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La violencia en el cine (II). Influencia del medio en las conductas heteroagresivas. Aspectos psicopatológicos.

Autor/autores: Amparo Guerra Gómez , Enrique Guerra Gómez, Ana González Navarro, carlos Cerquella García
Fecha Publicación: 20/05/2010
Área temática: Psiquiatría general .
Tipo de trabajo:  Comunicación

RESUMEN

En esta parte del estudio se analizan los contenidos heteroagresivos, manifiestos y latentes de las películas más taquilleras de los 90 que pueden afectar e influir en la percepción del espectador.

Palabras clave: Heteroagresividad; Cine; Identificación; Refuerzo; Teoría del guión; Prevención.


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La violencia en el cine (II). Influencia del medio en las conductas
heteroagresivas. Aspectos psicopatológicos.
FUENTE: PSIQUIATRIA. COM. 2006; 10(4)

Amparo Guerra Gómez; Enrique Guerra Gómez; Ana González Navarro; Carlos Cerquella García.
* Doctora en Ciencias de la Información. Profesora Titular de Historia de la comunicación Social y de la Propaganda.
Diplomada Universitaria en Enfermería. Universidad Complutense de Madrid
** Médico psiquiatra. Especialista Área 3. INSALUD
*** Psicóloga. Universidad Autónoma de Madrid
**** Doctor en Medicina. Profesor Emérito de Drogodependencia. Universidad Pontificia de Salamanca
PALABRAS CLAVE: Heteroagresividad, Cine, identificación, refuerzo, teoría del guión, prevención.
KEYWORDS: Aggressiveness, Movies, Identification, Support script theory, Prevention. )

Resumen
En esta parte del estudio se analizan los contenidos heteroagresivos, manifiestos y latentes de las películas más
taquilleras de los 90 que pueden afectar e influir en la percepción del espectador.
Abstract
In this second part of the study we analyse evident, factual and latent contents through most box-office
successful movies in the nineties capable of impact in average audiencies.

Esta segunda parte del estudio desarrolla todo lo referido a los aspectos psiquiátricos y de trastornos violentos de
la conducta, tal y como aparecen reflejados en las películas de mayor taquillaje en España durante la década de
los 90.
Desde una perspectiva psicopatológica, existen estudios que confirman la creencia, ampliamente difundida, de
que los medios de comunicación, de alguna manera, influyen en sus consumidores. Y el cine no es una excepción.
De ahí que el objetivo general de este trabajo sea el presentar las conclusiones de aquellos experimentos que
tuvieron como finalidad el establecer una relación que iba más allá de una mera correlación. Para ello se
analizarán las consecuencias, tanto a nivel personal como relacional, que tienen, o pueden tener lugar, tras la
exposición a películas con carácter marcadamente violento.
Para poder llevar a cabo una aproximación rigurosa es importante establecer una distinción semántica entre dos
conceptos que, habitualmente, se utilizan como sinónimos y que, sin embargo, no lo son: Agresión y violencia.
Etimológicamente Agresión proviene del latín "agredior" que significa la acción de acometer contra otro; de
cambiar hacia. Para la Real Real Academia Española sin embargo es "un acto cuyo objetivo es dañar a otro".
Violencia, en cambio, proviene de "vis" que significa una fuerza impetuosa contra algo. Los autores del tema han
procedido a diferenciar un concepto del otro para poder llevar a cabo análisis más precisos en el ámbito científico.
Berkowitz (1996) (V) se basa en el concepto de Robert Benton (1997) de Agresión y su presencia como "cualquier
forma de conducta dirigida hacia la meta de herir o perjudicar a otro ser viviente que se halla motivado para
evitar tal trato". Para aquel autor la violencia es una forma extrema de agresión; un intento premeditado de
causar un daño grave (excluye la idea de lo socialmente ilegitimo por su subjetividad). Gómez-Jarabo y Col.
(1999) (IX), por su parte, utilizan la definición de agresión de Valzelli (1983) (XXII), como "Componente de la
conducta normal con diferentes formas asociadas al estímulo y orientadas a un objetivo se expresa para satisfacer
necesidades vitales y para eliminar o superar cualquier amenaza contra la integridad física o psicológica; que esta
orientada a promover la conservación propia y de la especie de un organismo vivo y nunca, excepto la actividad
depredadora, para producir la destrucción del oponente".

