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Patrones de personalidad en consumidores de sustancias psicoactivas (SPA).

Fecha Publicación: 01/01/2004
Autor/autores: Milton Rojas Valero

RESUMEN

La presente investigación es un estudio de tipo descriptivo cuyo objetivo principal es analizar, conocer y describir los patrones de personalidad promedio de una muestra de consumidores de diversas sustancias psicoactivas (N=40), de ambos sexos, participantes de las sesiones de consejería y sesiones motivacionales del Programa "Lugar de Escucha" del Centro de Información y Educación para la prevención del Abuso de drogas (CEDRO) de Lima-Perú.

La recolección de los datos se realizó a través del inventario Clínico Multiaxial de Millon (MCMI-II) y la Ficha de atención (FdA). Luego del procesamiento y análisis descriptivo de los datos, se encontró entre los resultados más relevantes un alto número de escalas con indicadores significativos. Se logró evidenciar que los patrones de personalidad Agresivo-Sádico (93, 3), Antisocial (91, 5) y pasivo Agresivo (91, 3), presentan los indicadores más elevados dentro de la muestra de consumidores de SPA. Por otro lado, la escala de Dependencia de drogas ha demostrado ser eficaz en el diagnóstico de este trastorno, encontrándose indicadores significativos en relación a una muestra de consumidores de sustancias psicoactivas.


Palabras clave: Dependencia, Drogas, MCMI-II, Patrones de personalidad, Sustancias psicoactivas
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Personalidad, Trastornos de la Personalidad .

Patrones de personalidad en consumidores de sustancias psicoactivas (SPA).

Milton Rojas Valero; Luis S. Espinoza Paul; Martín Noda Matos.

Centro de Información y Educación para la prevención del Abuso de drogas (CEDRO)
Av Roca y Boloña 271, San Antonio, Miraflores. Lima-Perú

PALABRAS CLAVE: Patrones de personalidad, MCMI-II, Dependencia, drogas, Sustancias psicoactivas.

(KEYWORDS: Patterns of personality, MCMI-II, Dependency, Drugs, Psicoactive substances)

 

Resumen

La presente investigación es un estudio de tipo descriptivo cuyo objetivo principal es analizar, conocer y describir los patrones de personalidad promedio de una muestra de consumidores de diversas sustancias psicoactivas (N=40), de ambos sexos, participantes de las sesiones de consejería y sesiones motivacionales del Programa "Lugar de Escucha" del Centro de Información y Educación para la prevención del Abuso de drogas (CEDRO) de Lima-Perú.

La recolección de los datos se realizó a través del inventario Clínico Multiaxial de Millon (MCMI-II) y la Ficha de atención (FdA). Luego del procesamiento y análisis descriptivo de los datos, se encontró entre los resultados más relevantes un alto número de escalas con indicadores significativos. Se logró evidenciar que los patrones de personalidad Agresivo-Sádico (93, 3), Antisocial (91, 5) y pasivo Agresivo (91, 3), presentan los indicadores más elevados dentro de la muestra de consumidores de SPA. Por otro lado, la escala de Dependencia de drogas ha demostrado ser eficaz en el diagnóstico de este trastorno, encontrándose indicadores significativos en relación a una muestra de consumidores de sustancias psicoactivas.

Abstract

This research is a descriptive study which objective is to analyze, know, and describe the average personality patterns in a sample of consumers of different psicoactive substances (N=40) of both genders, participants of the advising and motivation sessions of the "Lugar de Escucha" Program at Centro de Informacion y Educacion para la Prevencion del Abuso de drogas (CEDRO) in Lima, Perú.

The data was collected using the inventario Clínico Multiaxial de Millon (MCMI-II) and the Ficha de atención (FdA). After data processing and descriptive analysis, it was founded a high number of scales with significant indicators among the most relevant results. The Aggressive-Sadic (93, 3), Antisocial (91, 5) and Passive-Agressive (91, 3) personality patterns show the highest indicators into the sample of SPA consumers. In the other hand, the Drug Dependence Scale has shown to be effective for diagnosting this disease, founding significant indicators related to a sample of psicoactive substances consumers.



