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Factores de riesgo y protección en madres migrantes transnacionales.

Autor/autores: Estíbaliz Pereda Sagredo
Fecha Publicación: 01/03/2009
Área temática: Tratamientos .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Este artículo resume las conclusiones de una investigación cualitativa sobre los efectos psicosociales en las mujeres migrantes (residentes en Bizkaia) que se producen a raíz de la separación de sus hijos e hijas. Se tomó el modelo relacional-sistémico como punto de partida para el análisis de la información obtenida, por lo que el eje de interpretación no se halla en el contexto individual de la mujer migrante sino sobre el vínculo madre-hijo y sobre la influencia del núcleo familiar extenso ?situado en la mayoría de casos en el país de origen.

El material obtenido fue clasificado en tres bloques: a) la situación previa a migrar, b) la situación posterior a la llegada ?con influencias provenientes tanto del país de acogida como del de origen? y c) el proyecto futuro. Su posterior análisis parece sugerir que este colectivo detenta características únicas dentro del grupo de las personas migrantes, lo cual exige un abordaje terapéutico y social particulares.

Palabras clave: madres, migrantes


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FACTORES DE riesgo Y PROTECCIÓN
EN MADRES MIGRANTES TRANSNACIONALES

El presente trabajo resume los resultados de una investigación co-subvencionada por el Área
de Políticas de Género de la Diputación Foral de Bizkaia, la Asociación Vasco Navarra de
terapia Familiar y Maldan Behera Elkartea: "Mujeres Migrantes con menores a cargo en país
de origen. Estudio cualitativo sobre variables multidimensionales y efectos psico-sociales en el
país de destino", realizada por Victor Arnáiz, Lorena Bertino y Estíbaliz Pereda en el año 2005.
La correspondencia electrónica referente a este artículo puede remitirse a:
etorbide@avntf-evntf. com

INTRODUCCIÓN

Mientras que tradicionalmente han sido los hombres los que han aceptado trabajos en el
extranjero, su partida ha sido siempre vista desde la perspectiva de su rol tradicional como
proveedores del grupo familiar. Es en el momento en el que las mujeres empiezan a salir de
sus países en forma de migrantes económicas, cuando su partida pone en entredicho el ideal
de madre siempre presente en el ámbito doméstico, "piedra angular" de la vida en familia y del
hogar. Es más, su conversión a la principal proveedora del sustento familiar ha hecho
tambalearse la idea tradicional que se tenía de las aportaciones económicas de las mujeres a
la familia, concebidas, más que nada, como una mera ayuda o complemento. Cuando las
mujeres son las que migran -debido al rol tradicional de cuidadora principal- la familia se ve
obligada a atravesar procesos de mayor reajuste que cuando es el hombre el que abandona el
hogar. De alguna manera, la salida de la madre ha forzado a los hombres a asumir las
responsabilidades de cuidado más comúnmente vinculadas a las funciones femeninas dentro
del ámbito familiar.
No será hasta bien entrado el S. XX, entre los 70 y los 90, cuando la creciente presencia de
las mujeres constituye una de las principales características de los movimientos migratorios
internacionales. Se puede decir que, es entonces, cuando las mujeres empiezan a ser tenidas
en consideración como personas con proyecto migratorio propio y no como fruto de un
reagrupamiento familiar dependientes del proyecto migratorio del cónyuge.
Hasta no hace mucho, tanto las políticas migratorias como la investigación académica o los
datos estadísticos definían a la persona inmigrada como un varón, joven, soltero y trabajador,
omitiendo cualquier referencia a la mujer migrante ( 1). La perspectiva del género aparece a
partir de la década del 70, momento en el que también se evidenció la gran cantidad de
mujeres que migraban con proyectos personales y no sólo como meras acompañantes de los
hombres (2).
La nueva posición de la mujer, desde que decide migrar hasta su nuevo rol activo en un
contexto migratorio internacional, entra en conflicto con las estructuras familiares tradicionales
de muchos países de origen mantenidas hasta el momento.

1

Casal Cachacon, M. La migración desde la perspectiva de género. Ponencia en Seminario sobre Mujeres Migrantes organizado
por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. En Vitoria-Gasteiz. 2003
2

Observatorio Vasco de Inmigración. Inmigración femenina en la CAPV. . Panorámica de la Inmigración, nº 3. Abril de 2005.

1

Tal y como explica Claudia Pedone( 3) sobre el contexto migratorio de las mujeres
ecuatorianas, extensible a otros orígenes de mujeres migrantes, cuando el grupo doméstico
toma la decisión de embarcarse en un proyecto migratorio internacional, no sólo influyen los
elementos materiales sino que comienzan a aflorar las relaciones simbólicas entre los
miembros. Para las mujeres ecuatorianas, por ejemplo, viajar, en numerosos casos, implica
terminar de alguna manera con la sumisión a la autoridad del padre, hermanos varones y/o
marido; además es vista como una posibilidad para romper con las normas establecidas desde
las relaciones de género dominadas por los varones.
El innegable empoderamiento de la mujer en el contexto de las migraciones internacionales
contribuye a que las protagonistas vean fortalecida su autoestima, cuenten con mayor control
de su natalidad, tiendan a mejorar el nivel de bienestar familiar, el nivel de escolaridad de los
hijos y de las hijas y tengan, sin duda, mayor influencia sobre la administración del gasto
familiar.
Por otra parte, esta realidad no está exenta de conflictos, como los que se pueden dar con el
marido cuando éste permanece en el lugar de origen y ella, desde destino, provee los recursos
para el sustento familiar e intenta controlar el gasto. Estos conflictos, en la mayoría de los
casos, son sobrellevados con tal de poder brindar la oportunidad a sus hijos e hijas -bien sea
en el país de origen como en el de destino- de estudiar y ampliar sus posibilidades en el futuro.
Algunas autoras han denominado a este proceso "revolución de las aspiraciones", mujeres que
seguramente pertenezcan a la primera generación de migrantes, que difícilmente conseguirán
salir de la precariedad laboral, con el mero objetivo de que sus hijos e hijas puedan tener
mayor bienestar y por tanto, formación y condiciones laborales mejores que la generación
anterior.
Las concepciones de las funciones asignadas al género femenino obligadamente tienen que
cambiar, lo que cabría también preguntarse es si las concepciones en cuanto a las funciones
del varón como principal proveedor de la familia y soporte fundamental, sobre el que se
constituía el ejercicio de su autoridad, también están modificándose.
Cabe además destacar que la mayoría de estudios existentes sobre migración se centran en la
persona que se moviliza y en sus experiencias una vez que llega al país de destino,
desatendiéndose, en general, las variables familiares, así como el impacto de las separaciones
entre padres/madres e hijos/as que, desde el país de origen, afectan directamente sobre su
proyecto migratorio.
Este trabajo de investigación, de carácter cualitativo y exploratorio, profundiza en las variables
psicosociales que inciden en las madres transnacionales a raíz de la separación de sus
hijos/as.
La invisibilidad femenina no constituye el único sesgo dentro de los estudios de migración. Aún
hoy en día perdura una perspectiva individual donde se teoriza sobre un inmigrante aislado del
contexto familiar o social. Por tanto, otro avance más, y encaminado al logro de una
perspectiva más amplia y enriquecedora, implicaría reconocer plenamente que el proyecto
migratorio afecta no sólo al individuo, sino que conforma a su vez un proceso tanto familiar
como social. (4). En palabras de Falicov (5): ". . . La migración no constituye una experiencia que
3

