, en un ambiente de diversión. Pero el encuentro
con la heroína lo recuerdo de manera especial, inolvidable, como el día que pierdes la
virginidad: la existencia más soportable y en mi interior total satisfacción.
Con el paso del tiempo afloró una conducta adictiva, los abusos y la unión a un problema
emocional mal resuelto se convirtieron en una bomba de relojería. Claro que existieron
períodos de abstinencia de 1 o 2 años, ya fuese por propia decisión o con ayuda de alguna
terapia. En mi interior empezó a crecer la idea de que la compañía de la heroína sería
eterna.
El paso por toda la oferta pública y privada de deshabituación se convirtieron en norma,
sin encontrar lo que yo esperaba. Respecto a la oferta privada, acudí a varios psiquiatras y
clínicas psiquiátricas y como más tarde contaré (apartado 4) fueron experiencias bastante
negativas en general. Cuando yo empecé, en las clínicas todavía se nos integraba con el
resto de personas con problemas mentales, por ejemplo. Por no hablar de algunos
profesionales poco honestos que se sirvieron de mi adicción para sacar dinero, al menos
esa es la impresión que yo tuve.

6

En el área pública estuve en el CAD (Centro de atención a las Drogodependencias) del
Ayuntamiento de Madrid. Luego he estado en centros de día de la Cruz Roja y de la
Comunidad de Madrid. Ya en esa fecha sabía de la existencia del proyecto de heroína de
Suiza, cuando hablaba de esto a los profesionales de estos sitios me tachaban de loco o
inadaptado. Creían que era poco adecuado hablar de eso al estar en un centro de
desintoxicación y me intentaban reprimir ese tipo de pensamiento.
También he estado en Proyecto Hombre. Estuve haciendo todo el programa hasta la
reinserción que lo dejé porque me obligaban a que me chivara de lo que hacían otros
compañeros. Yo me negué a eso y me dijeron que me fuera a la calle. Pienso que este tipo
de iniciativas le pueden valer a determinadas personas pero creo que determinadas
conductas irrespetuosas con personas toxicómanas, las mires por donde las mires, para mí
son inviables. Al igual que determinadas normas. Por poner unos ejemplos: ellos tenían
que saber en todo momento dónde estás y qué haces con cada céntimo que tienes. En una
ocasión vino a casa mi primo para dar una vuelta y yo no podía salir porque no les había
avisado.
No me parece terapéutico el no confiar en la gente cuando ya se han dado sobradas
muestras de recuperación. Luego hay cosas que sí me han valido de Proyecto Hombre,
formas de afrontar la vida y ese tipo de cosas, pero la línea ideológica en general no me
gusta.
Resumiendo puedo decir que todos estos recursos para desintoxicarse le pueden servir a
un número limitado de personas. La mayor parte de gente que se desengancha luego
vuelve a consumir pasado un tiempo. Conozco a muy poca gente que se haya
desenganchado del todo con ese tipo de "soluciones". La mayor parte han muerto, todos
mis amigos de juventud están muertos. Yo mismo pienso que de no haber encontrado este
proyecto (PSP-PEPSA) estaría muerto.
En mi opinión creo que se fracasa en la desintoxicación porque no hay un real
convencimiento para dejarlo, por ejemplo he conocido a mucha gente que tomaba
metadona y al mismo tiempo consumía cocaína y otras sustancias. Habría que plantear
soluciones realistas para personas que no pueden o no quieren dejar de consumir
sustancias, que es la mayor parte de los toxicómanos.
Hay que estar verdaderamente convencido para dejarlo. Yo por ejemplo, después de más
de 20 años de adicción, hasta hoy no he estado convencido de dejar el consumo
definitivamente. Sí que me he planteado dejar el consumo durante una temporada, y así lo
hacía pero al final sabía que iba a volver a consumir.
Testimonio de MML:
Mi vida como toxicómano era una vida totalmente rutinaria, triste y, por qué no decirlo,
demasiado larga pues yo estaba hastiado de ella. Hastiado de pasar por el mundo
sufriendo, en el mejor de los casos, el desprecio y el desdén de personas a las cuales me

