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La alimentación saludable en enfermos mentales: Un modelo integrado de dieta.

Fecha Publicación: 01/03/2009
Autor/autores: Manuel Eduardo Ruiz García

RESUMEN

En este trabajo se aborda en primer lugar la diferenciación entre alimentación y nutrición, la definición de alimentación equilibrada y nutrientes, macronutrientes y micronutientes.

Posteriormente se borda como aplicar una alimentación equilibrada a un paciente con trastorno mental una alimentación para la demencia, alimentación para el estrés/ ansiedad. , alimentación para la depresión, alimentación para la esquizofrenia. Se termina con la desmitificación de prejuicios en la alimentación del enfermo mental, proponiendo un modelo integrado de dieta.


Palabras clave: Agua, Alimentación, Demencia estrés/ ansiedad depresión, Dieta, Enfermo mental, Esquizofrenia, Fibra, Hidratos de carbono, Lípidos, Minerales, Nutrición, Proteínas, Vitaminas
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Psiquiatría general .

Resumen

En este trabajo se aborda en primer lugar la diferenciación entre alimentación y nutrición, la definición de alimentación equilibrada y nutrientes, macronutrientes y micronutientes. Posteriormente se borda como aplicar una alimentación equilibrada a un paciente con trastorno mental una alimentación para la demencia, alimentación para el estrés/ ansiedad. , alimentación para la depresión, alimentación para la esquizofrenia. Se termina con la desmitificación de prejuicios en la alimentación del enfermo mental, proponiendo un modelo integrado de dieta.

Abstract

In this work the differentiation between feeding and nutrition is approached in the first place, the definition of balanced feeding and nutrients, macronutrients and micronutientes. Later it is embroidered like applying to an feeding balanced to a patient with mental upheaval an feeding for the dementia, feeding for stress anxiety, feeding for the depression, feeding for the schizophrenia. It is finished with the demystification of prejudices in the feeding of the mental patient, proposing an integrated model of diet.

Contenidos Generales

En el correcto desarrollo funcional y estructural del organismo de una persona con enfermedad mental y en su devenir cotidiano, es necesaria la aportación de una serie determinada de sustancias alimenticias que favorezcan que dicho desarrollo sea óptimo en todas sus facetas. Así en éste trabajo se va a exponer de manera sencilla y pretendiendo que sea útil, el proceso por el cuál en la alimentación de éstos pacientes se deben seleccionar una serie de productos, los cuales van a ingerir y asimilar para utilizarlos en los procesos naturales de desarrollo, tanto físicos como psicológicos, esenciales en el ciclo vital.

Se analizarán aquellas sustancias que de alguna manera es necesario tener más presentes en la dieta, así como incidir en su correcta elección y distribución de la dieta a lo largo del tiempo.

Así mismo se va a proporcionar la información necesaria para confeccionar recetas culinarias en las formas y maneras más adecuadas para aportar dichos nutrientes en la dieta diaria tanto en el ámbito familiar como en otros escenarios en los que conviven éstos enfermos.

Así pues comenzaremos por diferenciar algunos conceptos fundamentales: 
Destaca el alimento como aquel producto o sustancia que ingerido, aporta una serie de nutrientes al organismo. Se deriva entonces que la alimentación es el proceso voluntario y consciente por el cual se eligen unos determinados alimentos con el fin de nutrir el organismo. Y por último ¿Qué es entonces la nutrición? Es un proceso involuntario e inconsciente mediante el cual el ser vivo utiliza, transforma e incorpora a sus propias estructuras una serie de sustancias que recibe de los alimentos con el fin de utilizar los principios inmediatos ingeridos para las necesidades del propio cuerpo.  

Estos nutrientes obtenidos a través de la alimentación se pueden clasificar según las cantidades que son necesarias para el organismo, así pues las dividimos en dos clases fundamentales en función de los componentes alimentarios: Los macronutrientes que engloban los carbohidratos, los lípidos y las proteínas que se deben de aportar en gran cantidad y los micronutrientes que comprenden las vitaminas y los minerales, los cuales se deben de aportar más selectivamente.

Fuera de esta clasificación encontramos el agua y la fibra, muy importantes para el desarrollo vital del organismo. Haremos hincapié que con estas sustancias hay que incidir especialmente en la dieta, ya que con frecuencia se observan estados de deshidratación por irregular consumo de agua así como de estreñimiento muchas veces debido al insuficiente aporte de fibra, y asociado también a la medicación que consumen muchos de ellos.

