PUBLICIDAD

Me Gusta   0 0 Comentar  0 0
  DESCARGAR

Dependencias Sentimentales y Género

Fecha Publicación:
Autor/autores: María de la Villa Moral Jiménez , Carlos Sirvent Ruíz, Cruz Rivas Reguero, Rocío García Gilbert, Maite Montes Nava, Glenda Cuetos

RESUMEN

Conceptualizamos las Dependencias Sentimentales (D. S. ) como trastornos caracterizados por la manifestación de comportamientos adictivos en la relación interpersonal asociado a un patrón crónico de demandas afectivas frustradas, con disfuncionalidad de los vínculos, desadaptación de las relaciones, asimetría de la relación y la necesidad cronificada del otro, como principales descriptores. De acuerdo con los resultados del equipo investigador (Blanco et al. 2010) en mujeres adictas las dependencias relacionales suponen el principal factor de recaída de muchas pacientes deshabituadas. En este sentido, se constata que, aproximadamente, el 70% de las mujeres en tratamiento por adicción presentan rasgos de bidependencia en mayor o menor intensidad.

Objetivo e hipótesis de investigación: Descrito lo anterior, el objetivo de este trabajo es analizar las diferencias inter-género en diversas muestras clínicas (dependientes emocionales, codependientes y bidependientes) y de población general.

Método. La muestra total está integrada por 880 sujetos, de los cuales el 11, 4% (n=100) están filiados como DE, el 5, 9% (n= 52) como CDP y el 8, 5% (n=75) como BDP, asimismo han sido seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple de la población del Principado de Asturias (España) 311 sujetos de población general que representan el 35, 3% de la muestra total.

Como grupos de comparación se han seleccionado 295 adictos en tratamiento en “Fundación Instituto Spiral” y 47 familiares no codependientes, que representan, respectivamente el 33, 5% y el 5, 3% de la muestra total. Se ha administrado el inventario de Relacionales Interpersonales y Dependencias Sentimentales (I. R. I. D. S. -100, Sirvent y Moral, 2007), que es un instrumento con probada validez, consistente, y que diferencia cuatro tipos de dependencia interpersonal: Relacional, Emocional, Bidependencia y codependencia. Como hipótesis de trabajo se plantea que se hallarán diferencias inter-género intermuestrales en las dimensiones y factores sindrómicos analizados entre las poblaciones clínicas y las de comparación y de población general.

Resultados. Se ha confirmado la existencia de diferencias inter-género según el tipo de dependencia sentimental, hallándose un perfil de mayor heterocontrol relacional en las mujeres codependientes y de hiperestimulación más intensa en el caso de los varones dependientes emocionales y bidependientes.


Palabras clave: Dependencias sentimentales; Dependencia emocional, Codependencia, Bidependencia, Género.
Tipo de trabajo: Comunicación
Área temática: Patología Dual .

(1) Profesora Titular Universidad de Oviedo. (2) Psiquiatra. Director de Fundación Instituto Spiral. (3) Psicóloga. Centro Terapéutico Femenino. Fundación Instituto Spiral. (4) Psicóloga. Fundación Instituto Spiral. (5) Investigad

DEPENDENCIAS SENTIMENTALES Y GÉNERO
SENTIMENTAL DEPENDENCES AND GENDER
Moral, M. V. 1, Sirvent, C. 1, Rivas, C. 2, García-Gilbert, R. 2, Montes, M. 1, Cuetos, G. 1
1. Universidad de Oviedo
2. Fundación Instituto Spiral (Oviedo)
mvilla@uniovi. es
Dependencias sentimentales. dependencia emocional. codependencia. Bidependencia. Género.

RESUMEN
Conceptualizamos las Dependencias Sentimentales (D. S. ) como trastornos caracterizados por
la manifestación de comportamientos adictivos en la relación interpersonal asociado a un patrón crónico
de demandas afectivas frustradas, con disfuncionalidad de los vínculos, desadaptación de las relaciones,
asimetría de la relación y la necesidad cronificada del otro, como principales descriptores. De acuerdo
con los resultados del equipo investigador (Blanco et al. 2010) en mujeres adictas las dependencias
relacionales suponen el principal factor de recaída de muchas pacientes deshabituadas. En este
sentido, se constata que, aproximadamente, el 70% de las mujeres en tratamiento por adicción
presentan rasgos de bidependencia en mayor o menor intensidad. Objetivo e hipótesis de
investigación: Descrito lo anterior, el objetivo de este trabajo es analizar las diferencias inter-género
en diversas muestras clínicas (dependientes emocionales, codependientes y bidependientes) y de
población general. Método. La muestra total está integrada por 880 sujetos, de los cuales el 11, 4%
(n=100) están filiados como DE, el 5, 9% (n= 52) como CDP y el 8, 5% (n=75) como BDP, asimismo
han sido seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple de la población del Principado de
Asturias (España) 311 sujetos de población general que representan el 35, 3% de la muestra total.
Como grupos de comparación se han seleccionado 295 adictos en tratamiento en "Fundación Instituto
Spiral" y 47 familiares no codependientes, que representan, respectivamente el 33, 5% y el 5, 3% de
la muestra total. Se ha administrado el inventario de Relacionales Interpersonales y Dependencias
Sentimentales (I. R. I. D. S. -100, Sirvent y Moral, 2007), que es un instrumento con probada validez,
consistente, y que diferencia cuatro tipos de dependencia interpersonal: Relacional, Emocional,
Bidependencia y codependencia. Como hipótesis de trabajo se plantea que se hallarán diferencias
inter-género intermuestrales en las dimensiones y factores sindrómicos analizados entre las
poblaciones clínicas y las de comparación y de población general. Resultados. Se ha confirmado la
existencia de diferencias inter-género según el tipo de dependencia sentimental, hallándose un perfil
de mayor heterocontrol relacional en las mujeres codependientes y de hiperestimulación más intensa
en el caso de los varones dependientes emocionales y bidependientes.

"El amor infantil sigue el principio: "Amo porque me aman". El amor maduro obedece al principio: "Me aman
porque amo". El amor inmaduro dice: "Te amo porque te necesito". El amor maduro dice: "Te necesito porque te amo". "
Erich Fromm. El arte de amar.

1. INTRODUCCIÓN. EL AMOR DESDE LA PSICOLOGÍA SOCIAL: CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LAS
EMOCIONES
Hay personas que nunca se habrían enamorado si no hubieran oído hablar nunca del amor,
sentenció François de la Rochefoucauld
(2)

(1)Siglos después, desde una perspectiva psicosocial Geertz
afirmó incisivamente que: "'No sólo las ideas, sino además las emociones, son artefactos culturales'".

