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Estudio científico filosófico sobre el rock pesado como identidad cultural.

Fecha Publicación: 02/05/2018
Autor/autores: rodrigo leal , Luis Ignacio Ernst Isamit
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RESUMEN

En base a la literatura científica, psicológica y filosófica; se estudia el rock pesado como identidad cultural, en la que el individuo se identifica con un conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y conductas que funcionan como elementos que motivan a los integrantes a participar de forma adaptativa en diversas actividades culturales y recreacionales.


Palabras clave: rock pesado, música, necrofilia, agresividad
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Psiquiatría general .

SENDA (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol)

ESTUDIO CIENTÍFICO FILOSÓFICO SOBRE EL ROCK PESADO COMO IDENTIDAD
CULTURAL
SCIENTIFIC PHILOSOPHICAL STUDY ABOUT THE HEAVY ROCK AS A CULTURAL
IDENTITY
Rodrigo Andrés Leal Becker y Luis Ignacio Ernst Isamit.
rodrigolealbecker@hotmail. com

Rock pesado, música, necrofilia, agresividad.
Heavy rock, music, necrophilia, aggressiveness

RESUMEN
En base a la literatura científica, psicológica y filosófica; se estudia el rock pesado como
identidad cultural, en la que el individuo se identifica con un conjunto de valores, tradiciones,
símbolos, creencias y conductas que funcionan como elementos que motivan a los integrantes
a participar de forma adaptativa en diversas actividades culturales y recreacionales.

ABSTRACT
Based on scientific, psychological and philosophical literature; the heavy rock is studied as a
cultural identity, in which the individual identifies with a set of values, traditions, symbols,
beliefs and behaviors that work as elements that motivate the members to participate in an
adaptive way in diverse cultural and recreational activities.

INTRODUCCIÓN
La construcción de la identidad es un fenómeno que surge de la dialéctica entre el individuo y
su sociedad. La identidad cultural es un conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y
conductas que funcionan como elementos dentro de los grupos sociales y que permiten que los
individuos que los conforman puedan fundamentar sus sentimientos de pertenencia como
respuestas a los intereses, códigos, normas y rituales que se comparten dentro de dichos
grupos.
Algunos autores definen la identidad cultural no sólo como un fenómeno en sí mismas, sino
como un fenómeno en relación, o en oposición, a otras culturas. El individuo se identifica con
uno o algunos de los elementos, permitiéndose así matizar su nivel de compromiso en este
grupo social. (8)

MARCO FILOSÓFICO
Los antiguos griegos se dedicaron a sistematizar los conocimientos sobre el efecto de la música
en la psique y en la conducta. Para ellos la música poseía su propia teoría: el ethos, que
consistía en crear determinados estados anímicos, dependiendo del estilo musical.
1. Systaltiké (composiciones musicales que producen un efecto deprimente o emociones
tristes).
2. Hesikastiké(composiciones musicales que producen un efecto tranquilizante o sedativo).
3. Diastaltiké (composiciones musicales que levantan el ánimo o excitan el espíritu).
Pitágoras utilizó la música con fines terapéuticos y purificadores en un sentido puramente
catártico, teorizando que existiría una relación íntima entre los movimientos de la música y los
movimientos físicos y psíquicos, lo cual haría posible que la música ejerciera cierto influjo
sobre el estado fisiológico y el estado anímico del ser humano. El filósofo y científico Aristóteles
dio a la música un valor médico, pues afirmó que escuchar música llevaría a la psique de la
persona alterada al éxtasis, retornándola luego a su estado normal.
La música brinda realidades básicas en forma de sentimientos, percepciones e imágenes. Este
material desplaza o reemplaza a los estados delirantes, de alucinaciones o de horror,
facilitando la respuesta mental y emocional del individuo.
La música influye sobre el estado fisiológico y sobre el estado de ánimo del ser humano;
actuando en forma holística. Según el principio de compensación, elegimos en cada momento
la pieza musical o el tipo de música que supla nuestras carencias a través de la audición, de la
expresión instrumental, del canto o de la danza. (7)
La Estética es el dominio de la filosofía que estudia el arte y sus cualidades, tales como la
belleza, lo eminente, lo feo o la disonancia. Baumgarten usó la palabra «estética» como
«ciencia de lo bello, misma a la que se agrega un estudio de la esencia del arte, de las
relaciones de ésta con la belleza y los demás valores». Aunque un variado número de ciencias
se ocupan de la obra de arte, sólo la Estética analiza filosóficamente los valores que están en
ella contenidos. (8)
Algunos teóricos describen el arte moderno como «antiestético». La mirada contemporánea no
busca la belleza serena o pintoresca, sino que también algunas otras sensaciones intensas
como la repulsión, el terror, la angustia, la melancolía o el odio. Lo verdaderamente
importante no es lo siente el autor, sino lo que la imaginación del receptor construye con el
mensaje que se transmite en la obra, sin necesidad de que el autor se lo exprese
directamente. (8)
El griego nekros significa "cadáver", los muertos, los habitantes del Tártaro. "Morir" y "muerte"
no se refieren al cadáver sino al acto de morir. En griego esto es Thanatos, en latín mors,
morí.