Las necesidades alimenticias de las personas diagnosticadas de enfermedad mental, no difieren especialmente con las del resto de la población. No obstante se ha de destacar que ciertos nutrientes pueden ayudar a mejorar signos y síntomas de ciertas enfermedades mentales, se puede potenciar la efectividad de algunos medicamentos o disminuir sus efectos secundarios y sobre todo prevenir la incidencia de brotes agudos en los pacientes mentales.

Algunos estudios (2) vienen a demostrar que la alimentación tiene una relación directa con el padecimiento de ciertas enfermedades mentales. Pues aquellas personas con alguna patología mental tienen carencias, en su gran mayoría, de nutrientes que van a ser importantes para que el cerebro funcione adecuadamente. Este es el órgano más grande de nuestro cuerpo y se va a afectar necesariamente por lo que comemos o bebemos y necesita por tanto de una alimentación adecuada. Los neurotransmisores que componen el sistema nervioso se forman gracias a nutrientes, especialmente aminoácidos, su correcta actividad esencial de transmisión nerviosa va a ser determinada sin la menos duda por una dieta equilibrada, en el desarrollo del tema especificaremos cómo se debe de alimentar el paciente para combatir adecuadamente los síntomas de su enfermedad.

En base a la función metabólica podemos obtener también otra clasificación en la que podemos destacar los nutrientes energéticos, que pueden ser tanto los carbohidratos como los lípidos y las proteínas, cuya función es básicamente la de dotar a la célula de la energía necesaria para la actividad orgánica. Estos alimentos serán necesarios en aquellos enfermos que por su diversa actividad diaria suponga un intenso gasto calórico, por ejemplo, en el trastorno bipolar el estado de euforia; o por el contrario suponga un gasto mínimo como en el caso de pacientes que atraviesan se encuentran en un estado de profunda depresión.

Continuamos con los nutrientes plásticos, que son esencialmente las proteínas que adquieren una función estructural al ser metabolizados en el cuerpo humano. Y por último los nutrientes reguladores, que son las vitaminas, los minerales y el agua, y que van a intervenir decisivamente en acciones de tipo enzimático, hormonal, de transmisión, etc. . . que ocurren dentro del ciclo vital; éste tipo de nutrientes en muchas ocasiones cobran especial relevancia por la importante alteración patológica que sufren éstas personas. Se ha comprobado que la enfermedad mental funcional es reflejo de un metabolismo defectuoso, siendo la principal consecuencia del mal funcionamiento de los sistemas enzimáticos.  

A continuación se desarrollan los distintos grupos de alimentos, así como las razones de su necesaria inclusión en la dieta diaria y su relación en caso de déficit con algunas patologías mentales.

Macronutrientes

1. -CARBOHIDRATOS:

Los carbohidratos o hidratos de carbono son compuestos orgánicos constituidos por carbono, hidrógeno y oxígeno. Su función principal es la de proporcionar energía al organismo, necesaria para el desarrollo de la actividad diaria. Esta energía es fundamental para el sistema nervioso y más concretamente para el cerebro, cuyas células necesitan diariamente de un aporte suficiente de glucosa, siendo esencial para el desarrollo de las funciones intelectuales y cognitivas.  

Los hidratos de carbono se pueden aportar de dos formas diferentes en la alimentación: hidratos de carbono simples (monosacáridos y disacáridos) e hidratos de carbono complejos (polisacáridos).

Los hidratos de carbono simples (azúcares), se caracterizan porque tienen sabor dulce y se pueden asimilar por el organismo directamente en la digestión.

Como monosacáridos se destacar especialmente la glucosa ya que es el principal producto final del metabolismo de cualquier hidrato de carbono. Es la partícula más simple que se obtiene de éstos elementos una vez finalizada la digestión y es así como se va a obtener la energía para el funcionamiento de todos los procesos orgánicos.

