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Terapia de aceptación y compromiso en el TOC: Estudio de su eficacia como tratamiento complementario.

Autor/autores: Raquel Suriá Martínez
Fecha Publicación: 01/03/2009
Área temática: Ansiedad, Trastornos de ansiedad y relacionados con traumas y factores de estrés .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

El TOC es un trastorno neuropsiquiátrico complejo caracterizado por la presencia de pensamientos recurrentes y comportamientos repetitivos y ritualistas. Si bien el TOC no tiene cura actualmente, las investigaciones clínicas han provisto información que ha llevado a tratamientos tanto farmacológicos como terapias conitivo conductuales que pueden beneficiar a la persona con TOC. En relación a estas últimas (generalmente son procesos conocidos como exposición y prevención a la respuesta), desde diversas investigaciones se sugiere que la terapia de Aceptación y Compromiso aplicada de forma complementaria al tratamiento Cognitivo-Conductual parece producir mayores beneficios en los pacientes.

Esta estrategia se basa en la aplicación de la "Focalización Atencional" y consiste en no bloquear la intrusión reconociendo su presencia y continuando la actividad, demostrando que la rumiación es ineficaz y más aversiva que enfrentarse al problema. Así, el objetivo del estudio consiste en comprobar si la aplicación la terapia de Aceptación y Compromiso durante el tratamiento del TOC reduce los pensamientos intrusos y produce mejorías en los pacientes. La muestra está compuesta por 26 pacientes de TOC distribuidos en dos grupos (grupo 1: con tratamiento tradicional "Farmacológico y Conitivo Conductual" y grupo 2: tratamiento tradicional y Focalización Atencional durante el seguimiento) Se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos (p<0, 01), indicando que los pacientes que realizan la Focalizacion Atencional reducen más eficazmente las intrusiones que los pacientes con tratamiento tradicional. Se sugiere que la terapia de aceptación y compromiso parece ser una estrategia complementaria que potencia los beneficios del tratamiento tradicional el TOC.

Palabras clave: Complementariedad, Focalización atencional, Terapia de aceptación y compromiso, TOC, Tratamientos


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Interpsiquis 2009

10º Congreso Virtual de Psiquiatría

TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO EN EL TOC: ESTUDIO
DE SU EFICACIA COMO tratamiento COMPLEMENTARIO

El TOC es un trastorno neuropsiquiátrico complejo caracterizado por la
presencia de pensamientos recurrentes y comportamientos repetitivos y
ritualistas.

Si bien el TOC no tiene cura actualmente, las investigaciones clínicas han
provisto información que ha llevado a tratamientos tanto farmacológicos como
terapias cognitivo conductuales que pueden beneficiar a la persona con TOC.
En relación a estas últimas (generalmente son procesos conocidos como
exposición y prevención a la respuesta), desde diversas investigaciones se
sugiere que la terapia de Aceptación y Compromiso aplicada de forma
complementaria al tratamiento Cognitivo-Conductual parece producir mayores
beneficios en los pacientes.

Esta estrategia se basa en la aplicación de la "Focalización Atencional" y
consiste en no bloquear la intrusión reconociendo su presencia y continuando
la actividad, demostrando que la rumiación es ineficaz y más aversiva que
enfrentarse al problema.

Así, el objetivo del estudio consiste en comprobar si la aplicación la terapia de
Aceptación y Compromiso durante el tratamiento del TOC reduce los
pensamientos intrusos y produce mejorías en los pacientes.

La muestra está compuesta por 26 pacientes de TOC distribuidos en dos
grupos (grupo 1: con tratamiento tradicional "Farmacológico y Cognitivo
Conductual" y grupo 2: tratamiento tradicional y Focalización Atencional
durante el seguimiento)

Se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos (p<0, 01),
indicando que los pacientes que realizan la Focalización Atencional reducen
más eficazmente las rumiaciones que los pacientes con tratamiento tradicional.

1

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

Se sugiere que la terapia de aceptación y compromiso parece ser una
estrategia complementaria que potencia los beneficios del tratamiento
tradicional el TOC.

TOC, tratamientos, terapia de aceptación y compromiso, focalización
atencional, complementariedad.