El concepto de violencia se aplicaría entonces a las formas de agresión en las que el valor adaptativo se ha
perdido. Reflejaría una disfunción de los mecanismos mentales que regulan la expresión y el control de aquélla,
además de la influencia ejercida por la educación. Ese autor y otros como Hodge (1992), (III) consideran que
para darse violencia previamente debe existir una emoción: tristeza, irritación. . . etc. El mismo Berkowitz (1996)
(V) habla de agresividad como disposición relativamente persistente a ser agresivo en situaciones diferentes.
No obstante, las formas bajo las cuales pueden presentarse la agresión son muy variadas. En este sentido
diversos autores han clasificado la agresión en fusión de distintos criterios. A continuación presentaremos algunos
con el fin de delimitar el campo de acción del agresor. En lo tocante a las FORMAS DE HETEROAGRESIVIDAD los
aportados por :
Montejo (1986)
- Física:
o Por Acción. o Por omisión (Ej. : abandono de los niños y ausencia de cuidados)
- Psíquica:
o Verbal: crítica, rechazo, insulto, amenaza. . . o No verbal: Silencios, omisiones, reticencias, gestos. . .
Berkowitz (1996):
- Instrumental: " Deseo de lograr un objetivo diferente a dañar el blanco" (Ej. : dinero)
- Hostil o emocional: "Daño directo ala victima" (a veces no esta bajo un control voluntario).
Otras clasificaciones:
- Directa
- Indirecta o desplazada [crueldad con animales, piromanía, violencia (Yager y Gitlin 1985)].
- Individual
- Social: racismo, supresión de libertades, inquisición, guerras. . .
Ledesma (1982) (XIV) y otros autores hablan de la heteroagresividad con carga sexual (sadomasoquismo) así
como la agresividad territorial y jerárquica.

Ruiz Ogara (1982) (XX) establece una clasificación dinámica con un marcado carácter sicoanalítico. Este autor
distingue entre:
A. EXTERNALIZADA:
a) Sobre objetos externos persecutorios.
b) Sobre normas, reglas y figuras de autoridad.
c) Ligada a pulsiones sexuales (Sádica).
d) Proyectada al exterior pero manifestada en fantasías.
B. REPRIMIDA O ANULADA
C. INTERIORIZADA
Ha sido Gómez-Jarabo (1999) (IX) quien ha reparado en un hecho que debiera darnos que pensar. Tal y como él
señala, en la actualidad no aparecen dentro de las clasificaciones de los trastornos mentales (CIE-10, DSM IV)
criterios clínicos de agresividad patológica. Siguiendo el DSM IV con algunas modificaciones, la clasificación como
sigue:
1. TRASTORNOS MENTALES ORGÁNICOS:

- alcoholismo y Toxicomanías. - epilepsia. - Traumatismo Cráneo cefálicos. - delirium y demencia. - Otros.
2. ESQUIZOFRENIA:
- Sobre todo la paranoide.
3. trastorno DE IDEAS DELIRANTES PERSISTENTES
- depresión disfórica y paranoide (Alonso Fernández 1982). - manía e hipomanía endógena pseudo psicopática
(Alonso Fernández 1982).
4. trastorno EXPLOSICO INTERMITENTE
5. trastorno ADAPTATIVO
6. REACCIONES AGUDAS ANTE AGRAN TENSIÓN
7. TRASTORNOS SEXUALES
8. TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
- paranoide - Borderline - Antisocial - ¿Sádica?
9. TRASTORNOS DEL DESARROLLO
- oligofrenia.

