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Violencia y calidad de vida. Una reflexión a partir de una investigación.

Fecha Publicación: 01/01/2004
Autor/autores: Magalys Lezcano Morejón

RESUMEN

Se realizó una investigación transversal a una muestra de 76 familias correspondientes al Consejo Popular ¨Arroyos de Mantua¨ del municipio Mantua Pinar del Río Cuba en el año 2002.

El objetivo principal estaba encaminado a caracterizar el fenómeno de la violencia familiar mediante una encuesta y entrevista a los sujetos violentos y sus víctimas encaminadas a evaluar las características de este comportamiento así como los elementos vinculados a la misma y sus consecuencias. Se pudo constatar que en el 92% de las familias estuvo presente la violencia en alguna de sus formas predominando la psicológica.

La ocurrencia diaria y frecuente de los episodios se identificó en la mayoría de las familias. La enfermedad mental fue la causa atribuible mas frecuente y las consecuencias detectadas; la crisis familiar por desmembramiento y por desorganización.


Palabras clave: Calidad de vida, Enfermedad mental, Violencia
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Psiquiatría general .

Violencia y calidad de vida. Una reflexión a partir de una investigación.

Roberto González Pérez; Magalys Lezcano Morejón.

* psiquiatra. Presidente del Consejo Científico del hospital Psiquiátrico Docente de Pinar del Río. Cuba

** Especialista en Medicina Familiar. Policlínico Juan B Zayas. Pinar
del Río. Cuba

PALABRAS CLAVE: Violencia, Calidad de vida, enfermedad mental.

(KEYWORDS: Violence, Life quality, Mental sickness. )

página 1
 
[16/2/2004]


Resumen

Se realizó una investigación transversal a una muestra de 76 familias correspondientes al Consejo Popular ¨Arroyos de Mantua¨ del municipio Mantua Pinar del Río Cuba en el año 2002. El objetivo principal estaba encaminado a caracterizar el fenómeno de la violencia familiar mediante una encuesta y entrevista a los sujetos violentos y sus víctimas encaminadas a evaluar las características de este comportamiento así como los elementos vinculados a la misma y sus consecuencias. Se pudo constatar que en el 92% de las familias estuvo presente la violencia en alguna de sus formas predominando la psicológica. La ocurrencia diaria y frecuente de los episodios se identificó en la mayoría de las familias. La enfermedad mental fue la causa atribuible mas frecuente y las consecuencias detectadas; la crisis familiar por desmembramiento y por desorganización.



Introducción

La violencia es un fenómeno tan viejo como el propio hombre, que ha permitido en el mejor de los casos impulsar el desarrollo, pero en otros como las guerras han llevado a la destrucción inclusive de lo que ha costado a la humanidad cientos de años en construir. Cuando la violencia ocurre en el ámbito familiar, propicia en muchas ocasiones el desajuste y en otros la desintegración, con los efectos negativos principalmente para los hijos (1, 2).

La violencia es un fenómeno histórico que se relaciona con condiciones sociales particulares expresándose tanto en escenarios de la vida privada como pública, en las relaciones entre ciudadanos y entre éstos y sus estados, constituyendo una característica singular su capacidad para multiplicarse y expandirse con facilidad en aquellas familias y grupos sociales donde se establece una cultura con patrones de comunicación violenta, que se perpetúa de generación a generación, apareciendo éste como medio de expresión de inconformidades, contrariedades, frustraciones, infelicidad, en fin como declaración de cualquier sentimiento negativo que invada al individuo (3, 4). Palpamos y sufrimos un mundo donde la violencia se ha convertido en una de las formas mas usuales de resolver los conflictos entre las personas, por ello el estudio de ésta como problema social y sus diferentes manifestaciones ha sido en los últimos años un tema de gran interés para numerosos investigadores; pues a pesar de haber transcurrido 2 milenios de nuestra civilización, la violencia sigue acompañando al hombre (5).

