Impulsividad y adicción: papel mediador de la pérdida de control y la asunción de riesgos

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Autor/autores: María de la Villa Moral Jiménez , Carlos Sirvent Ruiz , Pilar Blanco Zamora, Cruz Rivas Guerrero, Clara Fernández Rodríguez, Gloria Campomanes Muñiz
Fecha Publicación: 02/05/2018
Área temática: Adictivos, Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos .
Tipo de trabajo:  Conferencia

Facultad de Psicología. Universidad de Oviedo (España)

RESUMEN

Introducción: La impulsividad es una variable disposicional consistentemente vinculada a comportamientos dependientes, de modo que el rol de impulsividad se puede describir como una capacidad de actuación inmediata e intensa, anticipatoria frente a los potenciales riesgos de sufrir estimulación aversiva. En la comprensión de las conductas adictivas representa una de las dimensiones clave manifestada por un autocontrol disfuncional, la gratificación inmediata, la búsqueda de sensaciones y/o la falta de previsión en la toma de decisiones, como principales descriptores.
Objetivo: Se propone como objetivo analizar la impulsividad disfuncional en adictos, así como su relación con diversos patrones de síntomas e índices de malestar psicológico. Método: Para ello, han participado en el estudio 253 adictos en tratamiento en Fundación Instituto Spiral con edades comprendidas entre los 23 y los 69 años (X= 52. 27; DT= 14. 20) (79. 1% varones). Se ha empleado la «Escala de impulsividad de Barratt» (Barratt Impulsiveness Scale, versión BIS-11 de Patton, Stanford & Barratt) integrada por treinta ítems agrupados en tres subescalas de Impulsividad: Cognitiva, Motora e impulsividad no planeada y el «El inventario de Síntomas SCL-90-R» (Derogatis) que explora 1) Somatizaciones, 2) Obsesiones y compulsiones, 3) Sensitividad interpersonal, 4) depresión, 5) ansiedad, 6) hostilidad, 7) ansiedad fóbica, 8) Ideación paranoide y 9) psicoticismo.
Resultados y Discusión: Se ha comprobado la existencia de diferencias significativas en todos los factores explorados, excepto en Somatizaciones, en función de una mayor presencia de impulsividad disfuncional, con manifestaciones más clínicas en las drogodependientes que, a su vez, presentan un mayor índice de severidad global de sintomatología. Se discuten las implicaciones de tales hallazgos en el proceso terapéutico.

Palabras clave: Impulsividad, Adicción a sustancias psicoactivas, Severidad de síntomas, Género.


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IMPULSIVIDAD Y ADICCIÓN: PAPEL MEDIADOR DE LA PÉRDIDA DE CONTROL Y LA
ASUNCIÓN DE RIESGOS EN LA PERCEPCIÓN DE LA SINTOMATOLOGÍA
IMPULSIVITY AND ADDICTION: MEDIATOR PAPER OF THE LOSS OF CONTROL AND
ASSUMPTION OF RISKS IN THE PERCEPTION OF SYMPTOMATOLOGYINVENTARIO DE

María de la Villa Moral Jiménez, Carlos Sirvent Ruiz, Pilar Blanco Zamora, Cruz Rivas Reguero,
Clara Fernández Rodríguez y Gloria Campomanes Muñiz.
mvilla@uniovi. es
Impulsividad, adicción a sustancias psicoactivas, síntomas de malestar psicológico, severidad.
Impulsivity, Addiction to psychoactive substances, symptoms of psychological distress,
severity.