La influencia del cine como medio de comunicación en las conductas heteroagresivas
Diversos estudios concluyen que existe tal influencia y, aunque la gran mayoría han sido realizados sobre el medio
televisivo, sus resultados podrían ser fácilmente extrapolables al medio cinematográfico.
Berkowitz (1996) (V) ya señala que, como regla general el publico de los medios de comunicación de masas cree
que el cine solo influye en los niños y en personas con trastornos mentales. Sin embargo, parte de la literatura
científica contradice esta concepción, en el sentido de que la observación de hechos violentos, ya sean citados o
descritos con detalle, aumenta las posibilidades e conductas heteroagresivas.
Los estudios Bandura y Walters (1973) (III) sobre el aprendizaje observacional ya lo habían demostrado
previamente. En un experimento citado por Montejo (1986) (XVI) se describe la siguiente situación con una serie
de niños que debían observar como un adulto destrozaba una muñeca de plástico. Se comprobó que tal
comportamiento era aprendido por imitación y que la agresividad era mayor si la conducta observada resultaba
recompensada. Estos autores distinguieron tres aspectos en la consecución de aquella:
a. Potencial agresivo del sujeto.
b. Control interno o externo de la descarga
c. Condiciones de desencadenamiento y/o mantenimiento (estímulos externos o internos).
Eysenck y Nias (1978) ("Sex, Violence and the Media") también lo demuestran experimentalmente, añadiendo
que es mayor la afectación sobre la agresividad que sobre la sexualidad. Goldstein y Col. , citados por Montejo
(1986) (XVI), realizaron un experimento que se centraba específicamente en el cine; la metodología seguida fue
la siguiente:
a) Mostraron películas de contenido agresivo; por Ej. : La naranja mecánica y Perros de paja.
b) Mostraron películas de contenido erótico; por Ej. : El Decamerón.
c) Y películas de contenido neutro, por Ej. : El violinista en el tejado o Vida en libertad.
En el experimento, que se realizó en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra e Italia, se requirió a las personas de la
muestra que emitieran una sentencia acerca de la inocencia o la culpabilidad de diversos convictos, antes y
después de la presentación de las películas. Los resultados mostraron lo siguiente:

. Las películas agresivas AUMENTABAN la agresividad.
. Las películas eróticas NO TENÍAN EFECTO en la agresividad
. Las películas neutras DISMINUÍAN la agresividad.
¿Cuáles son entonces los principales mecanismos puestos en marcha para el aprendizaje de la violencia? Este
respecto John R. Lion (1995) (XV), citado por Kaplan (1995), matiza tres fases:
1. Adquisición
2. Instigación (muy poderosa si el acto violento queda impune)
3. Ejecución.
En el caso del medio que nos atañe la influencia del mensaje cinematográfico no es precisamente trivial, si
consideramos que sus representaciones son visualizadas por millones de personas y contribuyen activamente a la
creación de estereotipos socioculturales. Gómez-Jarabo (1999) (IX) y otros, señalan el hecho de que sobre la
mujer difundirían un modelo preocupado principalmente por el físico, los estudios y el trabajo, destacando el
papel de la figura masculina como opresora y transmitiendo que habrá que llevar a cabo un comportamiento
agresivo muy intenso para poder luchar contra esa presión. Sobre la influencia de la televisión en la infancia
existen estudios que podrían ser extrapolables al cine. El del National Institute of Mental Health, matizado por
autores como Freedman (1984) (VII) y Centerwall (1992) (VI), señala que las imágenes violentas tendrían que
acompañar de violencia familiar y malos tratos para que las mismas surtieran efecto.
Ciertamente hay factores que favorecen o debilitan la aparición de las conductas heteroagresivas. , así Montejo
(1986) (XVI) cita los siguientes:
- Tendencia a la imitación y a explorar las propias posibilidades.
- refuerzo positivo en el caso en el que la conducta se vea recompensada. Si la violencia se acompaña de éxito.
Este hecho no disminuye por el hecho de que la violencia, aparecida en la pantalla, se conceptualice como legal o
ilegal.
- identificación con los protagonistas. Ya Erich Fromm denominaba como "Necrofilia" el hecho de que catástrofes
reales condicionasen un clima emocional que provocaba que las personas fuesen a ver con frecuencia películas
con catástrofes: interés morboso por el horror.
- Existe un "Enganche" a través del sentido colectivo. Es innegable que las películas son producidas por unos
seres humanos inmersos en sociedades agresivas y violentas debido, en muchos casos, a la falta de contención
familiar, lo cual crearía un circulo vicioso, en el siguiente sentido: SOCIEDADES VIOLENTAS producen CINE
violento. Y viceversa

En general, y para los autores arriba citados son condiciones que favorecen el aprendizaje de la violencia:
I. La falta de contextualización de los actos violentos.
II. La disfunción de las causas reales de esta violencia y/o factores que la precipitan.
III. La forja de estereotipos que la ensalzan: Los criminales aparecen representados por estrellas y/o son los
protagonistas.
IV. La ausencia de una condena moral (más que legal).
V. La utilización de la enfermedad mental como pseudojustificación de actos heteroagresivos cuantitativa y/o
cualitativamente anómalos, sin razonar ninguna atribución etiológica. En este sentido Gómez-Jarabo (1999)
señala la tendencia a considerar como aceptables ciertas conductas psicopáticas.
En cuanto a los mecanismos de acción seguiremos los propuestos por Berkowitz (1986) (V), aunque
profundizando algo más sobre el mecanismo a través del cual el cine provoca un aumento de la
heteroagresividad. De este modo hay que hablar de:

a. Efectos a corto plazo.
David Philips (1979, 1986) (XVII, XVIII) y otros habían demostrado la existencia de homicidios y suicidios por
imitación. El mecanismo más probable por el cual sucederían sería el llamado de CEBADO, definido este de la
siguiente forma: "Cuando unas personas se encuentran con un estímulo o un hecho que tiene un significado
particular se producen otras ideas que tienen un significado muy similar. Estas, a su vez, activan otros
pensamientos y tendencias semánticamente relacionados". Estas ideas o tendencias solo serán activadas si tienen
un significado relevante en el sentido de agresión.
Está comprobado que el cebado aumenta cuando:
- No se ve que la violencia sea castigada o que se produzcan consecuencias adversas para el agresor.
-El espectador no considera que la violencia sea injustificada o inadecuada.
-El espectador se identifica con las agresiones y llega a imaginarse a sí mismo como el agresor.
-La atención se centra más en la agresión que otros aspectos del acontecimiento.
-El agresor no se distancia psicológicamente de lo que ve o escucha, Ej. : se dice a sí mismo que el acontecimiento
es irreal.
b. Efectos a largo plazo.
Ciertamente el cebado cede con el paso del tiempo. No obstante, los pensamientos agresivos pueden condicionar
una actividad indiferente hacia la agresión o bien el deseo de atacar por considerarla como un hecho común.
Según la "Tesis del Cultivo" de Gerbner (1986) (VIII) la visión de la violencia cultiva una impresión duradera del
mundo como poco fiable, malvado y preocupante. Aunque Berkowitz (V) no es tan extremo, si señala que las
personas tenderán a creer que la violencia en la sociedad tiene una mayor prevalencia de la que realmente posee.
Esta percepción sólo se desarrollará si no se encuentran en la vida cotidiana otras informaciones que contradigan
esas creencias.
Por su parte Huessmann (1984, 1986) (XI, XII) enuncia la llamada "Teoría del Guión" sobre la base de que los
jóvenes, al ver escenas agresivas, desarrollan un argumento de las consecuencias de dicha conducta que dirige
sus expectativas en situaciones relevantes y proporcionan una estrategia para manejar problemas en el sentido
de que El guión predice lo que probablemente sucederá igual es la mejor forma de comportarse. Se trata de una
variante de aprendizaje Social de Bandura (III); según este autor deben cumplirse una serie de requisitos; a
saber:
- Atender y retener la conducta observada.
- Interpretar o codificar esa conducta como beneficiosa.
- Que no se dé la presencia de figuras significativas para el espectador que expresen que la agresión es
indeseable.
Si se trata de articular medios de prevención de la influencia del cine sobre las conductas violentas, los trabajos
desarrollados por Berkowitz (V) y Montejo (XVI), proponen una serie de pautas a seguir en este sentido:
1. Cuestionar las consecuencias de la divulgación excesiva de un delito real.
2. Tener en cuenta que la observación de un acto agresivo puede condicionar:
2. 1. desorientación 2. 2. Violencia negativa. 2. 3. Modelos de identificación (centra la información del film en los
prejuicios para el agresor y personajes en los que repercute la agresividad). 2. 4. Impresión de que se puede
realizar. 2. 5. Impresión de que "merece la pena ser agresivo" (refuerzo positivo).
3. Potenciar el papel contenedor de las figuras significativas tales como la familia y la sociedad.
4. Estimular la producción de filmes que posean o bien un carácter neutro o bien, que en caso de contener
mensajes agresivos, los encuadre dentro de un contexto y características concretas que disminuyan la posibilidad
de estimular las conductas heteroagresivas.

No deja de resultar sorprendente el que, en España, donde existen salas X para las películas eróticopornográficas, no exista un equivalente para las películas extremadamente violentas.