El problema tiene su origen en las diversas formas de desigualdad que se establecen entre los seres humanos y se refleja en la adopción de ciertas normas de conducta, creencias, actitudes, patrones educativos y otros, que tienen por objeto legitimar el afán de dominio y control del comportamiento ajeno.

La violencia constituye unas de las causas principales de muerte en el mundo, es también una de las principales causas de discapacidad y de años potenciales de vida útil perdida, es inconmensurable su efecto sobre la salud mental de los diversos grupos humanos, su magnitud hace que se le considere uno de los principales problemas de salud y a la vez como algo que trasciende los límites del sector de la salud que demanda atención de otros sectores de la sociedad. En algunos países aparecen entre las principales causas de muerte. La morbilidad es aún más elevada, dada por los que siendo víctimas de la violencia sobreviven con lesiones que pueden llegar a ser crónicas. Las secuelas psíquicas con elevada carga emocional son otros de los efectos de la violencia en el medio social. Esto tiene mayor significación si se toma el indicador de años de vida útil perdido, todavía mas cuando las victimas de la violencia se concentran entre la población joven (6).

Tal vez al oír hablar de violencia inmediatamente nos la imaginamos en su modalidad física, sin embargo esta no es la única forma en que el comportamiento violento puede manifestarse; cualquier manera de relacionarse con los otros que implica algún tipo de maltrato físico emocional o psicológico, intimidación, amenaza, desconocimiento de los derechos, deseos, necesidades de estos o la imposición de determinados comportamientos o situación en base a la jerarquía, rol, edad, es un acto violento; en resumen esta es la utilización de la fuerza física o de la coacción psíquica o moral por parte de un individuo o grupo de ellos en contra de si mismos , de objetos o de otras personas produciendo como resultado, destrucción o daño y la limitación o regulación de cualesquiera de los derechos establecidos de la persona o grupo de personas víctimas (4).

 

En la práctica, el maltrato tiende a generalizarse, es decir se torna cotidiano sobre todo a través de conductas violentas que no son sancionadas como tales. Muchas personas que maltratan son consideradas (y se consideran así mismas) como de mayor poder hacia quienes son considerados (se piensan así mismos) como de menor poder. Cabe destacar que las personas que sufren estas situaciones suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabilidad dentro del grupo familiar; en este sentido la violencia hacia los niños y las mujeres estadísticamente reviste la mayor casuística, en cambio los hombres maltratados son solo el 2 por ciento (por lo general hombres mayores y debilitados tanto físicamente como económicamente con respecto a sus parientes).

Por lo general quienes padecen de estas situaciones tienen reticencia a denunciar lo que ocurre. Los motivos de este recelo ocupan desde hace muchos años a investigadores y profesionales pues por un lado se mantiene la espera de un cambio espontáneo de quien agrede y por otro lado se aceptan sus disculpas creyendo las promesas de que no lo volverán a hacer, también influye el temor al prejuicio social, las convicciones ético – religiosa, la dependencia económica, el miedo a represalias, la falta de esperanza, la eficiencia de los trámites jurídicos, etc. . Pero quizás el punto más álgido del razonamiento sobre el maltrato se evidencia en el sostenimiento del vínculo violento. En este sentido entran en consideración tanto el aplastamiento psíquico, la baja autoestima, la educación violenta, como también una consideración al suponer una relación signada de vicios y sistemas psíquicos o relacionales o un posible montaje estructural subjetivo que impiden romper el vínculo de relación (7).

Son diversas las formas en que la violencia se expresa en la familia, ésta puede manifestarse en la relación de pareja, en el trato de personas adultas hacia jóvenes y niños, en las relaciones de jóvenes entre si, en la relación de hermanos mayores hacia niños más pequeños, en el trato que se brinda a personas ancianas, etc. . . ; todo ello puede implicar violencia emocional, física y psicológica, aislamiento por limitación de los contactos sociales de las personas, la prohibición de participación en determinadas actividades, intimidación, gestos o acciones violentas y violencia sexual (8).