RESUMEN
La impulsividad es una variable disposicional consistentemente vinculada a comportamientos
dependientes, de modo que el rol de impulsividad se puede describir como una capacidad de
actuación inmediata e intensa, anticipatoria frente a los potenciales riesgos de sufrir
estimulación aversiva. En la comprensión de las conductas adictivas representa una de las
dimensiones clave manifestada por un autocontrol disfuncional, la gratificación inmediata, la
búsqueda de sensaciones y/o la falta de previsión en la toma de decisiones, como principales
descriptores.
Se propone como objetivo analizar la impulsividad disfuncional en adictos, así como su relación
con diversos patrones de síntomas e índices de malestar psicológico. Para ello, han participado
en el estudio 254 adictos en tratamiento en Fundación Instituto Spiral con edades
comprendidas entre los 23 y los 69 años (X= 52. 27; DT= 14. 20) (79. 1% varones). Se ha
empleado la «Escala de impulsividad de Barratt» (Barratt Impulsiveness Scale, versión BIS-11
de Patton, Stanford y Barratt) integrada por treinta ítems agrupados en tres subescalas de
Impulsividad: Cognitiva, Motora e impulsividad no planeada y el «Inventario de Síntomas SCL90-R» (Derogatis, 1994; adaptación al castellano de Casullo y Castro, 1999) que explora: 1)
Somatizaciones, 2) Obsesiones y compulsiones, 3) Sensitividad interpersonal, 4) depresión, 5)
Ansiedad, 6) hostilidad, 7) ansiedad fóbica, 8) Ideación paranoide y 9) psicoticismo.
Se ha comprobado la existencia de diferencias significativas en todos los factores explorados,
excepto en Somatizaciones, en función de la intensidad de la impulsividad disfuncional, conmanifestaciones más clínicas en las drogodependientes. Se discuten las implicaciones de tales hallazgos en el proceso terapéutico.

ABSTRACT
Impulsivity is a dispositional variable consistently linked to dependent behaviors, so that the
role of impulsivity can be described as a capacity for immediate and intense action,
anticipatory against the potential risks of suffering aversive stimulation. In the understanding
of addictive behaviors represents one of the key dimensions manifested by a dysfunctional
self-control, immediate gratification, the search for sensations and / or lack of foresight in
decision making, as main descriptors.
The objective is to analyze dysfunctional impulsivity in addicts, as well as its relationship with
various patterns of symptoms and rates of psychological distress. To this end, 254 addicts in
treatment at Fundación Instituto Spiral aged between 23 and 69 years (X = 52. 27, SD =
14. 20) (79. 1% males) participated in the study. The "Barratt Impulsiveness Scale" (BIS-11
version of Patton, Stanford & Barratt) has been used, composed of thirty items grouped into
three subscales of Impulsivity: Cognitive, Motor and Impulsivity unplanned and the "Inventory
of Symptoms SCL-90-R" (Derogatis, 1994; adaptation of Casullo & Castro, 1999) that
explores: 1) Somatizations, 2) Obsessions and compulsions, 3) Interpersonal sensitivity, 4)
Depression, 5) Anxiety, 6) Hostility, 7) Phobic anxiety, 8) Paranoid ideation, and 9)
Psychoticism.
It has been verified the existence of significant differences in all the factors explored, except in
Somatizations, depending on the intensity of dysfunctional impulsivity, with more clinical
manifestations in drug addicts. The implications of such findings in the therapeutic process are
discussed.

INTRODUCCIÓN
"Nunca permitas que tus pies vayan por delante de tus zapatos"
Proverbio escocés
Apetitos y resistencias, voluntades y constricciones, deseos y controles, irreflexiones y
propensiones meditadas a actuar forman parte de la naturaleza psicosocial de lo humano.
Desde las primeras referencias a la impulsividad en la psiquiatría en el marco de la patología
volicional hasta la superación de los intentos reduccionistas a múltiples aspectos psicopatológicos, tales como rasgo general de la personalidad, elemento disposicional, estilo cognitivo, etc. , el interés por el constructo ha experimentado diversos altibajos. En la
actualidad, constituye un relevante tema de estudio interdisciplinar, analizado desde diferentes
enfoques, evitándose incurrir en reduccionismos del constructo a lo psicopatológico. De este
modo, en los últimos años ha sido descrito como una dimensión compuesta por múltiples
aspectos, tales como el propio impulso, la expresión conductual del mismo y la situación en
que ambos confluyen (Coles, 1997). Valorada como patrón de conducta, se tiende a definir la
impulsividad como la predisposición hacia reacciones rápidas y no planificadas, a estímulos
internos o externos sin consideración de las consecuencias negativas hacia sí mismo o los

demás (Moeller, Barratt, Dougherty, Schmitz, & Swann, 2001).
La vinculación entre la impulsividad y diversas conductas desadaptativas está suficientemente
documentada (Dougherty, Mathias, Marsh, Moeller, & Swann, 2004; Hart & Dempster, 1997;
Pedrero, 2009; Pedrero et al. , 2012; Perry & Carroll, 2008; Verdejo, Lawrence, & Clark, 2008).

