El síndrome neuroléptico maligno (SNM) es una complicación clásicamente relacionada con la medicación neuroléptica, aunque actualmente se sabe que puede aparecer saciado a otros tratamientos, es poco frecuente pero importante debido a su elevada mortalidad. Fue descrito por primera vez por Delay y col. en 1960 (1) tras la introducción de los neurolépticos como "síndrome acinético hipertónico". Estudios retrospectivos estiman su incidencia en 0. 02-3. 23 % de los pacientes que reciben neurolépticos. Esta variación en la frecuencia se debe a las diferencias en los criterios diagnósticos (2, 3), el tipo de población a estudio, enfermos agudos o crónicos, tipo de hospital y tipo de tratamiento.
Es dos veces más frecuente en hombres y entre sujetos de 20 a 50 años (población en la que es más frecuente el uso de neurolépticos). La mortalidad se encuentra entre el 10 y 30%. Se han descrito casos de SNM tanto con los nerolépticos clásicos como con los neurolépticos atípicos no quedando claro el papel que juega la medicación concomitante en el desarrollo de SNM en estos casos (4, 5, 6, 7, 8). También se han descrito casos de SNM tras la suspensión de agentes dopaminérgicos (como l-dopa y Amantadina), por el uso de antieméticos como metoclopramida y antidepresivos tricíclicos.