Introducción

El abuso y la dependencia del alcohol y otras drogas se ha convertido en una problemática de salud, particularmente en nuestro medio donde drogas sociales como el alcohol y el tabaco han adquirido patrones de uso y abuso extremadamente altos (CEDRO: Castro de la Mata y Zavaleta, 2002), A su vez, estos ribetes de alto consumo de sustancias se inscriben dentro de patrones de consumo múltiple, donde ya se han situado algunas drogas no tradicionales de corte sintético como el éxtasis (3-4 metilendioxianfetamina), GHB (Gamma Hidroxi Butírico), “polvo de ángel” o PCP (Fenciclidina), LSD (Ácido Lisérgico Dietilamida), etc.

En este escenario, la psicología clínica y en particular la que se encuentra orientada a la evaluación y el diagnóstico del consumo de drogas, ha empleado diversas estrategias para evaluar casos en forma eficiente. Para ello es frecuente el empleo de una batería de pruebas que comprenda pruebas de personalidad, depresión, familia, inteligencia, etc.

Los resultados de las pruebas psicológicas, acompañadas de la entrevista estructurada permiten establecer las acciones posteriores de intervención más adecuadas para cada persona.

En el Programa “Lugar de Escucha” de la institución CEDRO, el abordaje realizado para casos relacionados al consumo de Sustancias Psicoactivas (en adelante SPA), no difiere del modelo empleado tradicionalmente. En efecto, cada consultante es entrevistado y evaluado psicológicamente dentro de un enfoque interdisciplinario de consejería y sesiones motivacionales.

Al presente, uno de los instrumentos psicométricos que ha demostrado cierto nivel de eficacia en la evaluación y el diagnóstico psicológico es el inventario Clínico Multiaxial de Millon (MCMI - II). Este inventario permite establecer un diagnóstico bastante amplio en relación a los patrones básicos de personalidad, trastornos de personalidad patológicos y síndromes clínicos de los cuales once corresponden a los trastornos de personalidad descritos en el Eje II del DSM-III, y nueve síndromes clínicos con mayor prevalencia en el Eje I. El uso del MCM – II se encuentra ampliamente extendido en nuestro medio, esta situación se manifiesta a pesar de no contar con una estandarización para nuestra realidad.

Millon (1997) plantea que cualquier tratado que intente realizar una clasificación de la personalidad debe estar respaldado teóricamente. La experiencia clínica y el consenso en las opiniones no son criterios suficientes. Su modelo evolucionista de la personalidad intenta explicar la estructura y los estilos de personalidad haciendo referencia a la adaptación ecológica y las estrategias que derivan en estilos de personalidad.

El mismo autor --Millon (1992)-- propone una estructura de clasificación de los aspectos de la personalidad que comprende las variables clínicas más relevantes tales como conducta, afecto, relación etc. Se han realizado numerosos estudios empleando el MCM–II para determinar patrones de personalidad en consumidores de drogas.

En Norteamérica Calsyn et al, 1991, realizaron un estudio sobre la validez de la escala de abuso de drogas del MCMI-II utilizando una muestra de 110 veteranos hombres que buscaban tratamiento por adicción al opiáceos o cocaína, encontraron dificultades en la validez de esta escala sugiriendo precaución en su utilización para identificar adicciones a las drogas.

Fals-Steward (1992) realizó un estudio cuyo objetivo fue establecer características de personalidad en abusadores de SPA mediante el MCMI-II en una muestra de 253 pacientes de 17 a 50 años de edad de una comunidad terapéutica. En este estudio se encontraron promedios significativamente elevados en las escalas de esquizoide y Antisocial, los participantes con este diagnóstico manifestaban tendencia a la recaída.

En un estudio con 58 dependientes de cocaína comparado con un grupo Control de “no” consumidores de drogas, se encontraron puntajes significativos en la personalidad Borderline y Narcisista del grupo de consumidores de drogas a diferencia del grupo control, en el cual no se encontraron puntajes significativos. (Yates, et al. , 1995)

Craig (1992) realizó un meta-análisis de estudios que utilizaron el inventario Clínico Multiaxial del Millon (MCMI-II) en consumidores de SPA. Este se realizo sobre literatura publicada con una muestra total de de 2, 000 pacientes. Sin embargo todavía se aprecian vacíos en la investigación básica aplicando el MCMI – II en esta población. La evidencia preliminar de este estudio sugiere que las escalas de desorden de la personalidad son útiles para determinar estilos de personalidad en abusadores de drogas, sin embargo, se encontraron algunos problemas en las escalas de síndromes clínicos.
Específicamente, la escala de Dependencia de drogas ha demostrado dificultad en la confiabilidad para diagnosticar personas adictas a drogas. Este meta-análisis encontró resultados significativos en las escalas paranoide y de Desórdenes Antisociales.