7

sentía capaz de enseñar cosas. Pero no así, desde la vergüenza del que sólo busca esa
dichosa dosis. Así durante demasiados años. Demasiados monos, cantidad de psicólogos
y psiquiatras, excesivos centros de desintoxicación. Uno ya consume porque sí, porque si
no lo hace no es ni siquiera un despojo.
Respecto a los centros de desintoxicación en los que estuve recuerdo que acudí a
Proyecto Hombre, a REMAR, también estuve en el Patriarca ­aunque cuando estuve ya no
se llamaba así, no recuerdo el nombre ahora- y poco más. También he estado en el CPD 7.
No encontré muchas diferencias entre unas propuestas y otras: medicación para pasar el
mono, algo de ayuda psicológica y terapia ocupacional. En muchos de estos sitios
funcionaba la idea clásica de que el trabajo te libera de la droga. Allí funcionaba el dicho
popular "el hombre parado tienta al pecado" y allí nos tenían ocupados todo el tiempo.
Opino que este tipo de estrategias son válidas hasta cierto punto, por supuesto que es
bueno estar ocupado pero también opino que son necesarias otras cosas además de estar
todo el día trabajando gratis para no pensar en la droga. A veces llegaba a sentirme
explotado, además de pagarles el tratamiento que era caro, veía que yo hacía un trabajo
que no me remuneraban. Aun así a mí me sirvió para desengancharme. Sin embargo nada
más salir, por la propia naturaleza de la sustancia (heroína), no sé que poder tiene en mí,
que nada más salir de estos sitios, según llegaba a Granada con el autobús ya estaba
pensando en meterme heroína. Es decir, ni siquiera me había inyectado nada pero yo ya
sabía que había recaído mentalmente y que era inevitable que volviera a consumir. Pienso
que esto me sucedía porque una vez que ya salías de estos centros no tenías apoyos, pero
esto no es todo ni lo principal. Lo principal era que, aunque físicamente mi cuerpo no me lo
pedía, psíquicamente sentía que estaba abocado a consumir heroína. Era algo inevitable.
En el CPD tomaba metadona pero tampoco funcionaba. Mi cuerpo y mente no aceptan
esta sustancia, yo necesitaba la heroína y allí me daban algo que me aliviaba en parte pero
al final siempre consumía heroína en la calle. La metadona no te da flash, además no hay
que olvidar que también eres adicto a la parafernalia en torno al consumo. Estando en el
PSP-PEPSA ya he olvidado todos esos ritos de consumo pero en la calle eso funciona y
mucho.
Respecto a las consecuencias que me ha podido traer mi pasado de consumidor ilegal en
la calle diré que he tenido mucha suerte. No daré muchos detalles pero de los cientos de
problemas legales que pude tener siempre salí airoso. Otros no tuvieron tanta suerte. No
tenía ningún vínculo con el sistema sanitario, mis pasos por el hospital era para ir a
urgencias a que me aplicaran un "protocolo" y me dieran metadona para quitarme el mono
cuando estaba fatal y no me podía meter nada. Ahora he tomado conciencia de la
necesidad de acudir a revisiones, a centros de salud para que me hagan seguimiento de
las enfermedades que contraje cuando me inyectaba en la calle. Antes esto era
impensable, la prioridad era meterse heroína en el cuerpo.

7

CPD: Centro Provincial de Drogodependencias, lugar donde se les prescribía la metadona.

8

He visto a mucha gente morir por culpa de este tipo de vida. Me quedé prácticamente sin
amigos, todo lo que era mi círculo de amistades de entonces ha desaparecido. Si éramos
20 entonces, ahora quedamos 3. Y mucho sufrimiento de familias, amigos. . .