La necrofilia en sentido caracterológico es descrita como la atracción apasionada por todo lo
muerto, corrompido, pútrido y enfermizo. La pasión por transformar lo viviente en algo no
vivo, de destruir por destruir. El interés marcado por todas las formas de enfermedad. Lo que
fue y lo que está muerto. Sólo el pasado es una experiencia real, no el presente ni el futuro.
Manifestando un interés casi exclusivo por todo lo puramente mecánico o inanimado.
Una persona necrófila se mantiene rígida, fría, al margen; su presentación del tema es
pedante e inerte. Es aguafiestas, aburrido, apaga a todos y cansa al resto. Es incapaz de reír,
siendo su risa una mueca inanimada, amén de una inmovilidad general y una cara inexpresiva.
La piel da la impresión de estar inerte, lívida y "seca".
La persona necrófila en general siente predilección por los colores oscuros, que absorben la
luz, como el negro o el pardo, y le disgustan los colores radiantes y vivos. Podemos observar
estas preferencias en sus vestidos o en los colores que escogen para pintar.
Los necrófilos presentan una afinidad especial por los malos olores y el lenguaje de la persona
necrófila se caracteriza por el predominio de la coprolalia relacionada con destrucción, materias
fecales y enfermedades.
Sus características personales se manifiestan desde la más temprana infancia, aunque a veces
aparece en edades posteriores. (1)

MARCO PSICOANALÍTICO
En el sujeto siempre hay un resto de la pulsión que no se puede simbolizar y al que la palabra
no tiene acceso. Este resto de lo real no simbolizado es el motor de la obra de arte. Un vacío
para el que no existe un objeto que cobre su lugar. De hecho, ningún objeto que cubra una
necesidad nuestra es suficiente para el deseo, quedando siempre un vacío.
La obra de arte se crea a partir de este vacío y se convierte en el objeto que representa la
existencia de este resto de la pulsión. Nos movemos habitualmente en un registro imaginario,
en el que existe este objeto que es capaz de cubrir nuestros deseos, apoyándonos en esta
fantasía ideal para seguir adelante en el día a día.
Cuando la prueba de realidad nos demuestra que no logramos mantener ese objeto ideal, la
fantasía se desmonta y nos encontramos con la angustia por la pérdida de esta completud, que
sentimos como la pérdida del objeto.
Cada pérdida del objeto nos acerca más a la muerte porque nos hace presente esta soledad,
esta separación del otro que supone lo subjetivo, lo que nos diferencia a cada uno, lo que nos
hace únicos, solos y vacíos, porque una vez más no encontramos el objeto que nos complete.
(6)
"La represión de la agresividad es en general insana y conduce a enfermedades". El aparato
mental se esfuerza en mantener la cantidad de excitación presente en él lo más baja posible o por lo menos constante deshaciéndose asociativamente de todo aumento sensible de excitación o descargándolo mediante una reacción motriz apropiada.
El principio del placer se basa en el principio de la constancia. La excitación libidinal se debe
reducir a su nivel normal. La tensión que se eleva por encima del nivel normal se siente como
"displacer" y su reducción a un nivel constante como "placer".
El instinto agresivo opera en toda criatura viviente y se vuelve violencia cuando se dirige hacia
el exterior, hacia los objetos. El organismo conserva su vida propia destruyendo una ajena.
Pero alguna parte del instinto de muerte, sigue operante dentro del organismo y atribuimos
algunos fenómenos normales y patológicos a esta interiorización del instinto destructor, porque
es insano. Si estas fuerzas se orientan hacia la destrucción del mundo exterior, el organismo
queda aliviado y el efecto tiende a ser benéfico.
Si la agresividad dirigida hacia afuera se encuentra con obstáculos demasiado fuertes, retorna
e incrementa la cantidad de autoagresividad que reina en el interior. (4)
La evolución carácter anal normal - carácter sádico - carácter necrófilo es determinada por el
aumento del narcisismo, de la ausencia de relación y de la destructividad. La necrofilia puede
describirse como la forma maligna del carácter anal. (1)
El carácter anal expulsivo, en cuanto a su sexualidad, es agresivo y narcisista. Disfruta de los
olores corporales, la suciedad y el desorden, sexualizando las actividades excretorias, sobre
todo defecatorias, manifestando una conducta coprofílica, un lenguaje coprolálico, atracción
por los olores del sudor, de los genitales, de las axilas y rechazando a la higiene como hábito.
Pueden ser crueles, sensibles en algunos casos, desorganizados, destructivos y no muy
vengativos. (2) El carácter anal maligno, más que sadismo pareciera masoquismo. Produce
vergüenza y no culpa, "suciedad". El placer sexual se obtiene con prácticas ocultas, sucias,
envilecedoras, auto y heteroagresivas.
eros y Tánatos van de la mano. El objeto es maligno, destructor, sensual y dominante.
Esgrimimos nuestro placer ante la muerte como un arma y un escudo ante la sociedad.