Bishop (1993) validó el uso del inventario Clínico Multiaxial del Millon (MCMI-II) en una muestra de 73 abusadores adultos de drogas, los cuales se encontraban en tratamiento con internamiento por dependencia a SPA. Solo un 16. 9% de la muestra evidenció protocolos inválidos del MCMI-II, la invalidez del instrumento no fue relacionada con características o historia de abuso de sustancias.
Flynn et al, 1995, investigaron la relación entre la preferencia a la heroína o cocaína e indicadores psiquiátricos en una muestra de 146 adictos a heroína y 136 usuarios de cocaína, realizando un perfil clínico individual utilizando el inventario Clínico Multiaxial del Millon (MCMI-II) luego del procesamiento de los datos encontraron indicadores significativos en el grupo de consumidores de cocaína en las escalas de Dependencia, Histrionismo, Antisocial y Borderline.

Litman et al, 1993, administraron el MCMI-II a 129 abusadores de drogas con un rango de edad de 18 a 80 años. El análisis de los datos encontró indicadores altamente significativos en el trastorno antisocial y el síndrome de ansiedad.

Estos resultados no hacen sino confirmar que el rubro de la estructura de la personalidad del toxicómano es aún un escenario donde hay más contradicciones que coincidencias. Una de las razones: la imposibilidad de determinar los rasgos de la personalidad previa al consumo.

En nuestro medio algunos investigadores han realizado estudios cualitativos para describir algunas características de la personalidad en consumidores y consumidoras de SPA; estos estudios fueron desarrollados en dependientes a Pasta Básica de cocaína (en adelante PBC) buscando encontrar relación con distintas variables como frustración (Boza, 1983; Valdez, 1984), Autoconcepto (Rodríguez, 1985), depresión (Wagner de Reyna, 1986), ansiedad (Villanueva, 1988), psicopatía (Rodríguez, 1989) y género (Rojas, 1999).

Considerando que ha habido un desarrollo insuficiente de investigaciones en torno a la estructura de la personalidad del toxicómano, el presente ensayo clínico pretende examinar algunos rasgos de personalidad y responder a preguntas como, en el grupo de estudio, ¿cuál es el nivel de patología cuando está asociado el consumo de drogas?


Metodología

Participantes
El procedimiento de muestreo efectuado es no probabilístico e intencional. La muestra esta constituida por 40 personas de ambos sexos (18% mujeres y 81% hombres), con edades comprendidas entre los 18 a 46 años de edad (Media = 24. 3; Desviación Estándar = 7. 65). Los participantes del estudio son consumidores de diversas SPA marihuana (THC), PBC, alcohol (OH) y Clorhidrato de cocaína (CLC), quienes solicitaron atención psicológica al Programa “Lugar de Escucha” de la institución CEDRO de Lima-Perú. El período de trabajo analizado comprende noviembre del 2002 y junio del año 2003.

 


Tabla 1. Características generales de la muestra de consumidores de sustancias psicoactivas atendidos en el “Servicio Lugar de Escucha” - CEDRO (N=40)


En la tabla 1 de características generales de la muestra en estudio se puede observar que la mayor parte de los participantes se encuentra en el grupo etáreo comprendido entre 18 a 25 ocupando el 70% de la muestra. Asimismo se encuentra una cuarta parte (15%) de la muestra en la franja de edad de 34 a 41 años, un número menor (13%) se encuentra entre los 26 a 33 y un mínimo (3%) del grupo en estudio se encuentra entre los 42 a más años de edad.

Del mismo modo, se observa que más de la mitad de la muestra tiene problemas de consumo de marihuana (55%), un 23% consume Clorhidrato de cocaína, la cuarta parte (15%) tiene problemas con el alcohol y una minoría (8%) consume PBC.

Por otro lado, se aprecia que el 33% de la muestra es consumidor habitual, el 28% es consumidor abusador, un 18% consumidor experimental, una cuarta parte (15%) es consumidor dependiente y una minoría (8%) es consumidor ocasional.