Representa una variable disposicional consistentemente vinculada a comportamientos dependientes. Específicamente, en la comprensión de las conductas adictivas la impulsividad actúa ya sea como factor predisponente, como condición que se exacerba en la fase de consumo o como mediador en la influencia de otros factores de vulnerabilidad (Perry & Carroll,
2008). En la conducta impulsiva se diferencian dos componentes, en caso concreto de los
Trastornos por consumo de sustancias: por un lado, el craving, definido como la necesidad
irresistible e intensa de consumo (craving) y, por otro, la gratificación inmediata asociada al
mismo. Asimismo, la baja tolerancia a la frustración representa uno de los rasgos más típicos y
consistentes en la personalidad de los adictos (véase Pedrero, 2009) y suele estar presente en
problemas relacionados con la dificultad en el control de los impulsos. Recientemente, Carou,
Romero y Luengo (2017) hallaron que la impulsividad, la búsqueda de sensaciones, el
autocontrol, el TDAH y los trastornos de personalidad permiten identificar tipos específicos de
adictos, hallándose un perfil de alta desinhibición que se asocia con indicadores de consumo y
criminológicos de especial severidad.
El comportamiento impulsivo se propone como mecanismo mediador en las conductas de
aproximación y consumo de las sustancias, dada su vinculación con la pérdida de control. En la
literatura sobre el tema está bien establecida la relación entre baja tolerancia a la frustración e
impulsividad, lo cual podría ser aplicable a la dificultad en el control de impulsos común a
adicciones químicas y sociales. Por extensión, la impulsividad disfuncional se considera un
marcador de vulnerabilidad para el desarrollo de trastornos adictivos (Pedrero, 2009; Rubio,
2007; Verdejo et al. , 2008), la conducta criminal, la ludopatía, el abuso físico y sexual (Hart &
Dempster, 1997; McCown & DeSimone, 1993) y otras adicciones conductuales, tales como el
uso disfuncional de Internet (Maccallum, Blaszczynski, Ladouceur, & Nover, 2007; Meerkerk,
van den Eijnden, Franken, & Garretsen, 2010). Así, la impulsividad es considerada por De
Sola, Rubio y Rodríguez (2013) como la antesala de las adicciones comportamentales. En el

mismo sentido, Lloret y Morell (2016) también vinculan la impulsividad ha sido asociada con el
abuso de drogas y las adicciones comportamentales, en concreto con la frecuencia e intensidad
de uso y adicción a los videojuegos. En este mismo sentido, Marco y Chóliz (2017),
confirmaron la eficacia de las técnicas de control de la impulsividad para la prevención de la
adicción a videojuegos. A su vez, la vinculación entre impulsividad y Dependencias
Sentimentales o Afectivas fue confirmada por Moral y colaboradores (2014), en población de
bidependientes, confirmándose una mayor presencia de impulsividad disfuncional en el caso de
los bidependientes respecto a la de adictos a drogas.
En adicciones, es la impulsividad Disfuncional (ID), propia del modelo interpretativo de
Dickman (1985, 1990; Dickman & Meyer, 1988) la vinculada a la adicción puesto que no se
trataría de la toma de decisiones rápida en pos de un beneficio personal (Impulsividad
Funcional, IF), sino la tendencia a tomar decisiones rápidas e irreflexivas de las que, más bien,
se derivan consecuencias negativas. En concreto, se ha comprobado que la impulsividad

disfuncional se relaciona con rasgos como (ausencia de) Premeditación, (baja) Deliberación y
(falta de)