MARCO CIENTÍFICO
La música excitante no es percibida únicamente a través del aparato auditivo; sino, también
por todo el organismo. El sonido hiperamplificado produce un estado de estrés generalizado
que estimula al Sistema nervioso Simpático, obligando a las glándulas suprarrenales a
descargar más noradrenalina y Adrenalina: se dilatan nuestras pupilas, se acelera nuestro
pulso y respiración, transpiramos, la sangre inunda nuestra musculatura estriada y nos
sentimos más despiertos y activos.
La persona lo vive como una excitación difusa y relativamente agradable (Eustrés), que lo
hace sentirse vivo y/o excitado. Esto sucede también en otras actividades donde se incrementa
el nivel del arousal, tales como: los juegos mecánicos, deportes extremos, juegos de consolas,
etc.
El denominado sistema límbico es un grupo de estructuras corticales y subcorticales
encargadas de asociar estados viscerales y emocionales con la cognición y la conducta. Está
conformado por un circuito que incluye el córtex órbitofrontal, el giro cingulado, la ínsula, la
amígdala y el lóbulo temporal anterior. (5)

En base a la genética y al aprendizaje en este sistema se generan las emociones y sentimientos (placer, odio, amor, repugnancia, etc. ) como
respuesta a los estímulos percibidos en el exterior y en el interior de nuestro organismo. Luego
de generada la emoción, que es instantánea, en la corteza cerebral se procesa la cognición que
decide si expresar o no una conducta, para lo que toma en cuenta las ventajas o desventajas
de esta acción.
La agresividad y la violencia son parte de nuestro desarrollo filogenético y son necesarias para
la supervivencia de la especie. Nuestros antepasados cazadores desarrollaron la violencia como
una conducta que los proveyó a ellos y a sus hijos de la deliciosa carne de animales, aves y
peces.
La agresión defensiva es parte del repertorio conductual humano normal. (3) En situaciones de
catástrofes naturales, en el ataque por los depredadores o por la agresión de otros homínidos,
debemos y tenemos que usar nuestra capacidad de desarrollar una conducta agresiva para
salvaguardar nuestra integridad corporal y la de nuestros pares, así como para defender
nuestros víveres, viviendas y utensilios.
Gracias al avance científico y social no es necesario expresar esta agresividad en forma de
violencia. Existen actividades masivas diseñadas para manifestar adaptativamente este tipo de
emociones y sentimientos: los deportes, las marchas políticas o los recitales de música
contemporánea nos conectan con este primitivo sistema que también requiere disminuir su
tensión, en la forma más adaptativa posible.

