La investigación está relacionada con una de las prioridades que en la actividad educacional se plantea nuestro país en estos momentos, la intervención educativa para evitar futuras desviaciones en la conducta en los menores que proceden de un medio familiar con condiciones socioeducativas desfavorables, partiendo del análisis de los elementos fundamentales a tenerse en cuenta en la intervención con este tipo de familias. De igual manera se hace un estudio teórico acerca de la familia cubana actual, las influencias que los cambios sociales generan en el funcionamiento familiar y el de cursar de la familia a través de la historia.
El objetivo de esta tesis es la elaboración de una estrategia de intervención educativa que permita prevenir desde las edades más tempranas desviaciones de conducta en los niños que conviven en medios familiares con condiciones socioeducativas desfavorables, a partir de un modelo pedagógico del proceso de formación de valores sociale! s en las familias sustentado en el paradigma sociohistórico cultural. Se plantean interrogantes relacionadas con el nivel de eficacia del sistema de influencias, el uso consecuente de los elementos preventivos y la necesidad de una estrategia de intervención educativa para contribuir a prevenir desajustes en la conducta en los menores que conviven en medios familiares con condiciones socioeducativas desfavorables.
La intervención educativa para prevenir desviaciones en la conducta en niños que conviven en familia.
Guillermo Javier Peña Aguilera.
Profesor Universidad Pedagógica “Frank País”.
Master en Ciencias de la Educación.
Miembro de la Sociedad Cubana de psicología.
Resumen
La investigación está relacionada con una de las prioridades que en la actividad educacional se plantea nuestro país en estos momentos, la intervención educativa para evitar futuras desviaciones en la conducta en los menores que proceden de un medio familiar con condiciones socioeducativas desfavorables, partiendo del análisis de los elementos fundamentales a tenerse en cuenta en la intervención con este tipo de familias. De igual manera se hace un estudio teórico acerca de la familia cubana actual, las influencias que los cambios sociales generan en el funcionamiento familiar y el de cursar de la familia a través de la historia. El objetivo de esta tesis es la elaboración de una estrategia de intervención educativa que permita prevenir desde las edades más tempranas desviaciones de conducta en los niños que conviven en medios familiares con condiciones socioeducativas desfavorables, a partir de un modelo pedagógico del proceso de formación de valores sociale! s en las familias sustentado en el paradigma sociohistórico cultural. Se plantean interrogantes relacionadas con el nivel de eficacia del sistema de influencias, el uso consecuente de los elementos preventivos y la necesidad de una estrategia de intervención educativa para contribuir a prevenir desajustes en la conducta en los menores que conviven en medios familiares con condiciones socioeducativas desfavorables.
Introducción
El trabajo en la formación ciudadana de los niños, adolescentes y jóvenes es una prioridad de nuestro sistema educativo que actualmente adquiere una mayor trascendencia sustentada en las circunstancias particularmente complejas en las que se desarrolla la educación de nuestra más joven generación; a raíz de los cambios ocurridos en el mundo con el derrumbe del campo socialista y la desaparición de la URSS, el embate económico, político e ideológico del bloqueo imperialista y las medidas que se ha visto obligado a adoptar el país para salvar sus principales conquistas y preservar la revolución y el socialismo.
Los efectos de dichas circunstancias se reflejan en diversas manifestaciones de prácticas sociales no compatibles con nuestros principios. También es evidente la existencia de familias que aún en momentos menos complejos mantienen estas prácticas, por lo que es importante que adoptemos medidas educativas de carácter preventivo partiendo de la concreción de la labor político-ideológica y las actividades programadas.
Desde esta perspectiva la existencia tan sólo de un niño, adolescente o joven con inclinación a estas prácticas es para el sistema educativo objeto de una atención priorizada.
Pese a las grandes transformaciones del mundo contemporáneo, de los progresos científicos y tecnológicos que generan a su vez un nuevo sistema de vida, la familia sigue siendo el “hábitat” natural del hombre, el núcleo básico de la vida de cualquier individuo, esta es el grupo natural del ser humano.
Jurídicamente, se organiza sobre la base del matrimonio, el cual suele definirse como una institución social en la que un hombre y una mujer se unen legalmente con el fin de vivir juntos, procrear, alimentar y educar a sus hijos.
La familia como objeto de investigación, no es una categoría abstracta sino histórica, su vida y sus formas están condicionadas por el régimen económico social imperante y por el carácter de las relaciones sociales en su conjunto. Por esta razón se hace patente en nuestros días una preocupación cada vez más frecuente por investigar las mutuas interacciones entre familia y sociedad, y configurar programas de acción acordes a cada disciplina de las ciencias sociales, a fin de hacer posible un desarrollo más integral y armónico de la familia.
Muchos de los problemas que presenta la familia tienen su origen en costumbres y prejuicios ancestrales acerca de la relación de pareja y la educación de los hijos. Su persistencia se debe, en lo fundamental, a factores de índole subjetivo y objetivo. Esto demuestra que aún no se ha optimizado una acción social y una eficaz intervención psicológica y pedagógica en la familia, en especial, en lo referido a los aspectos educativos y asistenciales que favorezca una incidencia de esta sobre sus miembros desde las más tempranas edades que contribuya a la formación armónica de su personalidad.
Es imprescindible por tanto, para las organizaciones sociales en su conjunto, reconocer que todo lo que sucede en la familia repercute a un nivel más amplio, trasciende su ambiente particular para influir en la sociedad en su conjunto.
Un elemento que tiene una incidencia importante a la hora de cualquier análisis en relación con la familia lo constituye la prevención; entendida esta como “la adopción de medidas encaminadas a impedir que se produzcan deficiencias físicas, mentales o sensoriales o a impedir que las deficiencias cuando se han producido tengan consecuencias físicas, psicológicas y sociales negativas. . . ” (MINED, 1995).