En este sentido, se sostiene que las emociones, tal y como las interpretamos, son resultado de un proceso
de construcción sociocultural. La enorme variedad y disparidad de emociones y de significados atribuidos,
la polisemia de vocablos y de sus matices diferenciales con que designadas, las comunalidades y
divergencias interpretativas basadas en los simbolismo atribuidos, el modo de exteriorizar ante los otros
lo que sentimos, las propias representaciones sociales sobre las emociones y las visiones arquetípicas y
estereotipadas acerca de las emociones y sentimientos, entre otros indicadores, abundan en una
tendencia a rechazar la universalidad de las emociones y a afirmar su determinación sociocultural, tal y
como se defiende desde la psicología Social (véase

Podría parecer, en nuestra opinión equivocadamente, que lo que nos ofrece la psicología Social en las temáticas de las emociones, el
amor y la atracción interpersonal es una suma de trivialidades. Hecho este ejemplificado incisivamente
por McGuire de esta manera: consideremos el caso de un estudiante que al volver de la Facultad,
de clase de psicología Social, le pregunta su abuela: "¿Qué tal? ¿Qué hay de nuevo con la Psicología
Social?", ante lo que él responde ufano: "Hemos examinado un par de interesantes experimentos que
confirmaban la hipótesis de que cuanto más atractivas físicamente son las personas, más deseables
se las juzga como compañeras para casarse". Y la abuela replica extrañada: "¿Y para aprender esto
has estado estudias Psicología?". Al fin y al cabo, en sentido laxo, como arguye Foss

(7)

: "Algunas personas argumentan que la psicología es fundamentalmente sentido común revestido de un lenguaje
preciosista". Podría quedar, pues, la sensación de que los psicólogos sociales hemos de dedicar nuestro
tiempo a cosas menos banales, como si esto verdaderamente no fuera de interés, máxime teniendo
en cuenta los recelos de la psicología ortodoxa, de ahí que hayan sido consideradas como cuestiones
menores

(8-10)

. En cualquier caso, en las tres últimas décadas se ha convertido en un tema serio en la psicología Social con aportaciones de reconocido prestigio

(11)

. Como recoge Sangrador (12), la temática del amor ha sido objeto de interés en nuestra disciplina tanto en diversas monografías
trabajos de interés

(16-19)

(13-15)

, como

. En nuestro país las contribuciones psicosociales han cobrado un renovado interés, ya sea específicamente interesándose en los estilos de amor, sus mitos y paradojas (véase), así como por extensión sobre las bases sociales de la emoción

20-23

(24-28)

10,

. En consecuencia, el generalizado e inicial desinterés se ha tornado en expectación.
Baste recordar que uno de los pioneros de la psicología, William James  se interesó en la percepción del amor, concibiendo el amor como producto de un cambio corporal. Así, la emoción es
un sentimiento secundario activado indirectamente, según el citado James. Como esgrimen Schachter

y Singer

(30)

, entre otros, la idea dominante en Estados Unidos hasta la mitad del siglo XX, era que
únicamente la conducta emocional podía ser el objeto de una psicología de la emoción, de manera
que desde la perspectiva conductista se excluyó el análisis de la experiencia y de la conciencia
emocional. En cambio, la psicología europea se centró en la estructura de la experiencia inferida.
Desde la citada aproximación psicosocial de la conocida teoría bifactorial de las emociones desarrollada
por los propios Schachter y Singer se defiende que la experiencia amorosa requiere dos
componentes: una fuerte activación emocional, y un etiquetamiento de la misma como "amor" o
"enamoramiento", de lo cual se deducen posibles atribuciones erróneas de la que se derivan diversas
consecuencias e implicaciones. Se valoran las experiencias emocionales como un producto de la
excitación fisiológica, del modo cómo interpretamos cognitivamente la excitación.
Desde nuestro posicionamiento se defiende que las emociones son concebidas como rasgos
constitutivos no de los individuos sino de las relaciones

(31)

. ello representa el reconocimiento de una modulación social del fenómeno ya que son reformuladas intersubjetivamente y están influenciadas por
la interrelación de factores de muy diversa índole que conforman un complejo entramado.
Específicamente, se alude a la construcción social de las emociones. Así, hemos de reconocer que el ser
humano es mucho más irracional y emocional de lo que creemos

(32-34)

y, en segundo lugar, se asume desde la psicología cultural que los procesos psicológicos (emociones, personalidad, motivación, etc. )
son construidos por la cultura, a la vez que son las personalidades y sus conductas las que crean la
cultura, componiendo una dinámica de mutua constitución

(35)

Ciertamente, la relación entre los procesos, determinantes y consecuencias de la emoción y los
procesos interactivos desarrollados a través del lenguaje está bien establecida

(36-39)

. En este sentido,  se ha tendido a profundizar en el estudio de la construcción social de las emociones a través del
binomio emoción-lenguaje, focalizándose el interés ya sea en si las emociones se pueden "localizar"
en el lenguaje o si a través del lenguaje se accede a las emociones
En opinión de Harré

(37)

(40-42)

(recogido por Belli et al. , ). 36

en esta nueva psicología de las emociones: "El giro discursivo en los estudios sobre la emoción desplaza el foco de la investigación
de los estados fisiológicos de los individuos a los actos sociales que la expresión pública de
estos estados sirve para ejecutar. Otra consecuencia de este desarrollo es que ahora resulta
necesario prestar atención a las reglas locales para la expresión de la emoción. Si las
emociones son ante todo actos interpersonales y sólo secundariamente expresión de
sentimientos subjetivos interpersonales, entonces necesitamos plantearnos la cuestión de
cómo un receptor de una expresión emocional es capaz de reconocer esa expresión como la
ejecución de un acto particular. El receptor debe ser capaz de manejar una amplia serie de
reglas interpretativas para expresar y para interpretar las emociones".
Las emociones no sólo son vividas, sino que son socioconstruidas, según la estimación de Averill
(43)

. Se sostiene que están influidas por los vocabularios afectivos y motivacionales mediados por la
acción de ideologías sociales que proveen como estándares de legitimación social mediante las que se
definen las representaciones sociales sobre las emociones, los afectos y, específicamente, el amor
47)

(22, 44- que se aportan a modo de explicaciones y justificaciones de acciones socialmente legitimadas.