Pedone, C. Relaciones de género en las cadenas familiares ecuatorianas en un contexto migratorio internacional. Documento
multimedia: 2002
http://www. transmigrared. net/PUB/Claudia_Pedone_Relaciones_de_genero_en_las_cadenas_familiares_ecuatorianas_en_un_con
texto_migratorio_internacional. pdf
4
5

Herrera, G. La migración vista desde el lugar de origen. Revista Iconos, nº 14, Ecuador. 2002
Jaes Falicov, C. Emotional Transnationalism and family identities. Family Process, vol. 44, nº 4. New York. USA. 2005

2

pertenezca solamente a quienes abandonan sus países. Los protagonistas en la saga de la
migración incluyen a quienes abandonan el país, a quienes se quedan; a quienes van y vienen
durante generaciones. . . "
Tanto la toma de decisiones como la implementación de los recursos necesarios para llevar a
cabo el proyecto migratorio se produce, en la mayoría de los casos, en el contexto familiar --nuclear o ampliado. En el propio sentido del proyecto median los potenciales beneficios y
perjuicios de la familia, la cual implementa una serie de estrategias que gestionan el proceso
migratorio mediante la movilización y activación de una serie de recursos materiales,
organizativos y simbólicos (6). El distanciamiento más que una trasgresión a la idea de familia
supone la aparición de nuevos modelos que presentan desafíos teórico-prácticos y demandan
un nuevo marco analítico (5).
Estos nuevos modelos familiares "transnacionales" (7) o "vinculados a la migración" presentan
formas muy diversas en función de una vasta variedad de factores y circunstancias tales como:
quién emigra primero y quién después; dónde nacen los hijos/as, si la pareja se halla
constituida por personas del mismo país o no (parejas mixtas); cuántos y quiénes están
reagrupados, si lo han sido de derecho o de hecho, etc. ( 8). Pero, independientemente de la
tipología, con la partida de uno de los miembros --la persona migrante-- se impulsa una
reestructuración que afecta tanto a la homeostasis y la identidad familiar como a la
organización de los diferentes subsistemas y sus respectivos límites, la jerarquía o posiciones
de poder en la familia, las relaciones entre las diferentes generaciones y los roles que cada
una de las personas detentan dentro del sistema familiar(9). A la vez, todos estos cambios
concurren durante un proceso de duelo --caracterizado por una pérdida ambigua-- que afecta
a cada miembro y a la familia en su totalidad. Las madres, por tanto, se encontrarán impelidas
a trabajar, potenciar y mantener sus lazos afectivos de un modo permanente y creativo --a
través de las remesas, los regalos, la presencia material en las comunidades, las fotografías,
la comunicación, etc. -- con el fin de paliar los riesgos derivados de la distancia (4).
La separación de los y las componentes de un sistema familiar es, en sí misma, una
trasgresión de la idea de familia, con lazos afectivos cercanos, a la que en los países de la
Europa mediterránea estamos acostumbrados. Esta aparente contradicción puede ser
entendida cuando tomamos en consideración las motivaciones de las personas migrantes,
esto es, cuando la migración se constituye como la vía elegida para mejorar el bienestar
económico y social del grupo familiar.
Es lógico pensar que muchas familias van a seguir separándose debido a las migraciones, en
parte motivadas por las crecientes dificultades económicas de algunos países y continentes,
en parte por las potentes redes informales de migrantes fuera de sus países que facilitan los
6

Goicoechea, A. y Ramírez Gallegos, F. Se fue, ¿va a volver?. Imaginarios, familia y redes sociales en la migración ecuatoriana a
España. Revista Iconos, nº 14. Ecuador. 2002
5

7

Jaes Falicov, C. Migración, pérdida ambigua y rituales. Perspectivas Sistémicas, nº 69. Buenos Aires. 2001

8

Giménez, C. Familias en la inmigración: su integración en la sociedad receptora. Familia e Interculturalidad, Colección Estudios
Familiares nº 13. Universidad Pontificia de Salamanca. 2003
9

Por ejemplo, según Pedone (2002): "Cuando es la mujer quien migra primero y se transforma en la principal
proveedora del sustento familiar en origen, se tambalea la idea tradicional de que la aportación económica
femenina es una mera ayuda o complemento a la que realiza el hombre. Además, queda claro que las mujeres
pueden ser proveedoras económicas de la familia y madres al mismo tiempo, a pesar de que este último papel sea
desempeñado en la distancia, y que los hijos e hijas pueden ser educados/as por otras personas integrantes, o no,
de la familia. La nueva posición de la mujer, desde que decide migrar hasta su nuevo rol activo en un contexto
migratorio internacional, entra, muchas de las veces, en conflicto con las estructuras familiares tradicionales de
muchos países de origen, lo cual incita procesos de reajuste".
4