DISCUSIÓN
Estas aptitudes para la guerra, la pesca y la caza, que tan importantes fueron para la historia
del hombre, hoy en día no son sino vestigiales. Ya no las necesitamos para obtener nuestros
alimentos y la defensa de nuestra integridad y la de nuestras familias es responsabilidad de
unidades humanas capacitadas para desarrollar y enfrentar acontecimientos violentos
humanos y/o naturales.
La sociedad ha hecho innecesaria la expresión y el desarrollo de este tipo de conductas. ¿Qué
hace, o qué debe hacer, el ciudadano promedio con sus impulsos agresivos y con las conductas
violentas, que quiere utilizar para poner la balanza a su favor o para eliminar a los que
interfieren en su camino?
Están los deportes, los actos políticos masivos y los eventos culturales, en los que se puede
entremezclar la comida, el alcohol y la música en un ambiente sexualizado.
"Si la voluntad de guerrear obedece al instinto destructor, el plan más lógico es poner en
acción a eros contra ella. Todo cuanto favorezca la formación de vínculos emocionales entre
los hombres debe operar contra la guerra"(Freud)
Quemamos calorías con el football, nuestro trabajo es una lucha cruel y las modernas
relaciones de pareja, son cada vez más neuróticas. La pulsión de muerte está latiendo entre
nuestros parietales; comer o ser comido, matar o morir. . .
Es en este escenario donde aparece el rock pesado, sublimando la pulsión de destrucción con
su contenido mortuorio, violento y diabólico, aunado a una fortississima música de tipo
excitante (diastaltiké); caracterizada por una base de ritmos rapidísimos, donde se encaraman
1 o 2 guitarras que tocan escalas a velocidades vertiginosas. El tono vocal oscila entre
altísimos agudos (tenor en los hombres, soprano y mezzosoprano en mujeres) y tonos
extremadamente bajos (Barítono y bajo).

La estética (o antiestética) es agresiva, maligna y obscena. Ya sean calaveras, cadáveres,
monstruos o demonios con gestos y posturas que emulan grotescamente a los vivos, se
presenta una semblanza infantilizada de la muerte como algo divertido y hasta atractivo.
¿Qué es el demonio, sino nuestra vida pulsional inconsciente reprimida?
La sexualidad desenfrenada, las parafílias, la violencia, las drogas, la muerte y la destrucción
se entregan como mensajes explícitos, creando una atmósfera desenfrenada, dionisiaca y
apocalíptica. Muchos de los asistentes caen en una especie de trance.
La música se correlaciona con las regiones del cerebro que están implicadas en la recompensa
y la emoción, siendo un estimulante como la cafeína, el azúcar, el alcohol, la ira o el ejercicio
vigoroso. Va a despertar nuestras emociones activando el funcionamiento del hemisferio
cerebral no dominante (el derecho en personas diestras). La noradrenalina liberada durante el
Eustrés nos genera sensaciones similares a la Dopamina, ya que estos y otros neurotransmisores, son liberados durante el consumo de las drogas de abuso.
Esto desencadena en nuestro organismo y nuestra mente un efecto catártico, que nos permite
expresar las emociones reprimidas en un lugar, tiempo y entre personas que se han puesto de
acuerdo para manifestar este tipo de conductas: Se pueden gritar groserías y obscenidades,
golpear y/o expresar conductas sexualizadas, consumir drogas y alcohol, bailar o moverse al
ritmo de una música desenfrenada. Todo esto amplificado por el volumen de la música, las
luces y el inconsciente colectivo de sentirnos partícipes en una masa humana que está
viviendo una experiencia semejante.
"¡Ten cuidado! porque aquí viene ella. Cuando busco ir al fondo, voy a la cima del tobogán y
me detengo, giro y me lanzo, busco en el fondo y te veo de nuevo; ¿estás bien?, ¿no quieres
hacerlo? Voy raudo hacia abajo, pero no dejes que eso te destruya; dime, dime la respuesta,
quizá seas una buena amante, pero no sabes bailar.
¡Ten cuidado! HELTER SKELTER"
--The Beatles--
Agradecimientos a la secretaria Fabiola Orrego Sánchez por la corrección ortográfica y a
Cristina Bell por la traducción.

BIBLIOGRAFÍA
1. Erich Fromm. "Anatomía de la violencia humana".
2. Freud S, " carácter y erotismo anal", 1908.
3. Larry J. Siever, Neurobiology of Aggression and Violence, Am J Psychiatry 2008; 165:429­
442

4. Leal R. "Análisis clínico de un ataque sexual", psiquiatria. com. 2017, vol 21.
5. M. Catani et al. , "A revised limbic system model for memory, emotion and behaviour".
Neuroscience and Biobehavioral Reviews, 37 (2013) 1724­ 1737
6. Silvia Parrabera, "Música y psicoanálisis, Rachmaninoff".
7. www. tramayfondo. com Valderrama R y cols. "Efectos al escuchar música black metal en el
nivel del estado de ansiedad". psicología. com 2010; 14:7.
8. Wikipedia. com

XIX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
www. interpsiquis. com- abril 2018. Psiquiatria. com


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