Reflexión, entre otros, según Whiteside & Lynam (2001). Tales diferencias en el

indicador de id se constatan entre los adictos a sustancias y población no clínica, lo cual no es
aplicable a la IF, tal y como se ha comprobado en el estudio de Pedrero (2009). Además, tal y
como exponen Verdejo y colaboradores (2008), se tiende a considerar que la impulsividad
disfuncional es un elemento favorecedor de la iniciación al consumo, así como del proceso de
repetición y atracones (véase Fernández Serrano et al. , 2012). El rol de impulsividad no solo
se asocia al proceso de inicio y mantenimiento del consumo de drogas, también se ha
comprobado que el propio consumo continuado acentúa el rasgo de impulsividad, tal y como
se constata en el estudio de Chapa, Prado y Bondía (2006), de manera que los adictos a la
cocaína con una alta puntuación inicial en impulsividad mostraron una menor permanencia en
el tratamiento.
Por lo que respecta a las diferencias inter-género en tales indicadores se han hallado
diferencias en las puntuaciones de impulsividad funcional (véase Caci, Nadalet, Baylé, Robert,
& Boyer, 2003) y, en muestras de población general, también en la impulsividad disfuncional
(Claes, Vertommen, & Braspenning, 2000, en ambos casos, en el sentido de que los varones
presentan puntuaciones superiores, lo cual es congruente con el hallazgo de que manifiestan
menor autocontrol que las mujeres (véase Adan, 2012). A su vez, en el estudio de Pedrero
(2009), las mujeres obtuvieron mayores puntuaciones en id y menores en IF.
Nuestro interés investigador se centra en la teoría de impulsividad de E. Barratt (véase
Barratt, 1965, 1967, 1985, 1993, 1994; Barratt & Patton, 1983), quien define la impulsividad
como una dimensión de personalidad de primer orden, relacionada con la dimensión
extroversión de Eysenck, con la búsqueda de sensaciones y con la hipomanía. Desde este

modelo teórico se sostiene que impulsividad está compuesta por tres factores: a) Impulsividad
Motora, que implica actuar sin pensar, dejándose llevar por el ímpetu del momento; b)
Impulsividad Cognitiva que representa una propensión a tomar decisiones rápidas, y c)
Impulsividad no-planificadora descrita como tendencia a no planificar, mostrando un mayor
interés por el presente que por el futuro. Respecto a esto último, Desde se incide en la
incapacidad para planificar a largo plazo (Barratt & Patton, 1983), así como también resulta de
interés la tendencia a actuar dejándose llevar por ciertos impulsos sin considerar los
potenciales riesgos implicados (Patton, Stanford & Barratt, 1995).
Específicamente, nuestro objetivo es el estudio de la impulsividad y su relación con
sintomatología de malestar psicológico en una muestra de adictos en tratamiento, así como un
análisis de las diferencias inter-género en los indicadores de impulsividad motora, cognitiva y
no planificadora, así como en los indicadores de sintomatología psicológica evaluados.

MÉTODO
Participantes
Para la presente investigación se utilizó una muestra intencional o de conveniencia, incluyendo
a todos los sujetos accesibles como parte de la muestra total, que está compuesta por un total
de 254 adictos en tratamiento en Fundación Instituto Spiral. Como criterios de inclusión se han
considerado los siguientes: los participantes han de estar diagnosticados de trastorno adictivo
y en la actualidad han de participar en un programa de tratamiento residencial o ambulatorio
de dicho trastorno, ya sea en fase de deshabituación, rehabilitación o reinserción. De los 254
participantes un 79, 1% (n=200) son varones, las edades de la muestra fluctúan entre los 23 y
los 69 años (X= 52. 27; DT= 14. 20).
Respecto al diagnóstico actual de problemas adictivos los participantes en el estudio presentan
problemas de alcoholismo, para un 18, 1% (n=46) la adicción a la cocaína fue el motivo de
ingreso, así como el consumo de opiáceos para el 7, 1%