Aprehender las emociones es complicado por la propia futilidad de las mismas. Desde el presupuesto
relativo a la construcción social de las emociones se asume que su valoración e interpretación va
cambiando acorde con las épocas históricas, son gestadas a través de los procesos socializadores y
designadas lingüísticamente.
Desde una perspectiva psicosocial Torregrosa

(4)

sostiene que las emociones y los sentimientos humanos son resultado de las relaciones sociales, lo cual no supone ninguna concepción sobresocializada
del individuo, ni conduce a la negación de los estados de excitación corporal ni incurre en la negación de
procesos de diferenciación y especialización de algunos sistemas en el organismo y la regulación de los
estados emocionales y/o afectivos. Como matiza Torregrosa (4), con sumo acierto, con un argumento con
el que coincidimos plenamente:
"Ahora bien, el hecho de que las emociones sean socialmente construidas, no quiere decir
que tengan que ser improvisadas en cada situación concreta de interacción. Las personas
concretas que intervienen y se relacionan en cada situación son ya una construcción social, unos
modos o estilos de enfocar las situaciones de actuar y sentir ante y en ellos. No es necesario
atenerse a un normativismo situacional que explicaría las emociones en términos de las normas
que regulan o prescriben cómo debemos sentirlas. La previa estructura personal, psicosocialmente desarrollada, predispone a esa específica forma de experiencia. Pero la sociedad no
puede dejar a la mera espontaneidad individual o interpersonal lo que ha de sentirse en cada
situación concreta, en cada uno de sus ámbitos institucionales, en cada uno de sus estatus o
roles sociales. Establece, por tanto, normas o reglas de las emociones, del sentir adecuado para
esas situaciones y que progresivamente se van instaurando en la economía psíquica de la
persona" (p. 186).
Conectado con la temática de la dependencia emocional (véase
título Amor y adicción el texto de Stanton Peele

(51) se explicita que bajo el marcó un hito en el estudio y comprensión de
ciertas relaciones de pareja, apasionadas e irracionales. De acuerdo con su planteamiento, el adicto
al amor sufre la absorción por su pareja, se focaliza en la persona de la que depende idealizándola y
justificándola, desatiende tanto sus obligaciones como otras relaciones familiares y sociales y
manifiesta celos inmotivados, como principales características. Asimismo, Peele

(51)

incide en el hecho de que el sujeto adicto al amor muestra tolerancia hacia el abuso físico o emocional del otro, como si
de una demostración más de su inmenso amor se tratara y que tienden a la reiteración con relaciones
destructivas con distintas parejas. En sentido estricto, sostenemos que el amor no puede cuantificarse
como tal, sino cualificarse. No se trata de un amor desmedido, ni de un querer demasiado, sino de un
malquerer, según Sirvent

(48)

. En nuestros estudios conceptualizamos las Dependencia Emocional
(D. E. ) como un patrón crónico de demandas afectivas frustradas, que buscan satisfacerse mediante
relaciones interpersonales de apego patológico (véase
 Como expusimos en Moral y Sirvent algunas de las características descriptoras más destacadas hacen referencia a: a) la posesividad y el
desgaste energético psicofísico intenso, b) la incapacidad para romper ataduras, c) el amor condicional
(dar para recibir), d) la pseudosimbiosis (no estar completo sin el otro), e) el desarrollo de un locus
de control externo, f) la elaboración de una escasa o parcial del problema, g) la voracidad de
cariño/amor, h) la antidependencia o hiperdependencia del compromiso y, finalmente, i) la
experimentación de desajustes afectivos en forma de Sentimientos Negativos (culpa, vacío emocional,
miedo al abandono).

Aun cuando las adicciones no dependen del género, éste influye en todo proceso adictivo, aun
cuando resulta agenérico (55). Como apuntamos en otra oportunidad

(56)

, abundan en la literatura sobre el tema referencias a cuestiones tales como la vinculación entre la identidad de género y la afectividad
y las emociones

(57), así como sobre la estructura de los afectos y determinantes socioculturales en el
aprendizaje de las emociones en función del género
pareja y sus conflictos
(66)

(62-65)

(58-61)

y, específicamente, sobre las relaciones de

, en relación al amor romántico y la subordinación social de las mujeres y sobre la dependencia afectiva desde una perspectiva de género

(52)

, cuestión nuclear en este estudio.
Una vez descritos los antecedentes expuestos, como objetivo general de la investigación se
plantea realizar un análisis de los perfiles característicos de las Dependencias Sentimentales
(Dependencia Emocional, codependencia y Bidependencia) en función del género. Como hipótesis de
trabajo se propone que se hallarán diferencias inter-género intermuestrales en las dimensiones y
factores sindrómicos analizados entre la población clínica, las muestras de comparación (adictos y
familiares no codependientes) y la población general.

2. MÉTODO
Participantes
Se han seleccionado diversas muestras clínicas mediante un diagnóstico llevado a cabo por el
equipo multidisciplinar de psicoterapeutas de "Fundación Instituto Spiral" (Oviedo y Madrid).
Han participado en el estudio cien casos de sujetos diagnosticados como Dependientes Emocionales
de los cuales el 73, 1% (n=57) son mujeres y el 26. 9% (N=21) restante hombres. De acuerdo a la
estratificación por edades, la media se halla en 38. 84 años (DE=9, 554), situándose la moda en 39
años, el mínimo de edad en 20 y el máximo en 61. Casi la mitad de los mismos están solteros (44, 9%),
más de un tercio declara haber tenido dos matrimonios/parejas (33, 3%), una cuarta parte una única
pareja estable, un 19, 4% ha convivido con tres parejas y un 16, 7% con cuatro o más. Respecto a
otras variables sociodemográficas de interés un 27, 0% de la muestra de dependientes emocionales
ejercen profesiones liberales/funcionariado y un 28, 4% son obreros cualificados. Más de un tercio de
los integrantes de la muestra (37, 7%) han cursado estudios universitarios de Grado Superior y un
25. 3% Bachiller. Por lo que respecta a la adscripción socioeconómica la mayoría de los miembros que
componen la muestra (72, 1%, n=44) se declaran como pertenecientes a la clase media. Respecto a
los núcleos familiares están integrados por dos o cuatro miembros (25, 4% y 23, 9%, respectivamente)
de los hogares están compuestos por cuatro miembros y un 60 por ciento (59, 1%). El 16, 9% está
diagnosticado de depresión y ansiedad, un 9, 9% de depresión, un 8, 5% de ansiedad, así como
respecto al historial de drogodependencias el tabaquismo (5, 7%), el consumo de psicofármacos
(4, 3%) y el uso de alcohol y cocaína (2, 9%) representan las principales adicciones. También se han
seleccionado diversas subpoblaciones clínicas de pacientes con Bidependencia (hábito relacional acomodaticio típico de un adicto o ex adicto a drogas) (N=75) y codependencia (relación de
dependencia que establece un familiar respecto a otro consumidor de drogas) (N=52).
Mediante un muestreo aleatorio simple se han seleccionado 311 sujetos residentes en el
Principado de Asturias (España), siendo la muestra representativa de la población general española.
De acuerdo a la adscripción por género, componen la muestra un 53, 1% de mujeres (46, 9% varones),
con edades comprendidas entre los 18 y los 73 años (media=36, 06, DE=12, 154), predominantemente
solteros (67, 9%, n=209), con estudios universitarios cursados (Grado Medio, 19, 7%, n=61; Grado
Superior, 25, 5%, n=78), de nivel socioeconómico medio (84, 2%, n=202), de entornos familiares con
cuatro o menos miembros (81, 4%), y que han convivido a lo largo de su vida con una (40, 9%, n=124)
o dos parejas (28, 1%, n=85).
En la tabla 1 se ofrecen en detalle los resultados de variables sociodemográficas por tipo de
subpoblación, en aspectos relativos a edad y género, estado civil, profesión, nivel cultural, nivel
socioeconómico, números de miembros en el hogar, números de hijos, número de hermanos y número
de parejas.