INTRODUCCIÓN
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno perteneciente
al grupo de los desórdenes de ansiedad (como la agorafobia, la fobia social,
etc). Considerado hasta hace algunos años como una enfermedad psiquiátrica
rara que no respondía al tratamiento, actualmente es reconocido como un
problema común que afecta al 2% de la población, es decir, a más de 100
millones de personas en el mundo.

Consiste en la aparición de obsesiones o compulsiones reiteradas, de tal manera
que producen un intenso malestar y pérdida de tiempo que interfiere en la rutina diaria
de la persona que lo sufre, respecto a su trabajo, sus relaciones sociales, etc. Las
compulsiones son acciones o pensamientos que se hacen para neutralizar o anular las
obsesiones, para sentirse con menos angustia, pero sólo lo alivian de una manera
pasajera, (ver tabla 1).

tipo de obsesiones

tipo de compulsiones:



De contaminación (miedo a la suciedad o a
contraer enfermedades)
De agresión
De temores corporales
De simetría , orden
De exactitud
Los temores obsesivos caen dentro de dos
tipos principales:
Temor al daño (a sí mismo o a los demás)

sensación de intranquilidad (amenaza
inminente inespecífica).

tabla 1

2





compulsión a la limpieza (lavado de
las manos reiterados)
De chequeo y control (llaves de gas,
desenchufar plancha,
Apagar y encender luces varias
veces, cerrar con llave la puerta en
forma reiterada, leer el mismo
párrafo varias veces, etc)

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El DSM-IV caracteriza las obsesiones y las compulsiones y relaciona
estas últimas con el alivio del malestar generado por las primeras. Las
obsesiones se definen como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes
que se experimentan como ajenos, intrusos e inapropiados y que causan
ansiedad y malestar. Estos pensamientos, de mayor entidad que las
preocupaciones más o menos excesivas de la vida normal, son combatidos por
el paciente, quien, aun reconociéndolos como propios, se ve incapaz de
controlarlos por lo que realiza una serie de actos con el objetivo de reducir la
ansiedad (contar hasta un numero específico antes de apagar el gas o la llave
de luz, rezar, etc).
El reasegurarse cualquier hecho ocurrido en la realidad a través de preguntas a
un familiar o persona de confianza suele ser otra forma de conducta
compulsiva.
Las

compulsiones

vienen

definidas

como

comportamientos

o

pensamientos de carácter repetitivo, incluso reglado, a los que se ve impelido
el paciente en respuesta a la obsesión y, con la finalidad de reducir la ansiedad
y el malestar generado por ésta. Aun cuando la compulsión no está ligada de
forma realista o proporcionada a combatir la ansiedad o el malestar percibido.
La caracterización del TOC por el DSM-IV se basa en los estudios de campo
realizados en los que en el 90% de los casos se daban ambos componentes:
obsesivo y compulsivo. Así, cuando se consideran los rituales cognitivos,
además de las conductas, como parte de las compulsiones, sólo un 2% de los
pacientes dicen tener obsesiones sin compulsiones (1). En consecuencia, el
TOC se caracteriza por la presencia de los dos componentes señalados
(obsesiones y compulsiones), relacionados funcionalmente, y, en un pequeño
porcentaje, la existencia de obsesiones sin ningún tipo de compulsiones, o la
falta relaciones funcionales entre obsesiones y compulsiones.
Del mismo modo, es importante tener en cuenta que en el Trastorno
Obsesivo Compulsivo (TOC) suelen aparecer comórbidos una amplia variedad
de trastornos del Eje I del DSM-IV (2), entre otros: Trastornos de ansiedad
(fobia especifica y trastorno de pánico), trastornos depresivos, abuso de alcohol
3

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

y juego patológico, trastornos de la alimentación, trastornos del control de
impulsos (síndrome de Tourette, tricotilomania, cleptomanía), trastorno
dismórfico corporal, hipocondría, esquizofrenia, sintomatología psicótica y
trastorno de despersonalización.
De estos, la depresión es la patología comórbida más frecuente en
trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), del 28-38% de pacientes con Trastorno
Obsesivo Compulsivo (TOC) la padecen (3). Otros estudios con pacientes
obsesivos detectan que el 85% presentaba un estado depresivo aunque sólo
un

