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Abuso sexual infantil y sus secuelas en la vida adulta.

Fecha Publicación: 01/01/2004
Autor/autores: Ana Maria Jurado Golón

RESUMEN

El abuso sexual perpetrado en la infamcia repercute masivamente en la psique de los y las sobrevivientes. Las secuelas se pueden encontrar en casi todos los aspectos: afectivo, cognitivo, volitivo, relacional, sexual, espiritual, laboral, de tal forma que el diagnóstico se complica y el tratamiento es a su vez complejo.

Este trabajo hace una descripción de los cuadros y secuelas que presentan un grupo de sobrevivientes tratadas por la autora en coterapia con la Dra. Lourdes Corado de Herrera en la experiencia de cuatro grupos de psicoterapia. Describe además aspectos del abordaje clínico.


Palabras clave: Abordaje clínico, Abuso sexual, Secuelas, Terapia grupal, Trauma
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Psiquiatría general .

Abuso sexual infantil y sus secuelas en la vida adulta.

Ana Maria Jurado Golón.

Directora Instituto de Psicologia Aplicada. Guatemala

PALABRAS CLAVE: Abuso sexual, Secuelas, Abordaje clínico, trauma, terapia grupal.

[25/2/2004]


El abuso sexual perpetrado en la infamcia repercute masivamente en la psique de los y las sobrevivientes. Las secuelas se pueden encontrar en casi todos los aspectos: afectivo, cognitivo, volitivo, relacional, sexual, espiritual, laboral, de tal forma que el diagnóstico se complica y el tratamiento es a su vez complejo. Este trabajo hace una descripción de los cuadros y secuelas que presentan un grupo de sobrevivientes tratadas por la autora en coterapia con la Dra. Lourdes Corado de Herrera en la experiencia de cuatro grupos de psicoterapia. Describe además aspectos del abordaje clínico.

 


“ Hasta cuando voy a dejar de sentirme así”, “es desesperante”, “ no soporto mas”, son algunas de las frases que se escuchan con frecuencia en los grupos terapéuticos de sobrevivientes de abuso sexual incestuoso. Ellas describen sus vidas como “Caos”, “desastre, ” “sin sentido”.

Hace algunos años me encontraba dando clases cuando se acercó a mí una de las chicas para informarme que una de sus compañeras hablaba siempre de quererse matar, me pedía ayuda para la compañera y orientación para ella misma
Concertamos con D. una cita. Me encontré con un joven de 22 años, soltera, proveniente del interior del país cuya queja fue sencillamente: “ya no quiero vivir, no vale la pena, no valgo nada” pasaron muchos días para que lograra que en un papel, con una pequeña letra escribiera: “fui abusada, pero yo tuve la culpa”.

Como psicóloga clínica con la suficiente experiencia en cuadros depresivos creí que el abordaje sería hasta cierto punto sencillo, había leído que cuando alguien ha sido abusado (a) lo mejor es “dejar atrás” pensar “eso ya pasó”, “no vale la pena recordarlo”. La realidad es totalmente distinta, la vida de las sobrevivientes de abuso sexual e incesto es un verdaderamente caótica y el abordaje sumamente complejo.

En este artículo me propongo trasmitir el conocimiento que hoy tengo de este tipo de pacientes, la sintomatología que suelen presentar, y el abordaje terapéutico.

 

 

Definiciones

En el ámbito clínico es importante definir ABUSO SEXUAL, incesto, VIOLACIÓN POR EXTRAÑOS. Definiciones que difieren de las legales.

Según Batres (1997) incesto es “Toda agresión de índole sexual entre una niña o niño y un adulto o adulta, que mantenga con la niña o niño lazos caracterizados por la amistad, confianza, afecto, parentesco o autoridad” estos lazos son equivalentes a los consanguíneos porque conllevan factores de cuidado y confianza. Incluye así amigos de la familia, cuidadores, maestros, instructores, sacerdotes, pastores, padres, padrastros, abuelos, tíos, familiares cercanos al cuidado de la víctima, hermanos, primos.