tabla 1. Variables sociodemográficas por tipo de subpoblación

DE

G. Control

% n

% n

Femenino 73, 1 (57)

Femenino 53, 1 (173)

20 a 61
_
X 38, 84 (DT 9, 554)
Soltero
44, 9 (35)
Funcionario
27 (20)
Bachiller
25, 3 (19)
Medio
72, 1 (44)
2
24, 4 (18)
0
41, 7 (30)
2
36, 6 (26)
2
33, 3 (24)

17 a 62
_
X 38, 84 (DT 12, 154)
Soltero
67, 9 (209)
Obrero cualificado
19, 9 (61)
Bachiller
27, 7 (84)
Medio
84, 2 (202)
4
42, 3 (130)
0
55, 4 (165)
2
40, 0 (124)
1
40, 9 (124)

Datos sociodemográficos

Género
Edad
Estado Civil
Profesión
Nivel cultural
Nivel socioeconómico
Nº de miembros en el hogar
Nº de hijos
Nº de hermanos
Nº de parejas

DE = dependencia emocional, BDP = Bidependencia y CDP=Codependencia.

Instrumentos de evaluación
Ciertamente, la evaluación de las dependencias interpersonales es sumamente compleja, ya no
sólo por la dificultad de definición operacional del propio constructo, sino por la escasez de instrumentos
de evaluación que cuenten con las garantías psicométricas exigibles. Los autores hemos construido el
inventario de Relaciones Interpersonales y Dependencias sentimentales I. R. I. D. S. -100 (anterior
T. D. S. -100) de Sirvent y Moral

(67)

compuesto por 100 ítems evaluados mediante escala Likert de cinco
puntos (Muy de Acuerdo a Muy en Desacuerdo). Según la estructura factorial obtenida por rotación
varimax está integrado por 7 subescalas (Interdependencia, acomodación situacional, Autoengaño,
Sufrimiento, identidad y límites relacionales, Antecedentes personales y Heterocontrol) y 23 factores
sindrómicos. En este estudio se ha priorizado el análisis de la escala de Interdependencia y de los factores
pertinentes al objeto de estudio, que, tal como se ha indicado, valora

el apego dependiente en la interrelación para lo cual se apoya en tres factores: la necesidad excesiva del otro, los síntomas de
abstinencia y craving en su ausencia y la naturaleza desiderativa de los estímulos y experiencias junto
al otro/a. El inventario I. R. I. D. S. -100 es fiable (Alfa de Cronbach= . 976) para una muestra total de
880 sujetos con valores que oscilan entre . 878 para la Subescala de Sentimientos Negativos y . 847
para la escala de acomodación Situacional), válido, consistente, y diferencia cuatro tipos de
dependencia

interpersonal:

Relacional,

Emocional,

Bidependencia y codependencia.

Como cuestionarios de anclaje se ha empleado el inventario de Dependencias Interpersonales (I. D. I. ) (68).
Procedimiento y análisis de datos
Mediante un diagnóstico diferencial respecto a otras patologías (apego ansioso, trastorno de
personalidad límite, sociotropía, etc. ) realizado por un equipo multidisciplinar, mediante el procedimiento
de doble ciego y acuerdo inter-jueces, se han diagnosticado los casos aludidos de pacientes
dependientes afectivos. La recogida de la información se ha llevado a cabo por profesionales de
"Fundación Instituto Spiral" dentro del programa terapéutico contando con suficientes garantías
metodológicas (asignación de un código identificativo, confidencialidad, etc. ). En este estudio descriptivo
el procesamiento y da tratamiento estadístico de los datos se ha llevado a cabo mediante el programa
SPSS versión 19. 0 y se han efectuado análisis Descriptivos (distribución de frecuencias, medias y
desviaciones típicas, etc. ), análisis de frecuencias y de comparación de medias (ANOVAs), así como se
utilizarán técnicas estadísticas de análisis multivariadas para la exploración de las relaciones entre las
variables.

3. RESULTADOS
En la subpoblación de Dependientes Emocionales se comprueba la existencia de diferencias
intergénero en la escala de Interdependencia (F=4, 226) y en la de acomodación (F= 3, 722). En el primer
caso, se constata que los varones dependientes emocionales presentan mayor búsqueda de sensaciones
en la interrelación con mayor naturaleza desiderativa de los estímulos y experiencias junto al otro. En
cambio, las mujeres dependientes emocionales presentan en relación a los varones un comportamiento
de adaptación pasiva al sujeto del que dependen, dejando que sea este quien conduzca la relación,
con falta de iniciativa ante la situación relacional y la evitación del posicionamiento activo.