3

movimientos migratorios de familiares y amistades. Se podría incluso hasta afirmar que la
migración constituye la alternativa de futuro de muchos/as niños y niñas de algunos países con
gran tradición migratoria, como pueden ser Filipinas, Ecuador, El Salvador, etc. . . Dentro de
estas redes informales no podemos obviar el nuevo concepto de familia transnacional ya que
es un componente fundamental a la hora de sostener y generar futuras migraciones.
Evidentemente el gran desarrollo y el fácil acceso a un sistema de comunicación más rápido y
económico ­y sobre todo la popularidad de la telefonía móvil e internet- son los principales
responsables de sustentar los lazos familiares a pesar de las distancias geográficas.
De todos modos, las emergentes formas de relaciones familiares y la reestructuración de roles
observada en las familias de migrantes no es exclusiva de este sector de población. Las
familias de no migrantes también están pasando por transiciones similares, con la única
diferencia de que sus factores de cambio son otros distintos a la migración. Es quizás en el
área de las relaciones de género en el que las familias de inmigrantes están mostrando un
punto de partida sugiriendo que es posible para los hombres convertirse en los cuidadores,
que las mujeres son proveedoras económicas de la familia y madres al mismo tiempo -a pesar
de que este último papel sea desempeñado en la distancia-, y que los hijos e hijas pueden ser
educados/as por otras personas integrantes de la familia o no.

DESCRIPCIÓN DEL ESTUDIO
Debido a la escasez de bibliografía y a que nuestro interés se centraba en la experiencia
personal de las madres transnacionales, se trata éste de un estudio exploratorio y de
naturaleza cualitativa. Para ello se realizaron entrevistas semiestructuradas a 20 mujeres
migrantes con menores a cargo en su país de origen y residentes en el Territorio Histórico de
Bizkaia, así como a 5 profesionales con experiencia contrastada en la asistencia psico-sociosanitaria al colectivo --una trabajadora social, un médico, una socióloga, un psicólogo y una
presidenta de una asociación de apoyo a inmigrantes.
La mayoría de las mujeres eran de origen extracomunitario --principalmente de Latinoamérica
-- y con una edad de entre 31 y 45 años. Casi la mitad se hallaban en situación de
irregularidad administrativa.
Se indagaron especialmente las dificultades psicosociales que suponen para este colectivo las
cargas familiares en el país de origen. Se consideraron asimismo las características
personales --cognitivas, afectivas, conductuales-- de estas mujeres así como también el
contexto específico de cada una --situación familiar en origen, regularidad administrativa en
país de destino, situación laboral, red social, etc.

TABLA 1: SÍNTESIS DE LAS ÁREAS DE LA entrevista SEMIESTRUCTURADA
proceso premigratorio
Motivación
Movimientos familiares
Preguntas guía acerca de la situación actual en país de destino
Ámbito laboral
Ámbito Status
Ámbito cultural
Ámbito económico

4

Ámbito familiar
Ámbito Hijos/as
Ámbito psicosomático
Preguntas guía acerca de su visión del futuro
Regreso
Reagrupación
Indecisión

Las entrevistas a los y las profesionales se centraron en aspectos como perfiles de casuística
atendida, sus características y modos de abordaje, las mayores dificultades a que se enfrentan
en su labor de atención a este colectivo específico de mujeres, recomendaciones prácticas y
sugerencias.
El análisis del contenido fue de tipo descriptivo y se realizó mediante la categorización de la
información obtenida en las entrevistas en indicadores, en base a los cuales se fueron
estableciendo relaciones de asociación, equivalencia, oposición, etc.

CONCLUSIONES
En el diseño de las entrevistas se establecieron tres grandes bloques:
a) Situación previa a migrar
b) Situación posterior a la llegada --con influencias provenientes tanto del destino como del
origen--
c) Proyecto futuro.
Cada uno de los apartados incluía una batería de preguntas mínimas seguidas de otras
cuestiones destinadas a clarificar el significado personal de cada una de sus declaraciones,
tomando la entrevista terapéutica como pauta a seguir.
A) Situación Previa a Migrar
Desde la literatura muchas veces se considera, y a nuestro entender de un modo erróneo, que
el proceso migratorio se inicia en el momento de llegada a destino y, como sostiene Adelmalek
Sayad (4), "antes de ser inmigrante se es emigrante". Por tanto, la situación en origen influye,
en gran medida, en el modo en que se vive la migración en destino.
En este periodo son básicas la motivación, las expectativas, la información sobre el sitio al que
se migrará, las repercusiones de la decisión en los familiares y, sobre todo, en el caso del
colectivo de estudio, la organización del cuidado de los y las menores.
Una planificación eficaz referida a quiénes serán las personas encargadas del cuidado de los
hijos y al modo en el que éstos/as han de ser educados/as y cuidados/as, se erige en un factor
protector fundamental para las mujeres emigrantes. Dado que la situación que viven sus
hijo/as en el país de origen es fuente de numerosos temores y preocupaciones para ellas,
confiar en el desempeño de los/as cuidadores/as designados disminuye, en un buen grado, las
repercusiones negativas posteriores.
Una toma de decisiones funcional evita los cambios constantes de cuidadores/as --con las
consiguientes movilizaciones y readaptaciones en los hijos/as, quienes se enfrentan no sólo al
duelo por la partida de la madre sino también potencialmente a otras pérdidas en caso de
cambios en los cuidadores/as--, disminuye las quejas o los estados de ánimo afectados en los
hijos/as y cuidadores/as --que pudieron ser designados sin un acuerdo previo--, reduce un
4

5

potencial mal uso de las remesas enviadas, así como aminora las cogniciones y emociones
negativas --sin olvidar las somatizaciones-- en las mujeres migrantes.
Yo estuve viendo. Más o menos yo tampoco con cualquier persona iba a dejar a mi hijo. Yo
durante un año, como le digo, estuve preparándome, mirando con quien podría estar mejor
porque tampoco se puede dejar el hijo a cualquier persona. No solamente es una persona que
tiene que cuidar sino que tiene que educar. (34 años, Bolivia)
(. . . ) Incluso, esa semana antes que iba a viajar yo no tenía con quién dejar a mi hija. Mi esposo
está detenido en Bolivia y no podía dejarla ahí y una criatura de 11 meses que le daba yo de
mamar mi papá tampoco la podía tener (. . . ) Yo no sabía con quién dejar a mi hija, entonces yo
ya a última hora dije "no voy" pero era tan pésima mi situación económica que dije no, voy a
poner mi corazón de piedra y yo le miraba a mi hijo y a mi hija y por ellos tengo que ir, por el
bien de ellos ( . . . ) Dejé todo desorganizado, mi hija 2 días antes del viaje gracias a una tía,
siempre le voy a agradecer, que con ella la dejé a mi hija, a la pequeñita. Mi otro hijo, mis dos
hijos se los dejé a una familia extraña. . . (33 años, Bolivia)