La misma autora define ABUSO SEXUAL, de la siguiente manera “. . . son el mismo tipo de situaciones, dinámica y relaciones llevadas a cabo por extraños, sin penetración”
Por VIOLACIÓN POR EXTRAÑOS se entiende “. . . la penetración por extraños de su pene, dedo, u otro artefacto llevados a cabo en la vagina o el ano. Personas que la niña o niño no había conocido antes del hecho. ”
La diferenciación conceptual se hace necesaria, porque aunque las secuelas son similares, la dinámica psicológica es diferente.
En el caso del incesto el daño psicológico es inmensamente mayor.

 

 

Características del abuso y/o incesto

Regularmente se da en el seno de hogar y es perpetrado por una persona cercana la familia, alguien a quien la familia ha puesto confianza, incluso el propio padre. El ofensor seduce a la niña o niño y le envuelve en una serie de amenazas, “este es nuestro secreto”, “no se lo dirás nadie” “si lo dices tu mamá te va pegar, o le va pasar algo malo, tu no quieres que algo malo le pase a tu mamá, verdad?” y así noche a noche, día a día por muchos años, porque es así. Se considera que el termino medio de duración del abuso son ocho años. Ocho años en los que el niño o la niña está sometido o sometida a una verdadera tortura.

 

 

¿Qué causa el daño?

Diversas autoras concuerdan que el daño constituye una traición, una traición a la confianza que la niña o niño depositó en alguien se suponía debería cuidarla (o)*. Es esa traición la que devasta primariamente la vida psíquica de la víctima. De ahí en adelante su vida ya no será la misma: ha sido traicionada y sometida a la seducción, a la amenaza, a un mundo, con experiencias, sentimientos y sensaciones para los cuales su mente no está preparada. También es un daño a la familia: la ofensa hiere el corazón de la familia.

 

 

¿Por que se da?

El patriarcado favorece que las relaciones se den en el marco del poder, así los ofensores se sienten con el derecho de abusar del o de la niña. Son de su propiedad, lo justifican y cometen el delito. Así encontramos que ellos son personas “normales que se mueven en el ámbito social y comunitario con verdadera propiedad- Suelen ser ciudadanos respetables, que pagan sus impuestos, e inclusive hacen obras de caridad. No es cierto que la causa sea el alcohol o la pobreza, estos pueden ser facilitadores. Pero no la causa. Por otro lado, se da en todos los estratos sociales y hemos encontrado ofensores ministros religiosos, profesionales, maestros, además, desde luego de los padres y familiares cercanos.

 

 

Algunos datos

Los datos con que contamos no reflejan la realidad que se ve con frecuencia en la clínica. No hay registros confiables y hay una enorme dificultad debido a que las víctimas no se atreven a denunciarlo.

En estudios reportados en Centro América se ha encontrado una frecuencia de antecedentes de abuso sexual incestuoso entre el 5-20% (Batres 1997) en el cual el 88. 5 corresponde a niñas y 11. 5 % a niños. La misma autora informa que en un 24% la duración del abuso fue mayor de un año y el promedio de duración de 8 años.

En una muestra de 16 sobrevivientes encontramos los siguientes datos, ( Corado y Jurado 2001) : Edad de inicio del abuso: Antes de los 6 años, 33% , entre 5 y 10 años, 66%. Duración del abuso: mas de 10 años, 16%; entre 5-10 años, 58. 3% y entre 2-5 un 25%. En esta misma muestra encontramos que el ofensor es el padre en un 16%, en esta misma proporción se encuentra abuelo, amigo de la familia y tío. En un 8% el ofensor es primo, hermano, padrino y padrastro. En todos los casos el ofensor es varón. Estos datos concuerdan con lo encontrado en otros estudios y confirman que el abuso se inicia antes de los 10 años, dura muchos años y es perpetrado por alguien muy cercano a la familia.

En México, datos de la Asociación Mexicana contra la Violencia hacia las mujeres (Lammoglia, 1999) reporta un estudio de 300 mujeres afectadas por violencia intrafamiliar, entre otros datos, el 30% sufrieron abuso sexual durante varios años, el 26% se inició a los 6 años, en un 17% entre los 9 y 10. años; la agresión ocurrió dentro del hogar en un 74%; en un 84% de los casos, la violación fue consumada, el 78% fue abusada por un conocido; un 72% no denunció el caso ante las autoridades competentes.