En el caso de los sujetos Bidependientes, las diferencias intergénero se concentran en la Escala
de acomodación (F=5, 291) en el mismo sentido que en el caso anteriormente descrito y en la escala de
Autoengaño (F=3, 393) adecuándose el perfil de la mujer bidependiente al locus de control del sujeto,
su conciencia y percepción del problema con elementos cognitivos que pone en marcha para justificar
su comportamiento.
Finalmente, en la subpoblación de Codependientes las mujeres también presentan un mayor perfil
acomodaticio en la relación (Acomodación, F=4, 136) y de Sentimientos Negativos (F=3, 405) con
mayores sentimientos de naturaleza nociva como la culpa, la inescapabilidad emocional y el aislamiento
social, entre otros (véase tabla 2).

tabla 2. Comparaciones de medias (ANOVA) en las Escalas del I. R. I. D. S-100 por tipo de
Dependencia Sentimental en función del género
DE
BDP
CDP
V
M
V
M
V
M
Escalas I. R. I. D. S. -100

Interdependencia pura
Acomodación
Autoengaño
Sentimientos Negativos
Caracterosis
Antecedentes Personales
Heterocontrol

2, 51

2, 88*

2, 62

2, 50

3, 58

3, 48

2, 75 2, 43**

3, 06 2, 68**

3, 07 2, 89**

2, 64

2, 65

2, 67 2, 32**

3, 23

2, 32

2, 39

2, 76

2, 60

3, 16 2, 79**

2, 85

2, 91

3, 09

3, 05

3, 13

3, 12

3, 21

3, 06

2, 77

2, 91

3, 60

3, 54

2, 64

2, 72

2, 67

2, 74

2, 56

2, 44

3, 09

** p<0. 05
DE =Dependencientes Emocionales, BDP =Bidependendientes, CDP =Codependientes

A continuación se ofrece una representación gráfica de los valores porcentuales distribuidos por
género hallados en las subpoblaciones (Clínica, de Comparación y Población General) en las distintas
Escalas que integran el I. R. I. D. S-100 (véase Figuras 1 a 6).

Figura 1. Valores porcentuales por género en la escala de Interdependencia
6, 0%

tipo de Muestra
Clínica / de
Comparación / Control

5, 0%

3, 0%
2, 0%
1, 0%

Género

Porcentaje

muestra Clínica
muestra de Comparación
muestra Control Población
General

masculino

4, 0%

0, 0%
6, 0%
5, 0%

femenino

4, 0%
3, 0%
2, 0%
1, 0%
0, 0%
1, 46 1, 88 2, 13 2, 33 2, 50 2, 67 2, 83 3, 00 3, 17 3, 33 3, 50 3, 67 3, 83 4, 00 4, 17 4, 33 4, 54

I. TRIADAD

Figura 2. Valores porcentuales por género en la escala de acomodación Situacional
30, 0%

tipo de Muestra
Clínica / de
Comparación / Control

10, 0%

Género

Porcentaje

muestra Clínica
muestra de Comparación
muestra Control Población
General

masculino

20, 0%

0, 0%
30, 0%

femenino

20, 0%

10, 0%

0, 0%
1, 29

1, 57

1, 86

2, 14

2, 43

2, 71

3, 00

II. ACOMD

16º Congreso Virtual de Psiquiatria. com. Interpsiquis
2015 www. interpsiquis. com - Febrero 2015
Psiquiatria. com

3, 29

3, 57

3, 86

4, 14

4, 57

Figura 3. Valores porcentuales por género en la escala de Sentimientos Negativos
6, 0%

tipo de Muestra
Clínica / de
Comparación / Control

5, 0%

3, 0%
2, 0%
1, 0%

Género

Porcentaje

muestra Clínica
muestra de Comparación
muestra Control Población
General

masculino

4, 0%

0, 0%
6, 0%
5, 0%

femenino

4, 0%
3, 0%
2, 0%
1, 0%
0, 0%
1, 53 1, 68 1, 84 2, 00 2, 16 2, 32 2, 47 2, 63 2, 79 2, 95 3, 11 3, 26 3, 42 3, 58 3, 74 3, 89 4, 05 4, 21 4, 79

IV. SENTIMENTOSNEGATIVOSFACTOR

Figura 4. Valores porcentuales por género en la escala de Caracterosis

4, 0%

muestra Clínica
muestra de Comparación
muestra Control Población
General

masculino

6, 0%

tipo de Muestra
Clínica / de
Comparación / Control

Género

Porcentaje

2, 0%

0, 0%

6, 0%

femenino

4, 0%

2, 0%

0, 0%
1, 90 2, 05 2, 25 2, 45 2, 65 2, 80 2, 95 3, 10 3, 25 3, 40 3, 55 3, 70 3, 85 4, 00 4, 20 4, 45

V. CARACTEROSIS

Figura 5. Valores porcentuales por género en la escala de Antecedentes Personales
tipo de Muestra
Clínica / de
Comparación / Control

15, 0%

muestra Clínica
muestra de Comparación
muestra Control Población
General

masculino

20, 0%

10, 0%

Género

Porcentaje

5, 0%

0, 0%
20, 0%

15, 0%

femenino

10, 0%

5, 0%

0, 0%
1, 00

1, 29

1, 57

1, 86

2, 14

2, 43

2, 71

3, 00

3, 29

3, 57

3, 86

4, 14

4, 43

4, 71

VI. ANTECEDENTESP

Figura 6. Valores porcentuales por género en la escala de Heterocontrol
tipo de Muestra
Clínica / de
Comparación / Control

4, 0%

muestra Clínica
muestra de Comparación
muestra Control Población
General

masculino

6, 0%

Género

Porcentaje

2, 0%

0, 0%

6, 0%

femenino

4, 0%

2, 0%

0, 0%
1, 50 1, 75 1, 94 2, 13 2, 31 2, 50 2, 69 2, 88 3, 06 3, 25 3, 44 3, 63 3, 81 4, 06 4, 31 4, 88