2 - EJE TEMÁTICO: EXPERIENCIA EN EL ENSAYO PEPSA. Motivación para participar en el
ensayo, vivencia y evolución durante los 9 meses.
Introducción:
Hasta ahora la primera opción para tratar la adicción a la heroína siempre es la desintoxicación.
Sin embargo son pocas personas las que realmente consiguen alcanzar la abstinencia de esta
sustancia y, entre los que lo hacen, muy pocas logran mantenerla. Este hecho nos da una idea de
la verdadera efectividad de los tratamientos disponibles para lograr la abstinencia del consumo de
opioides frente al elevadísimo poder adictivo de estas sustancias. Hasta hace pocos años se
seguía la estrategia del «todo o nada», de la que hemos hablado anteriormente. Como alternativa
a esta opción ortodoxa, ante la persistencia grave del problema, aparecen alternativas
terapéuticas basadas en la preinscripción de opioides dentro de programas de reducción del daño
(16) donde el objetivo principal ya no es conseguir la difícil abstinencia sino paliar los efectos de
los consumos ilegales y mejorar todo lo posible la salud ­física, psíquica y social- de estos
consumidores (17). La metadona ­opioide sintético oral- es el tratamiento de elección en nuestro
entorno para tratar a este grupo de personas. Pero ¿qué ocurre cuando la metadona no
funciona?, ¿qué sucede si a algunas de estas personas la metadona no le provoca el efecto
deseado y continúan en los circuitos marginales? (18) Para dar respuestas a estas preguntas
surgió el Programa Experimental de Prescripción de Estupefacientes en Andalucía (PEPSA).
A raíz de conocer los excelentes resultados presentados en Suiza por parte de una evaluación
externa de los Estudios Científicos Suizos sobre la Prescripción Médica de Narcóticos a
Toxicómanos, se planteó en España, más concretamente en Andalucía, la posibilidad de realizar
algún estudio científico que intentara demostrar en nuestro entorno que la prescripción
diversificada (heroína y metadona) de opioides es un eficaz tratamiento de reducción del daño
para personas que habían fracasado reiteradas veces con la metadona oral, tanto en la mejoría de
la salud física y mental como en una mejor y mayor integración social de personas dependientes.
El PEPSA fue por tanto, principalmente, una investigación científica ­ensayo clínico en fase IIIcuyo objetivo principal fue:
Demostrar que la prescripción diversificada, individualizada y protocolizada de agonistas
opioides, apoyada en la diacetilmorfina (DAM) por vía intravenosa es más eficaz que la
prescripción de metadona oral, ambas con apoyo médico-psico-social, en la mejoría de la
salud física y mental y en la integración social de sujetos dependientes a opioides por vía
intravenosa, según criterios de la CIE-10, policonsumidores con graves problemas
médico-sanitarios, psicológicos y con carencias y problemas de exclusión social, que
hayan fracasado anteriormente en al menos dos tratamientos convencionales
disponibles. 8
8

Extraído del protocolo PEPSA.

9

A este objetivo principal iba asociado a otros más secundarios pero también de mucha relevancia
que perseguían valorar la mejora de la salud general y la calidad de vida, disminuir la severidad de
la adicción y los consumos ilegales, disminuir conductas de riesgo asociadas al VIH y hepatitis C,
aumentar el ajuste psicológico, familiar y social (6).
A continuación los usuarios hablaran sobre sus experiencias durante el ensayo PEPSA que se
realizó durante los años 2003 y 2004. El ensayo clínico contaba con un grupo experimental al que
se administraba DAM y un grupo de control al que se administraba metadona, al final de la
investigación se compararon resultados entre ambos grupos. Las personas que participaron en el
ensayo fueron sorteadas y adjudicadas a un grupo u otro: a los dos usuarios se les asignó el
grupo de control (metadona). Hemos considerado interesante ofrecer el testimonio de dos
personas que recibieron metadona durante 9 meses. De esta manera se observará con mayor
precisión como la asistencia sanitaria, psicológica y social ­y que recibieron ambos grupos de la
misma manera- no fue lo que principalmente consiguió estabilizar y mejorar a estos usuarios, sino
que la misma prescripción de la sustancia juega un papel principal para el éxito de esta terapia en
este perfil de personas. Como se verá a continuación, al ser dos personas que recibieron
metadona durante el ensayo, vivieron esta experiencia de una manera muy traumática, situación
que sólo se alivió al final de la investigación, cuando por fin pudieron acceder a la prescripción de
heroína.
Testimonio de ACO:
Tras 20 años consumiendo (enganches-desenganches) llegué a un punto límite y busqué
una solución realista donde no existieran los errores cometidos hasta la fecha. El cansancio
que trae consigo el entorno "drogas" (poblados, dinero, relaciones. . . ) ya había dejado su
herida en mí.
Sabía lo que se hacía en Suiza y Holanda, conocí la existencia de un ensayo clínico con
diacetilmorfina (DAM-heroína) en Granada. Así que no dudé en cambiar de ciudad e
ingresé en el ensayo PEPSA. La mala suerte me destinó en metadona y fueron los peores
meses (9 en total) de mi historial como adicto pues:
1) La calidad de lo que consumía en la calle era ínfima.
2) Las cantidades consumidas en la calle aumentaron.
3) Socialmente toqué fondo.
Con el paso del tiempo esos 9 meses de espera con sus malos momentos sirvieron para
valorar más al acceso a la administración controlada de DAM, así como el significado que
tenía para mí: ir normalizando la vida.
Testimonio de MML:
Me enteré del PEPSA por un amigo, al principio desconfiaba, pensaba que esto no era
posible en España, al mismo tiempo pensaba que ya era hora de que esto sucediera.
Cuando vi que era cierto estuve interesado en participar en el ensayo inmediatamente.