Ramos, Lira y cols, citado por Lammoglia reporta también que en el noventa de los casos que la agresión tuvo lugar dentro del hogar, y en un 20% el abuso tuvo lugar en años. En el 30% la agresión sucedió a los 7 años.

 

 

Síntomas y efectos posteriores

Una de sobreviviente utiliza la metáfora de “nudo ciego” habla de cómo su mundo interno es una enmaraña en la que si se afloja algo, otro aspecto se aprieta y viceversa.
Otra dice que siente “mucha bulla” en su cabeza. Alude a la confusión, las dificultades y bloqueos que la aqueja.
Aunque los síntomas y efectos posteriores son muchísimos, haré una mención de los mismos y ahondaré en aquellos que considero son de especial importancia para los profesionales de la conducta.

En primer lugar las secuelas pueden encajan en el diagnóstico ESTRÉS POST-TRAUMATICO (DSM-IV, APA 1996). Judith Herman (1992) plantea un esquema que amplía la problemática en relación a los vínculos que la víctima establece con el agresor, y le llama “SÍNDROME DE ESTRÉS POST-TRAUMATICO COMPLEJO”

Esta autora agrupa las secuelas de la siguiente manera:

· Antecedentes de haber estados sometidas aun control totalitario por un período prologado (de meses o de años).
· Alteraciones en la regulación del afecto.
· Alteraciones en la conciencia.
· Alteraciones en la auto percepción.
· Alteraciones en la auto percepción del ofensor.
· 6. Alteraciones en las relaciones con otros.
· Alteraciones en el sentido de pertenencia.

Basándonos en la experiencia del trabajo con sobrevivientes de abuso sexual e incesto hemos encontrado los siguientes síntomas y efectos posteriores en la vida adulta1.

 

 

Miedos

Las sobrevivientes sufren de temores diversos, miedo a estar solas, a la oscuridad. Al abandono, incluso de la o el terapeuta, al rechazo, a los cambios, a estar en público, a la intimidad, por lo que las relaciones de pareja son muy dificultosas.

Miedo a perder el control, miedo a enloquecer, a ser tocada, a la sexualidad y los sentimientos y sensaciones sexuales; temor aciertos lugares ( regularmente asociados al abuso). Una paciente mostraba miedo a estar en el cine –el abusador la manoseaba en las salas de cine-; miedos inexplicables relacionados con sus propios hijos, por lo que los protegen excesivamente o no los dejan con ninguna otra persona; miedo a los exámenes pélvicos, por lo que postergan la ida al médico, se resisten a asistirla médico o se disocian cuando están siendo examinadas; miedo a ciertos lugares- parques, bosques, closets, dormitorio, casas, etc. Una de las integrantes del grupo no puede entrar a baños y vestidores de lugares públicos sino es en compañía.

 

 

Síntomas físicos

Las sobrevivientes suelen tener mucha tolerancia al dolor, al cansancio, al hambre, es decir, no tienen sensibilidad para observar las señales de su cuerpo. Contrariamente, algunas sensaciones son expresadas con reacciones físicas. Tienden a esconder su cuerpo con ropas flojas. Ofrecen mucho problema respecto a la imagen corporal, por lo que engordan fácilmente-como protección- o bien tienen problemas alimenticios como anorexia y bulimia. Manejan enfermedades físicas en las que se sospecha fuertes componentes psicológicos, como los trastornos psicosomáticos o somatoformes. Se auto lesionan.

Una paciente solía bañarse con una piedra pomes en el afán de “limpiar su cuerpo”. Suelen también, sentir rechazo manifiesto hacia su cuerpo “yo no me acepto así’. Sufren también de tensión muscular, por lo que es frecuente la cefalea por tensión y el dolor de espalda. Presentan trastornos gástricos inexplicables y son frecuentes problemas ginecológicos como amenorrea, dismenorrea, dispareunia y vaginismo.
Muchas de ellas tienen una historia ginecológica compleja, incluyendo abortos inducidos.

