Existen muchas definiciones para el tiempo, algo muy abstracto y difícil de describir. Los antiguos griegos ya se preocupaban del tiempo. Si bien fue gracias a Aristóteles el descubrimiento de lo que hoy nos parece obvio: el tiempo que pasa tiene mucho que ver con el movimiento (espacio-tiempo). Y como el movimiento alude al espacio, Aristóteles inventa el Tiempo Espaciable, por tanto se puede medir los espacios recorridos dividiéndose en partes y poner “números al tiempo” gracias a los crono-metros y relojes.
Respecto al tiempo, dividiremos la psicopatología de la percepción del tiempo en: psicopatología de los biorritmos y psicopatología de la vivencia del devenir del cronos (del paso del tiempo). Con respecto al espacio (medio físico en el que se sitúan los cuerpos y los movimientos), el espacio Newtoniano total que percibimos, lo captamos intuitivamente cada uno de nosotros como una dualidad (el espacio propio y el espacio ajeno). El espacio propio es el que siente ocupar cada uno y “dentro de él” vive como persona-individuo.
Mientras que el espacio ajeno es aquel que nos rodea y contiene todos los objetos que son distintos al que es nuestro propio e individual cuerpo anatómico. Pero este “espacio ajeno” no es en su totalidad un objeto, porque nosotros estamos siempre dentro de él. El espacio exterior se diferencia del interior por la “conciencia general”. En relación a la psicopatología de la captación humana del espacio podemos encontrar: psicopatología de la percepción del espacio propio y psicopatología de la percepción del espacio ajeno. En este trabajo nos explayaremos con la psicopatología tanto del tiempo como del espacio.
Hospital San Francesc De Borja. Gandía.
PSICOPATOLOGÍA EN LA PERCEPCIÓN DEL TIEMPO Y DEL ESPACIO
Carmen Pascual Calatayud
Rocio Roselló Miranda
Maria José Naharro Gascón
Neus Francés Sanjuan
Elisa Ibáñez Soriano
Laia Giménez Orts
Carmen565@hotmail. com
Tiempo, espacio
RESUMEN
Existen muchas definiciones para el tiempo, algo muy abstracto y difícil de describir. Los
antiguos griegos ya se preocupaban del tiempo. Si bien fue gracias a Aristóteles el
descubrimiento de lo que hoy nos parece obvio: el tiempo que pasa tiene mucho que ver con
el movimiento (espacio-tiempo). Y como el movimiento alude al espacio, Aristóteles inventa el
Tiempo Espaciable, por tanto se puede medir los espacios recorridos dividiéndose en partes y
poner "números al tiempo" gracias a los crono-metros y relojes. Respecto al tiempo,
dividiremos la psicopatología de la percepción del tiempo en: psicopatología de los biorritmos
y psicopatología de la vivencia del devenir del cronos (del paso del tiempo).
Con respecto al espacio (medio físico en el que se sitúan los cuerpos y los movimientos), el
espacio Newtoniano total que percibimos, lo captamos intuitivamente cada uno de nosotros
como una dualidad (el espacio propio y el espacio ajeno). El espacio propio es el que siente
ocupar cada uno y "dentro de él" vive como persona-individuo. Mientras que el espacio ajeno
es aquel que nos rodea y contiene todos los objetos que son distintos al que es nuestro propio
e individual cuerpo anatómico. Pero este "espacio ajeno" no es en su totalidad un objeto,
porque nosotros estamos siempre dentro de él. El espacio exterior se diferencia del interior
por la "conciencia general".
En relación a la psicopatología de la captación humana del espacio podemos encontrar:
psicopatología de la percepción del espacio propio y psicopatología de la percepción del espacio
ajeno. En este trabajo nos explayaremos con la psicopatología tanto del tiempo como del
espacio.
Como introducción, si buscamos una definición del tiempo, encontramos que es:
-Una dimensión física que representa la sucesión de estados por los que pasa la materia.
"no hay espacio ni tiempo fuera del límite de tu universo; el tiempo transcurre
inexorablemente".
-O también podríamos decir que es un período determinado durante el que se realiza
una acción o se desarrolla un acontecimiento.