Instrumentos
Inventario Clínico Multiaxial de Millon (MCMI-II)
El MCMI-II (Millon, 1987) es un inventario que consta de 175 afirmaciones breves y auto descriptivas con formato de respuesta de falso y verdadero. Este inventario esta conformado por 26 escalas diagnosticas comprendidas en los Patrones clínicos de personalidad (Esquizoide, Evitativo, Dependiente, histriónico, Narcisista, Antisocial, Agresivo-Sádico, Compulsivo, Pasivo-Agresivo, Autoderrotista), patología severa de la personalidad (Esquizotipico, Borderline, Paranoide), Síndromes clínicos (Ansiedad, Somatoformo, Bipolar, distimia, Dependencia de alcohol, dependencia de drogas), Síndromes severos (desorden del pensamiento, depresión mayor y desorden delusional) y Escalas de fiabilidad y validez (validez, Sinceridad, Deseabilidad Social y Autodescalificación). El contenido de este inventario procede de la teoría bio-psicosocial de Theodore Millon en el cual los síndromes clínicos son extensiones de los estilos de personalidad de una persona.

La versión del instrumento utilizada en la presente investigación es una traducción llevada a cabo en 1995 por un grupo de profesores de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Sin embargo, se precisa que dicho instrumento no está estandarizada para nuestro medio; aspecto que no invalida los resultados que se encuentran en el presente estudio.


Ficha de atención (FdA)
La Ficha de atención (FdA) es el instrumento principal del Programa “Lugar de Escucha” de CEDRO, el mismo que es administrado en entrevista semi-estructurada. Dicho instrumento consta de una serie de preguntas cerradas, abiertas y alternativas múltiple.

La FdA considera variables demográficas (sexo, edad, estado civil y procedencia), tipo de atención, motivo de consulta, persona que pide ayuda, observaciones generales, antecedentes de consumo de SPA, antecedentes de tratamientos por adicción, tipo de familia y antecedentes familiares.

Este instrumento fue validado mediante metodología de Criterios de Jueces con cinco jueces, quienes realizaron la validación todos los profesionales con especialización en el tema de dependencia a SPA.


Procedimiento
La aplicación de los instrumentos de recolección de datos para el estudio fue realizada en los consultorios del Programa “Lugar de Escucha” de CEDRO durante el período de noviembre del 2002 y junio del 2003 por profesionales entrenados en evaluación psicológica.
En la primera sesión se recolectó la información brindada por el paciente empleando la Ficha de atención (FdA). La aplicación del MCMI-II se realizó como parte del proceso de evaluación y consulta psicológica. Este procedimiento permite realizar un diagnóstico para la elaboración de las alternativas de ayuda a los consumidores de sustancias. Las evaluaciones fueron realizadas de manera individual a cada participante. Solo se tomaron en cuenta los protocolos de respuesta con puntajes significativos en la escala de validez según los criterios del MCMI-II.


Análisis de datos
Los datos recolectados y codificados fueron sometidos a tratamiento estadístico en el programa Microsoft Excel XP versión 2002. El análisis de los datos incluye estadísticos de tipo descriptivos para los resultados usando media y desviación estándar.


Resultados

Las siguientes tablas contienen estadísticas descriptivas (media y desviación estándar) de las escalas del MCMI -II y otras variables (sexo y droga problema) de toda la muestra. Se han considerado como significativas las escalas con puntajes finales iguales o superiores a 75 siguiendo los criterios del MCMI –II estarían considerados entre los indicadores Moderado y Elevado.

 


Tabla 2. media y Desviación estándar de los patrones clínicos y patología severa de personalidad de consumidores de sustancias psicoactivas (N=40)


En la tabla 2 de patrones clínicos y patología severa de personalidad se observa el mayor puntaje en la escala de Agresivo-Sádico (93, 39) asimismo se encuentran indicadores elevados en las escalas Antisocial (91, 5), Pasivo-Agresivo (91, 3) y Narcisista (89, 1). También se evidencian indicadores moderados en la escala Borderline (80, 7), histriónico (78, 2) y Sinceridad (75, 4).



Tabla 3. media y Desviación estándar de los síndromes clínicos y severos de consumidores de sustancias psicoactivas (N=40)

La tabla 3 en la escala de síndromes clínicos se evidencia un indicador significativo moderado en Dependencia de drogas (83, 8) las demás escalas no presentaron indicadores significativos.