(n=18), así como ingresos por

politoxiconsumos, entre otros trastornos adictivos.
Instrumentos de medida
En primer lugar, para evaluar la impulsividad se ha empleado la Barratt Impulsiveness Scale
(BIS-11) que representa una medida multidimensional de la impulsividad de acuerdo con la
estructura factorial de tres factores: impulsividad motora (implica actuar sin pensar),
Cognitiva (consiste en tomar decisiones rápidas) y No-planificadora (se caracteriza como una
orientación hacia el presente, sin preocupación por el futuro). En nuestro estudio se ha
utilizado la versión adaptada validada para población de habla castellana de la Barratt


Impulsiveness Scale (BIS-11) (Oquendo et al. , 2001), instrumento autoaplicado integrado por
treinta ítems evaluados mediante cuatro opciones de respuesta (0, raramente o nunca; 1,
ocasionalmente; 3, a menudo; 4, siempre o casi siempre). De acuerdo con la estructura
factorial de la misma está integrada por las tres subescalas descritas: impulsividad motora,
Impulsividad Cognitiva e impulsividad no planificada. En nuestro estudio se confirma una
elevada fiabilidad obtenida mediante el indicador alfa de cronbach (. 908).
Para la evaluación de los síntoma de malestar psicológico se ha empleado el inventario de
Síntomas SCL-90-R de Derogatis (Casullo y Castro, 1999), desarrollado para evaluar patrones
de síntomas presentes en individuos, que consta de 90 ítems medidos en una escala de cinco
puntos ( 0-4). Se lo evalúa e interpreta en función de nueve dimensiones primarias y tres
índices globales de malestar psicológico:

1) Somatizaciones (SOM), evalúa la presencia de

malestares que la persona percibe relacionados con diferentes disfunciones corporales
(cardiovasculares, gastrointestinales, respiratorios); 2) Obsesiones y compulsiones (OBS),
incluye síntomas que se identifican con el síndrome clínico el mismo nombre: Pensamientos,
acciones e impulsos que son vivenciados como imposibles de evitar o no deseados; 3)
Sensitividad interpersonal (SI), se focaliza en detectar la presencia de sentimientos de
inferioridad e inadecuación, en especial cuando la persona se compara con sus semejantes 4)
Depresión (DEP), manifestaciones clínicas de una trastorno de tipo depresivo: estado de ánimo
disfórico, falta de motivación, poca energía vital, sentimientos de desesperanza, ideaciones
suicidas; 5) ansiedad (ANS), evalúa la presencia de signos generales de ansiedad tales como
nerviosismo, tensión, ataques de pánico, miedos; 6) hostilidad (HOS), hace referencia a
pensamientos, sentimientos y acciones característicos de la presencia de afectos negativos de
enojo; 7) ansiedad fóbica (FOB), alude a una respuesta persistente de miedo ( a personas
específicas, lugares, objetos, situaciones) que es en sí misma irracional y desproporcionada en
relación con el estímulo que la provoca; 8) Ideación paranoide (PAR) evalúa comportamientos
paranoides fundamentalmente en tanto desórdenes del pensamiento: pensamiento proyectivo,
suspicacia, temor a la pérdida de autonomía, y, finalmente, 9) psicoticismo (PSIC), incluye
síntomas referidos a estados de soledad, estilo de vida esquizoide, alucinaciones y control del
pensamiento. También presenta un Índice positivo de Malestar, un Total de síntomas positivos,
así como un Índice global de severidad que es un muy buen indicador del nivel actual de la
severidad del malestar y combina el número de síntomas reconocidos como presentes con la
intensidad del malestar percibido. En estos tres indicadores se reflejan aspectos diferenciales
de los trastornos evaluados. Existen antecedentes que prueban su utilidad diferencial en abuso
de alcohol y otras de sustancias (Derogatis y Savitz, 2000)