La glucosa se almacena en los músculos y en el hígado en forma de glucógeno y se recurre a ella y es utilizada cuando es necesario para el funcionamiento del organismo. Se puede decir que la glucosa es para el individuo, como el suministro de carburante para los vehículos a motor. En resumen el organismo metaboliza y convierte los carbohidratos complejos en glucosa mediante la digestión, obteniéndose así con la absorción de la misma, la energía necesaria para vivir.  
El cerebro precisa del aporte glucosa para sus procesos metabólicos y por ello es tan importante su aporte en la dieta. Si no existe éste aporte fundamental, se producen alteraciones en el funcionamiento del cerebro y esto en sus últimas consecuencias puede desembocar en una posible disfunción mental.  

Entre los disacáridos destaca la fructosa, también de intenso sabor dulce, ésta es degradada por la saliva y por los jugos gástricos y pancreáticos para convertirla en glucosa; pasa después al intestino, atraviesa la pared intestinal y por el torrente sanguíneo llega al hígado donde se almacena y metaboliza en forma de glucógeno. Posteriormente se distribuye por todo el organismo aportándose como glucosa ante las demandas del mismo ante cualquier tipo de actividad energética.  

De la unión de éstos hidratos de carbono surgen otros tipos de disacáridos, destacamos la sacarosa que resulta de la unión de fructosa y glucosa, la maltosa producto de la unión de dos moléculas de glucosa o la lactosa de la unión de glucosa y galactosa.  

Las principales fuentes de alimentación de estos monosacáridos y disacáridos son la fruta, la miel y la leche. Dentro de éste grupo destacan también los dulces y otros productos que contengan azúcar refinado, con respecto a estos últimos en conveniente restringir su aporte, pues su abuso, además de provocar obesidad, tendencia progresiva a diabetes.  

Si nos referimos concretamente a enfermos con demencia, éstos pueden llegar a desestabilizar su tranquilidad.  
También en el caso de la esquizofrenia, debemos de anular o moderar el consumo de leche o de sus derivados por su contenido en lactosa, ya que se ha comprobado que empeora los síntomas de ésta enfermedad 5. Además se asocia con hiperactividad, comportamientos problemáticos, carencia de concentración y puede desembocar en conductas violentas. Una de las razones fundamentales de estos trastornos radica en que el consumo abusivo de azúcar (puede resultar incluso adictivo) agota rápidamente las reservas de vitamina B1, lo que origina diversas polineuropatías empeorando la enfermedad mental.

Los hidratos de carbono complejos, son los llamados polisacáridos, resultan de la unión de varios monosacáridos y al contrario que los anteriores, no tienen sabor dulce.  
Como ocurre con los disacáridos anteriormente detallados, para poder ser utilizados por el organismo precisan ser metabolizados y convertidos en glucosa. Pero la realización de la digestión de éstos es más elaborada, ya que se tienen que degradar en compuestos mucho más simples y por tanto se van a absorber en el organismo de forma más lenta. Las principales fuentes de carbohidratos complejos son las patatas, arroz, pasta, pan, cereales y legumbres.

Para los enfermos mentales es indispensable el aporte de hidratos de carbono complejos, por ser la principal fuente de energía con respecto a los demás nutrientes. En algunas patologías típicas tales como la depresión, pueden mitigar sus efectos patológicos mejorando sus síntomas, aumentando la concentración, ayudando a paliar las oscilaciones de humor características.

La proporción requerida de este principio inmediato es entre un 50 % a un 60% del total del aporte de calorías diarias.

Los hidratos de carbono nos van a aportar un total de 4 Kcal. por cada gramo ingerido.

Para finalizar hemos de comentar que se puede utilizar como condimento endulzante el uso de edulcorantes artificiales, pero con mesura, pues se dan casos en la dieta de abuso de los mismos y ello va a provocar numerosos problemas de salud, que no sólo incluyen vértigos, dolores musculares, pancreatitis o hipertensión… también puede provocar ataques de ansiedad y depresión.

PROTEÍNAS:

Las proteínas son otro de los macronutrientes esenciales en la dieta, son nutrientes energéticos, aportando más calorías en menor volumen, pero su función principal es la de jugar un papel plástico: la formación de estructuras que van a componer tejidos del organismo como por ejemplo el músculo, el pelo y la piel. Para el sistema nervioso van a ser esenciales, pues muchas enzimas que regulan la actividad neuronal son componentes de las proteínas; estas favorecen múltiples reacciones orgánicas, pero además destaca que algunos neurotransmisores tienen estructura de aminoácido (1) o van a derivar de los aminoácidos, y por tanto regularán la transmisión de impulsos nerviosos. Además son muy importantes para el transporte de oxígeno y facilitan la entrada de glucosa a la célula.