27%

cumplían

criterios

diagnósticos

de

un

trastorno

depresivo,

observándose que en el momento del diagnóstico, la tercera parte de los
pacientes presentaba depresión mayor (4). Otros autores estiman que la cifra
de pacientes obsesivos que cumplen criterios de depresión Mayor oscila entre
un 13-35 % (5).
En relación a los tratamientos del TOC se evidencia que en los últimos
años se han conseguido importantes progresos en el tratamiento de estos
pacientes, disminuido notablemente las repercusiones físicas y sociales sobre
ellos. Actualmente hay dos tipos de tratamiento: los fármacos y la psicoterapia
específica.
Así, entre los fármacos más utilizados son los antidepresivos, que
actúan selectivamente sobre los neurotransmisores o sustancias químicas
implicadas en el TOC. Entre un 50 y un 80% de los pacientes mejoran con
ellos, aunque los efectos suelen tardar en notarse (aproximadamente 6-10
semanas).
Por otro lado, el abordaje terapéutico del TOC ha sido tradicionalmente
problemático. En lo referente a la psicoterapia, los abordajes psicoanalistas o
psicodinámicos han conseguido mejorías mínimas y poco duraderas (3, 6). En
cambio, la terapia cognitivo conductual basada en la exposición y prevención
de respuesta (EPR), ha demostrado su eficacia (3, 6).

4

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Otros tratamientos ensayados incluyen psicoterapia de otros tipos (no
conductual), terapia electroconvulsiva (provocación de crisis epilépticas bajo
control médico) y otros fármacos (litio, venlafaxina, neurolépticos), utilizados
generalmente si no hay respuesta a los anteriores. No obstante, la mayor parte
de la literatura sobre el TOC afirma que la combinación del tratamiento
farmacológico y el psicoterapéutico puede conseguir los mejores resultados (7).
Por ejemplo, Greist y Jefferson, 1995 (8), en cuatro estudios con IRSR y terapia
conductual comparadas y combinadas vieron que la tasa de recaídas tras la
terapia era considerablemente mas baja que tras el tratamiento farmacológico.
Tres de estos cuatro estudios muestran apoyo a la idea que la combinación de
psicofarmacología y psicoterapia produce mayor efecto terapéutico.
En referencia a las estrategias cognitivo conductuales podemos decir
que se basan en la aplicación de las siguientes técnicas:
- Exposición: Enfrentar al paciente a situaciones de miedo o preocupación
relacionadas con sus obsesiones. Se comienza en niveles mínimos de
ansiedad, aumentando poco a poco.
- prevención de respuesta: Evitar el comportamiento compulsivo con apoyo
de un terapeuta. Se busca que el paciente evite los comportamientos
compensatorios para disminuir la ansiedad.
- terapia cognitiva: ayuda al paciente a identificar las obsesiones y
compulsiones, disminuyendo la ansiedad y la necesidad de realizar los rituales.
El número de sesiones es aproximadamente de 15, con una duración de 1-2
horas por sesión. Un aumento no supone una mejoría significativa (7).
Otra de las técnicas que parece producir mayores beneficios en los
pacientes es la terapia de Aceptación y Compromiso (9, 10), aplicada de forma
complementaria al tratamiento Cognitivo-Conductual.
Como mencionamos en lineas anteriores, la mayor parte de la literatra
sobre el TOC confirma una muy frecuente coexistencia de sintomatología
obsesivo-compulsiva con otra psicopatología. Así, se ha evidenciado que la
depresión es el trastorno asociado más frecuente; del 23% al 38% de los
5

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

pacientes con TOC presentan algún trastorno depresivo y cerca del 70% lo han
padecido en algún momento.
La depresión puede preceder o seguir al comienzo del TOC e incluso
aparecer tras la eliminación de los síntomas obsesivo-compulsivos; algunas
personas desarrollan síntomas obsesivo-compulsivos o TOC cuando están
deprimidos.
Por ejemplo, Brown y cols. (11), hallaron que de 77 pacientes con TOC,
el 53%, 39% y 32% recibieron respectivamente al menos un diagnóstico
adicional actual de trastornos de ansiedad o depresivos, trastornos de
ansiedad y trastornos depresivos (los porcentajes fueron 83%, 45% y 71% para
diagnósticos actuales o pasados). Los diagnósticos actuales más frecuentes
fueron depresión (26%), fobia social (22%), trastorno de ansiedad generalizada
(12%; 16% sin tener en cuenta el criterio de que el trastorno no ocurriera
exclusivamente durante un trastorno afectivo), fobia específica (12%) y distimia
(10%).
Del mismo modo, Heyman y cols. , (2001)(12), hallaron que el 76% de 25
casos de TOC identificados en una muestra de 10. 438 niños británicos de 5 a
15 años presentaban trastornos comórbidos; el 40% presenta-ron dos o más
diagnósticos adicionales. Según criterios de la CIE-10, el 52% de los niños
presentaron depresión, el 44% trastornos de ansiedad y el 11%, trastorno de
conducta.
Así, la terapia de Aceptación y Compromiso aplicada de forma
complementaria al tratamiento Cognitivo-Conductual enfocada a reducir
algunos de los síntomas derivados de los trastornos asociados como la
depresión y la ansiedad y que hacen que aumente o se potencien los efectos
del TOC