Tabla 4. media y Desviación Estándar de los patrones clínicos y patología severa de personalidad de consumidores de sustancias psicoactivas según sexo(N=40)

En la tabla 4 solo se encontraron puntajes elevados en el grupo de hombres en las escalas de patrones clínicos de la personalidad en las escalas Agresivo–Sádico (96, 73) Antisocial (94, 30), Pasivo-Agresivo (93, 55) en estas mismas escalas se encuentran indicadores moderados Agresivo–Sádico (70, 00) Antisocial (78, 14), Pasivo-Agresivo (80, 86) en el grupo de mujeres. Se encuentran diferencias en las escalas de patología severa de personalidad de tipo Borderline (82, 42) y paranoide (74, 73) en el grupo de hombres. Se observa una diferencia en la escala de sinceridad en la cual el grupo de hombres (77, 00) presentaron indicadores significativos a diferencia del grupo de mujeres (67, 86) que no mostró significación.



Tabla 5. media y Desviación estándar de los síndromes clínicos y severos de consumidores de sustancias psicoactivas según sexo (N=40)

En relación a los síndromes clínicos y severos se puede observar en la tabla 5 que sólo el grupo de hombres mostró indicadores significativos en las escalas de dependencia a alcohol (77, 45) y drogas (82, 7).

 

Tabla 6. media y Desviación Estándar de los patrones clínicos y patología severa de personalidad de consumidores de sustancias psicoactivas según droga problema (N=40)

En la tabla 6 se observan los puntajes relacionados a los perfiles de personalidad con relación al tipo de droga problema. En el grupo de consumidores de marihuana se halló indicadores moderados en las escalas de patrones clínicos de personalidad pasivo-agresivo (90, 77) e histriónico (77, 36) e indicadores elevados en la escala de Agresivo-Sádico (91, 73) Antisocial (90, 36) y narcisista (88, 14) en este grupo se encontraron en la escala de patología severa de la personalidad indicadores moderados de personalidad Borderline (78, 32).

El grupo de consumidores de PBC se encontró indicadores moderados en las de patrones clínicos de la personalidad narcisista (77, 67), Dependiente (76, 00) y esquizoide (75, 00) e indicadores elevados en las escalas Evitativo (96, 00), Agresivo-Sádico (89, 00), Antisocial (86, 67) y Pasivo-Agresivo (86, 00), asimismo se encontraron indicadores moderados en las escalas Esquizotípico (74, 67) y Borderline (80, 67) en lo que se refiere a patología severa de la personalidad.

La muestra de consumidores de alcohol muestra indicadores moderados en las escalas Agresivo-Sádico (105, 83), Narcisista (101, 33), Pasivo-Agresivo (99, 83) y Antisocial (97, 83) e indicadores moderados en las escalas Autoderrotista (84, 33), histriónico (79, 83) y Evitativo (75, 33) además de observarse indicadores elevados de personalidad Borderline (86, 17) y paranoide (86, 33).

En el grupo de consumidores de cocaína se encontraron indicadores moderados en los patrones clínicos de histriónico (81, 44) e indicadores elevados en las escalas Antisocial (91, 56), Agresivo-Sádico (90, 11), Pasivo-Agresivo (88, 78) y Narcisista (87, 11) en las áreas relacionadas a patología severa se observo un indicador moderado en la personalidad Borderline (88, 78).



Tabla 7. media y Desviación estándar de los síndromes clínicos y severos de consumidores de sustancias psicoactivas según droga problema (N=40)

Se puede observar en la tabla 7 con relación a los síndromes clínicos en el grupo de consumidores de marihuana indicadores moderados en la escala de Dependencia de drogas (80, 23) asimismo se puede observar que en este grupo no se encuentran indicadores significativos en la escala de Dependencia de alcohol (66, 82).

En el grupo de consumidores de cocaína se encontraron indicadores moderados en la escala de Dependencia de alcohol (79, 67) e indicadores elevados en la escala de Dependencia de drogas (85, 00). En el grupo de Consumidores de alcohol se evidenciaron indicadores elevados en las escalas de Dependencia de alcohol (89, 17), Bipolar (88, 67) y Dependencia de alcohol (88, 33).
Al igual que el grupo de consumidores de PBC los consumidores de cocaína indicadores moderados en la escala de Dependencia de alcohol (79, 67) e indicadores elevados en la escala de Dependencia de drogas (89, 22). En ninguno de los grupos de consumidores se encontraron indicadores significativos en las escalas de síndromes severos.