La violencia familiar ocurre en todas las clases sociales y culturas, aparece con mas frecuencia de lo que imaginamos (9), destacándose la violencia conyugal como una problemática muy extendida pero oculta, pues en muchos casos las victimas silencian el hecho que sólo se vuelve visible cuando provoca grandes daños físicos o psíquicos, resultando un asunto al cual hay que prestarle gran atención ya que en este marco se produce la transformación generacional de las costumbres de convivencia; por tanto un medio familiar violento, una familia disfuncional y sísmica que vea con indiferencia y normalidad en su seno el maltrato físico e incluso el abuso sexual y tolere el consumo de sustancia toxicas, no podrá engendrar otra cosa que sujetos violentos y desajustados psíquicamente (10-14).

Entre los rasgos psicopatológicos y comportamiento social económico y cultural que dan paso a la conducta agresiva tenemos las irregularidades del medio familiar o social, el alcoholismo y la drogadicción, la pobreza, falta de patrones morales, la impulsividad de origen neurótico psicorgánico, la frustración y la sensación de abandono o rechazo, la proclividad a la culpa con la consiguiente búsqueda de castigo, las personalidades dadas a los estados pasionales, la participación disocial en grupos y la pobre calidad y sensibilidad para las relaciones interpersonales, destacándose además la predisposición genética sobre todo en aquellas personalidades con rasgos marcados de agresividad y explosividad que como forma habitual de conducirse utilizan expresiones o métodos violentos (14-17).

Varias investigaciones señalan que la violencia conyugal es la forma más frecuente de violencia intra familiar, indicando las estadísticas internacionales que sólo el 2% de las víctimas corresponden a abusos hacia el hombre, el 75% corresponde a maltratos hacia la mujer y el 25% son casos de violencia recíproca; otros estudios plantean que entre el 20% y el 50% han sido golpeadas por su pareja (10, 11, 18).

 

En Cuba la violencia ha tenido sus manifestaciones sin dudas, pero no en el orden del resto de los países del tercer mundo, pues de hecho, el tipo de país en que vivimos no engendra violencia estructural ni institucional; todo lo contrario, el principio de la igualdad y la no discriminación están incorporados a todos las leyes y políticas del país; atribuyéndose gran importancia a la familia pues ella es donde transcurren los eventos más trascendentales en la vida de un individuo por tales razones nos hemos propuestos investigar la violencia a este nivel y así contribuir al conocimiento del fenómeno en nuestro medio, para facilitar la formulación de estrategias de intervención encaminadas a la promoción de salud y prevención de enfermedades que se derivan de ésta (19).

 

Objetivos

General

Valorar el fenómeno de la violencia familiar en una muestra de familias del consejo popular Arroyos de Mantua en el año 2002.

Específicos

1. Determinar el número de familias donde estuvo presente el fenómeno de la violencia.

2. Evaluar el comportamiento de las variables género, edad y status familiar del agresor y la victima en los episodios de violencia.

3. Indagar la frecuencia de los episodios de violencia en las familias de la muestra.

4. Identificar las causas atribuibles de violencia más frecuentes en las familias estudio.

5. Determinar las diferentes formas de violencia que se identificaron en las familias.

6. Valorar las consecuencias de la violencia según criterios de la familia y la investigadora.

 

Material y métodos

Se realizó una investigación exploratoria transversal, a una muestra de 76 familias (el 8. 8% del universo) que contaban con 305 integrantes, todos correspondientes a los 5 consultorios médicos del consejo popular “Arroyos de Mantua” durante el año 2002.

Para la selección de la muestra se tuvo en consideración el número de familias de cada consultorio (universo = 862 familias) y la prevalencia de la violencia familiar encontrada según la valoración preliminar determinada por cada médico de familia. Se calcularon además los peores resultados que pudieron obtenerse apoyándose en el paquete de software epi-info y se calcularon los tamaños de muestras para un diseño descriptivo y un nivel de confianza del 95%, que son los que siguen las familias seleccionadas, en cada caso fueron tomadas en el orden consecutivo en que aparecen en las fichas familiares de cada consultorio (sin considerar criterios de inclusión y exclusión).