En la práctica actual encontramos la presencia de menores de edad temprana y preescolar interactuando en un medio familiar con condiciones socioeducativas desfavorables. En este sentido las familias con sujetos históricamente inadaptados socialmente contribuyen a la formación del sistema de valores, opiniones y puntos de vistas inadecuados que hacen que el proceso de interacciones entre los miembros de las mencionadas familias dé lugar a desviaciones en la conducta que desembocan más tarde en problemas delictivos si no son atendidos preventivamente.
El estudio psicológico de la familia ha estado muy vinculado al campo de la psicología clínica, sobre todo a la psicoterapia. Nace de la práctica clínica y en específico del tratamiento infantil.
Aunque se le concede a J. L Moreno (1911) el título de precursor de las terapias no individuales, utilizando su técnica del psicodrama para el estudio de parejas y de familias, . Sólo a partir de los años 50 se desarrolla en EU. este tipo de terapia. Desde sus inicios se estableció con claridad que la terapia familiar era un concepto diferente, más que un método adicional de tratamiento. La terapia individualista resultaba insuficiente.
Uno de los enfoques más populares en terapia familiar fue el denominado “Teoría General de Sistemas”, que formuló el científico alemán Ludwing Von Bertonffy, según el cual cada componente del grupo familiar influye y está influido por los otros. De ahí la importancia que se le atribuye a la influencia de la familia en la formación de los niños desde las edades más tempranas.
Hay un grupo importante de autores norteamericanos que han hecho aportes a la psicología de la familia y en esencia, lo común a todos, desde el punto de vista teórico y como terapeutas, es el pretender diagnosticar las relaciones familiares y no la personalidad individual. Es decir consideran a la familia como un complejo de formas de comportamiento, como un sistema de relaciones con peculiaridades totalmente específicas, que difieren de la simple suma de formas de conducta de cada uno de sus miembros.
Resultan valiosos los aportes realizados por estos autores en el estudio de la dinámica familiar, aunque tal y como es concebida por los mismos adolece de dos problemas fundamentales:
· Se circunscribe al modelo clínico, al análisis de la familia como un sistema cerrado, aunque reconoce la influencia de otros sistemas.
· Elude toda suerte de consideraciones respecto a las características sociales de los integrantes de la pareja y miembros de la familia en general, como si los cambios del medio no influyeran sobre ellas, ni ellos a su vez tuvieran la posibilidad de modificar el medio.
En Cuba no existen antecedentes de importancia en relación con el estudio de esta temática hasta la creación de la Facultad de psicología de la Universidad de La Habana destacándose los estudios en este sentido de Patricia Arés, quien ha realizado los aportes más importantes y más recientemente Guillermo Arias en el Centro de orientación y atención a la Población. Todos los estudios realizados por estos y otros investigadores coinciden en plantear que es tarea de la educación estudiar el proceso perfectivo del hombre en sí mismo y en sus relaciones con los demás, ya que la construcción de la personalidad individual necesita del contexto social y de la confrontación con los demás. La personalidad sólo se construye progresivamente mediante el contacto social.
A través de experiencias unas veces afectivamente gratificantes y otras veces frustrantes, en un proceso a la vez de socialización y de individualización, el niño, el adolescente y el adulto, construyen progresivamente una imagen de sí mismos y de los demás.
Durante mucho tiempo se ha admitido que el desarrollo social tiene lugar principalmente en el seno de la familia o en el ambiente escolar como resultado de interacciones sociales espontáneas. Sin embargo, actualmente los sociólogos y psicólogos insisten cada vez más en las normas, los valores, las ideologías que hacen que la familia, la escuela, la comunidad más amplia se orienten según un proceso de socialización aparentemente espontáneo. Es preciso dar al niño una visión del mundo en que vive, que le permita orientarse de cara al futuro.
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente expresado resulta importante impulsar las investigaciones científicas en nuestro país, con el propósito de brindar solución a cada problema sustentado en hallazgos provenientes de la ciencia con la aplicación de las técnicas y los métodos que le son propios.
Hay que decir, sin embargo que la participación en eventos científicos de carácter territorial, nacional e internacional evidencia en el caso de la educación preescolar y en particular del programa de educación no formal que adolece de investigaciones dirigidas al trabajo preventivo con los menores que presentan factores de riesgo y desventaja social, incluso puede afirmarse que en este subsistema es donde menos avances hemos logrado siendo paradójicamente donde existen las mejores opciones propiamente dicho de prevención primaria. En nuestro medio, hasta donde se conoce, no existen antecedentes de investigaciones referidas a estos aspectos.
Por esto nos planteamos el estudio de este fenómeno, para el cual constituye nuestro problema científico la presencia de menores interactuando en un medio familiar con condiciones socioeducativas desfavorables. Este medio se convierte potencialmente en generador de desviaciones en la conducta que más tarde desembocan en problemas delictivos a partir precisamente de la formación del sistema de valores, opiniones y puntos de vistas inadecuados por parte de estas familias con sujetos históricamente inadaptados socialmente.
El objetivo de este trabajo es la elaboración de una estrategia de intervención educativa que permita prevenir desde las edades más tempranas desviaciones de conducta en los niños que conviven en medios familiares con condiciones socioeducativas desfavorables.
Atención a familias con condiciones socio educativas desfavorables
Los albores del siglo XXI debe movilizar a una profunda reflexión y a la búsqueda de alternativas, que permita la revitalización de la participación de la familia como fuente fundamental de formación y desarrollo de la personalidad de cada uno de sus miembros.
En el mundo actual se reconoce que la familia está en dificultades, y algunos escépticos hasta dudan de su sobrevivencia. Sobre esta actúan grandes amenazas por las graves crisis económicas y sociales que atraviesan la mayor parte de los países, y muy especialmente los de nuestra América.
Anualmente aumenta significativamente el número de divorcios, se eleva la inestabilidad en la estructura familiar, se incrementan los hogares a cargo de mujeres solas, lo que unido a una incorporación cada vez mayor de la mujer a la vida social, incrementa la sobrecarga de roles de la madre provocando los correspondientes desequilibrios en el orden psicológico.