10

Pensé que por fin había unos profesionales de la salud que realmente estaban
preocupados por nuestra situación y mostrársela a la opinión pública. Sentí que por una
vez la investigación estaba en armonía con la política, pensando en quien nadie piensa.
Me gustaría aclarar que si no hubiese oído hablar de este ensayo quizás no estaría aquí.
Y al mismo tiempo, aunque parezca que me contradigo, durante el ensayo lo pasé muy
mal. Después de estar esperando una oportunidad como ésta durante demasiados años,
de no confiar en nada ni en nadie, al fin es cierto. . . Una vez más tuve la triste pena de
sentir que la mala suerte me perseguía: en el sorteo me tocó en el grupo de metadona.
Estuve a punto de abandonar pero algo dentro de mí me dijo "bueno, si has sobrevivido
20 años a este infierno, qué son 9 meses y después el acceso de por vida a la sustancia".
Y aguanté como pude con la metadona. El tiempo que estuve recibiendo metadona dentro
del ensayo era más de lo mismo con respecto a lo que me ocurría en el CPD. Conocía
sobradamente qué tipo de efectos me producía así que además de tomarme la metadona
que me daban en el PEPSA me iba a consumir a la calle la sustancia que yo realmente
necesitaba. Por un lado quería participar en el ensayo pero por otro todo era más
complicado que antes. Tenía que ir todos los días al PEPSA y además buscarme la vida
para meterme en la calle. Tenía una ansiedad grandísima y la cabeza aún peor que antes.
Veía mejorar a la gente que le había tocado el grupo de DAM y me comparaba con ellos,
observaba lo mal que estaba yo y lo bien que se iban poniendo ellos. Esto me hizo sufrir
por un lado y por otro me estimuló los 9 meses del ensayo para poder acceder al
tratamiento compasivo con DAM. Pero sobre todo aguantas por ti mismo y por la gente
que te importa: por mi mujer y por mi madre principalmente. Así estuve, de mal en peor en
el grupo de metadona, hasta que por fin pude acceder al uso compasivo.

3 - EJE TEMÁTICO: EXPERIENCIA EN EL PROGRAMA DE SEGUIMIENTO (PSP-PEPSA).
Evolución en los últimos 3 años, estado actual, proyectos de futuro y sugerencias de
cambio para el centro.
Introducción:
El ensayo clínico PEPSA concluyó en noviembre de 2004. Los resultados confirmaron la hipótesis
principal: la prescripción de DAM era una estrategia válida para un determinado perfil de personas
adictas pues tenían una mejora clara en su salud física y psíquica, aumentando su integración
social. Los usuarios que completaron dicho ensayo siguieron recibiendo el mismo tratamiento en
virtud de los artículos 28 y 29 del Real Decreto 223/2004, de 6 de febrero, por el que se regulan
los ensayos clínicos con medicamentos. La aplicación de estos artículos da cobertura legal -a
través de la figura de "uso compasivo"- a los usuarios que tengan el perfil adecuado para acceder
a los beneficios del tratamiento con DAM. De esta manera el PSP-PEPSA se constituyó con
usuarios del grupo experimental ­grupo que recibió DAM durante el ensayo- y aquellos otros que,
habiendo recibido metadona en el grupo control del mismo ensayo, cumplían con los requisitos
para acceder al uso compasivo de la sustancia.