Procedimiento, diseño y análisis de datos
La recogida de la información se ha llevado a cabo por profesionales de "Fundación Instituto
Spiral" dentro del programa terapéutico contando con suficientes garantías metodológicas
(asignación de un código identificativo, confidencialidad, etc. ). En este estudio descriptivo el
procesamiento y da tratamiento estadístico de los datos se ha llevado a cabo mediante el
programa SPSS versión 21. 0 y se han efectuado análisis Descriptivos (distribución de
frecuencias, medias y desviaciones típicas, etc. ). Para hallar comparaciones entre las
diferentes variables y factores se ha empleado una prueba t de Student a objeto de realizar
una comparación de medias entre los factores de la escala de Barratt y el género, así como
mediante el procedimiento de ANOVA de un factor.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En primer lugar, en la evaluación de la impulsividad, atendiendo al modelo tridimensional
objeto de estudio, se han hallado valores que fluctúan en el caso de la impulsividad cognitiva
entre 4 y 32 (X=15, 56, DT=4, 780), entre 1 y 35 en

Impulsividad Motora (X=16, 80;

DT=7, 433) y para la impulsividad no planificada oscilan entre 6 y 40 (X=19, 30; DT=6, 441)
(véase Gráficos 1 a 3).

El rango de valores para la Dimensión Global oscila entre 17 y 94

puntos (X=51, 67; DT=15, 120), estableciéndose a objeto de la investigación diversos niveles
de intensidad.

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IMPULSIVIDAD Y ADICCIÓN: PAPEL MEDIADOR DE LA PÉRDIDA DE CONTROL Y LA
ASUNCIÓN DE RIESGOS EN LA PERCEPCIÓN DE LA SINTOMATOLOGÍA

Gráfico 1. Distribución de los valores hallados en el factor impulsividad Cognitiva (N=254).

Gráfico 2. Distribución de los valores hallados en el factor impulsividad Cognitiva (N=254).

Gráfico 3. Distribución de los valores hallados en el factor impulsividad Cognitiva (N=254).


A continuación, se ofrecen los resultados del análisis de comparaciones de medias,
especificando los valores descriptivos y del estadístico t hallados en los indicadores de
impulsividad y de sintomatología clínica evaluados en función del género (véase tabla 1). Se
ha comprobado la existencia de diferencias significativas en todas las dimensiones exploradas
de la impulsividad en la dirección predicha, constatándose que las mujeres adictas presentan
mayores desajustes en impulsividad Motora (implica actuar sin pensar) (t=-3, 504, p<, 001) e
Impulsividad total (t=-1, 612, p<, 049). Asimismo, esta tendencia de respuesta también es
aplicable a las nueve dimensiones exploradas por el inventario de Síntomas SCL-90-R desde
Somatizaciones a psicoticismo.
Tabla 1. Comparaciones de medias (prueba t de comparaciones de medias para muestras
independientes) en la población de adictos en función del género.
Dimensiones
Impulsividad Cognitiva
Impulsividad Motora
Impulsividad no planificada
Dimensión Total
Impulsividad
Somatizaciones
Obsesiones y compulsiones
Sensitividad interpersonal
Depresión
Ansiedad
Hostilidad
Ansiedad fóbica
Ideación paranoide
Psicoticismo
Scl90_ADI
Scl90_GSI
Scl90_PST
Scl90_PSDI

Género
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer

Media
15, 37
16, 07
15, 80
19, 37
19, 55
18, 68
50, 72
54, 11
, 55
, 89
, 87
1, 24
, 73
1, 12
1, 01
1, 36
, 62
1, 02
, 43
, 60
, 28
, 58
, 71
1, 00
, 62
, 85
, 94
1, 08
, 70
1, 01
36, 51
49, 13
1, 55
1, 68

XIX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
www. interpsiquis. com- abril 2018. Psiquiatria. com

Desviación típ.
5, 142
3, 670
7, 227
7, 388
6, 617
5, 961
15, 813
12, 952
, 583
, 685
, 724
, 873
, 688
, 933
, 743
, 895
, 654
, 789
, 571
, 702
, 461
, 694
, 630
, 790
, 605
, 799
, 684
, 731
, 542
, 686
20, 443
20, 394
, 449
, 557