Se aplicó en cada familia una encuesta diseñada al efecto, a la persona mayor de 18 años que recibió al investigador a su llegada a la vivienda, para lo cual se solicitó autorización, previa explicación de los objetivos de la misma.

La información se recogió utilizando el instrumento que se adjunta (encuesta de caracterización de la familia), sin que exista criterios de inclusión y exclusión que los afecten.

El procesamiento se efectuó con ayuda del sistema computacional Epi-info, con el cual se calcularon las frecuencias absolutas y los porcentajes contenidos en la distribución de frecuencias.

 

Encuesta

Caracterización de la violencia en la familia

Área de salud: Consultorio:
Familia:

1. Composición de la familia:

Menores de 10 años:______ M ____F
De 10 a 19 años: ______ M ____F
De 20 a 59 años: ______ M ____F
De 60 años y más: ______ M ____F

2. Han existido peleas en su casa en el último año?

Si ____ No____

En caso afirmativo:

a- Con que frecuencia aproximadamente ocurren?
Diarias ____ frecuentes ____ esporádicamente ____ excepcional ____

b- A que atribuye las peleas en casa?
Explique brevemente: ________________________________________
_____________________________________________________________

3. Quiénes son violentos en casa? (en cada caso especificar la edad y sexo)

Padre ______ Madre ____ Hijos _____ Abuelos ______Otros _____
(Especificar quien)
a- Que tipo de violencia utiliza? (especificar por cada agresor)
Física ______ Psicológica ______ Sexual ______ Otras ______
(cual)
b- A que atribuye la violencia?
Explique en cada caso: _______________________________________
_________________________________________________________

c- Padece de alguna enfermedad?
Si _____No _____Cual___________________________

4. Vive alguien en la casa que tenga problemas de nervios?

Si ______ No_____
En caso afirmativo:

a- El enfermo es violento?
Si _____ No ____

b- Atribuye la violencia a la enfermedad?
Si ______ No _____

c- Padece de alguna otra enfermedad?
Si _____ No ____ Cual_____

5. Quienes han sido maltratados en la casa?

Padre ______ Madre ____ Hijos _____ Abuelos ______Otros _____
(Especificar quien)
a- Que tipo de maltrato sufrió?
Físico ______ Psicológico ______ Sexual ______ Otros ______
(cual)
b- Padece de algún problema de salud?
Si _____ No ____ Cual_____
A consecuencia del maltrato?
Si ____ No _____

6. Ha necesitado ayuda la familia debido al maltrato?

Si ____ No _____
En caso afirmativo:

a- De quien?
Familiares ____ Vecinos ____ Amigos _____ Policía _____ Médica ___

b- En caso de que fue necesaria ayuda medica ¿porque?
Por lesiones físicas __________
Por alteraciones nerviosas ________
Otra ayuda médica _________

7. Criterios del investigador sobre las consecuencias de la violencia en la familia:
___________________________________________________________

 

Definición de criterios y parámetros

· Familia: todas las personas que vivan bajo el mismo techo y compartan en común los bienes y servicios.

· Violencia doméstica: cualquier acto de violencia física, psíquica o sexual que tenga lugar en el área perteneciente al domicilio, o en lugares que comparten en común.

· Familia violenta: cuando se cumpla al menos uno de los siguientes requisitos:

- Que ha habido violencia por lo menos dos veces en un mes o más de 10 veces en un año. - Que haya sido necesario la intervención de vecinos, familiares o la policía por situaciones violentas. - Que a pesar de que no se reconoce por la familia; el médico de la familia, equipo de salud, los vecinos u otros familiares; lo reconocen y cumplen con la frecuencia y características anteriores.

· Violencia física: cuando existe cualquier acto de sometimiento utilizando la fuerza física.

· Violencia psicológica: todo acto o expresión de hostigamiento verbal que pretenda someter a una persona sin utilizar la fuerza física.

· Violencia sexual: acto en el cual se utiliza un procedimiento que fuerza la voluntad del otro con el fin de mantener relaciones sexuales.