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Durante los 3 años que se ha seguido suministrando este tratamiento 9 no sólo se han confirmado
los resultados del ensayo PEPSA sino que, además de mejorar en muchos aspectos dichos
resultados ya anteriormente evaluados, se han producido nuevos hallazgos que muestran todavía
más las bondades de esta estrategia terapéutica (4). Por otra parte, tras la inversión realizada
para llevar a término el ensayo, se han tenido que readaptar los medios profesionales y materiales
a la nueva situación. Esto concluyó en que determinadas prestaciones anteriormente integradas
en el centro (consulta psiquiátrica, trabajador/a social y psicólogo/a) se derivaron a los servicios
públicos de salud, como cualquier persona de fuera del programa. Esta nueva situación es
percibida por los usuarios como una gran pérdida.
Testimonio de ACO:
El tiempo que he estado administrándome DAM ha conseguido que pusiera los pies sobre
la tierra, superando y cambiando casi sin darme cuenta. Hoy por primera vez creo en la
posibilidad de vivir alejado de la DAM y siento una responsabilidad única sobre mi vida, sin
justificarme en la sustancia.
Creo que al proyecto PSP-PEPSA le ayudaría contar con más recursos sociales-sanitarios,
así como facilitar el acceso a más pacientes. Entiendo que es un centro de reducción del
daño pero por qué quedarse ahí. No se comprende que esté a la vanguardia en cuanto a la
administración de DAM y carezca de otros recursos. La administración de DAM puede ser
un fin para uno y para otro ser un medio para conseguir objetivos. Esta administración da
independencia y facilita la vida si va acompañada de otros recursos pues creará una
motivación extra.
En mi caso ya hace tiempo que mi mente se ocupa de recuperar y normalizar una vida
laboral y social y no de buscar y conseguir una sustancia.
Testimonio de MML:
Mi paso por el uso compasivo de la DAM lo considero en general muy positivo. Por fin
podía beneficiarme realmente de los hallazgos del ensayo. He mejorado mucho mi vida a
nivel personal. Desde que recibo la DAM me encuentro mucho mejor físicamente. Hay que
pensar que de lo que me metía en la calle sólo un 2% era heroína, el resto era veneno,
matarratas, vete tú a saber. Además me metía un montón de inyecciones para no tener
mono. Me estaba triturando el organismo. Ahora con sólo 2 dosis estoy cubriendo mis
necesidades. Además, sabes que lo que te estás administrando es puro, con control
sanitario tanto en cantidad como en calidad. Por lo demás hago una vida normal: como
bien, duermo estupendo, me siento fuerte. . . Esto ha hecho que se haya acrecentado la
autoestima hasta cuotas olvidadas hacía mucho tiempo, tengo más estabilidad mental.
Claro, tengo mis altibajos pero como todas las personas supongo. También he mejorado
mucho la situación con la familia, los que más me importan. En este sentido el cambio ha
sido radical, de no poder pisar tu casa a recuperar la confianza perdida hace muchos años.
9

Recordemos que el tratamiento no es sólo la administración de DAM, se completa con otras actuaciones
como: seguimiento de salud individualizado en consulta, campañas de Educación para la Salud, etc.

12

Ahora hago tareas de casa, ayudo a mi madre y mis hermanos, contribuyo con mi dinero
cuando me sale algún trabajo. Esto ha hecho que también subiera mucho la estima
personal. Respecto a las amistades me relaciono con un grupo de gente de mi edad junto
con mi pareja. En general puedo decir que tengo una vida muy normalizada.
Con respecto a la atención que me proporcionan en el PSP-PEPSA puedo decir que por un
lado pienso que debemos crecer por nuestros propios medios cada vez más. Sin embargo
hay que reconocer que somos personas que, después de muchos años "en la calle", en mi
caso más de 20, todavía seguimos reestructurando nuestra vida. Es una realidad que
necesitamos ayuda directa en el centro de psiquiatra, psicólogo, trabajador social, más
medios. . . porque después del ensayo nos han derivado a los servicios normales de
atención sanitaria (psiquiatras-psicólogos) y social (trabajador social). Si ya está crudo con
la gente no adicta, pues hay que imaginar lo difícil que es recibir una atención correcta
hacia nosotros que para muchos somos los apestados porque recibimos un tratamiento con
DAM. Necesitamos profesionales de este tipo además de los que ya hay (Enfermería y
Medicina), que comprenda nuestra situación especial y se adapte a nuestro perfil y no al
revés. En el PSP-PEPSA hay gente muy competente y concienciada con el proyecto.
Algunos pocos están allí simplemente porque en algo tienen que trabajar, hacen bien su
trabajo pero no se siente que estén volcados con el proyecto. Supongo que esto es normal,
como en cualquier otro trabajo, por eso puedo decir que en general estoy contento dejando
a un lado algunas excepciones.
También opino que deberíamos tener un equipo de captación porque hay mucha gente ahí
fuera que le vendría muy bien estar recibiendo este tratamiento. Pienso que debería haber
más aperturismo para que entren más usuarios.
Respecto a mis ilusiones personales actuales y de futuro, tengo muchas pero la realidad es
dura, podría hablar tanto al respecto. . . Pero sí, tengo muchas ilusiones y proyectos, lo que
no sé es cómo voy a poder llevarlos a cabo.