 

 

Secuelas emocionales

La lista de las secuelas emocionales es amplia y compleja, desordenes de la alimentación, (anorexia, bulimia, etc. ) Distorsiones de la percepción del propio cuerpo. Trastornos compulsivos, Trastornos adictivos-adicción a substancias adictivas o de otro tipo-. codependencia, Conductas autodestructivas, riesgos innecesarios y poco juiciosos. ideación suicida e intentos de suicido. La ideación suicida suele ser obsesiva. Es frecuente la depresión tanto severa y aguda, así como de manera crónica, que amerita el diagnóstico de distimia. Se pueden observar diferentes trastornos de ansiedad, especialmente, ataques de pánico. Sentimientos de culpa abrumadores, la mayoría de las sobrevivientes han pasado muchos años sintiendo que ellas fueron las culpables del abuso y se reprochan el no haberse defendido, en no haber pedido ayuda, el haber permitido, el haber sentido placer, en algunos casos.

También exhiben conductas sumamente controladoras, suelen controlar en las relaciones, en el trabajo, con mucha tendencia a la perfección, como defensa ante la angustia a perder su propio control.

La sobreviviente se percibe así misma como mala, sucia, “diferente” lo manifiesta que su autoestima está muy lastimada. Esto la lleva a establecer relaciones poco gratificantes y en las que es víctima de abuso físico y emocional.

Se observa también muy pobre control emocional, así se les dificulta manejar emociones fuertes, especialmente la ira, el miedo y a la vez su conducta puede ser retraída y buscar el aislamiento. Otras suelen presentar ataques de ira incontrolable.

Un aspecto importante es la despersonalización y desrealización- suelen sentirse como que si no es ella, extraña- o disociarse, experimentando personalidades múltiples.

Los sentimientos de desesperanza son frecuentes. Muchas de las integrantes del grupo tienen la idea que no son normales y que nunca van a poder salir de ello, aunque tienen fuertes sentimientos de olvidar lo que pasó, de dejar atrás y se frustran cuando esto no es posible.

 

 

Relaciones

Las sobrevivientes tienen mucha dificultad para aceptar el amor de otros, porque prevalece el sentimiento de no merecer, de ser indigna, de estar manchada, “ser sucia”, “mala o defectuosa”. La convivencia en pareja hace dificulta la expresión de sentimientos, muchas veces se contienen de expresar lo que sienten por temor a perder el control y la idea que algo muy malo va a pasar: por otro lado, el desbordamiento de la ira es una característica que desconcierta a la pareja.

Una dificultad manifiesta en esta área es la confianza. Le cuesta confiar en la pareja, amigas, familiares, conocidos, de tal manera que se mantiene hipervigilante, con temor de que algo malo pueda suceder, aunque muchas veces por la dificultad de discriminar con quien relacionarse puede revictimizarse en relaciones abusivas.

 

 

Sexualidad

Esta área ofrece múltiples síntomas y secuelas. Algunos de ellos son: anorgasmia, dificultad para disfrutar la sexualidad o parte de ella, dificultad de ser tocada, rechazo al sexo, este es considerado, malo, sucio, pecaminoso. Muchas veces tienen “flashbacks” durante la relación sexual, sensaciones corporales desagradables, pánico o ausencia total de sensaciones (anestesia corporal).

Puede ser también que la sobreviviente presente una conducta promiscua, sexo obsesivo y compulsivo, sin satisfacción como producto de su auto percepción: “Solamente soy un objeto sexual”.

 

 

Memoria

Muchas de las sobrevivientes no recuerdan el abuso o tienen únicamente ideas vagas, recuerdos entrecortados o entre bruma, o sensaciones corporales que les hacen pensar que “algo pasó”. Pueden sufrir lagunas mentales, especialmente si se disocian.

Por otro lado, suelen tener sueños o pesadillas del abuso o simbólicos del mismo; una paciente nuestra sueña repetidamente que un rinoceronte la persigue. Los “flashbaks” son frecuentes, lo mismo que los disparadores, que se presentan ante estímulos que se pueden asociar al trauma. Una paciente, no soporta ponerse crema de cuerpo, porque probablemente lo asocia con el ritual que el abusador hacía durante los años del abuso regar el semen por su cuerpo.

