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Las claves en la conducta Rof Carballo.

Autor/autores: Manuel Álvarez Romero
Fecha Publicación: 01/03/2007
Área temática: Psiquiatría general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Siguiendo el paradigma bio-psico-socio-espiritual que caracteriza a la emergente medicina psicosomática estudiamos los diferentes factores condicionantes de la conducta humana tras las últimas publicaciones de Rof Carballo ( Lugo 1905 ? Madrid 1993). Entre ellas se estudian: -La ?urdimbre constitutiva? con sus repercusiones emocionales a largo plazo. -La ?reprogresión epigenética?, tantas veces terapéutica. -La ?iniciativa constante? (Carlota Bühler) que tanto condiciona el desarrollo del niño. -Las motivaciones tendenciales o instintivas. -Los ?circuitos reverberantes? que hacen interactuar a genoma y medio ambiente. -El complejo sistema corporal metabólico ? hormonal y su delicada homeostasis. -Los condicionamientos derivados de las vivencias (positivas o negativas) asumidas o no, consciente o inconscientemente y percibidas como reales o producto de nuestra fantasía.

En su amplísima obra Rof aborda los factores intra y extrapersonales, siempre contando con la indudable unidad y unicidad del ser humano. Este trabajo pretende ser una muestra de reconocimiento y homenaje a Rof Carballo al que hemos de considerar el padre -y también la madre- de la Psicosomática española. El propio Rof, cita a Grodeck como el padre de la medicina psicosomática europea aunque no podemos olvidar que esa atribución se le ha dado también a otros autores como a W. Weizsäecker. Y trata, a la vez, de ser una consideración admirativa y agradecida desde la Sociedad Andaluza de medicina psicosomática (SAMP) y desde la Sociedad Española de medicina psicosomática (SEMP) como entidades institucionales a quien nos abrió tan amplios horizontes profesionales. Estoy convencido de que, además, se unirían a nosotros, cuantos cultivadores de la Psicosomática española pudiesen hacerlo. El maestro Rof entusiasma, atrae y excita al reconocimiento agradecido. Nuestro trabajo pretende ser un punto, un flash en la historia de la medicina psicosomática española, y a la vez como una punta de iceberg de lo que falta por hacer.

Palabras clave: Rof Carballo


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Las claves en la conducta Rof Carballo.

Manuel Alvarez Romero.

(*) Centro de medicina psicosomática de Sevilla
Web: www. psicosomatica. org

Resumen

Siguiendo el paradigma bio-psico-socio-espiritual que caracteriza a la emergente medicina psicosomática estudiamos los diferentes factores condicionantes de la conducta humana tras las últimas publicaciones de Rof Carballo( Lugo 1905 – Madrid 1993). Entre ellas se estudian: -La “urdimbre constitutiva” con sus repercusiones emocionales a largo plazo. -La “reprogresión epigenética”, tantas veces terapéutica. -La “iniciativa constante” (Carlota Bühler) que tanto condiciona el desarrollo del niño. -Las motivaciones tendenciales o instintivas. -Los “circuitos reverberantes” que hacen interactuar a genoma y medio ambiente. -El complejo sistema corporal metabólico – hormonal y su delicada homeostasis. -Los condicionamientos derivados de las vivencias (positivas o negativas) asumidas o no, consciente o inconscientemente y percibidas como reales o producto de nuestra fantasía. En su amplísima obra Rof aborda los factores intra y extrapersonales, siempre contando con la indudable unidad y unicidad del ser humano.



Este trabajo pretende ser una muestra de reconocimiento y homenaje a Rof Carballo al que hemos de considerar el padre -y también la madre- de la Psicosomática española. El propio Rof, cita a Grodeck como el padre de la medicina psicosomática europea aunque no podemos olvidar que esa atribución se le ha dado también a otros autores como a W. Weizsäecker. Y trata, a la vez, de ser una consideración admirativa y agradecida desde la Sociedad Andaluza de medicina psicosomática (SAMP) y desde la Sociedad Española de medicina psicosomática (SEMP) como entidades institucionales a quien nos abrió tan amplios horizontes profesionales.  

Estoy convencido de que, además, se unirían a nosotros, cuantos cultivadores de la Psicosomática española pudiesen hacerlo. El maestro Rof entusiasma, atrae y excita al reconocimiento agradecido.

Nuestro trabajo pretende ser un punto, un flash en la historia de la medicina psicosomática española, y a la vez como una punta de iceberg de lo que falta por hacer.