Por otra parte se lacera significativamente la comunicación intrafamiliar, para la cual queda poco espacio, se producen algunas grietas en el sistema de valores, con cierta tendencia en el incremento de la violencia en algunas familias. No es difícil encontrar la frecuente comunicación agresiva en la pareja con extensión al vínculo con los hijos, lo que se convierte en un factor decisivo que atenta contra el crecimiento de una personalidad sana.
La familia es ese lugar determinante, donde los hijos y todos sus miembros se preparan para crecer, se preparan para la vida, se forman y desarrollan personalidades sanas, que es necesario potenciarla.
Estos elementos revelan aspectos esenciales que deben ser considerados, en cualesquiera de las circunstancias en que se pretende abordar el estudio de la familia y en esencia son abordados en este capítulo haciendo énfasis en las familias con condiciones socioeducativas desfavorables que se convierten en generadoras de trastornos en la conducta de sus miembros.
La familia como sistema
La familia como célula básica de la sociedad, como grupo natural del ser humano ha constituido a través de la historia lazos históricos que unen a los hombres entre sí y al mismo tiempo es una institución que constituye un subsistema dentro del sistema social, donde se transmiten de generación en generación normas, valores, costumbres y modelos de conducta que integran el acervo cultural de la humanidad.
Es el grupo de intermediación entre el individuo y la sociedad. Constituye el núcleo más primario del ser humano, en ella el hombre inscribe sus primeros sentimientos, sus primeras vivencias, incorpora las principales pautas de comportamiento, y le da un sentido a su vida. A pesar de las grandes transformaciones del mundo contemporáneo la familia sigue siendo el hábitat natural del hombre.
En los tiempos actuales mucho se habla de la crisis de la familia ya que han surgido valores emergentes que tienden a sustituir los valores de la familia tradicional. La familia a su vez se ha diversificado, pero nada apunta hacia la desaparición de esta como grupo humano, por el contrario la familia ha resistido a los impactos de los cambios sociales.
La relación entre individuo, familia y sociedad hay que entenderla en sus múltiples interrelaciones y no como un proceso unidireccional. Se hace necesario entender dos niveles uno MACROSOCIOLOGICO y uno MICROSOCIOLOGICO. El primero para establecer las relaciones entre familia y sociedad y el segundo para explicar la interrelación entre familia e individuo.
La familia es una categoría histórica, está determinada por el sistema social que le sirve de marco. El modo de producción imperante condiciona las formas de existencia de la familia, las jerarquías de sus funciones, los valores predominantes y los principios éticos.
Esta determinación puede analizarse en sentido inverso, lo que ocurre en una familia trasciende su marco particular para influir en la sociedad en su conjunto.
El grupo familiar de origen es un poderoso agente formador de la personalidad, que influye decisivamente en la formación de los individuos.
Las funciones de la familia se enmarcan en tres aspectos fundamentales de los que se derivan otras funciones. Estos aspectos son: Biológico, Económico y Espiritual (ver anexo 1).
En el estudio del funcionamiento de la familia además hay que valorar la comunicación, la cual resulta una función especial en sí misma, que guarda una estrecha relación con los lazos afectivos que se dan en el seno de la familia a partir de sus funciones informativa, reguladora y afectiva, resultando altamente positivo el clima familiar que se establece en el seno de este grupo así como la existencia de un equilibrio afectivo y la ausencia de tensiones y conflictos, expresándose a través de la comunicación interpersonal, las necesidades y las intensiones de los miembros del colectivo familiar. Como resultado de la realización de estas funciones se cumple la función educativa.
La familia humana constituye una categoría histórica que en cada etapa del desarrollo de la sociedad reproduce las relaciones específicas del correspondiente sistema social y al mismo tiempo la dinámica imperante. En Morgan recae el mérito de haber subrayado la influencia de la sociedad sobre la forma y la estructura de la familia. Según él la familia es un elemento activo, nunca estacionario que pasa de una forma inferior a una superior en la medida que la sociedad evoluciona; es el producto del sistema social.
Todas las familias atraviesan diferentes fases que la llevan a la maduración y cada una de ellas presenta sus propias características, presiones y satisfacciones y el énfasis en cada fase puede variar en diferentes sociedades, clases o culturas. (ver anexo # 2)
La etapa de formación abarca desde el matrimonio hasta el nacimiento del primer hijo, la extensión hasta el nacimiento del último de los hijos; la contracción desde que uno de los hijos abandona el hogar hasta la muerte de uno de los cónyuges y la disolución hasta la muerte del otro cónyuge. La disolución de una familia por lo general da lugar al surgimiento de otras, además es importante no ver de manera absoluta este ciclo que no se manifiesta en todas las familias de la misma manera.
En la medida en que la familia va pasando por las diferentes fases del ciclo va experimentando cambios y transformaciones, las llamadas “crisis familiares”; que pueden ser:
· Transitorias: Están asociadas a la evolución de la familia:
Formación: Matrimonio, nacimiento de los hijos, el rol de los padres, la entrada a las instituciones infantiles.
Extensión: Cese de la tutela.
Contracción: rol de los abuelos, la jubilación.
Disolución: rol de la viudez
· No transitorias: No guardan relación con el desarrollo de la familia, se presentan de momento, constituyen elementos psicotraumatizantes porque la familia no está preparada para ellos:
Por desmembramiento: Muerte, hospitalización, separación transitoria por misiones, etc.
Por incremento: Embarazo no deseado, regreso del que abandonó, reunión de la familia por situaciones imprevistas, adopciones, etc.
Por desmoralización: La falta de apoyo, la infidelidad, el alcoholismo, farmacodependencia, la delincuencia, actos deshonrosos, etc.
Por desorganización: Enfermedades graves incluyendo las psiquiátricas ó el retraso mental, inadecuada distribución de roles, accidentes, bajo nivel cultural que afecta las relaciones, problemas de la vivienda y el medio.