 

 

Espiritual

Las secuelas en esta área van desde insistencia de obtener la salvación y ganarse a Dios, hasta, lo más frecuente, ira hacia Dios, incapacidad de confiar en El. . : ”donde estaba Dios cuando eso sucedió”. Pueden sentirse indignas y no merecedoras del amor de Dios por que el vacío espiritual es constante.

 

 

Secuelas observadas en mujeres asistentes a los grupos de terapia N=30

RELACIONALES:

Baja autoestima ………………………100%
Temor a la intimidad afectiva ……100%
Desconfianza …………………………100%
Dudas cobre su identidad
(no homosexualidad) …………………100%
Relaciones conflictivas ……………. 100%
Anorgasmia ……………………………17%
Confianza indiscriminada …………. 33%

EMOCIONALES:

Culpa……………………………… 100%
Vergüenza………………………. . 100%
Disgusto por el cuerpo………. . . . . . . . 100%
Enojo con la madre……………. . . . . . . 100%
Ambivalencia con el ofensor. . . . . . . . 100%
Disociaciones……………………. . . . . . 50%
Lagunas-memoria……………. . . . . . . . . 100%

Crisis paralizantes……………………. 100%
Pesadillas traumáticas……………. . . 100%
Sentimientos de impotencia
Psicológica……………………………. 100%
Dificultad para decir No………. . . . . . . . . 100%
Fobias………………………. ……. . . . . . . . . . . 83%
Ira…………………………………. . . . . . . . . . 100%

 

CONDUCTUALES:

Negativismo………………………………. 100%
Suicidio Pasivo/activo…………………… 83%
Abuso de substancias ……………………. 67%
Cortarse la piel………………………………33%
Actividad sexual indiscriminada………. 83%
Ausencia de actividad sexual…………… 1%
Des. Alimenticios (anorexia-bulimia)… 67%
Prostitución……………………………………33%

 

PROBLEMAS FISICOS:

Cefalea…………………………………. . . . . . . . 33%
Otros desordenes psicosomáticos. . . . . . . . 100%
Desordenes de la piel…………………. . . . . . . 33%
Personalidad múltiple…………………. . . . . . . 33%
Otros diagnósticos……………………. . . . . . . . 100%

 

 

Tratamiento

La psicoterapia tradicional tiene pocos efectos. Hemos conocido casos de iatrogenia por profesionales que no conocen del tema y manejan mitos acerca del mismo. Nosotras mismas, anteriormente hicimos diagnósticos equivocados y abordajes desafortunados. En nuestras universidades, hasta hace pocos años no se incluía el tema. Todavía actualmente hay carencia de información al respecto. Muchos profesionales nos hemos formado en la práctica y mediante lecturas especializadas.

En nuestra experiencia así como de especialistas (Batres 1997) el mejor abordaje es el grupal. Los modelos difieren, sin embargo, parece ser que la psicoterapia de grupo con una línea ecléctica en la que se entrelazan diversas técnicas, existenciales, conductuales, relacionales y narrativas así como un enfoque de género que da sentido al trauma y a la recuperación aseguran mejores resultados. La psicoterapia individual está indicada siempre y cuando sea enfocada a la recuperación del trauma2. El enfoque de género es indispensable, enriquece el proceso, porque favorece la comprensión del trauma y empodera a la mujer para lograr un fortalecimiento interno. Las técnicas hipnóticas así como EMDR3 aunadas a una profunda sensibilización, en nuestra experiencia preparan a la sobreviviente para ingresar posteriormente a un grupo psicoterapéutico.

Dentro de la terapia de grupo, hay diversos modelos, (Batres 1999 , Bass y Davis 1994, Prendergast , Linnell y Cora, 1996/97. Corado y Jurado 2000) Casi todos los modelos grupales comparten la importancia de efectuar un proceso por etapas que comprende una etapa inicial: Fortalecimiento y búsqueda de seguridad, una segunda etapa: recuerdo y duelo y una tercera: Reintegración y Revalorización. (Corado y Jurado 2000).