Discusión

En relación al análisis de datos los resultados más resaltantes es el alto número de escalas con indicadores significativos de trastornos de personalidad en relación al promedio de la muestra, encontrándose el puntaje más alto en Agresivo-Sádico (93, 3). También se encontraron indicadores elevados en las escalas Antisocial (9, 5), Pasivo-Agresivo, (91, 3) y Narcisista (89, 1) los resultados observados tienen compatibilidad con investigaciones realizadas en otros contextos que encontraron indicadores significativos en estas áreas en poblaciones similares. (Craig, 1992; Fals-Steward, 1992; Flynn, et al. , 1993; Litman, et al. , 1993)

Otros datos interesantes son los indicadores moderados en la escala Borderline (80, 7), este resultado es similar al encontrado por otros estudios realizados en el extranjero. (Yates, et al. , 1995; Flynn, et al. , 1993) e histriónico (78, 2) los cuales respaldan resultados encontrados en otros estudios.

La baja desviación estándar de los puntajes observados en la muestra señalaría la heterogeneidad de los participantes debido a la poca dispersión que se observa tanto en el grupo general como en los subgrupos formados en base a los criterios de genero y tipo de droga problema.

A diferencia de otros estudios en los que se aplico el MCMI-II en poblaciones de consumidores de drogas en las cuales se encontró poca validez de la escala de Dependencia de drogas (Craig, 1992; Calsyn, et al. , 1991), en este estudio se encontró indicadores significativos (83, 8) que reflejan la característica propia de la muestra y apoyan a la validez de esta escala en la predicción de adicción a drogas, sin embargo hubiera sido necesario utilizar estadísticos más fuertes, una muestra mayor y un grupo control para poder generalizar estos resultados y establecer conclusiones definitivas.

Se encontraron indicadores sugestivos (74, 0) en la escala de Dependencia de alcohol lo que podría estar evidenciando la relación del consumo del alcohol asociado a la utilización de otras sustancias consideradas como ilegales.
Por otro lado, se determinó un nivel alto de sinceridad (75, 4) hacia la prueba en la muestra estudiada, lo cual puede significar que la combinación entre la evaluación y el proceso de consejo y motivación, contribuyó en el establecimiento de un buen puente de confianza entre consultante y consejero, lo cual conllevó a obtener buena apertura a la prueba y al desarrollo de las sesiones.

Con relación a los resultados obtenidos según la variable genero se encontraron datos similares en ambos grupos, presentando, así, un perfil muy similar en lo que se refiere a patrones clínicos en los cuales ambos grupos mostraron puntajes significativos en las escalas Agresivo–Sádico, Antisocial y Pasivo-Agresivo en estas mismas escalas se encuentran indicadores moderados en el grupo de mujeres solo se evidencia diferencias en la patología severa de personalidad en donde solo el grupo de hombres mostró indicadores significativos en las escalas Borderline y paranoide.

Un dato interesante se observa en las diferencia en la escalas de Sinceridad, Dependencia de alcohol y Dependencia de drogas en las cuales el grupo de hombres difiere significativamente a la muestra de mujeres, las cuales no mostraron niveles significativos en estas escalas. Esto puede deberse a la actitud de encubrir el consumo e información respecto del uso de drogas, dado que en la mujer consumidora es más difícil aceptar su condición de adicta, en razón a las actitudes sociales, culturales y familiares (Rojas, 1999)

Por otro lado, se observo patrones similares de personalidad en relación al tipo de droga problema encontrando indicadores significativos en las escalas narcisista, antisocial, agresivo-sádico, pasivo agresivo y borderline en consumidores de marihuana, PBC, alcohol y de cocaína.

En los usuarios de PBC se encontraron puntuaciones significativamente más altas en las escalas esquizoide, Evitativo y Dependiente; ello parece estar relacionado con algunos rasgos de la personalidad ya examinados en el síndrome de la PBC (Nizama, 1985; Navarro, 1992), donde se puntualiza el proceso de psicopatización secundario generado por la pastomanía. No obstante, la lectura de estos resultados dejan dudas hasta no verificar estos datos con investigaciones más exhaustivos con grupos de contraste y con un control de variables más riguroso.

Finalmente, debido a las características de la presente investigación de carácter descriptivo en un grupo pequeño de usuarios y usuarias de drogas, así como por la falta de un grupo de contraste y la utilización de un instrumento no estandarizado en nuestro medio, los resultados no pueden ser generalizables a poblaciones con características similares. Sin embargo, los resultados encontrados son herramientas que permiten seguir indagando el andamiaje de la personalidad desde la perspectiva de la evaluación clínica con el inventario Clínico Multiaxial de Millon y la entrevista psicológica.


Referencias

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