Preambulo

En nuestro título se incluyen dos términos:

El primer término, “Las claves de la conducta” trata de aunar los diversos aspectos de la ciencia moderna que Rof incorpora a la medicina psicosomática, esbozados en las obras suyas que citamos, así como su integración teórico-práctica y las vías de conexión. Entre los diversos factores condicionantes de la conducta, su aportación supone un enriquecimiento psicopatológico y clínico de indudable valor.

El segundo expresa al autor que, como decíamos antes, consideramos clave cuando de Psicosomática se trata.

Resulta curioso el que Laín diga que el riesgo de la medicina psicosomática está en la falta de rigor científico y en la ausencia de aplicación clínica. Rof supo estar en vanguardia positiva, en ambos aspectos, siempre y hasta el final de su vida. En concreto continuaba pasando consulta aún a sus 80 años y, a la vez, muestra estar en plena vanguardia en una de sus últimas obras “Terapéutica del hombre”, escrita a la par con Javier del Amo, así como en los últimos trabajos de su vida de los que hablaremos.


Sobre la conducta humana

Entendemos por conducta la expresión global y operativa de una persona. Quizá fuese en los primeros años de nuestra vida escolar, donde comenzamos a relacionar la responsabilidad y la conducta cuando nos la calificaban junto a las notas de las materias académicas, iniciándose así una toma de conciencia acerca de la repercusión de nuestro actuar en los demás y en nosotros mismos.  

Toda conducta obedece a un principio vital, unitario en su ser, pero diverso en sus elementos y facetas, que pueden ser conscientes o inconscientes, internas o externas, voluntarias o involuntarias, etc. Siendo la conducta el resultado de la interacción bio-psico-socio-espiritual de la persona, podemos señalar una selección de diez componentes los que a continuación analizaremos brevemente, muchas veces con palabras o ideas del propio Rof, estos serían:

1. Los factores filogenéticos expresados en la ontogenia específica. Es lo heredado. “Para el médico, el hombre actual está siempre remitiendo su experiencia clínica al hombre del pasado, esto es, en primer lugar, al niño (y hasta al ser que ha vivido durante nueve meses una vida intrauterina) y, más allá de esto, a lo que en este ser en desarrollo persiste como reliquia activa del proceso de hominización (…) En segundo lugar, el hombre surge ante el médico durante el proceso de diagnóstico y tratamiento; es un ser al que trata con intención curativa procurando restablecer su normalidad. En tal trato el hombre se nos presenta como el resultado de una interacción; cognoscible el hombre sólo en tanto que, conociéndolo, nos conocemos a nosotros mismos. Producto, pues, de un proceso singular de encuentro: el encuentro terapéutico. El cual, en alguna de sus modalidades, ante todo en la psicoterapia, se traduce en la práctica, por una compleja y prolongadísima interacción de las capas profundas de dos seres: médico y enfermo, que en este encuentro reiterado, que dura meses y meses, aprenden uno de otro, mediante la puesta en actividad de sistemas cognoscentes que, existiendo en la lactancia del cuerpo de cada uno de ellos, no habían encontrado ocasión, hasta ese momento, de ponerse de manifiesto en todo su poder y amplitud. (…) En tercer término, la psicología profunda de nuestros días al cambiar de acento y ponerlo no en el ello, en el subconsciente, sino en el Yo, descubre en éste su carácter prospectivo, de apertura constante hacia el futuro, de versión incesante del hombre hacia esa novedad, radical que adviene a su vida y que, a la vez, la está creando, desde el momento en que, en el hombre, la vida se ha convertido en vida personal (Zubiri)” (1)

2. Su actualización mediante el proceso aún más especificador de la urdimbre constitutiva. Todo un proceso de feed-back de consecuencias importantísimas ya que, “El encuentro primordial, el que constituye al hombre, se lleva a cabo en el ámbito de la invalidez o menesterosidad primera, a la que corresponde un impulso tutelar o diatrófico que permite convertir esta aparente insuficiencia en algo de decisiva importancia.  