Un factor de riesgo importante lo constituye la ausencia de una buena relación con la familia
de origen, sobre todo teniendo en cuenta que se erigen en los cuidadores/as más habituales.
No me sentí apoyada por nadie, sólo por mi esposo. Mi madre me decía: "Sinvergüenza, cómo
se te ocurre irte para allá abandonando a tu marido e hijos. Nosotros siempre hemos sido
pobres y así moriremos, ¿cuándo yo les he abandonado a ustedes?" Que iba a marranear por
conseguir algo, que si tenía que luchar que lo haga en mi país. Ella se pensaba que yo me iba a
venir con otro hombre y abandonaba el hogar. No les entraba en la cabeza que venía por mi
familia. Lo pasé fatal. No hay palabras para la tristeza que yo tenía. Mi esposo decía: "Mami no
estés triste, es por una causa justa y pronto estaremos juntos". Pero ya llevamos 4 años. (46
años, Colombia)

Que el cuidador/a elegido/a apoye a la madre, sea de su confianza, le dé su lugar, no le
critique, no sea ambiguo, etc. no sólo repercute positivamente ésta sino que puede transformar
la experiencia de la ausencia de la madre en algo enriquecedor para el niño (10).
La evaluación negativa del modo en el que el/la cuidador/a designado educa o cría a los
hijos/as (ausencia de nutrición emocional, desatención educativa, mala crianza, etc. ) impacta
muy negativamente en la mujer migrante.
No estoy satisfecha de cómo los cuidan. Les dan un techo y comida pero no tienen ese amor
por ellos como uno, no están preocupados de si comen, si duermen, si estudian, si se visten o
cómo se visten (. . . ) no estoy satisfecha. Ya van 4 años que viven a su aire (. . . ) Me dicen que al
menos que agradezca que están allí con ellos y que les dan de comer (. . . ) Ellos se las arreglan
como pueden y eso me deprime. (44 años, Colombia)

No obstante las dudas sobre el cuidado de los y las menores son frecuentes ya que les resulta
imposible supervisar directamente el estado de sus hijos/as para corroborar la información que
proviene desde el país de origen. Tal fenómeno constituye una fuente de incertidumbre y
preocupación cuyas consecuencias varían de mujer a mujer. Incluso, en bastantes ocasiones,
la comunicación que se entabla con los niños tiene lugar con otros adultos presentes (en
origen), lo cual puede dificultar la libertad de expresión de éstos cuando existen conflictos con
los cuidadores/as. Por este motivo, es sumamente importante encontrar un modo de
comunicación libre de restricciones.
Otro aspecto sumamente relevante de este período es la preparación y la información, previa a
la salida del país, que se le pueda brindar al niño/a, intentado esclarecer los motivos de la
partida y evitando, dentro de lo posible, vincularlos únicamente con ellos/as, ya que puede
10

Suárez-Orozco, C. et al. Making Up for Lost Time: The Experience of separation and reunification Among Immigrant Families.
Family Process, V. 41, nº 4. 2002

6

generar que se responsabilicen de la separación, lo cual redundaría en una carga emotiva
demasiado fuerte para ellos/as.
La experimentación de un proceso migratorio previo constituye otro factor protector importante,
pues facilita la posterior adaptación. Dicha experiencia atenúa las consecuencias psicosociales
negativas en destino puesto que ya se conocen las repercusiones asociadas a la separación y
al choque cultural11 y se disponen tácticas de afrontamiento implementadas con anterioridad.
Cuando las mujeres consideran que su migración ha sido forzada --bien por amenazas de
muerte, malos tratos, acoso sexual o coyunturas económicas graves-- experimentan menos
culpa con respecto a la separación de los/as hijos/as, debido probablemente a una atribución
externa de las causas de su migración. Sin embargo, se genera en ellas una mayor
indefensión por hallarse el control de la situación fuera de sus manos. Además la aparición de
dudas sobre si la migración constituía la única de las soluciones posibles favorece la presencia
de conflictos. Cuando las mujeres estiman que su migración fue voluntaria presentan un mayor
control pero esto puede favorecer la aparición de ideas de culpa, incertidumbre o temores ante
diversos elementos disparadores en el país de origen, tal como: las quejas por parte de los/as
hijos/as, la insatisfacción con los cuidados, etc. Sin embargo, no puede concluirse, de un modo
genérico, que la voluntariedad o involuntariedad del proceso migratorio constituyan un factor
protector o de riesgo, debiéndose analizar cada caso en particular. Igualmente, establecer una
división clara entre lo que es una migración forzada o voluntaria es imposible pues, la mayoría
de las veces, la decisión de migrar combina motivaciones e iniciativas personales, tales como
la necesidad de realizarse, conocer otros mundos; con condiciones políticas, sociales y
económicas que empujan a la gente a salir de su país de origen (12).
Otro aspecto a mencionar es que, junto a coyunturas económicas, se evidencian otras
motivaciones para iniciar el viaje como conflictos de pareja y/o familiares. Este aspecto
coincide con los estudios previos de Pedone (3) en España y Ruiz (12) en Holanda.
El motivo fue huir de malos tratos. Lo planteas, te arrepientes, te lo vuelves a pensar, te
arrepientes. Cada vez que te pegaba pues tú te lo planteabas el dejarlo. Allí hay más machismo
que aquí, aquí no se ve tanto machismo (. . . ) Entonces yo tenía que ir a un sitio donde no
pudiera buscarme. (34 años, Portugal)

Fue excepcional la presencia de pensamientos y sentimientos agradables, una vez tomada la
decisión de migrar, vinculándose ello con la separación de los/as hijos/as, lo cual es
congruente con la literatura que afirma que el bienestar en el país de destino guarda relación
directa con la situación del país de origen( 4). Es de esperarse la aparición masiva de
pensamientos y sentimientos perturbadores como miedo, inseguridad, tristeza, incertidumbre,
ansiedad, sensación de dejar una vida hecha, etc.
Me sentía muy mal de pensar en venir, lloraba mucho. Veía a mi niño y se me hacía un horror
tan grande. Yo lloraba mucho, lloré mucho. Yo salí a las cinco de la mañana y mi papá se quedó
llorando (. . . ) Cuando ya estaba decidido el viaje fue peor, me dio un ataque de ansiedad en el
aeropuerto, yo me quería como regresar. Es muy fuerte, llegar aquí, es fuerte. (41 años,
Colombia)