· Víctima: toda persona que ha sufrido daño físico psicológico o sexual a consecuencia de actos ocasionados intencionalmente por otra persona o grupo para su sometimiento.

· Agresor: toda persona que causa a otro daño físico psicológico o sexual de manera intencional.

Presentación de los resultados


Cuadro 1: Distribución por grupos de edades y género de los integrantes de las familias de la muestra. Arroyos de Mantua Año 2002



Cuadro 2: Frecuencia en que se presentan los episodios de violencia en las familias de la muestra. Arroyos de Mantua año 2002



Cuadro 3: Causas atribuibles de los episodios de violencia



Cuadro 4: Características de la violencia ejercida por los agresores



Cuadro 5: Consecuencias de la violencia apreciada por los investigadores


Análisis y discusión de los resultados

El comportamiento de la violencia en las familias de la muestra está representada en el Cuadro 1, donde se observa que en 70 familias (92. 1%) existieron episodios de violencia en algunas de sus formas, la que interesó de alguna manera al 94. 8% (289) de sus integrantes, dejando sólo el 5. 2% de ellas pertenecientes a 6 familias que no reconocieron la existencia del fenómeno en su seno, hallazgo que resulta interesante, pues en otros estudios realizados el promedio de ocurrencia de violencia intra familiar es de una de cada 10 familias (19), sin embargo llegaba hasta el 49. 0% de las familias en otros (20), lo cual consideramos sea debido en estos casos a un subregistro y no la real presencia del fenómeno en las familias.

En cuanto a los grupos de edades los de 20 a 59 años tienen los mayores por cientos tanto en las familias con violencia como en las que no la identificaron, ello es debido a que es el grupo de mayor rango de edades, según corresponde a las estadísticas de distribución poblacional (21), no obstante en el grupo menor de 10 años se encontró que 40 niños vivieron en un hogar con violencia; cuestión que repercute negativamente en sus vidas psicológica actual y futura (6, 22). Ocurre algo semejante en los mayores de 60 años en que los 29 que residen en los hogares del estudio, se encuentran en familias con violencia; cuestión que es un hecho fortuito sin explicación.

En general la distribución por grupos de edades se corresponde aproximadamente con la población general del área.
En relación al sexo, la distribución tanto en hogares violentos y no violentos, es ligeramente superior en el sexo femenino, lo que se corresponde con las estadísticas de distribución de la población general (21).

Al examinar el cuadro 2 se aprecia que en 34 familias (48. 6%) se identificaron episodios frecuentes de violencia (4 o +/mes), lo que unido a los que la tienen diariamente 10% (7 familias) se aproxima al 59% de las familias con violencia, lo cual refleja que la frecuencia del fenómeno es alta en las mismas (familias violentas), sin embargo sólo en 9 familias (12. 8%) la frecuencia se reconoce como excepcional, coincidiendo con otros estudios realizados en nuestro medio aunque en mayor proporción en nuestro caso (20).

En el cuadro 3 se evalúan las causas atribuibles de violencia, donde se aprecia que en 33 familias (47. 1%) estuvo presente la enfermedad mental seguida por el consumo esporádico de alcohol en 20 familias (28. 6%) y dificultades en la comunicación que arrojó iguales cifras a la anterior, sin embargo la infidelidad sólo mostró el 12. 8% (9 familias) y otras causa el 7. 1% (5 familias). Con tales resultados se consigna a la enfermedad mental como la principal causa de violencia, similar a otros estudios (12, 16, 23, 24, 25), lo cual confirma lo sospechado por nosotros en la observación realizada durante la práctica médica.

En lo referente al consumo ocasional de alcohol, también se relaciona con los episodios de violencia lo cual ha sido expresado en otras investigaciones (2, 22); igual sucede con las dificultades en la comunicación que se vinculan al maltrato cuestión que coincide con estudios realizados en otras latitudes (14, 26, 27, 28).