INTRODUCCIÓN
Los antiguos griegos ya se preocupaban del tiempo. Utilizaron tres palabras para referirse al
mismo: Kairos, Aion y Cronos. Kairos aludía al tiempo oportuno que podía ser favorable o
desfavorable (negativo/positivo). Aion significa fuerza de la vida (tiempo de duración de una
vida). Cronos significó "tiempo que pasa", que transcurre en un continuo empezar y terminar.
Por ello, Platón distinguió el Cronos como tiempo móvil.
Fue gracias a Aristóteles el descubrimiento de lo que hoy nos parece obvio: el tiempo que
pasa tiene mucho que ver con el movimiento (espacio-tiempo).
Y como el movimiento alude al espacio, Aristóteles inventa el tiempo espaciable (recorrido que
en el espacio hace un Kronos), por tanto se puede medir los espacios recorridos dividiéndose
en partes y poner "números al tiempo" gracias a los crono-metros y relojes.
Tras describir lo anterior, dividiremos la psicopatología de la percepción del tiempo en:
psicopatología de los biorritmos.
psicopatología de la vivencia del devenir del cronos (del paso del tiempo).
PSICOPATOLOGÍA DE LOS BIORRITMOS
Las primeras ritmopatías que citamos son las circadianas.
Son aquellas que tengan el ritmo circadiano invertido con producción melatonínica durante el
día natural solar. Producen pseudo-insomnios, y de por sí no son patológicas, serían
patológicas en cuanto alteran la actividad socio-laboral del sujeto.
Hay distintos tipos:
·los congénitos: ritmo invertido a los 5 o 10 años de edad. Bajo rendimiento de atención
y praxis. Su corrección lleva a secuelas.
·los adquiridos (por hacer mejor su labor de noche o por inducción farmacológica con la
intención de dormir de noche).
·los ancianos: tienden a ser nocturnos. Con medicación suelen dormir por la noche de
forma superficial y dormitan durante el día.
Posteriormente encontramos las biorritmopatías largas o fases patológicas.
Las fases patológicas (según Karl Jasper) son "alteraciones de la vida psíquica" (del Bios) que
duran semanas, meses o años, pero que después vuelven a desaparecer dejando el estado
anterior restablecido. Estas fases se dividen en monopolares y bipolares. Cuando se alterna
una fase exaltada con otra inhibida se denomina periodo.
Karl Kleist posteriormente, gracias a esta división, llamó a estas enfermedades fasofrenias
quedando así diferenciadas de las esquizofrenias (que son procesales).
Este mismo autor, divide las fasofrenias en monopolares y bipolares. Según dicha
clasificación, las fasofrenias pueden ser:
-
Monopolares: dentro de este grupo encontramos formas maníacas y formas depresivas.
Formas maníacas:
Manías simples: de carácter hereditario. exaltación patológica del ánimo. Existe una
anosognosia (el paciente no cree estar enfermo sino que se encuentra mejor que nunca).
manía hipocondríaca: presume de tener muchas enfermedades muy graves y pese a
ello las resiste.
manía confabulatoria: el paciente inventa cosas grandiosas (megalomanías) que ni son
ni han sucedido.
manía extática o de felicidad: presentan neotimias (sentimientos que no aparecen en las
personas normales salvo en los místicos, por ejemplo, se creen mesías, elegidos. . . ) y caen en
ideas deliroides/delirantes.
estupor maníaco: existen cataratas de ideas, proyectos y propósitos tan grande que el sistema
psicomotor no responde a tanta velocidad, quedándose el paciente quieto.
Formas monopolares depresivas
depresión simple: anhedonia, inhibición, caída total del autoconcepto y bloqueo del futuro. A
veces acompañado de ideas deliroides de ruina, con riesgo de suicidio. Puede haber anorexia
e insomnio.
depresión anestésica de Julius Bürger. Anhedonia y sentimiento de falta de sentimiento.
depresión autorreferente ansiosa: ideas deliroides de autorreferencia, asociando en ocasiones
la "idea de estar controlado".
depresión hipocondríaca: sensación de "falta de vida", anhedonia e inhibición son
interpretadas por el depresivo como efectos graves de enfermedades graves corporales.
depresión despersonalizada: no sentir el cuerpo propio vivo (el eidosoma) e incluso sentir que
no es real el entorno (desrealización).
estupor depresivo: inhibición tan grave que el paciente llega a no comer y puede morir de
inanición.
depresión hipersomne: se refugia en el sueño durante días.