Modelos y representaciones violentas en la filmografía de los años 90
Como ya se explica en la primera parte de nuestro estudio, los antecedentes del cine violento aparecen a finales
de los 70, aunque más específicamente con el denominado psicho-killer, género de origen anglo de gran arraigo
universal que crea su propio código estético y semántico. Las características que lo definen serían las siguientes:
. Se representan una serie de crímenes mediante importantes efectos especiales, cometidos por un asesino
completamente desenfrenado en escenas repletas de sadismo.
. El mercado es el que dicta la ley y la industria del cine no debe hacer juicios de valor sino que debe servirle
(véase la crítica explícita de la película Tesis).
. La pasión de matar es a la vez seductora y fatal (en este sentido instinto básico).
. Son válidas justificaciones aparentemente morales y/o religiosas para autentificar esas conductas (Ejemplos
válidos en Seven, Pulp Fiction).
. El asesino conoce casi todos los huecos del sistema legal y, en el peor de los casos, eludirá el castigo alegando
enfermedad mental (así El cabo del miedo).
. Ni siquiera los profesionales de la Salud Mental tienen posibilidades de ser protagonistas utilizando sus
conocimientos (Ej. : El silencio de los corderos y análisis final).
Lo que desarrollamos a continuación es un análisis de la posible influencia del Cine de los 90 en las conductas
violentas, tanto a nivel personal como a nivel de las relaciones (pareja, familia, micro y macro grupo social). Un
apartado especial merecen aquí aquellos films en los que aparecen personajes con trastornos mentales en los que
predominan las conductas heteroagresivas.
Para ello hemos manejamos una muestra basada en datos del Instituto de Cinematografía en la que se enumeran
las películas más vistas por los españoles entre los años 90-98 (ambas fechas inclusive). Los apartados de
clasificación de las mismas se han realizado en torno a categorías geográficas, y contienen los siguientes títulos
representativos:
a. Películas extranjeras:
1ª El Rey León 2ª instinto Básico 3ª La Bella y la Bestia 4ª Pretty Woman 5ª Ghost 6ª El silencio de los corderos
7ª Aladin 8ª Misión imposible 9ª Seven 10ª La máscara
b. Películas españolas:
1ª Átame 2ª Tacones lejanos 3ª Kika 4ª La pasión turca 5ª Historias del Kronen 6ª Tesis
Debido a que el número de espectadores es notablemente superior cuando se trata de películas extranjeras
(fundamentalmente norteamericanas) hemos escogido diez de estas y seis españolas sin perjuicio de que se cite
alguna otra igualmente taquillera.
Este dato es, cuando menos, curioso ya que podríamos sospechar que el espectador aprende modelos de
conducta propias de otros países (principalmente de los EE. UU. ). Sin embargo, no debemos olvidar la influencia
"educativa" de las películas españolas, debido a que el espectador puede identificarse, con mayor facilidad, con
aquellas películas que reflejan su contexto cultural. Además haremos una mención especial sobre la película
"Tesis" ya que engloba en su argumento los dos elementos esenciales que se han tratado en este trabajo: los
medios de comunicación y las conductas violentas.
Como muestra representativa de las ideas anteriormente expuestas comentaremos nos referiremos aquí a una
serie de películas de gran taquillaje y distintas clasificaciones de audiencia.
En Titanic, por ejemplo, podría destacarse la agresividad que queda manifiesta en la separación férrea entre las
clases sociales. Esta es realmente trágica durante la salvación puesto que los obreros quedan encerrados;
abocados al naufragio. Hablamos de Frustración-Agresividad. Por otro lado, determinados comportamientos
individuales (como el del prometido de Rose o el del constructor y el Oficial del barco) dejan ver cómo el cine
refleja en las pantallas-patrones de actuación poco loables: narcisistas, cobardes . . . No obstante, en la película,
esos comportamientos, a la larga, no resultan recompensados y, tal y como se relata, finalmente el prometido de
Rose se suicida durante el crack del 29 y el Oficial termina suicidándose.