Prueba t
-1, 054

Sig.
, 293

-3, 504

, 001

, 966

, 335

-1, 612

, 049

-3, 989

, 000

-3, 434

, 001

-3, 658

, 000

-3, 180

, 000

-4, 115

, 000

-2, 040

, 032

-4, 115

, 000

-2, 997

, 003

-2, 414

, 016

-1, 453

, 089

-3, 783

, 000

-4, 380

, 000

-1, 940

, 034

IMPULSIVIDAD Y ADICCIÓN: PAPEL MEDIADOR DE LA PÉRDIDA DE CONTROL Y LA
ASUNCIÓN DE RIESGOS EN LA PERCEPCIÓN DE LA SINTOMATOLOGÍA
Finalmente, se ha explorado la existencia de diferencias significativas en los indicadores de
sintomatología clínica explorados en función de la intensidad de la impulsividad analizada. En
virtud de los resultados, se comprueba que los adictos presentan mayor malestar psicológico y
severidad clínica en todos los indicadores (salvo en Somatizaciones) explorados cuanto más
baja es la impulsividad (véase tabla 2).
Tabla 2. Comparaciones de medias (ANOVA) en sintomatología clínica en población de adictos
en función del grado de impulsividad (* p<, 001)

Media

F

Sig.

4, 061

, 068

10, 127

, 000*

17, 167

, 003*

cuadrática

Somatizaciones

Inter-grupos

4, 665

Intra-grupos

, 166

Obsesiones y
compulsiones

Inter-grupos

5, 294

Intra-grupos

, 234

Sensitividad
interpersonal

Inter-grupos

8, 892

Intra-grupos

, 206

Depresión

Inter-grupos
Intra-grupos

18, 665
, 189

25, 061

, 000*

Ansiedad

Inter-grupos

27, 123

32, 061

, 000*

Intra-grupos

, 475

Inter-grupos
Intra-grupos
Inter-grupos

39, 724
, 342
17, 412
, 601
15, 756

40, 102

, 000*

24, 156

, 000*

19, 302

, 000*

13, 926

, 000*

Hostilidad

Ansiedad fóbica

Intra-grupos
Inter-grupos
Ideación paranoide

Psicoticismo

Intra-grupos

, 451

Inter-grupos

7, 972

Intragrupos

, 389

En virtud de los resultados expuestos, se confirma que la impulsividad como rasgo
comportamental aparece como síntoma habitual en el estudio de adictos en tratamiento.
Específicamente, en este estudio se ha hallado que las mujeres adictas presentan mayores
desajustes en impulsividad Motora respecto a los varones, de modo que presentan mayor
tendencia a actuar sin pensar. En las adicciones en general y, en concreto, en las relacionadas
con el abuso de sustancias psicoactivas el rol de impulsividad descrito como una capacidad de
actuación inmediata e intensa, anticipatoria frente a los potenciales riesgos de sufrir
estimulación aversiva, necesidad de gratificación inmediata y tomas de decisión irreflexivas,
está presente.

En concreto, se ha comprobado la existencia de diferencias significativas en

todos los factores explorados relativos a la percepción de la sintomatología clínicas (tales como
Depresión, ansiedad, Sensitividad interpersonal, Ideación paranoide, hostilidad, etc. ), excepto
en Somatizaciones, en función de una mayor presencia de impulsividad disfuncional, con
manifestaciones más clínicas en las drogodependientes.
En suma, en la vida del adicto se tiende a una escasa planificación de las consecuencias
negativas del consumo, así como a un déficit de control y a una toma de decisiones no
deliberada y a la instauración de creencias e interpretaciones distorsionadas que interfieren en
el proceso interpretativo de la realidad del adicto. En ese sentido, Sirvent et al. , (2011) aluden
al vivir en el engaño como propio de la constelación sociopática del adicto. De este modo, la
impulsividad debería ser un fenómeno ampliamente abordado en la clínica de las adicciones
dadas las múltiples implicaciones sobre el proceso terapéutico.

BIBLIOGRAFÍA
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XIX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
www. interpsiquis. com- abril 2018. Psiquiatria. com

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