Las proteínas se forman por moléculas de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno fundamentalmente. Estas moléculas a su vez se agrupan en forma de aminoácidos, y es la unión de esos aminoácidos lo que va a formar las formas complejas proteicas. Podemos distinguir hasta 22 aminoácidos diferentes pero sólo ocho de éstos van ser los llamados aminoácidos esenciales, éste nombre lo reciben debido a que nuestro organismo no los puede fabricar, y precisa obtenerlos de los alimentos ingeridos a través de la dieta. Es a partir de estos ocho aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo puede sintetizar el resto de los mismos y formar así los 14 restantes.

En la elaboración de dietas hay que tener en cuenta la presencia de alimentos ricos en proteínas y concretamente los que contienen las proteínas con los ocho aminoácidos esenciales; se les llama alimentos con proteínas de alto valor biológico y son principalmente la carne, el pescado, huevo y lácteos.

 

Entre dichos animoácidos hemos de hacer especial mención al triptófano, pues se puede considerar como el mejor relajante natural; va a intervenir decisivamente en los procesos de neurotransmisión, concretamente siendo precursor de la serotonina. Lo vamos a encontrar en abundancia en el ajo, la cebolla, la col, la calabaza…

Aquellos que no tienen los ocho aminoácidos esenciales, se les denomina de bajo valor biológico. Pero ello no significa que sean de poca calidad, sino que no poseen todos los aminoácidos esenciales. Las fuentes principales de proteínas de bajo valor biológico son las legumbres y algunos cereales como el arroz.  

 

Por ello es importante la mezcla de distintos alimentos ricos en diferentes aminoácidos, con el fin de poder combinar proteínas de bajo valor biológico y completar así el aporte necesario de aminoácido. Un ejemplo sería unir a una dieta de lentejas, arroz combinando de ésta manera varios tipos de aminoácidos.

Con respecto a las proteínas es indispensable su aporte en la alimentación del enfermo mental por ser la principal fuente para su formación y desarrollo orgánico. La proporción requerida de este principio inmediato es entre un 10 % a un 15% del total del aporte de calorías diarias, el cuál nos van a aportar un total de 4 Kcal. por cada gramo ingerido, al igual que los hidratos de carbono.





3. -LOS LÍPIDOS O GRASAS.

Están compuestos por cadenas hidrogenadas de carbono que se unen en forma de ácidos grasos. Van a ser indispensables en las dietas de éstos enfermos por su principal función energética. La grasa proporciona el triple de energía que cualquier hidrato de carbono y el doble que cualquier proteína, y su combustión y asimilación es mucha más rápida y completa.

Recordemos que existen patologías que van a provocar un gran gasto energético como es en el caso de trastornos de ansiedad, fases maníacas y en comportamientos violentos o agresivos.  

Los lípidos son además importantes en la nutrición porque sintetizan proteínas, transportan vitaminas liposolubles (vitaminas que se solubilizan en lípidos), forman parte de las estructuras celulares y entre otras más características van a dar buen sabor a las comidas, algo que va a ser fundamental en nuestro propósito.  

Muchos enfermos mentales presentan diversos problemas a la hora de comer, ya sea por su tendencia a saltarse las comidas o bien dificultades que pueden presentar en la distinción de sabores, deglución o masticación de los alimentos debido a la deficiencia de la dentadura… Por lo tanto se ha de conseguir mejorar la atracción de las comidas para aquellas personas que por su patología tengan alterado el apetito, y los lípidos, por su estructura consistente y su sabor pueden ser un buen recurso.


Hablando de la composición de las grasas, en función de las cadenas que los puedan formar se clasifican en saturados, monoinsaturados y poliinsaturados.  

 

Los saturados son constituyentes de grasas animales principalmente, difíciles de digerir pues su absorción es muy lenta. Sus fuentes principales son de origen animal, destacan la nata, la mantequilla, la grasa de la carne, también se encuentra grasa saturada en el aceite de coco y de palma, una de las pocas fuentes de origen vegetal de este tipo de grasa.  
El aporte de estos lípidos debe de restringirse selectivamente ya que el exceso de consumo produce problemas de grasa acumulada en el organismo y en la digestión de las mismas. Es común encontrar entre nuestros pacientes problemas de obesidad que se agrava en el caso de la esquizofrenia pues están sometidos además a una medicación que suele producir aumento de peso, tanto por los efectos secundarios de retención de líquidos, como por la abulia, la indiferencia y la desgana para emprender cualquier tipo de actividad física.