Ciertamente, si no ocurriese así, si el cerebro humano, como órgano de la herencia sociogenética, no fuese a la par que otros sistemas del organismo, inmaduro en el momento del nacimiento, no podrían realizarse la incorporación al nuevo ser de pautas sutilmente transmitidas por los primeros impulsos aferentes y por las primeras relaciones transaccionales. De esta suerte queda incorporada, como tantas veces he indicado en forma programatoria, al nuevo ser, una herencia histórica. Este proceso, que se ha denominado urdimbre, ha sido descubierto y redescubierto en los últimos años múltiples veces y desde los más diversos parámetros de observación”. (2)

3. La homeostesis bioquímica del complejo sistema corporal, con sus desplazamientos condicionados desde dentro o desde fuera del organismo y con los sistemas compensadores y correctores de ese fino y sorprendente equilibrio. Es el multisistema psicofisiológico humano.

4. Las motivaciones tendenciales o instintivas tan arraigadas, primarias y condicionantes.

5. Los condicionamientos derivados de las vivencias que vayamos asumiendo de modo positivo o negativo, consciente o inconsciente, percibidas como reales o producto de nuestra fantasía.

“Así se forjan los sistemas defensivos, más o menos complicados o encubiertos, en los que todo hombre acaba, tarde o temprano, instalándose. Son esas pautas de conducta, ritmos de actuación, actitudes básicas y convicciones que llamamos carácter o personalidad”. (3) “Volvamos ahora a nuestro punto de partida, que era postular que el hombre sólo se conoce por entero, sin mutilación o desgarro, en tanto se manifiesta en el encuentro con otro hombre; en nuestro caso en el encuentro médico o psicoterapéutico. Encuentro en el cual se reactualiza su pasado y se abren las posibles tensiones que van a determinar su futuro. Si esto ocurre es en virtud de lo que se han denominado los dos pilares del tratamiento psicoanalítico: el análisis de las resistencias y la elaboración de la transferencia.  

El análisis de las resistencias inconscientes mediante la interpretación pone al desnudo, a la vista del hombre, sus arcaísmos inconscientes.  

Mediante la transferencia, es decir, los sentimientos que le unen a su médico, absolutamente inconscientes -esto es primordial- revive el hombre el encuentro primero, el que, mal o bien, le ha constituido, y que ahora, cargado de afectos traspasa, transfiere a su médico”. (4)

6. Las vivencias emocionales, de naturaleza trascendente, genérica o específica, medibles en sus expresiones neurovegetativas que surgen desde la persona profunda –que tiene sus talones de Aquiles- y que darán lugar a conductas o se transformarán en lesiones patológicas cuando no alcanzan una adecuada y suficiente expresión. (5)

7. Las consecuencias a largo plazo de la urdimbre constitutiva, cuando se vive en desamor, que se traducen en comportamientos neuróticos y depresivos que coartan la libertad del sujeto.


7. Las consecuencias a largo plazo de la urdimbre constitutiva, cuando se vive en desamor, que se traducen en comportamientos neuróticos y depresivos que coartan la libertad del sujeto.

“La realidad de la materia, en especial materia social, reside en su futuridad. Ser hombre es tener utopías. Utopía significa ese dinamismo propio de toda materia, también de la materia social, que le pertenece a ella de manera inminente y que se manifiesta en el impulso que le lleva a desarrollarse en el futuro. El concepto de esperanza de Ernesto Bloch va implicado en el de transformación de la sociedad, es decir, en la realización del viejo sueño de la humanidad de revolucionar todas las circunstancias dentro de las cuales el hombre es un ser humillado, esclavizado, abandonado y despreciado (Marx).  

Habría que preguntarse: ¿Porqué a esta lista de adjetivos: humillado, menospreciado, etc. , no se añade este otro? El hombre es un ser que no sólo sufre la humillación y la injusticia, sino también la neurosis, la depresión y otras enfermedades crónicas que coartan su libertad, y se originan de un inicial desamor de su etapa constitutiva. Hombre en esta fase oral del desarrollo de la persona que, al igual que la fijación en la urdimbre de orden impide que la sexualidad se desarrolle de manera normal”. (6) 

8. El desarrollo del Yo, más o menos reforzado en el proceso evolutivo personal. Entendemos por Yo la estructura central de la persona, presente en el crecimiento, que se va fortaleciendo y desarrollando a lo largo de la vida y cuya misión es mantener en equilibrio toda suerte de tensiones, tanto las emocionales provenientes del mundo de los instintos, como las conflictivas que nacen del enfrentamiento del ser vivo con el exterior para así adaptar al sujeto a la realidad, proyectándola hacia el futuro.