posibilita que se reduzca de manera general las intrusiones y

rumiaciones que ocassiona la enfermdad.
El objetivo de la terapia de aceptación y compromiso es eliminar la
rigidez psicológica para lo que emplea algunos procedimientos básicos como la
aceptación, estar en el presente, el desarrollo y el compromiso con los valores
propios, el descubrimiento del yo como contexto y la desactivación del
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pensamiento (cognitive defusion). Estos procedimientos están totalmente
relacionados, de tal manera que si se aplica la desactivación del pensamiento,
se está presente y se aceptan los pensamientos, sentimientos, emociones y
sensaciones, descubriendo y viviendo el yo como contexto, etc. (14).
La aplicación de estos procedimientos se realiza siguiendo una agenda
terapéutica, que no es un procedimiento rígido, sino más bien una guía
tentativa que se ha de adaptar a cada paciente y a cada problema (9). En un
sentido más técnico, Hayes (13), indica que: «aceptar implica tomar contacto
con las funciones de estímulo de los eve ntos de fo rma directa y automática,
sin actuar para reducir o manipular estas funciones y sin actuar en base a sus
funciones verbales derivadas».

Como puede verse, frente a los enfoques cognitivo-conductuales
clásicos, la terapia de Aceptación y Compromiso (ACT en adelante) supone un
cambio del foco terapéutico. La intervención no va ya dirigida a eliminar o
reducir los síntomas, sino que pretende conseguir un distanciamento de la
persona respecto de ellos o, lo que es lo mismo, una forma distinta de
autoconocimiento (15).
La terapia cuenta con resultados a su favor provenientes de estudios
comparativos que tuvieron como referente la terapia cognitiva en el tratamiento
de la depresión (16). Igualmente existen diversos estudios de caso que
muestran la utilidad de ACT en trastornos de ansiedad (17, 18, 19), depresión
(20), bulimia (21) y adicciones (22)

De esta manera, la aplicación de la "Focalización Atencional" en los
pacientes de TOC consistiría en no bloquear la intrusión reconociendo su
presencia y continuando la actividad, demostrando que la rumiación es ineficaz
y más aversiva que enfrentarse al problema.

7

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

Así, el Entrenamiento Atencional se basa en:
Tomar conciencia de que escapar de los pensamientos y emociones negativas
no es buen afrontamiento y centrarse en el ahora, en la aceptación y en la
focalización sensorial de los estimulos que interfieren.
Para ello, se le explica al sujeto la función del pensamiento en estados
depresivos (comorbilidad con TOC), para que sea capaz de reconocer que se
está rumiando.
La base reside en la Detección de rumiación, dirigir Focalización
atencional en el entorno (aspectos experienciales) y en actividades (aspectos
conductuales. )
De forma que el sujeto seguirá estos pasos:
1. Detección posible rumiación.
2. Si rumiación, utilizar contexto en que se presenta o incrementa para
activar otra conducta.
3. Focalización atencional.
4. Ante intrusiones y emociones negativas sin rumiación: reconocer
presencia sin valoración y/o intentos de bloquear. Continuar con
actividad que se llevaba a cabo.

En este contexto, un programa en el que se incluya la focalizacion atencional
durante el seguimiento de actuación podría resultar de utilidad en la mejora de
la eficacia de los actuales abordajes terapéuticos del TOC.

OBJETIVOS
Conocer la eficacia de la técnica de focalizacion atecional aplicada en el
seguimiento del tratamiento reduce los pensamientos intrusos y produce
mejorías en los pacientes diagnosticados de trastorno Obsesivo Compulsivo.