11

El choque cultural se refiere al estado general de depresión, frustración y desorientación de la gente que vive en
una nueva cultura. Se manifiesta al darse cuenta de las diferencias que existen entre culturas, y va acompañado de
sorpresa, ansiedad, indignación o alteración. (Basabe, N. y otros, 2004)
12

Ruiz, M. C. Ni sueño ni pesadilla: diversidad y paradojas en el proceso migratorio. Revista Iconos nº 14, Ecuador. 2002

3
1
4

7

En el siguiente cuadro, se detalla, a modo de resumen, una relación sobre los factores de
protección en la fase previa a la emigración:
a. 1 Situación previa a emigrar
(+) Designación de cuidadores/as funcional, meditada y acorde con sus principios.
(+) Planificación del modo de crianza de los/las hijos/as y valoración positiva de éste.
(+) Información sobre el lugar de destino: sus condiciones, cultura, etc.
(+) Expectativas adecuadas y realistas sobre situación y país de destino.
(+) Acuerdo familiares, apoyo de éstos.
(+) Comprensión por parte de los/las hijos/as de la migración, preparación de éstos, no
sentir que es su responsabilidad, esclarecimiento causas migración.
(+) Buena relación con la familia de origen.
(+) Contar con un cuidador/a que apoye a la madre, que sea de confianza, no sea
ambiguo, no le critique, etc.
a. 2 Experiencia previa de migración
(+) Contar con una experiencia previa de migración.
a. 3 Sobre la voluntariedad de la migración
(+) Motivación "voluntaria" sin culpa o conflictos.
(+) ausencia de dudas acerca de la decisión de migrar.

B) Situación Posterior a la llegada
b. 1 Respecto al país de destino
El hecho de que el sector laboral mayoritario -en el Territorio Histórico Bizkaia- sea el
doméstico y el hostelero incide negativamente en las mujeres que en su país realizaron
trabajos más cualificados, ya que pueden experimentar un proceso de duelo por pérdida de
estatus; además este tipo de trabajos dificultan, con frecuencia, la reagrupación familiar debido
a que se sitúan en el ámbito de la "economía sumergida".
El primer día que me tocó mudar y bañar a una señora se me caían las lágrimas porque
pensaba "en tu país estabas sentada en un escritorio bien arreglada" (. . . ) Ya lo digerí. (36 años,
Bolivia)

Con relación a los ingresos económicos, no hay que perder de vista que, en muchos casos, el
motivo del proyecto migratorio es la manutención del grupo familiar en el país de origen, lo cual
se traduce en la obligatoriedad del envío de remesas a los hijos e hijas y a otros familiares.
Esta situación genera en las mujeres altos niveles de tensión ante cualquier contratiempo y
provoca que una enfermedad o motivo que suponga una baja laboral, se viva con altos niveles
de ansiedad y estrés. Asimismo, abundan, en las mujeres que migran solas, los sentimientos
de culpabilidad no permitiéndose ningún gasto "superfluo" que revierta en su propio bienestar.
Esta situación limita también en gran medida sus relaciones sociales, máxime en un entorno
como el País Vasco, en el que la socialización tiene lugar, preponderantemente, en el espacio
público y a través del consumo.
Todo lo que gano lo mando para allá. A mi cuñada se lo mando porque ella es la encargada de
comprar los dodotis y las medicinas para mi mamá, y la comida de la casa, el arrendamiento, el

8

colegio, todo (. . . ) me repercute enviar, no tengo para transportes. Sólo pago la habitación para
no dormir en la calle. No tengo para comer a veces. El sueldo se divide en mi parte, mi madre y
mi familia. La residencia de mi mamá vale 350 euros, más la medicina, con otros 300 se
arreglan mi familia. (43 años, Colombia)

No se puede perder de vista el ámbito de la vivienda, que en casi la totalidad de los casos de
las mujeres entrevistadas, se trata de un alojamiento de alquiler compartido. Esta situación
repercute también en el ámbito familiar, ya que la carencia de un espacio adecuado para alojar
a una familia dificulta la consecución del informe de habitabilidad en el proceso de
reagrupación familiar. Esta situación, sumada a las dificultades económicas, obliga a posponer
los planes de reunificación con los y las hijas que dejaron a cargo de terceras personas, lo cual
termina constituyendo una fuente de conflictos familiares por la vivencia de abandono y
engaño.
La irregularidad documental es otro claro factor de riesgo que coloca a estas mujeres en
situación de extrema vulnerabilidad suponiendo un grave obstáculo para la reagrupación de
sus hijos e hijas, así como la imposibilidad de viajar de visita durante el periodo de separación,
hasta no regularizar su situación.
Teniendo en cuenta el riesgo de aislamiento social, el terapeuta familiar que trabaje con este
colectivo no sólo ha de moverse por el terreno clínico, sino también por el comunitario. El
sentimiento de desarraigo puede paliarse informando sobre recursos sociales de la ciudad,
asociaciones o lugares de encuentro informales donde se pueda encontrar con compatriotas.
Degustar la gastronomía de origen, las fiestas y el uso del idioma materno suponen una
importante descarga emocional a la vez que se favorece el fortalecimiento de su identidad y el
sentimiento de pertenencia, reduciéndose los sentimientos de soledad (7).
Porque no tengo amigos, no tengo una cuadrilla, no tengo alguien a quién llamar así informal, o
sea, alguien que te contenga, no hay nadie a quien llamar. Allá tampoco puedes preocupar
cuando estás mal porque yo no llamo todas las veces que necesito ni cuento todas las cosas
que me pasan". (45 años, Paraguay)