El abordaje clínico de sobrevivientes de abuso sexual infantil en la vida adulta exige de o la profesional una profunda sensibilidad, y un amplio conocimiento del tema. Los y las profesionales deberán ser sensibles al género para lograr la comprensión amplia de la o el paciente, así como para ofrecer el continente que ayude a recobrar la confianza y le permita pasar por el proceso de autreconstrucción. El proceso muchas veces es penoso para la o el cliente ay aún para la o el terapeuta. Problemas de contratransferencia son frecuentes, porque la terapeuta tiene que lidiar con su propia historia vital y con la demanda excesiva de atención por parte de ola clienta.

También se requiere flexibilidad para emplear estrategias y técnicas de cambio diversas, que respondan a los complejos sintomáticos. El uso de medicamentos, según nuestra experiencia solamente son eficaces a nivel sintomático y en los momentos de crisis. Por otro lado, los psicofármacos pueden facilitar el trabajo psicológico y la producción dentro del grupo. En ocasiones también hemos acompañado el trabajo grupal con intervenciones familiares con objetivos muy puntuales. (Madanes, 1993).

 

 

Bibliografía

· Bass Ellen y L. /Davis, El coraje de Sanar, Ediciones Urano S. A. 1995.

· Batres Méndez Gioconda, Del Ultraje a la Esperanza, ILANUD, San José Costa Rica, 1997.

· Batres Méndez. Gioconda, Compiladora, Manual de Lecturas para cursos de violencia doméstica de la academias de policía, ILANUD, 1999.

· Batres Méndez, Gioconda, tratamiento Grupal: adultas y adolescentes sobrevivientes de incesto y abuso sexual. ILANUD, 1998

· Corado Lourdes y Ana M. Jurado, Abordaje Terapéutico de Sobrevivientes de abuso sexual e incesto, Ponencia, I Encuentro de Profesionales y Estudiantes de psicología Universidad Rafael Landivar. Guatemala, 2000.

· Corado Lourdes y Ana M. Jurado, Abordaje Terapéutico de Sobrevivientes de abuso sexual e incesto, Conferencia, Coalición para erradicar la violencia intrafamiliar, Guatemala, 2001

· Cloe Madanes, Sexo, Amor y Violencia Paidós terapia Familiar 1993.

· DSM – IV Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Masson, S. A. 1996.

· Herman, Judith, trauma and Recovering, Basic Books Publishers, 1992

· Lammoglia, Ernesto, Abuso Sexual en la infancia, Grijalvo, 1999.

· Linnell Sheridan y Dorothy Cora, Descubrimientos, (Discoveries) Southwood Press Marrickville, 1993 Traducido por OPCIONES equipo psicoterapéutico, Colombia, 1996/97.

· Portillo Remedios, tratamiento psicológico de niños víctimas de abuso sexual (en red) disponible en :www. psiquiatria. com/articulos/trastornos infantiles/3581/

· Prendergast, Willian The Merry-Go- Round of Sexual Abuse.

· Sayavedra Gloria y Eugenia Flores, Ser mujer. Un riego para la Salud? Red de Mujeres A. C. México 1997.

· Shapiro, Francine. Eye Movement Desensitization and Reprocessing Basic Principles, protocols and procedures, The Guiford Press 1995

 

 

Notas

* en adelante se empleará en género femenino por razones de que el abuso sexual e incesto es mas frecuente en niñas, aunque también se da niños.

1 La experiencia de referencia la constituye el trabajo con cuatro grupos terapéuticos, con un total de 30 mujeres sobrevivientes de incesto en coterapia con la psiquiatra Lourdes Corado de Herrera en el Instituto de psicología Aplicada de la ciudad de Guatemala.

2 Morales Chinchilla, Enrique, 1997 Conferencia. Guatemala

3 EMDR “Eye movemet Desensitization and reprocessing” es una técnica creada por Francine Shapiro, Ph. D. , aplicada ampliamente en Estres Post-traumático.


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