Mixtos: Ilegitimidad, fugas, divorcio, encarcelamiento, suicidio, etc.
Es decir, que la familia además de cumplir funciones importantes es un grupo que atraviesa por cambios evolutivos, que exigen de la misma un proceso de continuos ajustes. Estos cambios son producidos tanto desde el exterior, como resultado de los continuos movimientos sociales y desde el interior, por los cambios evolutivos de sus miembros y por transformaciones estructurales. Así, una familia potencialmente es más funcional, en la medida que exista un equilibrio en el cumplimiento de sus funciones y a su vez disponga de recursos adaptativos para enfrentar los cambios. Cada etapa exige de la familia una reorganización, estructurar reglas nuevas, ajustarse a la situación y elaborar pérdidas.
La Doctora Patricia Arés, profesora principal de psicología de la Familia, y Jefa del grupo de Estudios de la Familia de la Universidad de La Habana, define estructuralmente a la familia sobre la base de tres criterios:
Consanguíneo: Se refiere a las personas con vínculos conyugales o consanguíneos. Destaca los vínculos de parentesco.
Cohabitacional: Las personas que conviven juntas, unidas por constantes espacio-temporales. Enfatiza en el marco de referencia medio ambiental más próximo a la persona, es decir el hogar.
Afectivos: Establecen un núcleo de relaciones afectivas estables. Es decisivo el grado de intimidad y estabilidad de los vínculos afectivos. (Arés Patricia, 1990. p. 43).
En relación con esto se definen las familias nucleares las que están constituidas por padres e hijos, las extendidas que incluyen a los abuelos y las ampliadas en las que se agregan personas que rebasan la estructura familiar.
Consideramos importante la relación que existe entre la organización dinámica de la familia y la integración de la personalidad de los hijos. Aunque la organización de la familia varía de una cultura a otra y según la clase social en una sociedad, parece probable que, en todas partes, existe para la familia ciertos principios de organización, impuestos por su constitución. La familia nuclear, no sólo es un grupo pequeño con rasgos distintivos debido a la naturaleza prolongada e intensa de las relaciones existentes en ella y a sus funciones específicas, sino que su estructura viene determinada, en parte por el hecho de estar compuesta por dos generaciones y dos sexos. La división en dos generaciones y dos sexos minimiza el conflicto de roles y tiende a formar áreas libres de conflictos en los que el niño inmaduro puede desarrollarse y orientarse hacia roles apropiados.
La organización de la familia se refiere a la participación de los miembros de la familia en la vida social y familiar de la pareja y la organización que tienen en la misma. Patricia Arés tiene en cuenta el grado de participación de la pareja en la vida social, la distribución de las tareas domésticas, la estructura de la actividad y el equilibrio de roles.
Si hacemos un análisis de los temas más importantes abordados por los autores contemporáneos en el estudio psicológico de la familia tanto para la orientación, prevención y terapia, habría un consenso en destacar los siguientes conceptos: sistema, límite, espacios, roles, comunicación, y autonomía.
· Otro elemento importante es la funcionalidad de la familia. Actualmente se debate por los estudiosos del tema, cuáles serían los indicadores que hacen una familia más funcional (entendiéndose por funcional, aquella en cuyas interrelaciones como grupo humano se favorece el desarrollo sano y el crecimiento personal de cada uno de sus miembros).
La orientación familiar exige el disponer de una serie de recursos para intervenir en cualquiera de estos indicadores. Las disfunciones familiares cambian de una
Sociedad a otra.
Este comportamiento manifiesta su incidencia en la propia estructura familiar, entendida como sistema específico de relaciones entre sus miembros, determinado por sus formas de actividad, socialmente significativa, y por la conducta de éstos dentro y fuera de la familia. Si diferenciamos cuatro niveles básicos en la estructura familiar: la estructura de parentesco, la de poder; la comunicación y la de roles, entendida esta última como el grado de realización por cada miembro de la familia de sus roles, determinados a partir de sus aspiraciones o expectativas, se pudieran realizar algunas valoraciones derivadas de los rasgos presentes en determinados niveles de la estructura de la familia, que están directamente vinculados a la realización del trabajo doméstico.
Tomemos por ejemplo la estructura del poder. En nuestras familias está muy extendido el reconocimiento por parte de sus miembros adultos e incluso de los hijos adolescentes y jóvenes, de un estilo parcialmente democrático en la toma de las decisiones familiares fundamentales.
También existe una estructura de roles caracterizada por la insuficiente actividad de la figura paterna en la ejecución de actividades familiares básicas, incluida la atención y educación de los hijos, y además por un sobredimensionamiento del rol de madre y esposa pues, en la práctica, la mujer se desempeña como eje familiar, alrededor del cual gira en buena medida la estabilidad, entendida como funcionamiento de la unidad familiar.
En lo concerniente al nivel de la estructura de la comunicación, que también ejerce influencia en todas las esferas del funcionamiento de la familia, en tanto la intensidad de la comunicación espiritual en la pareja en las diferentes etapas de su desarrollo posee un alto grado de influencia en la cohesión del grupo familiar y en la satisfacción con el matrimonio, al tiempo que la comunicación adecuada entre padres e hijos se convierte en una premisa de cardinal importancia para el cumplimiento de la función formadora por parte de la familia.
Existen insuficiencias en la comunicación de pareja y en el ámbito de las relaciones interpersonales en la familia. De esta manera, la necesidad de orientar el trabajo hacia el logro de una cultura de comunicación es una cuestión que se convierte en imperativo inaplazable en el trabajo de orientación familiar teniendo en cuenta la complejidad que puede adquirir en ocasiones la convivencia familiar en las distintas etapas del ciclo de vida de la familia y además en condiciones de convivencia multigeneracional, como puede ser el caso de la familia ampliada, bastante extendida en nuestro país.