“Más adelante en la vida, si este niño, hecho hombre, llega a ser sometido a un encuentro terapéutico, esta relación transaccional de la urdimbre va a reproducirse en forma de la relación dinámica transferencia-contratransferencia.  

La transferencia se refiere a los sentimientos que el paciente siente hacia su médico y que no están justificados por la situación actual, sino que representan las mismas tensiones emocionales que presidieron en su infancia su constitución individual.

La palabra contratransferencia sirve para designar aquellas actitudes emocionales que el enfermo suscita en el médico, en tanto a éste le son, por el momento, inconscientes y que, por deber técnico, tiene que sacar a la luz y esclarecer, so pena de entretener con ella la neurosis de su paciente en lugar de curarle. Si, por el contrario, el médico, con su inteligencia y su saber, pone al descubierto, esclareciéndolos o iluminándoles, los procesos subconscientes que tienen lugar en su propia psique, en la psique del médico, en esta nueva situación de encuentro, se pone en marcha el crecimiento de la persona del enfermo a quien atiende”. (7)

9. En la interacción del apego infantil hay un ritmo alternante de afecto y abandono percibido, que permite, bien acompasado, el desarrollo del niño.  

“Una característica de este encuentro primario, que también subraya Spitz, es el de ir diversamente matizado en cada uno de sus partícipes. Para el niño, esta unidad que establece con la persona tutelar o con la madre, lo es todo; para la madre o persona tutelar sólo es, en cambio, una parte de su vida. Por consiguiente, la protección va, ya desde el primer momento, vinculada a un ritmo alternante de afecto y abandono. Para entender las consecuencias de esto, capitales en el proceso psicoterápico y en la interpretación médica del hombre, hemos de considerar que, aparte de la urdimbre, hemos de admitir en todo nuevo ser una tensión de crecimiento o empuje vital, que le lleva a realizarse sea como sea, bajo los auspicios de cualquier encuentro, malo o bueno. Una de las características de este empuje vital es, como ha subrayado recientemente Carlota Bühler, en discusión con Spitz, la iniciativa constante del recién nacido, sus posibilidades de novedad, su apertura incesante hacia un futuro a realizar”. (8)

10. Los circuitos reverberantes, en el lenguaje cibernético, nos explican como en cada etapa, el genoma es solicitado por aquello mismo que acaba de producir y organizar obligándose a una readaptación o nueva alternativa en la que se mantiene la primigenia especificidad a la vez que se suscitan nuevos organizadores, informaciones que antes solo eran potencialidad y ahora son realidad. Así el sistema abierto que es todo ser vivo es completado por algo exterior a él, que de nuevo vuelve a convertirlo en sistema abierto, pero a otro nivel más elevado.

“Al final de todos estos reajustes evolutivos, está el gran reajuste terminal, en el cual el ambiente, hasta ahora presente tan solo a través de la pantalla o filtro placentario, se convierte en la presencia fundamental, en el último ordenador del proceso evolutivo. El circuito reverberante o cibernético madre-niño, continúa por un lado un proceso biológico primordial; por el otro abre o inicia un proceso espiritual decisivo; el del conocimiento, el del aprendizaje o, si se prefiere el de la culturización.

Pensemos que, de una forma o de otra, tanto lo que llamamos madre como tutela o, si queremos limitarnos a algo más concreto, la lactancia, son algo que, necesariamente, han de estar tan presupuestos en el caudal genético, tan previstos en los genes como en el cordón umbilical o los párpados que protegen al globo ocular de traumatismos. La evolución embriológica del ser humano se lleva a cabo sabiendo ya desde un principio que, al final de ello, están el pecho nutritivo o el biberón, es decir, el encuentro con estas realidades imprescindibles. Si no fuera así, todo el resto, complejísimo, el desarrollo de las enzimas, las infinitas sutilezas del sistema nervioso no tendrían sentido alguno, pues de nada servirían para la subsistencia del nuevo ser. Serían absolutamente inútiles, un estúpido bizantinismo de las moléculas, organizarse en forma tan complicada para luego sucumbir irresistiblemente.

Para decirlo de otra manera, la urdimbre (tutela) está prevista o anticipada por el código genético. No puede ser una casualidad que, por azar; se repita siempre, sin un encuentro que está tan calculado en el genoma como pueden estarlo los grupos sanguíneos o la estructura de la hemoglobina”. (9)

Cada escuela dará cuenta de estos factores resaltando unos u otros elementos y así:

-El psicoanálisis priorizará el inconsciente y la líbido.