La violencia en sus diferentes formas ejercidas por los agresores está representada en el cuadro 4, en el se aprecia que la forma psicológica fue la más frecuente en 80 agresores (80. 8%), seguida de la forma física 38 (38. 4%) y sólo en un caso (1. 0%) se reconoció la sexual, siendo similar a lo encontrado en otros trabajos realizados en nuestro medio; aunque esta última no fue identificada en ellos (19, 20), atribuimos esto a la educación que ha adquirido nuestra población en los temas relacionados con la sexualidad y además porque en algunos casos reconocer su existencia menoscaba el prestigio de la familia debido a los valores culturales y las pautas sociales que existen en nuestra sociedad.


Tal como se constata en la literatura revisada, la violencia psicológica es superior al resto (12, 13, 14, 19, 25), sin embargo la forma física que en nuestro caso es menor del doble de la psicológica, se reporta en cifras superiores en otros estudios, cuestión que en nuestra investigación puede estar relacionado con una ocultación por las familias dado el carácter negativo que esto tiene en la sociedad.

En la investigación se pudieron identificar además de los 99 agresores a un total de 100 victimas de la violencia de estos, lo que a simple vista pudiera reflejar que en uno de los casos un agresor tuvo dos víctimas, sin embargo tal como ocurrió pudo comprobarse que en muchos casos los agresores fueron victimas también, lo cual no se pudo expresar de una manera elocuente a través de tablas; no obstante el hecho real se describe para que se tenga una valoración justa del fenómeno.

Las consecuencias de la violencia ha sido siempre difícil de cuantificar debido a las diversas formas en que se puede expresar; muchas de ellas solo reconocible por la propia persona que la padece. En nuestro caso, la punta del iceberg que hemos apreciado confirma lo antes mencionado (cuadro 5), tal es el caso de las crisis familiares por desmembramientos y las crisis familiares por desorganización que se reconocieron en 10 familias cada una, asociadas a el trastorno de la conducta en niños (3 casos para un 4. 3%), disminución del aprendizaje y como causa de enfermedad mental que se evidenció en otros 4 casos cada uno (5. 7%), lo cual dista de lo que verdaderamente se produce en una familia con violencia, enmascarándose la verdadera magnitud del problema por razones obvias.


Repercusión de la violencia familiar en la calidad de vida

Muchos son los factores que influyen en que disfrutemos la vida a plenitud, lograrlo es la meta, sólo que es muy difícil tal como lo soñamos. Buscar una media es por tanto lo aceptable, lo cual no deja de ser también difícil.
Cada día la vida del hombre se prolonga mas, con ese objetivo se trabaja, no obstante se requiere además que la calidad con que se viva también mejore, no valdría la pena que a los años se le añadan también mas penurias, por lo que es incuestionable entonces luchar por la plenitud y goce de la vida en todo lo que sea posible.

Pensando así, nos colocamos en una encrucijada de la vida, ésta transcurre mayoritariamente en un ambiente social básico; la familia, aquí disfrutamos o sufrimos lo que fuera y dentro de ella vivimos, pero sentimos verdadera recompensa cuando en su interior encontramos paz, aunque fuera no exista, si ocurre a la inversa, entonces no podemos lograr ese bienestar que tanto necesitamos; recordemos que es en la familia donde transcurren los eventos mas importantes en la vida del hombre. Si lo antes expresado lo aceptamos como real, no es difícil comprender que cualquier persona integrante de una familia que se sienta maltratada por cualquier razón y de cualquier manera, no podrá sentir satisfacción y bienestar en su familia, entonces su calidad de vida incuestionablemente se encuentra afectada.

Tomando como referencia los resultados de la presente investigación nos damos perfecta cuenta de la alta incidencia de violencia en las familias, en muchas de ellas prácticamente diaria, sus integrantes que funcionan como un sistema, no pueden lograr el preciado objetivo de vivir una vida con sosiego.
Vale pues, cualquier esfuerzo para evitar que la violencia en la familia crezca en cualquiera de sus formas, para mejorar así la calidad de vida de cada uno de sus integrantes.


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