En cuanto a las grasas monoinsaturadas, compuestas por un ácido graso principal, llamado omega 9 o ácido graso oleico, (presente en el aceite de oliva) van a aportar numerosos beneficios al aportarlas al organismo, destacar como ejemplo que van a ayudar a bajar los niveles de colesterol en sangre.

Las grasas poliinsaturadas, son las compuestas por dos ácidos grasos esenciales como el ácido linoleico llamado omega 6 con propiedades beneficiosas para la circulación y para la función coagulante de la sangre, también tiene propiedades antiinflamatorias, Este ácido graso se encuentra en aceites como el de girasol, en el de maíz, en la soja, en los cacahuetes, en las almendras, las nueces, el aguacate…

Otro tipo de ácido graso poliinsaturado es el linolénico o llamado también omega 3. Este ácido graso es muy importante ya que además de poseer ciertas propiedades anticoagulantes, participa en la formación de hormonas, es fundamental en el correcto funcionamiento inmunológico y participa en la formación de la retina… por todo ello debe ser indispensable en la dieta. Las fuentes principales son los pescados azules como el salmón, atún, sardinas, arenque… También en las nueces se encuentra bastante cantidad de éste compuesto junto con el de omega 6.

Hay investigaciones que determinan que la presencia abundante del ácido graso Omega 3 en la dieta puede ser capaz de reducir los síntomas de la depresión.

En los enfermos de esquizofrenia, diversos estudios han demostrado que tiene bajos los niveles de éste ácido graso en sangre. Por ésta razón en la dieta de éstos pacientes hemos de incidir significativamente para que consuman alimentos tales como el pescado azul (atún, sardina, caballa) soja, germen de trigo y vegetales que lo contienen (la lechuga, las espinacas, las fresas, el pepino, las coles de Bruselas, las piñas, las almendras o las nueces) y por el contrario se debe de restringir en grado máximo en éstos mismos pacientes el consumo de comidas con abundancia en grasas saturadas como carnes con mucha grasa, mantequillas, margarinas, etc. . Por cuanto a las grasas monoinsaturadas se debe de moderar su consumo, refiriéndonos a los aceites y a los frutos secos.

Micronutrientes

Son aquellos compuestos que se encuentran en los alimentos en menor cantidad, pero que no por ello van a ser menos importantes para el aporte diario en la dieta; vamos a comentar las vitaminas y los minerales.  

Para las patologías mentales el tener en cuenta estas sustancias en la dieta puede determinar que puedan evolucionar favorablemente o bien se avoque a una progresiva descompensación.

1-VITAMINAS.

Las vitaminas son compuestos orgánicos que el ser humano no puede crear por sí mismo y que son necesarias para el mantenimiento de la salud de la persona. Son por lo tanto, esenciales en la dieta. Van a cumplir funciones metabólicas específicas y de regulación en el organismo, participando en la elaboración de enzimas y de hormonas; además pueden formar parte de algunos compuestos corporales como por ejemplo en los pigmentos visuales. No van a ser pues ni fuente de calorías ni de materiales plásticos.

Podemos distinguir dos tipos de vitaminas: las vitaminas liposolubles y las hidrosolubles. Se denominan así, en función de las asociaciones que precisen, las primeras son solubles en lípidos con lo cual necesitan de éstos para ser trasportadas y las hidrosolubles lo son en agua, con lo cual precisa del líquido para poder ser trasladadas por el organismo.

En el caso de las enfermedades mentales, se deben de consumir abundantes alimentos que sean ricos en vitaminas, pues van a revertir en mejorar el estado mental. Además de ser antioxidantes, las vitaminas van a ser esenciales para el mantenimiento del sistema nervioso en general.

Vitaminas liposolubles

Este tipo de vitaminas se almacenan en gran cantidad en el organismo, especialmente en el hígado y una vez que se sintetizan o pasan a sangre no se eliminan normalmente por la orina así sus pérdidas o carencias son menos importantes que las de las vitaminas hidrosolubles, por contra existe más facilidad de hipervitaminosis.