-La Reflexología córtico-visceral, destacará los aspectos neurofisiológicos.

-El conductismo consideraría el aprendizaje condicionado como patrón.

-Los Cognitivistas pondrían como base la actividad intelectiva y conceptual, etc.


Lo hasta aquí expuesto es una muestra de cómo Rof Carballo analiza la conducta humana de modo extenso, pormenorizado y preciso a lo largo de toda su obra.  

Nos atrevemos a destacar entre sus aportaciones, y por orden cronológico:

Patología Psicosomática (1949), El hombre a prueba (1951), cerebro interno y Sociedad (1952), cerebro interno y Mundo Emocional (1952), La Medicina actual (1954), Niño, Familia y Sociedad (1960), Urdimbre afectiva y enfermedad (1960), Biología y psicoanálisis (1972), El hombre como encuentro (1973), Fronteras vivas del psicoanálisis (1975), 50 años de medicina psicosomática (1984), teoría y Práctica Psicosomática (1984), terapéutica del hombre (1986), Violencia y ternura (1991)


Psicosomática y conducta en el Rof postrero

En la segunda parte de nuestro trabajo, descubrimos como en el año 1992 nos muestra Rof la honradez y la audacia de un abordaje integrativo de las nuevas aportaciones científicas en relación con la conducta humana. , De entrada nos encontramos en “Nuevos horizontes de la Medicina Psicosomática”(10) con una reafirmación de la tradicional psicosomática. Estos hechos no anulan, sino al contrario, la resaltan como más precisa en la medicina de este periodo intersecular.

En el trabajo que nos sirve de base, Rof señala una serie de factores que, por aquel 1990-2000 emergen en el mundo de la Ciencia. Los repasaremos con sus palabras y en especial relación con la conducta humana, tal como ha sido nuestro propósito.

Se abren así nuevos horizontes ante la medicina psicosomática, los últimos que vio Rof en un momento en que Dantzer la califica de “ilusión transitoria” de la medicina de los años 1930-1950.

En el artículo que comentamos Rof replantea las cinco grandes revoluciones del momento, modificadoras del esquema comprensivo y operativo del hombre. Los apuntaremos brevemente:

La primera comprende a los neuropéptidos, constitutivos del sistema opioide endorfínico. Su presencia en el cerebro límbico, la ligazón que explican entre emoción y regulación genética mediante el Sistema emocional, presenta en todo el organismo que, su relación con ese sexto sentido defensivo que es el sistema inmunitario, son aspectos de gran significación. Citando a Eccles, y en base a lo descrito, describe Rof el “salto del homínido al hombre” con una psique capaz de posibilitar un complejo de intencionalidades que se potencian o inhiben mutuamente y obedecen a rutinas, a pautas rígidas o a una insondable libertad.

La segunda, contemplaría el engarce soma-psique, alma-cuerpo, mente-cerebro. Es un horizonte que se abre al compás de la mecánica cuántica, con el estudio de dendrones y psicones, la activación/desactivación del neo-córtex con fantasías, intenciones, etc, y la sorprendente actividad del cerebro frontal y límbico considerado mudo hasta hacía poco tiempo.

El tercer hito revolucionario va ligado a la “ciencia del caos” y la fisiología no linear del cerebro humano. Para Rof, la “Realidad velada” de los físicos atómicos y las “formas ligeramente alteradas de conciencia” que refieren los neuropsicólogos del momento es un reto. El desconocimiento actual de los fenómenos de organización molecular de los fluidos es grande. Ejemplo: Nasaru Emoto y los mensajes del agua.

En cuarto lugar señala Rof la introducción del sujeto en la física moderna junto al drama de la expulsión del mismo en la medicina. En “la paradoja Epistémica”(11) da un paso más en este campo y relaciona la imponente eficacia terapéutica moderna, la yatrogenia del hipertecnicismo despersonalizador y del consiguiente vicio profundo que invade a lo que era y debió seguir siendo una medicina honesta.