Otro elemento importante está relacionado con la planificación de la economía. Ciertamente, las irregularidades en el proceso de distribución social, unidas a la inestabilidad en la oferta en el mercado nacional, condicionados por múltiples y variados factores económicos, así como los beneficios de la política social en materia de salud, educación, etc, gratuitos, pueden implicar la carencia de una necesidad consciente de planificar de manera más o menos ajustada los ingresos disponibles en la familia. En las familias en que la mujer es trabajadora hay una mayor proporción de aquellas que planifican su presupuesto, a diferencia de las familias en que la mujer no está ocupada en la producción social.
No menos interesante resulta la existencia de una mayor concentración de familias extendidas entre las que organizan de manera inadecuada el consumo: ello parece indicar que en la medida en que se amplían y diversifican los componentes de la unidad familiar (familias extendidas), resulta más difícil a la familia organizar su consumo, pues ello implica, conciliar los intereses y las necesidades de cada uno de sus miembros para distribuir de manera justa los recursos de que dispone la familia y aprovecharla de forma racional.
En relación con las condiciones de vida existen diferencias significativas entre las familias obreras y las de trabajadores intelectuales a favor de estas últimas. Dichas condiciones de vida de las familias de trabajadores intelectuales constituyen en general premisas superiores para un mejor ejercicio de las funciones familiares.
El ingreso familiar percápita resulta un indicador relevante de las condiciones de vida, como medio indispensable para la apropiación de otras como pueden ser, los equipos electrodomésticos, los servicios sociales cuyo disfrute se obtiene mediante pago directo.
En cuanto al equipamiento familiar, existe una proporción considerable de nuestras familias que no poseen el equipamiento básico adecuado, es decir: televisor, refrigerador, olla de presión, lavadora, ventilador, batidora. En este punto también se presentan importantes diferencias socioclasistas derivadas principalmente a nuestro juicio, del ingreso familiar.
Las condiciones de la vivienda de nuestras familias, en relación con su estado físico y la densidad de ocupación que presentan es otro elemento importante en relación con las condiciones materiales de vida de la familia cubana actual en la que se ven más afectadas las familias obreras. En las condiciones de vida relativas a la vivienda resulta imprescindible la evaluación del indicador “densidad de ocupación”, el cual resulta elevado en nuestro medio. Estos problemas señalados en las condiciones de vivienda manifiestan su incidencia en las diferentes funciones familiares. En cuanto a la función cultural ésta puede resultar afectada en los casos en que la vivienda no proporcione espacios mínimos que favorezcan la comunicación o garanticen la privacidad para el mantenimiento de adecuadas relaciones padres?hijos y compartir actividades recreativas dentro de la vivienda.
De manera general se manifiesta un desarrollo de la familia cubana en correspondencia con el desarrollo social y las transformaciones sociopolíticas incorporadas al país desde 1959 y en correspondencia también a la evolución de la familia cubana en su decursar histórico. En ello ha incidido el papel que el estado le ha atribuido al redimensionamiento de un adecuado nivel de funcionamiento familiar de acuerdo a las transformaciones sociales experimentadas.
La situación de crisis económica que atraviesa nuestro país desde fines de 1989 ha sido catalogada por especialistas como la mayor por su intensidad, crudeza y por las implicaciones en la vida espiritual del pueblo cubano en el presente siglo originado fundamentalmente por el bloqueo económico y la perdida de ventajas comerciales ostensibles con los países exsocialistas, entre otras causas.
El descenso brusco de los niveles económicos, ha erosionado en algunas familias determinados valores, proceso muy complejo y vinculado directamente a medidas indispensables de aplicar para adaptarse estratégicamente al nuevo escenario económico y político internacional y poder hacerle frente a la crisis, la aparición de esta llamada economía emergente generó lógicamente un proceso contradictorio natural en su implementación, en el sentido de que no obstante garantizar en lo fundamental la gratuidad con respecto a la educación, la salud y la seguridad social a sectores de la población más necesitados como era de esperar, ella ha afectado el bienestar general.
El Ministerio de Educación de nuestro país de igual forma ha ido instrumentando vías para que por parte de maestros, profesores y todo el personal de las escuelas ir garantizando darle cumplimiento a estas políticas, teniendo en cuenta el papel que juega la escuela y el potencial que posee para desplegar todo este trabajo así la como la incidencia que tiene al nivel de toda la sociedad. En este sentido desde hace varios cursos y de manera particular en el actual se viene trabajando por la formación ciudadana de nuestros niños adolescentes y jóvenes, de manera que en ellos se formen sentimientos en correspondencia con las normas éticas de nuestra sociedad en medio de las condiciones adversas por las que atraviesa el país y que inciden sobre el funcionamiento de las familias que ya han sido abordadas con amplitud en otros epígrafes y que se refleja en la práctica de conductas no compatibles con nuestros principios. Para el país resulta de atención priorizada cada niño que se dedique a estas prácticas y realiza una labor desde y hacia la escuela con la familia, unido a instituciones, organismos y organizaciones mediante la labor preventiva.
Se trata de centrar el trabajo preventivo a partir de concretar la labor política ideológica y su salida a través del trabajo metodológico y la clase.
Se pone énfasis a la fundamentación pedagógica y al enfoque preventivo del proceso docente y al alcance integral de la labor educativa de la escuela, insistiendo en el colectivo pedagógico como modelo moral para los alumnos, el cumplimiento con calidad de los programas con un enfoque educativo y personalizado de la clase, el protagonismo estudiantil, la proyección educativa hacia la comunidad y en especial la orientación y educación familiar.
En el contexto social actual se insiste en sistematizar, precisar y fundamentar en el trabajo preventivo con énfasis en el ámbito educacional. Se plantea que el segundo nivel de prevención debe tener un alcance desde el punto de vista pedagógico, psicológico y social, con los alumnos que presentan situaciones especiales ocasionadas por el medio familiar o por manifestaciones en su conducta; no-acatamiento de normas, indisciplina escolar, etc.