VI. TRIADACDP

Al abundar en el análisis pormenorizado de las diferencias inter-género en los factores
sindrómicos por tipo de Dependencia Sentimental se ha hallado que los varones dependientes son
más buscadores de sensaciones de modo que sienten la necesidad de experimentar sensaciones fuertes
y son más hiperestimuladores. Asimismo, los varones dependientes emocionales se muestran más
inflexibles tendiendo a desarrollar un Yo rígido descrito clínicamente como el resultado a nivel identitario
de la creación de una frontera interpersonal en exceso impenetrable, guardando celosamente la
intimidad o costándole demasiado abrirse a los demás. En cambio, de acuerdo al perfil diferencial la
mujer dependiente afectiva emplea más mecanismos de negación y no afrontamiento (rechazo,
reprobación y no reconocimiento de una situación y en general de una proposición externa que no
conviene aunque sea consistente y objetiva), siendo tendente a creer que no hay ningún problema en
la relación elaborando una conciencia de problema nula o distorsionada.
En el caso de los Bidependientes las mujeres presentan mayor acomodación Situacional,
Autoengaño y Mecanismos de Inculpación, mientras que los varones presentan un Yo rígido creando
una frontera interpersonal impenetrable, guardando celosamente su intimidad.
Por lo que respecta a las diferencias inter-género en el análisis intragrupo (muestra
Codependientes) se ha constatado la existencia de diferencias intergénero significativas en el perfil de
la mujer codependiente. En concreto, en los factores acomodación Situacional, Reiteración, Vacío
Emocional, Sentimientos negativos y Focalización en el otro, lo cual es indicativo de un perfil propio
de personas sumamente abnegadas y sacrificadas, que tienden a mostrarse así con diferentes
individuos y/o parejas, con intensos sentimientos de tristeza, culpa, ansiedad, angustia y demás
sentimientos de naturaleza nociva, con manifestación de un interés exagerado hacia el familiar con
problemas, que desarrollan patrones relacionales intrafamiliares de sobreprotección y con un gran
aprendizaje social y/o obligación moral hacia el pseudoaltruismo (véase tabla 3).
tabla 3. Comparaciones de medias (ANOVA) en los Factores del I. R. I. D. S-100 por tipo de
Dependencia Sentimental en función del género
DE
BDP
CDP
V
M
V
M
V
M
Factores Clínicos I. R. I. D. S. -100

Dependencia pura
Búsqueda de sensaciones
Craving/Abstinencia
acomodación Situacional
Autoengaño
Manipulación
Reiteración
Mecanismos de negación
Soledad / aislamiento social/ Intolerancia a la soledad
Vacío emocional
Culpa
Autodestrucción
Inescapabilidad emocional
Sentimientos Negativos
Identidad/Identificación
Yo débil
Yo rígido
Egoísmo/Egotismo/Egocentrismo
Control y dominio
Antecedentes personales
orientación rescatadora
Sobrecontrol
Focalización en el otro/Autodescuido

2, 53

2, 50

2, 66

2, 37

3, 45 3, 19

2, 51 2, 97**

2, 40

2, 50

3, 68 3, 84

2, 48

2, 92

2, 67

2, 81

3, 60 3, 32

2, 43**

2, 60

3, 06 2, 68**

3, 07 2, 89**

2, 80 2, 47**

2, 94 2, 45*

2. 85 2, 79

2, 45

2, 60

2, 20

2, 27

3, 62 3, 71

2, 70

2, 53

2, 77

2, 54

3, 40 2, 84**

3 , 12

2, 82

3, 03

2, 80

3, 37 3, 14

2, 35

2, 28

2, 95

2, 80

3, 58 3, 38

2, 20

2, 27

2, 63

2, 71

2, 77 2, 44**

3, 50 2, 95**

2, 89 2, 55*

2, 58

2, 42

2, 45

2, 58

2, 30

2, 31

3, 46

3, 10

2, 40

2, 43

3, 02

2, 70

2, 92

2, 66

2, 35

2, 23

1, 87

1, 90

3, 31 3, 02**

2, 70

2, 51

3, 04

2, 93

3, 58

3, 32

2, 63

2, 52

2, 92

2, 67

3, 39

3, 20

2, 81

3, 19*

2, 85 3, 20*

2, 08

2, 32

3, 01

2, 86

2, 65

2, 59

3, 87

3, 73

3, 37

3, 32

3, 08

3, 15

2, 89

2, 95

3, 21

3, 06

2, 77

2, 91

3, 60

3, 54

2, 71

2, 74

2, 57

2, 70

2, 48

2, 36

2, 87 2, 61**

2, 60

2, 70

2, 31

2, 22

2, 69

2, 60

2, 44

3, 10 2, 60**

2, 33

** p<0. 05.
DE =Dependientes Emocionales, BDP =Bidependendientes, CDP =Codependientes
Finalmente, se muestran los resultados de las diferencias intermuestrales intragénero en cada
uno de los factores del I. R. I. D. S. -100 para el caso de los varones (Tabla 4), resultando significativas
en todos los casos y en la dirección predicha, esto es, puntuaciones medias más bajas, indicativas de
mayor patología, en los varones de las muestras clínicas en relación a las de comparación y respecto
a la población general.
tabla 4. análisis diferencial según el tipo de dimensiones del IRIDS-100 en varones

Factores del I. R. I. D. S. -100

F

Dependencia pura
Búsqueda de sensaciones

15, 493*
30, 925*

Craving/Abstinencia
acomodación Situacional

12, 776*
13, 189*

Autoengaño

15, 090*

Manipulación

63, 300*

Reiteración
Mecanismos de negación
Soledad / aislamiento social/
Intolerancia a la soledad
Vacío emocional
Culpa
Autodestrucción

16, 194*
4, 805*
6, 383*

Inescapabilidad emocional
Sentimientos Negativos
Identidad/Identificación

14, 507*
18, 602*
20, 730*
9, 977*
8, 572*
5, 509*

Yo débil
Yo rígido

12, 040*
11, 822*

Egoísmo/Egotismo/Egocentri
smo
Control y dominio
Antecedentes personales
orientación rescatadora

27, 746*

Sobrecontrol

13, 544*

Focalización en el
otro/Autodescuido

9, 097*
22, 248*
9, 043*

7, 043*

Comparaciones Post-hoc (Tukey-b)
DE, BDP < Adictos, CDP < G. Control, Familiares no-CDP
BDP, DE, Adictos < G. Control, CDP < Familiares noCDP
DE, BDP < Adictos < CDP, G. Control, Familiares no-CDP
DE, Adictos, G. Control < BDP, CDP < Familiares noCDP
DE, Adictos, CDP, BDP < Familiares no-CDP < G.
Control
BDP, DE < Adictos < CDP < G. Control, Familiares noCDP
DE, BDP, Adictos < Familiares no-CDP, CDP, G. Control
DE, BDP, CDP, Adictos < G. Control, Familiares no-CDP
DE, Adictos, BDP < G. Control < Familiares no-CDP <
CDP
DE, Adictos, BDP < G. Control < CDP, Familiares no-CDP
Adictos, DE, CDP, BDP < G. Control < Familiares no-CDP
BDP, DE < Adictos < CDP, G. Control < Familiares noCDP
DE, Adictos < CDP, BDP < G. Control, Familiares no-CDP
DE, BDP, Adictos < G. Control, CDP < Familiares no-CDP
DE, Adictos, BDP < G. Control, CDP < Familiares noCDP
DE, Adictos, BDP < G. Control, CDP < Familiares no-CDP
CDP < DE, BDP, Adictos < G. Control < Familiares noCDP
DE, BDP < Adictos < CDP, G. Control < Familiares noCDP
CDP, DE, Adictos < BDP < G. Control, Familiares no-CDP
BDP, adicto, DE < CDP < G. Control < Familiares no-CDP
CDP, BDP, Adictos, DE < G. Control < Familiares noCDP
CDP < BDP, D. E. , Adictos < Familiares no-CDP,
G. Control
D. E. , Adictos, BDP < CDP, G. Control, Familiares no-CDP