Son las vitaminas A, D, K, E.

 

* Vitamina A (retinol)

Interviene en la conservación reestructuras fundamentales de la piel y mucosas, en la secreción de moco y en la resistencia a las infecciones, es también importante en los procesos de osificación. Forma parte, además, de la rodopsina de la retina, esencial pues para la visión. Su carencia provoca pues ceguera preferiblemente nocturna, y piel y mucosas resecadas y escamosas.  
Se encuentra principalmente en frutas y verduras: zanahorias, tomates, rábanos, espinacas, lechuga. En vísceras animales, especialmente en el hígado de pescado, en su grasa, así como en la leche, mantequilla y huevos.  
Pero a nosotros nos va a interesar sobre todo el cuadro de hipervitaminosis pues puede desembocar en anorexia, pigmentación amarilla en la piel, caída del cabello, fragilidad ósea, mareos y vómitos.

* Vitamina D

Su función principal la regulación del metabolismo del calcio, es decir, con la presencia normal de esta vitamina en nuestro cuerpo el calcio se va a asimilar mucho mejor en éste… Con ello se posibilita la mineralización de hueso, calcificando así el tejido óseo y dotándolo de la dureza necesaria. La fuente natural principal es el contacto con la luz solar y se describen pequeñas dosis en los lácteos como la leche, la margarina y la mantequilla, y por último reseñar de su presencia también en el hígado de peces, pescados azules y yema de huevo.  
Las enfermedades carenciales son el raquitismo y la osteomalacia muy importantes por su incidencia en niños… pero también en enfermedades de degeneración neurológica como el Parkinson o el Alzheimer, se ha comprobado su deficiencia de vitamina D en sangre.
Su consumo en grandes cantidades apenas produce efectos adversos para el organismo pero se han descrito casos de hipercalcemias y problemas renales secundarios al exceso de calcio.

* Vitamina E

Se sabe que es un potente antioxidante que previene los procesos de peroxidación celulares. Sus fuentes naturales más abundantes son los aceites de semillas vegetales, el germen de los cereales, las harinas, el hígado, huevos y la margarina. Su carencia incide en el aumento de la hemólisis de los glóbulos rojos y dermatitis. No se ha podido demostrar el síndrome definido por demasiada abundancia de ésta en el cuerpo.

 

* Vitamina K. es indispensable para la síntesis de protombina en el hígado y por tanto para la regulación de la coagulación sanguínea. Se encuentra principalmente en verduras de hoja ancha como en las espinacas, y también en la col, en la coliflor y en el hígado de cerdo entre otros. Su síndrome carencial actúa directamente en la el retardo de la coagulación de la sangre, con serias hemorragias en el recién nacido por la falta de protombina. Se deduce que su excesivo consumo puede dar lugar a problema con la coagulación precipitada de la sangre, con petequias y con degeneración progresiva renal.

Vitaminas hidrosolubles

Entre éstas clases de vitaminas van a destacar las del tipo B (son muy importantes para el sistema nervioso, para la piel, los cabellos, para el tono muscular y para las funciones del corazón y vasos sanguíneos) y también la vitamina C. En estos casos se va a reconocer mejor su ausencia en la dieta por los problemas que ello provoca, que por su excesiva aportación, pero destacan porque van a prevenir los desórdenes mentales, la depresión y la ansiedad.  

* Vitamina B1 (Tiamina)

Esencial para el sistema nervioso, pues además de ser necesaria para que éste se nutra de glucosa adecuadamente en sus procesos funcionales, va a favorecer la transmisión del impulso nervioso.
Además es estimulante del apetito, adquiere pues una importancia notable, ya que como hemos explicado en muchos de los pacientes con trastornos mentales existe una inapetencia patente y constante.