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HIPÓTESIS
La aplicación de la técnica de focalizacion atecional durante el seguimiento del
programa cognitivo-conductual tradicional mejorará la severidad de los
síntomas en relación al grupo control o grupo con tratamiento tradicional, según
la versión española de la escala Yale-Brown para TOC y la scala de ansiedad

METODOLOGÍA
Sujetos
La muestra está compuesta por 26 pacientes diagnosticados previamente con
TOC según los criterios del DSM-IV. Los sujetos acudieron a consulta de
psicología privada de forma voluntaria para tratar su trastorno. La edad media
de los pacientes fue 27, 7 años (DT: 5, 9; rango: 18-41). Todos ellos cumplían
criterios diagnósticos DSM-IV para TOC, con una duración mínima del trastorno
de un año. La comorbilidad con otros diagnósticos no se consideró en el
estudio siempre y cuando el TOC constituyera el diagnóstico primario y motivo
principal de consulta.

Instrumentos
1. Un cuestionario sobre variables demográficas (edad, sexo, estado civil, nivel
de estudios y situación laboral) y clínicas (edad de inicio del trastorno, tiempo
transcurrido hasta la primera consulta psiquiátrica, tratamientos previos
realizados para el TOC e historia psiquiátrica previa personal y familiar).
2. El segundo instrumento es la escala Yale-Brown para el trastorno ObsesivoCompulsivo (Y-BOCS). Esta escala es un instrumento cuali cuantitativo
validado y ampliamente difundido. Los elementos medidos incluyen:

9

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

escala Obsesivo-Compulsiva de Yale-Brown


Preguntas acerca de las distintas obsesiones (agresivas, de contaminación, sexuales,
de acumular ahorrar, religiosas de simetría exactitud) y compulsiones (de limpieza,
lavado, de control, de repetición, enumeración o contado, de ordenar arreglar,
coleccionar)



Tiempo ocupado en el pensamiento obsesivo o el comportamiento compulsivo.



Interferencia social y ocupacional de los síntomas.



Malestar causado por los síntomas.



resistencia a los síntomas.



Control de los síntomas.



Rasgos Generales como: indecisión, insight, evitación, responsabilidad patológica,
lentitud, duda patológica.

tabla 2
La escala tiene un rango de 0 a 40 puntos donde 0-7 puntos indica TOC subclínico, 8-15 indica leve, 16 -23 indica moderado, 24 ­ 31 indica severo y 32-40
indica extremo

3. Para valorar la presencia e intensidad de la clínica depresiva se utilizó el
inventario de depresión de Beck-Segunda Versión BDI-II. Dicho inventario es
un instrumento de autoaplicación de 21 ítems. Ha sido diseñado para evaluar la
gravedad de sintomatología depresiva en adultos y adolescentes con una edad
mínima de 13 años. En cada uno de los ítems, la persona tiene que elegir,
entre un conjunto de cuatro alternativas ordenadas de menor a mayor
gravedad, la frase que mejor describe su estado durante las últimas dos
semanas, incluyendo el día en que completa el instrumento. En cuanto a la
corrección, cada ítem se valora de 0 a 3 puntos en función de la alternativa
escogida y, tras sumar directamente la puntuación de cada ítem, se puede obtener
una puntuación total que varía de 0 a 63.

4. Se empleó la escala de Hamilton para ansiedad. La escala de valoración de
Hamilton para la evaluación de la ansiedad es una escala, heteroaplicada,
diseñada con el objetivo de evaluar cuantitativamente la gravedad de los
síntomas y valorar los cambios del paciente deprimido. Se valora de acuerdo
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con la información obtenida en la entrevista clínica y acepta información
complementaria de otras fuentes secundarias.

análisis Estadístico
En relación a los datos descriptivos de las variables utilizadas en el estudio:
hallamos las frecuencias y descriptivos de la muestra y de cada una de las
variables (porcentajes, medias y desviaciones típicas).
Con el fin de comprobar las posibles diferencias en algunas de las variables
aplicamos distintas pruebas estadísticas según la naturaleza de la variable a
analizar. Para comprobar la existencia de diferencias significativas entre los
grupos se utilizaron diferentes pruebas. Así, para las diferencias pre-post se
empleó la prueba no paramétrica para K- muestras relacionadas de Friedman
(r2 ), así como la chi-cuadrado (2), para comprobar a existencia de diferencias
entre el grupo tradicional y el grupo con focalización atencional.