Formas bipolares
Forma maníaco- depresiva: se alternan las fases, aunque no de forma periódica.
Formas ansioso-extáticas: cuadros ansioso-autorreferentes alusivos con ideas deliroides de
condenación, con otros neotímicos de dicha con ideas deliroides de ser santo, el elegido, etc.
Formas acinéticas- hipermotóricas: en el polo acinético el paciente permanece completamente
quieto y flácido, postrado como si careciera de fuerzas (esta postración le diferencia del
estupor). En el polo hipercinético existe una continua cascada de gestos, bailes y ocupaciones
diversas iterativas como hacer y deshacer la cama.
Forma inhibida-incoherente: en la forma incoherente el paciente presenta un cuadro
confusional con pensamiento incoherente. En el polo inhibido, inhibición extrema como en la
forma monopolar de estupor depresivo.
Formas cíclicas somatizadas: en controversia dada su clínica tan heterogenia y su presentación
frecuente. No se objetivaría alteración del ánimo.
XX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
En cuanto a la otra división en la psicopatología del tiempo, encontramos la psicopatología de
la vivencia del devenir del cronos. Esta a su vez se divide en dos partes: psicopatología del
"conocimiento" del tiempo y psicopatología del tiempo vivenciado.
psicopatología del "conocimiento" del tiempo.
A) agnosia del tiempo:
La agnosia es la incapacidad de procesar la información sensorial. En cuanto a la agnosia del
tiempo, es la falta de comprensión y seguimiento de la duración de un evento. Encontramos
la incapacidad de conocer la hora del reloj (acronognosia). Suele formar parte del síndrome
de Wagner (hemianopsia izquierda, agrafia, acalculia, hemosomatognosia) que suele ser
producido por lesiones graves neurológicas.
B) síndrome de desorientación cronopsíquica (desorientación temporal).
El sujeto no conoce su ubicación temporal. Si mira el reloj sí que es capaz de adquirir el
conocimiento del tiempo, pero sino, le es imposible.
El síndrome de desorientación temporal puede deberse a dos psicosíndromes originales, es
decir, siempre es secundario:
a)Amnesia (desorientación amnésica): al presentar la amnesia pierde las referencias
temporales. A veces afirma que vive en la fecha hasta donde llegan los recuerdos.
b)
A un grave trastorno de conciencia:
a. desorientación accesional: interrupción de la conciencia, y en el corto intervalo que
dura su recuperación, no se enlaza su situación temporal con el continuum vivido hasta
entonces. El sujeto conoce que está desorientado, sucede a menudo sin ser patológico.
b. La desorientación crepuscular: en este caso el sujeto no se da cuenta de su
desorientación por sí mismo.
psicopatología del tiempo vivenciado (psicopatología de la percepción psíquica del
tiempo en sentido estricto).
Se agrupan en:
a)psicopatología de la percepción del presente (velocidad y dirección).
Se recogen dos grupos:
Velocidad: La vivencia del fluir del tiempo presente puede darse anormalmente lentificada o
acelerada.
Detención del tiempo en el presente (síndrome de kloos) y suspensión del tiempo. Puede
sucederse en profundos estados depresivos, sintiéndose el presente vacío y tedioso. Otras
veces sucede la elongación del tiempo sin sentimiento de displacer: frecuentemente en
intoxicación por cannabis. Cuando la elongación llega al extremo de percibir el tiempo parado
se propone llamarlo suspensión del tiempo.
Aceleración y discontinuidad del tiempo presente. Una forma especial de aceleración es el
síndrome de la discontinuidad del tiempo (Bouman), denominado también atomización del
tiempo: consiste en parecer el tiempo cortado por momentos, separados por intervalos vacíos.
Este fenómeno se puede observar en: Maníacos ideofugitivos y en personas consumidoras de
tóxicos. También se puede presentar en la esquizofrenia.
Ejemplos:
Detención: "como si hubiera un vacío sin que corriera el tiempo".