El quinto campo revolucionario para nuestro autor implica a la conciencia/realidad de la propia identidad sexual. Dice Rof: “la propia vida de nuestra cultura ha llevado a interrogarse seriamente sobre algo que parecía fijo e inamovible, la identidad sexual. Hay un movimiento en las culturas de Occidente hacia el descubrimiento por el varón de unos estratos femeninos y recíprocamente con la mujer de capas masculinas, que tienen una expresión cada vez más visible en las costumbres y prácticas de día en día más frecuentes en nuestra cultura” (12)

En otro lugar había escrito acerca de “el área de la hominización (tutela-desamparo) y, también, el área de la bisexualidad, en la que el hombre, en forma más o menos escondida, se enfrenta –siempre, como en todas las restantes áreas, a través del encuentro con el prójimo- con su sexualidad inconsciente, de signo contrario al de su consciente sexualidad. Pero, además, habría que considerar al hombre en su constituirse en otros encuentros radicales: el encuentro con el juego, con el lenguaje; el que hace, en el curso del aprendizaje con las categorías lógico-matemáticas; el que, en el plano biológico, lleva a cabo entre sus ritmos propios y los ritmos telúricos y cósmicos y qué hace con la cultura. Otros dos encuentros decisivos en la vida humana son el encuentro con la muerte y el encuentro trascendente”(13) Años antes en Almería se estudiaba bien la Androginia primordial en la búsqueda y elección del “otro al pretender conseguir y ajustar la pareja humana mediante la conquista de lo originario en lugar de la reconquista de los orígenes llegando así -al llegar– a ser en plenitud”(14)

Un sexto e ilusionante reto introduce Rof en la moderna psicosomática, clásico y actual a la vez. Es “el fluir implacable del tiempo, tanto el tiempo biológico como el tiempo histórico” Todo hombre vive el fluir heraclitiano de su vida, el futuro está encerrado imprevisiblemente en el pasado. Y en su memoria lleva marcado el tiempo que fue. Y concluye este valioso artículo afirmando que la Clínica Psicosomática es el intento de actualizar el pasado, lleno de fuerza obsesiva y secretos, que gobierna nuestra vida desde las oquedades submarinas del rememorar, como dijera Proust. Biografiar es vivificar el pasado, ese pasado, que si es amputado, hace enfermar o que al enfermar tiende a ser amputado.

Con el abordaje psicosomático cada enfermo historiado -biografiado- es una rica floración escondida de realidades visibles o subterráneas, con unas posibilidades espirituales inmensas encerradas en las células -cerebrales principalmente- y en los péptidos que discurren por todo su cuerpo, con repercusiones que solo la nueva física del caos –Schrödinguer, Szent-Gyorgy, Prigogine y Eccles-, y por ahora la física cuántica, puede contribuir a desvelar.

Sea este trabajo un punto de partida en la contemplación actual de la medicina psicosomática desde el que aprender integrando todos estos retos que Rof Carballo avizoró y valoró. Evocando su memoria nos adentramos ilusionados en esta aventurada empresa.


Notas

(1) EL HOMBRE COMO ENCUENTRO, Rof Carballo, Madrid 1973, pág. 12

(2) EL HOMBRE COMO ENCUENTRO, Rof Carballo, Madrid 1973, pág 25

(3) EL HOMBRE COMO ENCUENTRO, Rof Carballo, Madrid 1973, pág 45

(4) EL HOMBRE COMO ENCUENTRO, Rof Carballo. Madrid 1973, pág 45

(5) EL HOMBRE A PRUEBA, Rof Carballo, Madrid 1951, pág 65-70

(6) EL HOMBRE COMO ENCUENTRO, Rof Carballo, Madrid 1973, pág 20

(7) EL HOMBRE COMO ENCUENTRO, Rof Carballo, Madrid 1973, pág 45

(8) EL HOMBRE COMO ENCUENTRO, Rof Carballo, Madrid 1973, pág 27

(9) EL HOMBRE COMO ENCUENTRO, Rof Carballo, Madrid 1973, pág 44

(10) NUEVOS HORIZONTES DE LA MEDICINA PSICSOMÁTICA, Rof Carballo, Art. psicopatología, Madrid 1993, 13 2º, (79-83)

(11) LA PARADOJA EPISTÉMICA, Rof Carballo, Revista Atlántida nº 14

(12) NUEVOS HORIZONTES DE LA MEDICINA PSICSOMÁTICA, Rof Carballo, Art. psicopatología, Madrid 1993, 13 2º, (79-83)

(13) EL HOMBRE A PRUEBA, Rof Carballo, Madrid 1973, pág. 25

(14) GÉNESIS BIOGRÁFICA DEL AJUSTE DE PAREJA. Concepción Barceló y Fernando Jiménez. Folia Neuropsiquiátrica, XVII, 2, 1982

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