En cuanto al área de salud, la mayoría de las mujeres del estudio experimentaba
sintomatología de espectro depresivo. Afirmaron sentirse solas y abandonadas, lo cual guarda
relación con el proceso de duelo, la imposibilidad de expresarse libremente en sus
comunicaciones telefónicas, la carencia de vínculos significativos en el país de destino --al
menos no como los que se dejaron en su país--, el choque cultural, etc. Esta soledad
percibida se vincula fuertemente con la tristeza y el llanto. El origen de tales emociones y
conductas se encuentra en los pensamientos que giran en torno a los hijos/as y la familia. Las
ideas de culpa por la separación de los hijos/as también se encuentran sensiblemente
presentes. Este es un factor de riesgo importante porque la culpa constituye la antesala de la
autodevaluación y ubica a la mujer al borde de un proceso depresivo (13).
Porque a veces digo uno por acá tan solo y más en las navidades que es cuando más soledad
se siente, se me da tan duro (. . . ) A mí acá me afecta de que no puedo estar con él [el hijo], que
no puedo ir a atender, estar pendiente de su comida, de todo. Me pone triste, mucha tristeza.
Cada vez que me acuerdo de él o estoy pendiente de él me da mucha tristeza pero digo algún
día será, algún día estará (. . . ) Porque a veces me pongo a llorar y me deprimo y la paso mal,
mal, mal. Y no me provoca ni comer, ni nada. No, porque yo la he pasado mal, mal (. . . ) Uno
tiene que aprender a vivir con eso, me hace mucha falta él. (29 años, Colombia)

7

13

Ellis, Albert. Overcoming Destructive Beliefs, Feelings and Behaviors. New York: Prometheus Books. 2001

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Hay días peor que otros, con una depresión, que no tengo ni ganas de ir a trabajar, hasta he
intentado un día en tirarme a la ventana (. . . ) Esto nunca me había pasado en mi país. (41 años,
Bolivia)

Abundaron, también, síntomas de ansiedad, sobre todo el insomnio de tipo inicial, vinculado
directamente con rumiaciones cognitivas. El contenido de las mismas se centra en las
preocupaciones por los hijos/as, su familia y su propia situación vital.
A veces también tengo dificultades para dormir, cuando nunca las había tenido". (47 años, El
Salvador)
De noche no duermo, si duermo recuerdo y a pensar, a pensar. Y pienso en mis hijos en porqué
tanto tiempo estoy aquí y no tengo plata. Que quiero ir, quiero ir. (41 años, Bolivia)

En el área de la somatización aparecen, con frecuencia, cansancio continuo, cefaleas
tensionales recurrentes, dolores cervicales y lumbares --si bien éstos pueden ser
ocasionados, en un grado indeterminado, por su trabajo con el cuidado de ancianos y las
labores del hogar--, dificultades de atención-concentración y olvidos frecuentes, vinculados
con los síntomas anteriores.
Las mujeres relacionaron todos los anteriores síntomas con su situación personal: no existían
con anterioridad al proceso migratorio.
La conciencia tan evidente que estas mujeres poseen acerca de su sufrimiento psicológico, así
como la intensidad del mismo, les lleva a implementar una serie de estrategias para su
manejo. Tales herramientas de afrontamiento van desde algunas con una cierta base empírica
--autoinstrucciones, expresión de lo que les sucede, técnicas caseras de distracción o
búsqueda de ayuda profesional-- a modos disfuncionales y riesgosos --resignarse, llorar
hasta el cansancio o automedicarse con ansiolíticos. Por tanto, es fundamental que las
mujeres migrantes con hijos/as a cargo sepan, en primer lugar, qué les sucede y después se
les dote de herramientas útiles que aminoren los síntomas en la medida de lo posible --ya sea
que se recurra a estrategias de autoayuda o a intervenciones asistenciales.
b. 2 Respecto al país de origen
La situación de los familiares e hijos/as que quedaron en el país de origen constituye --casi
siempre-- el epicentro de la vida de las mujeres migrantes. Esto influye en gran medida en
sus emociones, pensamientos y conductas.
Cuando las madres transnacionales explican a sus hijos/as las razones por las cuales han
emigrado tratan de evitar en ellos/as sentimientos de abandono, haciéndose hincapié en el
cariño que se les tiene y refiriendo causas externas a la familia para la separación --por
ejemplo la situación económica o la búsqueda de un futuro mejor. A la vez que intentan
tranquilizarles, también se busca una comprensión que evite reproches. Sin embargo, lo que a
priori parece conformar un factor protector conlleva, en muchas ocasiones, un factor de riesgo:
las madres les explican a los hijos/as que migraron por ello/as --para su bienestar-- y esto
puede generar una carga demasiado difícil de sobrellevar para los niños, que en definitiva
podrían entenderse como responsables de la separación.
Disponer del apoyo y comprensión de la familia conforma un factor protector básico para estas
mujeres, ya que disminuye el malestar que padecen por la separación.
(. . . ) Empiezo a hablar con mi cuñada y le digo que estoy agobiada y me dice: "no mami, no llore,
el niño está muy bien, el niño sabe que usted es la mamá, el niño sabe que usted le manda pa'
los gastos, le mantiene, las fotos que usted ha mandado de ampliaciones tiene su habitación
llena de sus fotos, tu tranquila mami" y yo le digo: "es que a mi me da miedo que el niño se vaya

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a olvidar de mi, o que más adelante me vaya a rechazar". "No, porque yo le digo que usted lo
quiere mucho y que se tiene que portar muy bien con usted, que tiene que estudiar porque
usted trabaja mucho". (41 años, Colombia)
No sentí ese apoyo ni siquiera de que se quedaban con los niños, porque yo hablé con mi
hermana y me dijo que ella no se quedaba con ellos. Entonces yo hablé con una señora, una
amiga, y que ella se quedaba con el niño mayor, porque mi madre no se hacía cargo sino sólo
del niño pequeño. Pero cuando yo me vine sufrí mucho porque nadie se quería quedar con
ellos, entonces o constantemente llamaba por teléfono de cómo no iban a hacerse cargo de los
niños, que siendo que yo era de la familia, que cómo era que no sentía yo ese apoyo, entonces
me deprimió y lloraba mucho, yo estaba aquí con la meta de ponerme a trabajar y que ellos
estuvieran mejor allá (. . . ) Porque al final yo con mi madre no puedo contar. (44 años, Colombia)