Aceleración y discontinuidad: "Vivía algo rarísimo; el tiempo comenzó a marchar deprisa como
un tren que cada vez coge más velocidad".
Dirección del tiempo percibido: el tiempo es unidireccional y unidimensional,
aun así, patológicamente, puede cambiar la dirección e ir para atrás (derrumbamiento del tiempo:
siempre es patológico, el sentido del tiempo cambia y se dirige "como" al pasado)o tener
muchas direcciones (ensamblamiento del tiempo: percibir varios transcursos momentáneos
del tiempo).
Ejemplo: Derrumbamiento: "estoy del revés. . . no sé cómo explicarlo. . . . es como si dibujaras una
flor pero en vez de ir pintándose se fuera desdibujando y desapareciendo. . . "
psicopatología de la percepción del futuro
Puede alterarse de dos maneras:
La precipitación del futuro: puede producirse en personas angustiosas que viven el futuro
"encarnado" ya en el presente. En este caso, deberíamos diferenciar entre angustia normal y
angustia neurótica. También podría presentarse como una vivencia anormal, frecuente en la
esquizofrenia ("el futuro se precipita sobre el presente"). Ejemplo: "El mundo corre y cuando
es otoño está ya allí la primavera, antes no era tan rápido".
La anulación del futuro: el futuro desaparece como percepción del presente, no ser capaz de
vivenciar el futuro, desapareciendo dicha capacidad por completo. Ejemplo: "Ya ha sucedido
el fin del mundo, ya no hay tiempo".
psicopatología de la percepción del pasado
Encontramos dos alteraciones psicopatológicas:
La elongación del pasado: percepción del tiempo pasado se vivencia como extremadamente
largo. Puede incluso desaparecer el pasado del todo como vivencia, entonces hablaríamos de
la anulación del pasado. Ejemplo:" las noches han durado 100 días. "
Contracción del pasado: vivencia opuesta. Raro e infrecuente. Ejemplo: "tengo solo unos
meses de vida, nací hace poco".
psicopatología de la participación en el tiempo
En este grupo encontramos la cronoexodesis, que es la vivencia de no participar en el tiempo,
perdiéndose la temporalidad y por tanto toda la posibilidad de realización. Ejemplo: "Fuera
de mí continúa el tiempo: para mí ya no transcurre. . . . " .
Introducción
Como introducción al espacio primero vamos a hablar de su definición. Una posible definición
sería: el medio físico en el que se sitúan los cuerpos y los movimientos, y que suele
caracterizarse como homogéneo, continuo, tridimensional e ilimitado. Otra definición sería la
superficie o lugar con unos límites determinados y unas características o fines comunes.
El espacio Newtonino total que percibimos, lo captamos intuitivamente cada uno de nosotros
como una dualidad (espacio propio y ajeno):
-Espacio propio: aquel que siente ocupar cada uno y "dentro de él" vive como persona-
individuo. El espacio propio podríamos decir que se manifiesta de dos maneras:
o
Eidosoma: espacio interior que vivimos como nuestro y del que tenemos una
percepción perfecta "interna". Primer contenido de nuestra conciencia. No ocupa espacio, no
puede medirse, es un "alguien" y no es un "que" como el anatomosoma.
o
Anatomosoma: nuestro espacio propio desde una perspectiva anatómica, óptica, táctil y externa.
Espacio ajeno: es el espacio que nos rodea y contiene todos los objetos que son
distintos al que es nuestro propio e individual cuerpo anatómico. "El mundo" es la experiencia
simple del ser que no somos y que nos rodea, teniendo conciencia sensible de él,
encontrándonos en éste formando una parte diminuta. Pero este "espacio ajeno" no es en su
totalidad un objeto, porque nosotros estamos siempre dentro de él y por tanto nunca lo
tenemos como un todo con fronteras frente a nosotros. Lo experimentamos como imperfecto
e inacabado.
El espacio exterior se diferencia del interior por la "conciencia general". Buscamos un ejemplo
para intentar explicar de una forma más sencilla: en un principio, hasta cumplido el primer
año de vida, no existe esa conciencia general por no haberse formado aún. ¿Cómo se
diferencian? Se cree que por el dolor. El niño cuando se mueve, tropieza con entidades y le
producen sensaciones dolorosas, y otras veces al ver y oír que tropiezan, sienten algo
diferente, construyéndose así la diferencia entre el espacio propio (su cuerpo-persona:
tropiezo-"dolor") y el espacio ajeno (tropiezo visto oído "sin dolor").