En los momentos actuales está claro cómo los factores de riesgo en la familia y la comunidad pueden tener incidencia negativa sobre los menores y se orienta a los docentes, en los diferentes niveles, diseñar sistemas de intervención a partir del diagnóstico de la familia y la comunidad para reforzar los aspectos de atención desde la escuela.
Método
Para hacer el diagnóstico del problema utilizamos una muestra de niños y familias del Consejo Popular 30 de Noviembre del Municipio Santiago de Cuba. Este cuenta con 12 circunscripciones.
Se seleccionó este Consejo Popular atendiendo a varios factores entre ellos que:
· Cuenta con instituciones escolares representativas de varias enseñanzas, siendo así tiene un circulo infantil, una escuela primaria, una secundaria básica y una escuela especial.
· Cuenta además de otros centros favorecedores en la adopción de las acciones preventivas, en este caso resalta la escuela Provincial del PCC "Hnos. Marañón".
· Asimismo se destacan otros factores claves, en particular que residen en el entorno personalidades del ámbito educacional y político y que la presidenta del Consejo Popular es una compañera que procede del sector educacional.
Primeramente se realizó la identificación y diagnóstico del problema, concibiéndose partiendo de los menores en edad escolar ubicados en las escuelas del territorio identificados como alumnos con factores de riesgo y desventaja social, desde aquí se buscó la existencia de hermanos en edad temprana.
Un primer diagnóstico arrojó los siguientes resultados:
· 167 estudiantes de las diferentes enseñanzas tenían factores de riesgo, siendo los principales indicadores la conducta moral inadecuada y la situación económica precaria.
· 8 estudiantes desvinculados del estudio.
· 88 niños de 0 a 5 años se registraron con factor de riesgo pertenecientes a 54 familias coincidiendo con los factores antes mencionados.
· Una cifra significativa de alumnos procedentes de centros educacionales del Consejo Popular egresan cada año hacia Escuelas de Oficios, para que se tenga una idea de la Secundaria Básica el 37, 9 % de sus egresados el pasado curso lo hicieron para este tipo de centro, y lo más significativo es que en el territorio no existe ninguna escuela de este tipo de enseñanza lo que provoca que los alumnos tengan que trasladarse a centros muy distantes del Consejo Popular.
Esto motivó a emprender un estudio con las familias proclives a situación delincuencial que tenían menores de 0 a 5 años, en 6 de las circunscripciones.
Se actualizó el censo de los niños de 0 a 5 años y el control de embarazadas para poder concretar el trabajo a través del Programa "Educa a tu Hijo" de las vías no Formales. Para ello se realizó un levantamiento en las circunscripciones seleccionadas, realizándose visitas a cada vivienda de las mismas.
Como resultado de este trabajo realizado se identificaron 11 familias con 13 menores entre 0-5 años que consideramos con condiciones socioeducativas desfavorables.
Partimos de los criterios siguientes:
· Miembros reclusos o exreclusos, en especial los padres o tutores.
· Personas con conducta político–moral inadecuada por ejercer prostitución.
· La realización de negocios ilícitos.
· Frecuentes escándalos públicos y la asociación con otras personas para delinquir.
Para precisar esta información se aplicó a cada familia una encuesta, se entrevistaron a los elementos de la comunidad que pudieran ofrecer un mayor número de información sobre cada familia en particular, además a través del Oficial de Menores del consejo Popular obtuvimos el historial delictivo de cada familia para precisar los delitos cometidos por esta. (Anexos 3 y4)
El análisis de toda esta información posibilitó conocer que la mayor parte de las familias identificadas tenían como rasgo generalizador:
· Una economía inestable, generalmente precaria.
· La mayoría de sus miembros sin vínculo laboral estable.
· Cuando recibían, casi siempre, ayuda económica en algunas de sus modalidades, esta es insuficiente para poder satisfacer las necesidades esenciales de los menores.
· Se aprecia con regularidad despreocupación por la formación y desarrollo del menor, incluso es frecuente que estas personas negocien con los recursos que el estado le asigna para la atención del niño o para la atención de la embarazada.
· Hasta el momento no había un plan de acciones específicas encaminadas a la situación particular que presentaban estas familias y sus menores.
Otro elemento importante, que se manifiesta en las entrevistas con docentes de las diferentes enseñanzas en relación con estos aspectos, tiene que ver con el papel de la comunicación intrafamiliar y con los miembros de las diferentes estructuras de la sociedad que con frecuencia se limita a un acercamiento entre ellos con el objetivo de sancionar o sacar a relieve los problemas de la familia lo que genera un desbordamiento de dicha problemática en ellos y con esto un rechazo abierto a tratar estos problemas desde una óptica dirigida a transformarlo, aspecto este importante a tener en cuenta en el trabajo de intervención familiar.
También es evidente en el ámbito de la sociedad la tendencia a restarle importancia al conocimiento que en ocasiones se posee y no se utiliza en relación con elementos de tipo teórico sobre la familia como es el conocimiento de las etapas por las que transita, las crisis que en ella se dan, sus funciones y tipos de familia para tenerlos en cuenta en la atención familiar. El conocimiento a profundidad del fenómeno que se va a tratar garantiza una mayor efectividad en la solución a los problemas que vamos a enfrentar.
Partiendo de estos elementos se procedió a caracterizar cada familia y cada niño o niña objeto de nuestro interés.
Es importante señalar que respecto a los niños se aprecia que todos alcanzaban un nivel de desarrollo aparentemente normal en lo que se refiere a su maduración psicofisiológica, ello se constató a través de la evaluación de los indicadores del desarrollo neuropsíquico previstos en los manuales "Educa a tu hijo".
Sin embargo, se evidencióde que las condiciones familiares de los niños eran favorables en alto grado para que se produzcan en un futuro más o menos largo desviaciones que puedan abarcar tanto el componente cognitivo como el afectivo.