Mantener una comunicación continuada con los hijos/as se erige en un importante factor
protector. Como explica Falicov ( 10): ". . . El mantenimiento de la comunicación durante la
ausencia también se vincula con mejores resultados, ya que un contacto mínimo o
inconsistente puede ser interpretado por el niño como abandono o falta de cuidado (. . . ) Las
llamadas de teléfono, cartas, fotografías y regalos juegan un papel simbólico crítico para
mantener viva la llama de la relación (. . . )"
Cuando la madre no se comunica de un modo franco --actitud casi unánime en las mujeres
entrevistadas-- con el fin de no generar preocupaciones o tristeza en los familiares e hijos/as,
se prescinde de una herramienta funcional para reducir su nivel de estrés.
Cuando hablo con ellos, a veces estoy triste pero hago como que no, me guardo cosas para mí.
Esas cosas las puedo hablar con gente que está aquí, en Bilbao, de mi país. (24, Guinea
Bissau)
Lo llamo, yo tengo que llamar, yo tengo que escucharle y hay veces que me va y digo "¡oh papi!,
estaba llorando". "¿Por qué mami?" "¡Ay! porque yo lo quiero ver". Entonces yo he notado que a
veces lo pongo nostálgico y trato de no volverle a decir eso. Pero yo a veces me levanto
agobiada y solo quiero hablar con el niño, verlo, busco las fotos, llamarlo, todo eso. (41,
Colombia)

Por otro lado también se desvirtúa la imagen del país de destino, transmitiéndose la idea de
que "El Dorado" existe realmente. Si ellas no pueden comentar las dificultades o problemáticas
que atraviesan en destino para no preocupar a sus familiares, en origen se puede considerar
que su situación es totalmente benigna, lo cual, a su vez, se contradice con el hecho de que no
puede reagrupar a los/as hijos/as y esto es fuente de potenciales conflictos.
En el fondo de todo esto se encuentra la presión familiar implícita que exige el progreso en
destino. Esto es congruente con el hecho, contrastado, de que muchos migrantes no regresan
de visita (o definitivamente), hasta que se reúne un dinero suficiente que corrobore que no se
ha fracasado, incluso en cada viaje se realiza una inversión considerable en regalos para la
familia de origen e hijos/as (14).
En síntesis, en el cuadro siguiente se muestran los factores protectores considerados en el
país de destino:

b. 1 Respecto a la situación en el país de destino
1

14

Bargach, Amina Estrategias de intervención en contextos migratorios: familiar, social, socio-cultural. Seminario organizado por
la escuela Vasco Navarra de terapia Familiar. En Vitoria-Gasteiz. Abril de 2004

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b. 1. 1. Ámbito económico, laboral, de status, institucional y de regularización administrativa
(+) No considerar que exista una perdida de status u observar contraprestaciones
importantes a ello.
(+) No compartir la vivienda con desconocidos o tener una buena relación con los/as
compañeros/as de piso.
(+) Disponer de informes positivos de reagrupación si ésta es deseada.
(+) Envío remesas, regalos, fotos, vídeos, (todo aquello que fortalezca el vínculo con
hijos/as), etc.
(+) Contar con recursos económicos suficientes para sí mismas en destino tras el envío
de remesas.
(+) Regularidad administrativa.
(+) Contar con un empleo y valorarlo positivamente.
(+) Trabajar de forma regular.
b. 1. 2. Ámbito social (apoyos, dificultades)
(+) Contar con una red social de apoyo satisfactoria (destino u origen).
(+) Posibilidad de comunicación franca con origen (no ocultar problemas, dificultades,
emociones, etc. )
(+) Posibilidad de una comunicación franca con los/las familiares o amigos/as en país
de destino (no ocultar problemas, dificultades, emociones, etc. )
(+) atención institucional valorada positivamente.
b. 1. 3. Salud (duelo, separaciones, síntomas)
(+) No cuestionamiento de su rol de madres.
(+) Supervisar de algún modo los cuidados básicos a hijos/as.
(+) Confianza en la persona encargada del cuidado de los hijos/as .
(+) Muestras de cariño por parte de hijos/as.
(+) ausencia de conflictos por parte de hijos/as.
(+) Considerar que la relación con hijos/as no empeora.
(+) Habilidades para manejar conflictos con los hijos/as (quejas abandono, etc. ).
(+) Buen afrontamiento de los propios conflictos (traer hijos/as, regresar, etc. ).
(+) ausencia de culpa o buen manejo de ésta por la migración.
(+) Alta tolerancia a la incertidumbre.
(+) Ideas de autoprotección (cuidado de sí mismas).
(+) Higiene de sueño.
(+) Buena alimentación.
(+) ausencia de automedicación.
(+) aprendizaje y empleo de técnicas de autocontrol (paro pensamiento, distracción,
técnicas conductuales para manejo del insomnio, técnicas de reducción de ansiedad,
etc. ).
(+) Formación en riesgos laborales (levantamiento de peso en trabajo doméstico,
esfuerzos físicos en movilización de ancianos).
(+) Detección temprana de cualquier síntoma así como de su vinculación con
preocupaciones vitales.
(+) Recurrir a apoyos profesionales para el manejo de cualquier problemática que no
pueda afrontarse.
b. 2 Respecto a la situación en origen
(+) No considerar (a modo de ideas mágicas) que sacrificarse en exceso y/o sufrir
compensa a los hijos/as del alejamiento (remesas exorbitantes, sufrir, etc. ).
(+) Gestión adecuada (punto de vista lo más objetivo posible) de las remesas.
(+) Explicación de causas de migración sin generar culpa en hijos/as.
(+) Información sobre la opinión de los/as hijos/as respecto a la migración materna.
(+) Manejo funcional de la incomprensión por parte de familia de origen.
(+) Apoyo de familia al completo en origen.
(+) Poder corroborar la educación hijos/as.

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b. 3 Contacto/comunicación con origen
(+) Intimidad en la comunicación con hijos/as (que éstos hablen estando solos).
(+) comunicación constante con origen.
(+) Manejo funcional de emociones intensas durante la comunicación.
(+) Expresión libre de la madre con origen y viceversa.