4 - EJE TEMÁTICO: PATOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y SALUD MENTAL. Historial sanitario,
experiencia farmacológica, diagnósticos y tratamientos actuales.
Introducción:
La relación del mundo de las drogodependencias con el de la psiquiatría sigue siendo un tema
controvertido en todas sus vertientes. Las soluciones aportadas por la psiquiatría para abordar la
drogodependencia, los tratamientos para las patologías derivadas de la adicción o para aquellas
otras que predisponen al consumo de sustancias, son los ejemplos más significativos de esta
controversia.
Con respecto a las soluciones propuestas por la psiquiatría para "curar" las adicciones
encontramos posiciones extremas. Por un lado existen amplios movimientos, que cuentan en sus
filas con profesionales de la salud ­incluidos psiquiatras- que niegan a la drogadicción el rango de

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patología (19). Critican las estrategias emprendidas para la desintoxicación, ponen en entredicho
la visión de "recuperación" de las terapias psiquiátricas, niegan que se pueda aplicar el concepto
de enfermedad crónica a una adicción y consideran que los tratamientos farmacológicos utilizados
son un fraude o una intervención poco ética en el cerebro de la persona adicta. Denuncian
también intenciones lucrativas en los programas clásicos de reducción del daño (metadona, DAM
o intercambio de jeringuillas) y los consideran una claudicación muy perniciosa destinada a
cronificar a las personas adictas. Es llamativo observar como muchos de estos movimientos
tienen su origen en grupos de dudosa cimentación científica (véase Iglesia de la Cienciología)
pero lo es mucho más que estas ideas hayan calado en parte de la sociedad en general y en un
sector sanitario en particular. Por otra parte, en el otro extremo, encontramos a aquellos
profesionales que consideran que la drogadicción es una patología del cerebro fruto de un
desequilibrio químico en el mismo y que por tanto las únicas soluciones válidas son aquellas
iniciativas farmacológicas o quirúrgicas encaminadas a recuperar la "salud cerebral". Parten de
supuestos puramente fisio-patológicos y genéticos para abordar las adicciones sin tener en cuenta
otro tipo de consideraciones.
Sin negar su parte de acierto a cada una de estas posturas, a nuestro entender ambas posiciones
son extremas y puristas, rígidas y poco comprensivas con la complejidad de situaciones y
mentalidades que orbitan en torno al mundo de la drogadicción. Además coinciden en algo
fundamental a pesar de estar en polos opuestos: sus soluciones son consideradas por sus
partidarios como las únicas válidas, universales para todo tipo de persona adicta en cualquier
momento de su vida adictiva y para cualquier tipo de sustancia adictiva.
El marco ideológico que sirve como sustrato a programas como el PSP-PEPSA es mucho más
flexible y amplio (3). Se parte del hecho de que cada persona tiene experiencias vitales diferentes,
con respuestas diversas ante el consumo de una misma sustancia, con motivaciones distintas
para realizar estos consumos. Por lo tanto no existe una terapia universal para todo el mundo y en
consecuencia, tampoco se considera que prescribir heroína sea la única y verdadera solución
para atajar el abuso del consumo. La prescripción de heroína puede ser una solución para un
perfil determinado de personas adictas, en una situación precaria, sin otras opciones, para buscar
una mejora de éstas en combinación con otras iniciativas: educación para la salud, tratamientos
de enfermedades infecciosas, atención psicológica, atención a patologías psiquiátricas derivadas
o subyacentes a la adicción, etc. Es este camino de colaboración con otros profesionales,
combinando estrategias, sin descartar ninguna opción que pueda ayudar a mejorar a estas
personas, el que persigue programas como el PSP-PEPSA. Al mismo tiempo es un tratamiento
que integra otras opciones en el futuro del adicto, incluso aquellas ­si ese es el deseo libre del
usuario- más ortodoxas o extremas como algunas de las descritas más arriba. La derivación a
otros servicios (dispensación de metadona, desintoxicación, etc. ) no es una práctica extraña en
este programa. Basta que el usuario exprese su propósito de intentar otra terapia para que esta
derivación se haga de forma inmediata. Eso sí, se promueve siempre una reflexión realista que
lleve a una decisión fundamentada y libre de presiones.