¿Es adaptativo ese comportamiento ante una situación límite?
Película de aquellos años con una gran afluencia de público fue sin duda instinto Básico. En ella se reflejan
desviaciones en las orientaciones sexuales de la protagonista (Sadomasoquismo). Además, todas las relaciones
sexuales tienen lugar en contextos con un marcado carácter violento (Presencia de drogas y armas blancas).
Aparece una dificultad para amar por parte del personaje interpretado por Sharon Stone -Todo el que me importa
se muere- ¿O simplemente lo mata?- No puedo permitirme el que alguien me importe.
El final es ambiguo ¿Hace lícita la violencia? ¿Se puede cambiar la violencia por sexualidad?
Extremadamente explícita en su violencia resultó El Silencio de los Corderos, que indaga acerca de los dos tipos
de clasificación de psicopatía que existen:
a) tipo 1: Representado en la figura de Anibal L y caracterizado por la frialdad, la falta de empatía, la
ritualización, la carencia de emociones, la ausencia de miedo y remordimientos , junto a una elevada inteligencia
así como su capacidad para detectar los puntos vulnerables de los demás.
b) tipo II: Representada en la figura de Bufalo Bill. Esta patología se caracteriza por la frialdad, una atenuación
de las emociones pero con una acusada capacidad para sentir la ira y los remordimientos.
Con connotaciones diferentes, Parque Jurásico también ref1eja una marcada agresividad como plasma la ambición
del creador de un parque de animación (Richard Attenbourg), y que hace expresarse al científico Dr. Maleon (Jeff
Goldbum) en estos términos: la falta de humildad ante la Naturaleza que se muestra aquí me deja atónito, o Es
una violación del mundo natural. Hay una similitud entre esta película y la mítica King-Kong puesto que, en
ambas, se alteran las coordenadas espacio-temporales de los animales (dinosaurios y un gorila enorme,
respectivamente) desplazándolos de su contexto natural. Finalmente, la realización del parque resulta imposible
de llevar acabo por el peligro que, como atracción encierra. Aunque no por ello se aniquila el experimento.
Otra película de gran éxito dirigida hacia un público mayoritariamente infantil y de importantes componentes para
nuestro análisis fue La Bella y la Bestia.
En esta producción de Disney la pregunta que se plantea al espectador es la siguiente: ¿Es posible amar a una
bestia? Por otro lado el mensaje central defendido es el de que la belleza está en el interior. No obstante, y para
que exista un final feliz, La Bestia debe transformarse en un apuesto príncipe. ¿No es esto una contradicción?
Tampoco el film escasea en cuanto a prejuicios y estereotipos que pueden llegar a ser muy dañinos para los
grupos que los padecen. Cuando La Bella se lamenta de la monotonía de su vida Todo sigue igual que ayer, lo
hace deseando pasión, aventuras, incluso encantamientos. . . ¿No es esto acaso un mensaje agresivo contra la
realidad que no es capaz de colmar las necesidades de una persona? Tampoco faltan los prejuicios manifiestos
contra la edad ­es un viejo chiflado, dice Gastón del padre de su amada. Además la agresividad se presenta como
un medio aceptable para alcanzar los fines: La Bestia debe secuestrar a la Bella para que le ame; el mismo
Gastón afirma por casarme con Bella seré muy cruel.
Podemos afirmar en cambio que el mensaje de EL Rey León plantea una "agresividad sana". En varias escenas se
relata abiertamente el por qué tenemos que morir y matar para que se cumpla el ciclo de la vida. "Todos estamos
unidos por el ciclo de la vida es el método pedagógico ejercido por el padre León, que no castiga a su hijo por sus
errores juveniles, sino que le enseña donde y por qué se ha equivocado.
Entre las películas españolas hay que destacar la producción de Almodóvar Tacones Lejanos. En ella se plantea la
capacidad de amar y odiar simultáneamente, tal y como expresa su protagonista: A veces también te odié pero en
estos momentos también te quería. No menos importante es la presencia de tóxicos (psicofármacos: estimulantes
y sedantes) en su vida diaria, así como la necesidad de aquella de redimirse, antes de morir, declarándose
culpable de una muerte que le es ajena.
Sin embargo Amenabar, en su ópera prima Tesis, plantea que la violencia puede ser algo innato y que existe en el
ser humano un placer latente hacia lo morboso. Esta película gira entorno a la relación, cada vez más estrecha,
que se da entre el cine y las secuencias violentas. El ejemplo más radical lo constituirían los "Snuff-Movies", o
género en el que los diversos asesinatos son filmados en vivo, al mismo tiempo que están teniendo lugar, y que
justifica la ética profesional del brillante académico, pero sobre todo la vida del seductor alumno Bosco Herranz
hasta sus últimas consecuencias.

El peligro no se queda en la ficción, dada la fuerza y frecuencia del mensaje . La inevitable gran pregunta que
surge para audiencias y profesionales de la Salud Mental sobre las implicaciones de la exposición habitual a
contenidos de gran carga violenta es la siguiente ¿Qué características intrapersonales tendría un público con un
gusto orientado hacia este tipo de películas?

Notas bibliográficas
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