Sus fuentes naturales son extensas, aunque se encuentra en pequeñas cantidades en alimentos tanto de origen animal: hígado, las carnes de cualquier tipo y los huevos; como en los de origen vegetal: cereales íntegros y sus harinas, en las legumbres, las patatas, la levadura y los frutos secos. Se encuentra también en la levadura de la cerveza, y en caso de la ansiedad resulta adecuado incluirla en la dieta, como complemento para tratarla.
Su déficit en la dieta puede producir diversos cuadros patológicos, patologías que destapa también el consumo excesivo de hidratos de carbono simples (factor que agota las reservas de tiamina en el organismo) como son la polineuropatía nutricional (la llamada beriberi), que provoca una afectación simultánea de los nervios periféricos (tics, ausencia de sensibilidad degeneración aguda de dichos nervios…), la anorexia, el estreñimiento, irritabilidad, etc…

 

* Vitamina B2 (Riboflavina)

Es necesario para conservar la normalidad de los epitelios y en general para mantener los nervios en buen estado. Suplementos en la dieta de riboflavina, ayuda a recuperar estados patológicos donde hay degeneración de los nervio, como en el caso de la ansiedad, la depresión, el estrés…
Sus fuentes alimenticias son el hígado, las carnes, la leche, quesos, huevos, legumbres germen de cereales y levaduras.  
Su carencia provoca fotofobia, con grietas y descamación en labios y estomatitis.

+ Vitamina B3 (Niacina)

Actúa como vasodilatador y reduce el colesterol del plasma, por lo que se emplea fundamentalmente para incidir en éstos efectos… se utiliza también como profilaxis de la pelagra que provoca dermatitis, inflamación de las mucosas, diarrea y alteraciones psíquicas. Encontramos ésta vitamina en el hígado y carne de los animales, en el pescado, en los hongos y en las setas y en las legumbres.

Si la niacina no se aporta correctamente en la alimentación de nuestros pacientes, podemos encontrar significativas manifestaciones de alteraciones mentales como intenso nerviosismo, formas de ansiedad, insomnio, notable irritabilidad y como caso extremo se puede llegar a la demencia.

* Vitamina B6 (Piridoxina)

Interviene en el metabolismo de los aminoácidos. Su deficiencia puede producir irritabilidad, convulsiones, anemia, cálculos renales, temblores musculares, dermatitis periocular y seborreica, su aplicación en dieta va encaminada a revertir los síntomas de la depresión… Se encuentra presente en las carnes, verduras, cereales integrales, legumbres, patata y plátano.

* Vitamina B9 (Ácido fólico o folacina)

Otra de las vitaminas hidrosolubles que aunque está agrupada dentro del complejo de tipo B, su presencia en ésta clasificación, presenta bastante controversia.  
Muy tenida en cuenta su aplicación en dieta en mujeres embarazadas, se incide especialmente en su consumo en las circunstancias de la gestación, ya que los trastornos por deficiencia provocan anomalías congénitas en el feto. Se van a producir sobre todo, defectos del cierre del tubo neural (anencefalia, encefalocele o la espina bífida).

Es necesaria para la creación de los orgánulos sanguíneos, por lo tanto del sistema nervioso, y está presente en el hígado y vísceras, en las verduras, en la leche y en los huevos.  

Por lo tanto su deficiencia produce especialmente anemia de tipo megaloblástica, con glositis y diarrea. Pero con respecto a la salud mental, va a afectar a los estados anímicos, provocando ansiedad, mal humor o depresión.

* vitamina b12 (Cianocovalamina)

Interviene también en diversos procesos metabólicos influyendo sobre todo los incluidos dentro del desarrollo celular, van a actuar también en la síntesis de ácidos grasos y en el metabolismo proteico.  
Su déficit en sangre puede producir anemia perniciosa, anemia macrocítica y graves desórdenes neurológicos: Agrava los síntomas de la depresión, de la demencia y puede desencadenar comportamientos obsesivo-compulsivos y maniacodepresivos.  

Se encuentra en las carnes, huevos, productos lácteos y en la levadura de cerveza.

* Vitamina C (ácido ascórbico)

Interviene en numerosos procesos vitales, como la formación de sustancias y estructuras intracelulares, la matriz colágena del tejido conjuntivo, la cicatrización de las heridas, la formación del callo óseo en las fracturas y refuerza la resistencia capilar. Es un poderoso agente reductor, interviniendo en los procesos de oxidorreducción con el metabolismo de los aminoácidos.  
El déficit de vitamina C en sangre puede agravar los síntomas de la depresión.
Se encuentra en alta concentración en las frutas sobre todo en los cítricos, en el kiwi, en las fresas, en el tomate, la patata, la col… así como en el hígado.