* p<, 0001
D. E. =Dependientes Emocionales, BDP =Bidependendientes, CDP =Codependientes GC = grupo Control, AD
= Adictos, FAM = Familiares no CDP

Las diferencias intermuestrales intragénero en cada uno de los factores del I. R. I. D. S. -100
también se han hallado para la muestra total de mujeres. En la tabla 5 se recogen los resultados de
las comparaciones de medias y de las comparaciones post-hoc, en la dirección apuntada, perfil
diferencial de mayor patología en las mujeres de las muestras clínicas en relación a las de comparación
y población general.


tabla 5. análisis diferencial según el tipo de dimensiones del IRIDS-100 en mujeres

Factores del I. R. I. D. S. -100

F

Dependencia pura

47, 045*

Búsqueda de sensaciones

29, 973*

Craving/Abstinencia

30, 054*

acomodación Situacional

33, 523*

Autoengaño

23, 930*

Manipulación

96, 942*

Reiteración

25, 823*

Mecanismos de negación

8, 592*

Soledad / aislamiento social/
Intolerancia a la soledad
Vacío emocional

24, 996*

Culpa

20, 101*

Autodestrucción

26, 120*

Inescapabilidad emocional

21, 704*

Sentimientos Negativos

17, 909*

Identidad/Identificación

22, 779*

Yo débil

40, 011*

Yo rígido

16, 320*

Egoísmo/Egotismo/Egocentri
smo
Control y dominio

63, 463*

Antecedentes personales

24, 674*

orientación rescatadora

14, 399*

Sobrecontrol

15, 596*

Focalización en el
otro/Autodescuido

19, 631*

22, 955*

15, 220*

Comparaciones Post-hoc (Tukey-b)
BDP, DE < Adictos, CDP < G. Control, Familiares noCDP
BDP < DE, Adictos < G. Control < CDP < Familiares
no-CDP
DE, BDP < Adictos < CDP, G. Control, Familiares noCDP
DE, Adictos, Adictos< CDP, G. Control < Familiares
no-CDP
BDP, DE < CDP < Adictos < G. Control, Familiares
no-CDP
BDP, DE, Adictos < CDP < G. Control, Familiares noCDP
DE, BDP, Adictos < CDP < G. Control, Familiares noCDP
DE, BDP < CDP, Adictos < G. Control < Familiares noCDP
DE, Adictos < BDP < G. Control, CDP < Familiares noCDP
DE < Adictos, BDP, CDP < G. Control < Familiares noCD,
CDP, BDP, DE, Adictos < G. Control < Familiares noCDP
BDP, DE, Adictos < CDP < G. Control < Familiares noCDP
DE, CDP, BDP < Adictos < G. Control < Familiares
no-CDP
DE < BDP < CDP < Adictos < G. Control < Familiares
no-CDP
DE < BDP, Adictos < G. Control, CDP < Familiares
no-CDP
DE, BDP < Adictos < CDP << G. Control < Familiares
no-CDP
CDP < DE, BDP, Adictos < G. Control < Familiares
no-CDP
DE, BDP < Adictos < CDP < G. Control < Familiares
no-CDP
CDP, DE, Adictos < BDP < G. Control < Familiares noCDP
adicto, BDP, DE < CDP < G. Control < Familiares noCDP
CDP < Adictos, BDP, DE < G. Control < Familiares
no-CDP
CDP < Adictos, BDP, D. E. , Adictos < Familiares noCDP, G. Control
D. E. , BDP , Adictos < CDP < G. Control < Familiares
no-CDP

* p<, 0001
D. E. =Dependientes Emocionales, BDP =Bidependendientes, CDP =Codependientes GC = grupo Control,
AD = Adictos, FAM = Familiares no CDP

4. DISCUSIÓN
El constructo nuclear de esta exposición ha sido uno tan intrincadamente comprehensible como
el amor. Sostenemos que el amor es una construcción con dimensiones concretas históricas, discursivas,
sociales y culturales. Se trata de un tema calificado por Sangrador

(69)

como "«escurridizo», sobre el que poetas, cineastas, novelistas, dramaturgos, filósofos, clérigos, etc. han emitido todo tipo de
opiniones". Dada la inabarcabilidad del constructo y las propias limitaciones de nuestro estudio, nos
hemos centrado en consideraciones de índole psicosocial, si bien otras de carácter biológico,
psicofisiológico, antropológico, filosófico y socio-histórico, entre otras, son sumamente relevantes en
el análisis integral de esta cuestión. En cambio, en el estudio sobre el comportamiento amoroso se ha
incurrido en reduccionismos varios (a lo biológico, a lo sociológico o a lo psicológico, etc. ) del fenómeno
investigado, sino que se ha considerado como el único y el prevalente. Siendo el individuo un complejo
bio-psico-socio-cultural el estudio del comportamiento amoroso han de implicarse factores que abarquen
todas las esferas de lo humano. Sin incurrir en reduccionismo alguno ha de reconocerse que las
emociones son a la vez somáticas, cognitivas, sociales y culturales.
En las Dependencias Sentimentales la influencia de factores socioculturales, tales como los
estilos de vida característicos de una sociedad hedónica, interdependiente y en crisis es notoria.
Nuestra forma de vivir, nuestro estilo de vida tiene una relación directa con muchos aspectos de
nuestra salud. De este modo, resulta inexcusable la adopción de una perspectiva psicosocial,
sociohistórica y cultural de las emociones. La influencia de los vocabularios afectivos y motivacionales está mediada por
la acción de ideologías sociales que se proveen como estándares

. Las representaciones sociales sobre de legitimación social
las emociones, con base en el imaginario colectivo, influyen sobre las actitudes hacia el amor y el desamor
que se aportan a modo d iadas
explicaciones y justificaciones de acciones socialmente leg tim