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El tratamiento farmacológico psiquiátrico también se utiliza en consumidores de drogas para
atender las consecuencias del abuso de drogas o para tratar patologías que han provocado dicho
abuso de forma indirecta (20). Un ejemplo de esto último sería la automedicación para mitigar los
síntomas de un trastorno psiquiátrico, por no hablar de las relaciones ambiguas que siempre ha
habido entre terapia psiquiátrica y prescripción de estupefacientes. Este tipo de tratamientos son
también objeto de polémica por los efectos secundarios de la medicación, la supuesta afectación
en la voluntad de las personas que lo toman o por no verse acompañados de otro tipo de
estrategias como técnicas psicoterapéuticas, grupos de apoyo, abordaje familiar, etc.
A continuación los usuarios nos testimonian sus experiencias con la psiquiatría tanto en el pasado
como en la actualidad. Se podrá ver que ellos mismos han vivido muy de cerca las controversias
citadas anteriormente.
Testimonio de ACO:
Mis experiencias con el mundo de la psiquiatría están muy relacionadas con mis intentos
de desintoxicación. El primer sitio de desenganche que conocí era una psiquiatra privado
-recuerdo el nombre pero prefiero omitirlo- pues todavía no existían servicios públicos que
atendieran expresamente las toxicomanías. Anteriormente había intentado hacerlo por mi
cuenta pero sin ningún éxito. Nunca tuve claro qué tipo de intervención quiso hacer este
psiquiatra conmigo. recuerdo que iba a unas sesiones en las que no hablábamos mucho
de mí, no veía que aquello nos llevara hacia ningún sitio claro respecto a mi recuperación A
veces también acudía mi padre y lo mismo. No tengo muy buen recuerdo de él. Yo no tenía
intención real de desengancharme, lo hacía un poco de cara a los demás. El psiquiatra lo
sabía y aun así siguió con aquellas sesiones. No lo vi muy honesto por su parte, quizás no
fue él consciente pero yo siempre he sentido que seguía, a pesar de mi nula disposición,
para sacar dinero a mi padre. Yo he acudido a otros profesionales que llegada la ocasión
han sido honrados y me han dicho que no podían hacer más conmigo, que no íbamos a
avanzar más. Esto es lo que yo pienso que debería haber hecho este psiquiatra. Por
desgracia hay algunos profesionales (recuerdo al menos 3 de ellos) que se han lucrado con
tratamientos totalmente inefectivos, sino que pregunten a la gente que queda viva de
aquella época, muy poca por cierto, que todavía queda en los poblados 10 metiéndose
basura en las venas.
Después de la experiencia con este psiquiatra estuve en un sanatorio psiquiátrico de
Madrid (omito el nombre). Al principio estaba mezclado con enfermos psiquiátricos
comunes, más tarde reservaron un área dedicada exclusivamente a las desintoxicaciones.
Esto fue en torno a 1986. Pasé 6 veces por allí, me dio tiempo a ver cómo evolucionaba el
centro. Entraba allí para desintoxicarme, estaba ingresado 10 días y luego me hacían un
seguimiento con psicólogas y psiquiatras de allí. La primera vez recuerdo que me hicieron
una especia de cura de sueño con fármacos que me sedaban. Yo sería de los primeros
10

Zonas marginales de Madrid donde históricamente han ido los toxicómanos de esa ciudad a buscar e
inyectarse la heroína.

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pacientes que entraron allí para desintoxicarse y tengo la impresión de que todo era muy
experimental. Había un solo médico que te trataba una vez al día y el resto del tiempo
quedabas encerrado en tu habitación mientras te daban medicaci

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