Tras describir todo lo anterior, podemos encontrar la siguiente psicopatología:
psicopatología de la percepción del espacio propio
psicopatología de la percepción del espacio ajeno
psicopatología de la percepción del espacio propio (eidosoma)
Pueden existir dos tipos:
Problemas derivados de la no aceptación del cuerpo:
El cuerpo es aquello por el que nos ven los demás (como cuerpo entenderíamos tanto
eidosoma como anatomosoma). Existirían tres tipos de psicopatología en este grupo:
Rechazo del cuerpo por motivación estética: puede ser global o parcial. La global suele
estar relacionado con la voluminosidad del cuerpo y se relaciona con la anorexia mental.
Mientras que los rechazos parciales constituyen las dismorfofobias, cuyo rechazo recae en una
parte específica del cuerpo, más frecuente en la nariz.
Rechazo del cuerpo como no correspondiente a la "persona" que lo ocupa. El espacio
propio es un "quien", habitado por una persona a la que pertenece y por el que expresa. Pero
puede suceder que el sujeto se sienta personalmente distinto del anatomosoma y por lo tanto
rechazar su propio cuerpo.
Extrañabilidad del cuerpo. Ocurre cuando el cuerpo patológicamente pierde "el quién",
es decir, se despersonifica. Frecuente en la esquizofrenia.
Trastornos de la percepción del espacio propio (percepción eidosómica).
En este grupo se incluyen no sólo la no aceptación, sino también las para-percepciones
eidosómicas.
Ilusiones y alucinaciones eidosómicas
Las ilusiones son tergiversaciones perceptivas.
Las trans-eidosomatizaciones (sienten el eidosoma como el sujeto se figura que lo sentirían
el suyo otras personas, por ejemplo, se sorprenderían al verse en el espejo, ya que no
observaría ni la cara ni las facciones ni el cuerpo que sentirían "por dentro").
Las metamorfosis eidosomáticas: el eidosoma se sentiría como de otra especie zoológica
(algunos ejemplos en este tipo podrían ser la licantropía (hombre-lobo) y cinantropía (hombreperro), sintiéndose de esa otra especie en vez de humanos.
Las alucinaciones eidosómicas pueden ser formas totales y parciales.
La alucinación total eidosómica es la denominada heautoscopia (una proyección fuera del
anatomosoma, en el espacio ajeno de la propia imagen cenestésica (es una ectopia del espacio
propio en el ajeno).
Dentro de las formas parciales, podríamos incluir el miembro fantasma de los amputados.
Falsos reconocimientos
El reconocimiento óptico del anatomosoma, cuando se mira en un espejo como "espacio
propio", a veces está perturbado, sobre todo en lesiones cerebrales. Un ejemplo sería en la
esquizofrenia, que puede aparecer una auto-prosopagnosia, no reconociéndose el individuo
su propio rostro como perteneciente a su persona.
Para-percepciones del "estado" como se encuentra el cuerpo
Sobrepeso y levitación: sobrepeso se ha observado en algún caso de epislepsia (sentir el
cuerpo de plomo), mientras que la levitación puede darse en casos de esquizofrenia con
ausencia de percepción de gravedad. Otro tipo podría ser el de consistencia, en el cual
encontraríamos el eidosoma extraordinariamente plástico o frágil.
trastorno de la unidad eidosómica: la ruptura del eidosoma
Sentir como se fractura el eidosoma. Se llama aloestesia cuando se estimula sensorialmente
un miembro y se siente el opuesto. En la exo-somatestesia se percibe en otra persona el
estímulo (un ejemplo: "me cayó el ventanal al sacar la cabeza pero golpe fuerte lo sentí en el
cuello de mi hermano").