A partir de los resultados del diagnóstico del problema objeto de estudio se reitera la necesidad de establecer un modelo pedagógico dirigido a formar valores sociales en las familias con condiciones socioeducativas desfavorables que permita contribuir a la formación de la personalidad integral de los niños que se desarrollan en esos entornos familiares que tan adversos resultan para su normal formación. Este modelo servirá de sustento a una estrategia de intervención educativa en la que se definan los elementos que contribuyan a orientar la atención preventiva en esta dirección.
Estrategia de intervención educativa para menores que proceden de familias con condiciones socioeducativas desfavorables
En el presente capítulo abordamos la estrategia de intervención educativa para la prevención de desviaciones en la conducta en menores que proceden de familias con condiciones socioeducativas desfavorable, en la cual se revela el modelo Pedagógico elaborado, acerca del proceso de formación de valores en este tipo de familias.
Esta estrategia facilita la labor preventiva con los niños que proceden de estos medios familiares que se convierten en posibles generadoras de futuras alteraciones en la conducta de estos, dada la desfavorable influencia que manifiestan, precisamente a partir del sistema de valores, opiniones y puntos de vistas inadecuados que poseen.
Se parte de la consideración de que la personalidad se forma y se desarrolla no sólo bajo la influencia de acciones dirigidas hacia una finalidad del sistema educacional, sino también y de manera esencial, en un amplio contexto social, puesto que el sujeto vive en una sociedad, en la que a la familia le corresponde una alta responsabilidad, dada la influencia que ejerce.
La principal función de la escuela como señala la Dra. Amelia Amador es trasmitir y formar los modos de hacer, pensar, trabajar, de las tradiciones, de la cultura general de los hombres, como parte del proceso de socialización en que transcurre la vida de niños, adolescentes y jóvenes.
La educación, por lo tanto, tiene que ser integral, desarrollando diferentes aristas, es decir, un hombre que piense, sienta, valore, actúe, cree, ame; es prepararlo para la vida presente y futura, para el trabajo, lo que constituye la esencia misma del proceso educativo. Tiene a su vez que favorecer el desarrollo de valores, de respeto y de defensa del hombre mismo, de su entorno físico, del equilibrio ecológico y del desarrollo cultural. Este papel de la educación adquiere mayor relevancia cuando, de manera preventiva, se trabaja con menores que proceden de medios familiares que pueden convertirse en generadores de desajustes en el normal desarrollo de la personalidad de estos como consecuencia de la inadecuada incidencia familiar, de ahí la propuesta del modelo pedagógico que sirve de sustento a la Estrategia de intervención educativa para la atención a estas familias.
Modelo pedagógico del proceso de formación de valores sociales en familias con condiciones socioeducativas desfavorables
Un elemento importante que en estos momentos incide en la labor educativa está relacionado con el trabajo preventivo y las insuficiencias que se presentan en la detección tardía de los trastornos de la conducta, lo que hace que la atención a este tipo de menores resulte más difícil por las fallas que en este sentido se producen en el cumplimiento de uno de los principios más importantes del diagnóstico: el carácter precoz.
Esta situación denota las insuficiencias que aún subsisten en el trabajo con las familias, en particular aquellas con condiciones socioeducativas desfavorables, las cuales se constituyen en posibles generadoras de trastornos de la conducta en los menores que conviven en estos medios familiares.
Lograr una temprana detección y una adecuada intervención de estas, facilitaría encaminar todo un accionar preventivo sobre las mismas encaminado a formar un grupo de valores sociales que permitan mejor eficiencia del sistema de influencias sociales que sobre los menores se ejerce y con ello se contribuye a prevenir futuros desajustes en la conducta.
Por esto se plantea un modelo pedagógico que permita estructurar la formación de valores sociales en estas familias.
El modelo que se propone se sustenta en el paradigma sociohistórico cultural del cual Vigotsky es su máximo exponente. En este sentido se tiene en cuenta la ley genética fundamental del desarrollo psíquico, la que expresa que “toda función en el desarrollo cultural del niño aparece en escena dos veces, en dos planos: primero en lo social, después en lo psicológico, primero entre los hombres, como categoría interpsíquica, después dentro del niño como categoría intrapsíquica ”(Petrovsky, A. V. , 1982).
Está ley reviste gran interés para el desarrollo de cualquier estrategia de intervención educativa, ya que a partir de lo que expresa, la conciencia individual tiene su origen en la interelación social que el niño establece con las personas que lo rodean.
Otro elemento importante en la teoría de Vigotsky está relacionado con el papel que se le asigna a la educación en el desarrollo de la personalidad, o sea cómo son las relaciones interpersonales que se deben establecer entre los niños y los que le rodean e interactúan directamente con él en el proceso de comunicación social con el objetivo de producir un desarrollo individual que lleve implícito su naturaleza social. Es decir que las relaciones sociales son la fuente del desarrollo psíquico y del aprendizaje.
También la teoría en relación con la Zona de Desarrollo Próximo, sin dudas uno de los principales aportes de Vigotsky a las Ciencias Sociales en general, según la cual el desarrollo se da en dos planos que denominó Zona de Desarrollo Próximo y Zona de Desarrollo Actual. Esta última se refiere a lo que el niño ya es capaz de hacer de manera independiente y la primera lo que no es capaz de hacer sólo, pero lo puede hacer con ayuda, en colaboración con los demás. Es la distancia que media entre el nivel de desarrollo de lo que sabe, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo próximo, lo que puede llegar a saber, determinado a través de la resolución de unos problemas bajo la guía o mediación de un adulto o en colaboración con otro niño más capaz. (Bell Rodríguez Rafael, 1992).
Este concepto nos permite inferir la importancia que tiene en la intervención con las familias la Zona de Desarrollo Próximo, para lograr una mayor comprensión sobre las posibilidades de incidir sobre los niños de manera que se contribuya a prevenir en ellos desajustes en su conducta a partir precisamente de sus potencialidades.