Plan de trabajo, fases, tiempo.
1. Las sesiones fueron individuales,

de forma que todos los pacientes

pasaron durante 8 meses por las siguientes fases:
2. entrevista inicial.
3. tratamiento farmacológico con antidepresivos.
4. tratamiento cognitivo conductual. 1-2 veces por semana 24 sesiones.
A su vez, los pacientes asignados al tratamiento se encontraron 1 vez por
semana con 2 terapeutas entrenados en sesiones de 1. 5 horas y recibieron un
programa de
5. tratamiento con focalización atencional durante 12 sesiones.

11

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

Finalmente se evaluaron los resultados tras los 9 meses en ambos grupos para
observar si habia cambios en las situaciones alcanzadas en las escalas
anteriormente citadas (Yale-Brown, Beck y Hamilton).

RESULTADOS
La muestra incluyó 26 participantes, de ellos 13 fueron tratados con la terapia
tradicional compuesta por farmacologia y t cogni conduc y los otros pacientes.
En referencia a las variables sociodemográficas se observa que la edad
promedio es de 27, 69 años con un rango de los 18 hasta los 41 años. De ellos,
el 46, 2 son varones y el 53, 8 mujeres. En cuanto a su situación laboral vemos
que el 42, 3% estudia, el 30, 8% trabaja y el 26, 9% se encuentra parado y que el
estado civil de la mayoría (65, 4%) son solteros.
En relación a las variables clínicas se observa en la Figura 1 que todos los
pacientes ghan sido diagnosticados con una anterioridad de 6 meses a un año,
que antes de acudir a consulta no han sido tratados farmacológicamente y que
de ellos el 61, 5% padecen algún trastorno asociado al TOC.

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Al analizar los síntomas de
los pacientes, se observa
que

las

obsesiones

más

comunes son las obsesiones
múltiples y las relacionadas
con la contaminación y la
duda patológica en ambos
grupos antes el tratamiento,
mientras que las obsesiones
más

inusuales

son

obsesiones

sexuales,

agresividad

y

las

las
la
de

necesidad de simetría.

Al examinar las obsesiones en los grupos tras el tratamiento encontramos una
disminución en las diferentes obsesiones en ambos grupos (r2 = 11, 37; p .
01).
Del mismo modo, se observa que en algunos tipos de obsesiones (duda
patológica, agresividad y obsesiones múltiples) se encuentran diferencias
estadísticamente significativas entre el grupo con tratamiento tradicional
(farmacología y terapia cognitivo conductual) y el grupo con tratamiento
tradicional más focalización atencional en el seguimiento (2 = 5, 51; p . 01).
Al examinar los diferentes tipos de compulsiones (Figura 2), se observa que la
mayoria de pacientes presenta más compulsiones de tipo múltiple seguidas de
las compulsiones de comprobación y las de limpieza.

13

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

Así mismo, tras el tratamiento se observa que destacan más en ambos grupos
las compulsiones múltiples aunque en un menor porcentaje. Por otra parte es
interesante observar como en ambos grupos disminuye la frecuencia de todos
los tipos de compulsiones, de forma que vemos que se encuentran diferencias
estadisticamente significativas en ambos grupos después del tratamiento (r2 =
15, 26; p . 01). A su vez, al examinar la disminución de compulsiones después
del tratamiento se observan diferencias significativas en el tipo de
compulsiones de limpieza, de simetría y de compulsiones múltiples entre el
grupo tradicional (farmacología y terapia cognitivo conductual) y el grupo con
tratamiento tradicional más focalización atencional en el seguimiento (2

=

8, 74; p . 01).
En cuanto a el grado de severidad o intensidad de los síntomas, se observa
una disminución de la intensidad de las obsesiones (Figura 3), en ambos
grupos en la prueba postest (tradicional (farmacología y terapia cognitivo
14

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conductual) y el grupo con tratamiento tradicional más focalización atencional
en el seguimiento (2

= 4, 68; p . 01). Así, vemos que hay una reducción

significativa en canto al tiempo dedicado a las obsesiones, a las interferencias
casadas por éstas así como al malestar que sienten los pacientes por tenerlas.
Por otra parte, se observa un aumento significativo en cuanto al control de las
obsesiones después del tratamiento y entre el grupo tradicional (farmacología y
terapia cognitivo conductual) y el grupo con tratamiento tradicional más
focalización atencional en el seguimiento (2 = 2, 84; p . 01).