Alucinaciones del espacio propio cinestésicas y cenestésicas: las "vivencias
corporales hechas"
a)Cinestésicas
síndrome Kratofanico: exageradísima sensación propioceptiva de fuerza muscular. Sensación
de gran energía que sienten en músculos de brazos, tronco y extremidades.
b)Cenestésicas
Vivencias corporales hechas: algunos enfermos con esquizofrenia perciben que se les
producen enfermedades o se les estimula/agrede sexualmente sin la presencia física de
persona extraña (ejemplo: una paciente comentaba que todas las noches le cortaban la
cabeza, pero posteriormente se la volvían a coser).
psicopatología de la percepción del espacio ajeno
En este segundo grupo podemos encontrar la siguiente clasificación en tres partes:
-1. Trastornos del espacio propio en relación con el espacio ajeno.
-2. Trastornos en la organización percibida del espacio ajeno.
-3. Parapercepciones psicopatológicas.
-1. Trastornos del espacio propio en relación con el espacio ajeno.
Encontraríamos los fenómenos de agigantamiento y empequeñecimiento del eidosoma. No por
ello encontremos las cosas incluidas en el espacio ajeno menores o mayores, sino el eidosoma,
por tanto existe una disociación patológica.
-2. Trastornos en la organización percibida del espacio ajeno.
En este grupo encontraríamos dos psicosíndromes:
La desorganización perceptiva del espacio ajeno. Lo explicaremos mejor con un
ejemplo: "los objetos están aquí y allí, pero no los veo en buen orden".
La torsión del espacio: como su nombre indica, la persona en ese momento siente que
el espacio cósmico sufre una torsión, con una organización super-espacial distinta aunque
sigan su orden. Un caso especial sería el descrito en lesionados cerebrales, en este caso los
pacientes referían ver todo al revés.
-3. Parapercepciones psicopatológicas del espacio ajeno
Se dividen en:
a)Ilusiones en la percepción del espacio ajeno
a. De cuerpos incluidos. Tamaño de los mismos.
Están unidas a la distancia en la que se ven. No siempre tienen porque ser de origen psicótico.
Se describen:
Micropsias: los objetos se ven muy pequeños y muy distantes, sin que por ello el espacio
propio se sienta mayor.
Macropsias: sería el caso contrario, se objetivaría un tamaño mayor de algunos objetos sin
variación del propio espacio.
Dismegalopsias: el objeto se ve deformado. Más frecuente en consumo de tóxicos.
b. De las dimensiones del espacio global (profundidad y relieve).
ilusión de falsos relieves: cuadros y pinturas con relieves. En la esquizofrenia se ha observado
dicho fenómenos ("los cuadros se abren como ventanas").
Anisotropía visual Alberca: descrito por este autor en pacientes esquizofrénicos que decían ver
que "todo estaba aplastado".
b)Alucinaciones de la percepción espacial
a. Alucinaciones ubicadas dentro del "espacio". La vivencia de espacios distintos en el espacio general o "concretas".
Las llamadas pseudoalucinaciones que son percibidas en "otro espacio", se acompañan de este
fenómeno. Un ejemplo que encontramos serían las pseudoalucinaciones ópticas, en las que
éstas no parecen superponerse a las cosas y cuerpos sino que están en "un espacio propio".
b.
Alucinaciones de espacios globales: las de doble espacio
o de las de la tridimensionalidad del espacio negro de los ojos".
La
vivencia
del
espacio
doble:
se
ha
observado
en
pacientes
esquizofrénicos.
Fundamentalmente sienten que las conversaciones y discursos que oían, no venían del
"espacio común" sino de otro "espacio oculto" que une todo, como si existiera "otro mundo
paralelo".
La vivencia del espacio interior perceptivo: cuando cerramos los ojos, la oscuridad de los
párpados la vemos como superficie negra bidimensional. Sin embargo con el consumo de
ciertos tóxicos y en pacientes psicóticos, al cerrar los ojos, puede aparecer un espacio
tridimensional grisáceo en el que surgen pseudoalucinaciones. Se vive como "un espacio
interior". La diferencia existe en que en el consumo de tóxicos se realiza crítica y los pacientes
con psicosis no, dado que aceptan este "mundo interior" como más real que el exterior.
XX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
www. interpsiquis. com- abril 2019. Psiquiatria. com
PSICOPATOLOGÍA EN LA PERCEPCIÓN DEL TIEMPO Y DEL ESPACIO
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