Modelo sociopedagógico del proceso de formación de valores sociales en la familia con condiciones socioeducativas desfavorables
Estrategia de intervención educativa para la prevención en menores que proceden de familias con condiciones socioeducativas desfavorables
Consideramos la estrategia de intervención educativa como el arte de tomar parte, mediar o dirigir la familia en el proceso de crecimiento y desarrollo como grupo específico de la sociedad facilitando la toma de decisiones y la independencia en la búsqueda de soluciones adaptativas y creadoras ante situaciones problemáticas presentes.
La intervención familiar consiste en la aplicación de un conjunto de técnicas que a distintos niveles se realizan con la familia a modo de desarrollar sus propios recursos y la autoayuda. No se trata de intervenir trazando pautas de dirección precisa, ni creando la dependencia incompetente, sino ayudando a encontrar soluciones propias que se ajustan a las diversas situaciones conflictivas que atraviesa la familia. Cuando hablamos de intervención educativa familiar nos referimos al proceso que agrupa el conjunto de mecanismos para proveer información, así como facilitar la reflexión y el análisis acerca de la vida familiar, los estilos de relación interpersonal y la crianza de los hijos.
La estrategia de intervención educativa en familias con condiciones socioeducativas desfavorables es el producto de la necesidad del perfeccionamiento del trabajo de orientación familiar que se ha desplegado a través del programa comunitario “Educa a tú hijo” y del papel jugado por las escuelas de padres en los diferentes niveles de enseñanzas. En ello ha sido fundamental la interactuación con menores que proceden de medios familiares disfuncionales, lo que hace que surja la necesidad de instrumentar acciones conscientemente estructuradas que facilite la atención preventiva a menores que proceden de estos medios familiares.
La estrategia en cuestión va encaminada a poner en manos de los docentes un instrumento dirigido a incidir sobre familias con condiciones socioeducativas desfavorables y a los menores que proceden de las mismas para evitar el surgimiento en ellos de desviaciones en la conducta.
El objetivo de la estrategia radica en lograr la preparación de los docentes para prestar atención a los menores que proceden de familias con condiciones socioeducativas desfavorables y a las propias familias.
El modelo pedagógico del proceso de formación de valores sociales en familias con condiciones socioeducativas desfavorables y el sistema de indicadores para definir la funcionalidad de la familia constituyen los referentes de la estrategia.
La intervención familiar está orientada por los siguientes elementos:
Fundamentación Pedagógica de la Estrategia
- El sistema debe ser capaz de generar fundamentalmente información que nutra su funcionamiento.
- Debe tener el nivel de decisión acerca de sus propias estrategias con alto grado de independencia.
- La participación conjunta para la realización en las tareas de solución de problemas.
- Garantizar la involucración afectiva.
Estos aspectos son importantes tenerlos en cuenta en tanto que cualquier proceso de intervención educativa debe propiciar la participación motivada y responsable en la solución de las necesidades, así como desarrollar los propios recursos y potencialidades que faciliten las conductas individuales y familiares.
Para elaborar una planificación de intervención educativa es necesario tener en cuenta las características de la comunidad en la cual se va a intervenir. Por otra parte es importante partir de un adecuado y oportuno diagnóstico para identificar los problemas.
El plan de acción concebido traza el camino en los niveles de prevención, detección, e intervención propiamente dicho. En este sentido es importante proveer a la familia de los conocimientos que le permitan comprender las consecuencias futuras que sobre los niños tiene la presencia de situaciones desfavorables que inciden en el desarrollo de este.
En la detección juega un papel importante la escuela y la información que esta tenga acerca de la situación del entorno de sus alumnos, y la intervención va dirigida tanto a la familia como a los niños para incidir sobre ambos de manera que se logre mejorar el nivel de incidencia sobre estas.
En la intervención se debe tener en cuenta la presencia de tres niveles al abordar el problema:
1. Cuando el individuo posee las destrezas y posibilidades para enfrentar el problema planteado y puede encontrar soluciones.
2. Cuando la naturaleza del problema supera las posibilidades del individuo y este requiere de las redes sociales tales como familiares, amigos, grupos de la comunidad.
3. Cuando los recursos son pobres, ineficientes para la magnitud del problema y la solución va más allá del alcance de los niveles de apoyo social, por tanto necesita del apoyo profesional.
Otro aspecto contenido en la estrategia de intervención es la necesidad de conocimiento y recursos de enfrentamiento a los cambios de las etapas del ciclo vital de la familia, así como a los eventos de vida que provocan crisis familiares. Hacerles ver que la estabilidad y la armonía familiar así como una forma adecuada de ejercer la autoridad sobre los hijos, unido a la co
IMPORTANTE: Algunos textos de esta ficha pueden haber sido generados partir de PDf original, puede sufrir variaciones de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas.
Bajo la superficie: La importancia de realizar un buen diagnóstico diferencial
Candela Payo Rodríguez et. al
Fecha Publicación: 20/05/2024
Relevamiento de datos estadísticos sobre características de los procesos judiciales en Abuso Sexual Infantil intrafamiliar
Ana María Martorella
Fecha Publicación: 20/05/2024
Implicación de la familia en el abordaje asistencial comunitario en salud mental.
jessika villanueva mendoza et. al
Fecha Publicación: 20/05/2024
Mujeres y Psiquiatría. Una perspectiva de género para comprender el sufrimiento psíquico
Julia Sánchez Rodríguez et. al
Fecha Publicación: 20/05/2024
Nuevo Abordaje Multidisciplinar de las Conductas Autolesivas No Suicidas en los adolescentes mediante la intervención Psicoterapéutica del Programa TaySH
Natàlia Calvo Piñero
Fecha Publicación: 20/05/2024
Estudio de Caso: TERIA y los Trastornos del Neurodesarrollo Ocultos
Noemí Reviriego Reinaldo et. al
Fecha Publicación: 20/05/2024