(70)

. Según las teorías psicosociológicas de las emociones de corte interaccionista, discursivo y construccionista social

(71-74) con las que mostramos nuestro acuerdo, se proponen una serie de presupuestos básicos alusivos a
las siguientes cuestiones: a) las estructuras sociales determinan las emociones por los patrones de
experiencias formados diferencialmente, b) existe una variabilidad cultural y subcultural asociada a la
socialización de la emoción; c) se asume la construcción social de las emociones a partir de las normas
sociales, del lenguaje y de las definiciones socialmente convenidas y, entre otros presupuestos de
partida, d) las emociones cumplen funciones sociales ya que sirven en ciertos contextos para mantener
y reforzar el sistema de relaciones sociales. ello es aplicable al caso específico del amor, como
arquetipo sentimental por antonomasia. Al igual que se constata un interés creciente abordar el
estudio de las emociones como sistemas dinámicos complejos, superando perspectivas de análisis
basada en la causalidad lineal y que incurren en reduccionismos se proponen modelos explicativos de
carácter comprehensivo y ecosistémico de las emociones.
Hombres y mujeres hemos sido socializados diferencialmente en la expresión de nuestras
emociones, así como en la interpretación subjetivada de la visión estereotípica sobre el amor
romántico, los estilos de amor y los conflictos en las relaciones de pareja, todo lo cual está influido
por nuestra cosmovisión romántica enraizada en el imaginario colectivo, en las representaciones
sociales y actitudes individuales sobre los afectos, emociones y sentimientos. Dadas las implicaciones
a múltiple niveles, ha de abogarse por una intervención integral en dependencias sentimentales desde
la asunción de una perspectiva de género

(75)

. Para optimizar nuestra salud socioafectiva se han gestionar eficazmente nuestras emociones, repensar el mundo de los afectos y la complejidad de las
relaciones humanas, adoptar un posicionamiento crítico respecto a la tendencia a la idealización de
las historias de pareja y ser conscientes de nuestros recursos psicosociales. Concluimos parafraseando
de nuevo a François de la Rochefoucauld, conocer las cosas que lo hacen a uno desgraciado en el
amor, ya es una especie de felicidad. . . .

5. REFERENCIAS
(1). De La Rochefoucauld F. Máximas. Madrid: Akal; or. 1665.
(2). Geertz C. The interpretation of Cultures. New York: Basic Books; 1973.
(3). Harré Harré R. (Ed. ). The social construction of emotions. Oxford: Blackwell; 1986.
(4). Torregrosa JR. Emociones, sentimientos y estructura social. En JR Torregrosa y E Crespo. Estudios
básicos de psicología Social (pp. 185-199). Barcelona: Hora; 1982.
(5). Ovejero A. La construcción social de las emociones. En A Ovejero y J Ramos (Coords. ). Psicología
Social Crítica (pp. 155-182). Madrid: Biblioteca Nueva; 2011.
(6). McGuire W J. Creative hypotesis generating in Psychology. Some useful heuristics. Annual Review
of Psychology, 48, 1-30; 1997.
(7). Foss BM. Prólogo. En M Argyle. psicología del comportamiento interpersonal (pp. 11-13). Madrid:
Alianza; 1978.
(8). Jiménez Burillo F. psicología Social. Madrid: Ediciones Académicas; 1991.
(9). Torregrosa JR, Crespo E. Estudios básicos de psicología Social. Barcelona: Hora; 1984.
(10). Sangrador JL. Recensión El amor desde la psicología Social: ni tan libres, ni tan racionales.
Psicothema, 13(2), 335-336; 2001.
(11). Myers DG. Los altibajos el amor. En DG Myers. Exploraciones de la psicología social (pp. 277291). Madrid: McGraw-Hill; 2004.
(12). Sangrador JL. Algunas consideraciones sobre el amor romántico. Psicothema, 5, Supl. 1, 181196; 1993.
(13). Lee JA. The colors of love: An exploration of the ways of loving. Toronto: New Press; 1973.
(14). Rubin Z. Liking and Loving: An invitation to Social Psychology. New York: Hold, Rinehart y
Winston; 1973
(15). Berscheid E, Walster EH. Atracción interpersonal. Bogotá: Fondo Educativo Interamericano;
1982.
(16). Perlman D, Duck S (Eds. ). Intimate Relationships. Beverly Hills: Sage; 1987.
(17). Sternberg RJ. El amor es como una historia: una nueva teoría de las relaciones. Barcelona:
Paidós Ibérica; 1999.
(18). Sternberg RJ, Barnes ML (Eds. ). The Psychology of Love. New Haven: Yale University Press;
1988.
(19). Hendrick SS, Hendrick C. Personal constructs systems and love styles. International Journal of
Personal Construct Psychology, 4, 137-155; 1991
(20). Sangrador JL. Mujer y Amor; una perspectiva psicosocial. En A Blanco (ed. ), Mujer, Violencia y
Medios de comunicación. Universidad de León; 1996.
(21). Sangrador JL. El amor desde la psicología social: desarrollos teóricos, líneas de investigación y
sugerencias cara al futuro. En D Páez y S Ayestarán (Eds. ). Los desarrollos de la psicología social
en España (pp. 57-68). Madrid: Fundación infancia y aprendizaje; 1998.
(22). Sangrador JL, Yela, C. What is beautiful is loved: phisical attractiveness in love relationships in
a representative sample. Social Behavior and Personality, 28(3), 207-218; 2000.
(23). Yela C. El amor desde la psicología Social: ni tan libres, ni tan racionales. Madrid: Pirámide;
2000.
(24). Echebarría A, Paéz D. Emociones: perspectivas psicosociales. Madrid: Fundamentos; 1989.
(25). Fernández-Dols J M. Perspectivas psicosociales en emoción. Tercer Congreso Nacional de Psicología
Social: libro de ponencias. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela; 1990.
(26). Fernández-Dols JM. On the concept of emotion: a methodological proposal. Revista de Psicología
Social, 7, 125-134; 1992.
(27). Fernández-Dols JM, Carrera, Oceja L. Bases sociales de la emoción. En JF Morales, D Páez, AL
Kornblit, D Asún. psicología Social (pp. 235-264)

IMPORTANTE: Algunos textos de esta ficha pueden haber sido generados partir de PDf original, puede sufrir variaciones de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas.

Comentarios de los usuarios



No hay ningun comentario, se el primero en comentar

Articulos relacionados