Nivel:
4=Máximo
3=Elevado
2=Moderado
1=Ligero
0=Ausente

En relación al grado de severidad o intensidad de las compulsiones (Figura 4),
encontramos resultados similares. Así, se observa una disminución de la
intensidad de las compulsiones en la prueba postest entre el grupo tradicional
(farmacología y terapia cognitivo conductual) y el grupo con tratamiento
tradicional con seguimiento de focalización atencional (2 = 5, 12; p . 01). Así,
vemos que hay una reducción significativa en canto al tiempo dedicado a las
obsesiones, a las interferencias casadas por éstas así como al malestar que
sienten los pacientes por tenerlas. Por otra parte, se observa un aumento
significativo en cuanto al control de las obsesiones después del tratamiento y
entre el grupo tradicional (farmacología y terapia cognitivo conductual) y el

15

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

grupo con tratamiento tradicional más focalización atencional en el seguimiento
(2 = 2, 79; p . 01).

Nivel:
4=Máximo
3=Elevado
2=Moderado
1=Ligero
0=Ausente

En el análisis de los síntomas específicos relacionados con la depresión de los
sujetos, el gráfico se ilustran los resultados de ambos grupos (Figura 5). Así,
vemos que hay una reducción significativa en la evaluación postest en ambos
grupos a la vez que entre los grupos 1= tradicional y grupo 2= tradicional con
seguimiento.

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Finalmente, al examinar la ansiedad (Figura 6), se observa una reducción en
todas las dimensiones al comparar ambos grupos antes y después del
tratamiento. Así mismo, al examinar a los grupos en la prueba postest vemos
como el grupo que mas redujo los síntomas de ansiedad fue el grupo con
tratamiento más focalización atencional en el seguimiento encontrándose
diferencias estadisticamente significativas al compararlo con las otras tres
condiciones (r2 = 5, 06; p . 01).

Nivel:
4=Máximo
3=Elevado
2=Moderado
1=Ligero
0=Ausente

Discusión
Ningún paciente empeoró su sintomatología después de la intervención. Al
comparar a los grupos después del tratamiento, observamos que todos los
pacientes presentaron una disminución notoria en los niveles de ansiedad y
depresión que antes del tratamiento así como en algunos de los rasgos
obsesivos y compulsiones.
Aunque se necesitan ensayos adicionales para confirmar estos hallazgos,
parece que el tratamiento farmacológico y cognitivo-conductual puede obtener
mejores resultados cuando se combina con focalización atencional para reducir
sintomas asociados del trastorno. Así, este tratamiento cognitivo modifica
17

Raquel Suriá Martínez y Ana Meroño Picazo

creencias relacionadas que llevan a la mala interpretación de pensamientos
obsesivos, trata de que el paciente entienda que sus creencias y esfuerzos
relacionados a evitar daños son innecesarios y que les genera los problemas
que ellos padecen así como que la detección de las rumiaciones y su
aceptación, es decir, la admisión o tolerar ancia de esos eventos privados y la
propia situación del paciente, son los que le llevan a mejorar los sintomas de su
enfermedad.
No obstante, debemos señalar que los resultados obtenidos no pueden
atribuirse sin más a la implantación de esta técnica durante el seguimiento
puesto que los efectos conseguidos se deben atribuir al contexto interactivo de
ambos tratamientos. Así mismo, se debe señalar que la colaboración del
paciente es trascendental, ya que es él, el que deberá enfrentarse a
situaciones que le causan ansiedad, como parte esencial del tratamiento.

Algunas limitaciones de este estudio incluyen el tamaño reducido de la muestra
por lo que se necesitan estudios con más pacientes, con períodos de
seguimiento más prolongados, para investigar de forma más exhaustiva el
seuimiento de los beneficios de esta técnica cognitivo-conductual. Del mismo
modo, los ensayos fúturos deben examinar las variables predictivas de la
respuesta a cada tratamiento, y también realizar evaluaciones de costeefectividad.

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