C) Proyecto Futuro
Un porcentaje significativo de las madres transnacionales muestra rechazo o ambivalencia con
respecto a la idea de la reagrupación en el país de destino y medita la posibilidad del retorno.
Entre las razones que se esgrimen se encuentra la carencia de tiempo para la atención de los
hijos --dada por ejemplo la necesidad de dobles ingresos para pagar los gastos cotidianos,
incidiéndose en la vivienda--, la inseguridad del lugar idóneo para vivir --conflicto entre los
elementos positivos/negativos del país de origen y de destino, dificultad para determinar en
qué consiste realmente la calidad de vida--, los problemas de vivienda --precios inaccesibles
-- y las dudas sobre la adaptación de los/as hijos/as al país de destino. Otras simplemente
desconocen cuáles son sus planes a futuro.
El retraso en la reagrupación se erige en fuente de conflictos para la madre transnacional:
aumentan las quejas de los/as hijos/as e incluso de la pareja, en su caso, que complican aún
más la situación.
Me siento fatal, los niños me dicen que cuando se van a venir o que vaya ya para la casa.
"Mami, que si no viene no le vamos a querer más, porque la familia son el papá, la mamá y los
hijos". Porque siempre me están recalcando eso. En especial el niño, el de 11 años (. . . ) Los
niños dicen que vaya, que cuando se vienen y yo contesto que ya estoy haciendo los papeles
para que se vengan acá y que va a tardar tres meses. Mi marido se queja que está todos los
días con los niños que está cansado de trabajar (. . . ) y yo le digo: "papi, espere que en diciembre
vamos a estar aquí todos juntos". Dice que quiere echarme una mano para luchar y yo le digo
"sí amor, espere que ya estoy en eso" (. . . ) Siempre están con el mismo tema de que no son
una familia y me les han llevado al psicólogo y algo han entendido pero no les entra en la
cabeza "que eso no es una familia, que una familia están todos juntos". Me han perdido mucho
el respeto. Yo cuando estaba allá les decía algo y ellos obedecían, ahora no. Dicen que si lo
dice su papá lo hacen, "pero usted está lejos, fuera, y mi papá está siempre con nosotros".
Cuando piensan en venir dicen que a su papá no lo van a dejar solo. Siempre está él, él. (46
años, Colombia)

Por si ello no bastara, el crecimiento de los y las menores también juega en su contra ya que la
reagrupación familiar con hijos/as adolescentes es más problemática que cuando son
pequeños/as. Se detectaron casos en los que los/as hijos/as adolescentes fueron traídos al
país de destino de visita y no pudieron adaptarse, rechazando la probabilidad de venir a vivir
aquí.
(. . . ) Fatal porque les escucho y me dicen que les hago mucha falta, que me echan mucho de
menos, que cuando es que me los voy a traer. No entienden que la situación en la que yo estoy
me imposibilita tenerlos aquí conmigo. Ellos se piensan que es una cosa de que me los traigo y
ya pero me piden muchos requisitos, estuve mirando para traérmelos pero no he podido llenar
todos los requisitos. " (44, Colombia)

La reagrupación entraña diversas dificultades, tales como la ambivalencia de los hijos hacia la
reunificación --se genera en los y las menores otro nuevo duelo con respecto a los
cuidadores/as en origen-- (10), los sentimientos de extrañeza y el desconocimiento hacia la
madre luego de un largo período de distanciamiento. Tales circunstancias suelen no
1

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anticiparse y, con frecuencia, se considera la reagrupación familiar como una situación idílica,
lo cual puede ser fuente de frustraciones.
Otra serie de conflictos familiares se derivan de deficiencias en el ejercicio del control y la
autoridad parental --tratándose quizás de compensar la culpa generada por la separación
previa-. Los hijos/as pueden reprochar a la madre el abandono y la falta de cuidado tras la
migración. Además, las altas expectativas de los/as niños/as --fomentada por el envío de
dinero y regalos durante el período de distanciamiento -- suelen truncarse al llegar al nuevo
país.
Otras circunstancias particulares pueden generar conflictos. El propio choque cultural de los y
las menores que son reagrupados, su ciclo vital, dificultades para afrontar una potencial
reconstitución familiar de la madre en destino --por pareja u otros hijos/as --, cambio de
relaciones de poder en la familia reunificada, etc.
La monoparentalidad constituye un inconveniente para las mujeres que optan por intentar la
reagrupación familiar, pues los ingresos económicos se limitan al de la mujer solamente,
dificultándose el cumplimiento de los requisitos marcados por la ley de extranjería actual.
Las madres migrantes, a la hora de iniciar los trámites de la reagrupación, se encuentran en
una disyuntiva difícil de resolver, ya que las remesas son precisadas o requeridas en el país de
origen --cuidado de los hijos e incluso sustento de otras necesidades de la familia--, así
como en el de destino para poder reagrupar a la familia. La realidad es que los plazos
estimados para reagrupar a la familia --muchas veces por desinformación o desconocimiento
de las leyes-- suelen superarse con creces, aumentando la desazón entre las mujeres, los/as
hijos/as y parejas. Se evidencia, pues, un incumplimiento de las expectativas, en cuanto a la
reagrupación familiar, que afecta de muy diversas formas a cada una de las mujeres.

PROYECTO FUTURO
c. 1 La idea del retorno
(+) Ideas realistas de cómo va a ser el regreso y conocimiento de sus fases y conflictos.
C. 2. La reagrupación familiar
(+) Ideas realistas acerca de cómo va a ser la reagrupación, así como conocer sus fases y
posibles conflictos.
(+) Toma de decisión lo más rápida posible acerca del regreso o la reagrupación.
(+) Conocimiento de la normativa vigente al respecto y capacidad de cumplirla.

tabla 2: Algunos ejemplos de las características diferenciadoras de la madre transnacional con relación a
los/las migrantes sin hijos/as en origen
fase Previa Emigración
Acuerdos/Desacuerdos con familia de origen sobre migración sin hijos/as.
Apoyo o no de la pareja (en caso de tenerla).
Explicación a los/las hijos/as sobre la partida.
Elección y organización de cuidadores/as.
Establecimiento de reglas sobre el cuidado de hijos/as.
Eventos traumáticos en el viaje
Despedida y separación de hijos/as.

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Condiciones de vida en el país de destino
Envío de remesas.
Necesidad de una comunicación constante.
Quejas de hijos/as.
Reelaboración continuada del duelo.
Carencia de red de apoyo en la familia de origen.
Acuerdo/desacuerdo con modo de crianza y educación de hijos/as.
Imposibilidad de libre expresión con la familia de origen.
Acuerdo/Desacuerdo con el uso de las remesas en origen.
miedo a perder cariño de hijos/as.
preocupación por el estado de hijos/as.
Contenido de las cogniciones referentes a los/las hijos/as vinculadas con preocupación, temor, ansiedad, t

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