2. -LOS MINERALES

Los minerales son elementos químicos inorgánicos, esenciales para el organismo y que se encuentran en los tejidos de todos los seres vivos; tienen pues una función estructural pero tienen además gran importancia reguladora al ser fundamental en los equilibrios ácido-base que acontecen en el organismo. No se pueden sintetizar, con lo que se deben de aportar necesariamente a través de una dieta equilibrada. Y solamente algunos de ellos se deben de tener en cuenta al confeccionar la ración alimentaria por su importancia y poca abundancia según los determinados alimentos. Los más importantes son el calcio, el fósforo, el hierro, el yodo, el flúor, el selenio, el zinc, el magnesio y el sodio.

CALCIO

El calcio es muy importante para nuestro organismo ya que forma parte de los huesos y de los dientes, da el sostén y rigidez de las partes blandas. Pero además tiene una importante función en el metabolismo por sus características reguladoras ya que incide en la permeabilidad de las membranas celulares y de las paredes capilares, disminuye la excitabilidad neuromuscular y además es fundamental en la coagulación sanguínea.
Las células óseas se crean y se destruyen constantemente, así que las concentraciones de Calcio van a variar estimándose que se movilizan unos 700 mg. en nuestro organismo, que aunque es reutilizable en su mayor parte, se va perdiendo algo por la orina.
Es por ello tan importante su aporte, destacando la leche y los derivados (en los quesos va a depender de su maduración) y sobre todo las verduras y legumbres secas como los alimentos en los que lo vamos a encontrar con mayor abundancia.
Con respecto a una deficiencia de calcio en la dieta, encontraremos déficit del crecimiento, raquitismo, osteoporosis y posibles convulsiones tetánicas.  
Por el contrario si tenemos en cuenta el efecto que produce su exceso en la sangre en las personas mayores, se ha demostrado que se asocia a una función mental más pobre y por tanto de una degeneración más rápida en capacidad cognoscitiva. Por tanto su aporte en la dieta de nuestros pacientes debe de ser controlado.

FOSFORO

Al igual que el calcio es un mineral fundamental para la formación de los huesos y de los dientes. Y es además muy importante para la metabolización de los principios inmediatos de hidratos de carbono, proteínas y lípidos. Para el sistema nervioso central actúa como su principal nutriente, especialmente del cerebro y del hipotálamo; su déficit o mala asimilación puede provocar dolores de cabeza y problemas de aprendizaje o memoria, se pueden producir también alteración en las emociones, el sueño y la vigilia.
Las cantidades de fósforo en la sangre y en tejidos son muy abundantes se estima que puede rondar por unos 860 gr. y sus requerimientos en dieta son importantes.
Sus fuentes alimenticias son la leche y sus derivados, las carnes, los pescados, los frutos en grano y los plátanos.

Las enfermedades que puede ocasionar su carencia afectan al aparato locomotor como en el caso del calcio, resultando debilidad muscular, desmineralización del hueso, así como anorexia y vómitos. Su exceso en dieta produce porosidad en la mandíbula
El fósforo es un mineral esencial para una buena salud mental, en especial si se vive o trabaja en condiciones de gran estrés.

HIERRO

Va a formar parte de los eritrocitos o glóbulos rojos, que transportan a su vez la hemoglobina que vehiculiza el oxígeno desde los pulmones a todos los tejidos del organismo. Las cantidades de éste mineral que están presentes en organismo oscilan entre 3 gr. y 5 gr. en total.  
Y sus fuentes alimentarias son el hígado, las carnes magras, los huevos, los pescados, los moluscos, cereales enteros, frutos secos y hojas verdes.

Es importante su aporte diario pues su carencia puede producir anemia ferropénica, y se incide el consumo de alimentos ricos en hierro sobre todo en el embarazo ya que el feto acumula en sus tejidos éste mineral a expensas de la madre. Su déficit tiene repercusiones negativas y permanentes sobre la conducta, desarrollo de la afectividad, la memoria, los niveles de atención y el desarrollo psicomotor.  
Su excesivo consumo desemboca en trastornos sanguíneos como la hemocromatosis y la siderosis.

YODO

Su presencia es esencial para la formación de las hormonas tiroideas y su aporte es muy tenido en cuenta para la prevención de malformaciones en el feto y de posteriores defectos congénitos que pueden alterar gravemente la salud mental de la persona. El tiroides actúa como acelerador de todas nuestras actividades metabólicas, en el crecimiento, en el uso de los principios inmediatos, en el mantenimiento de la temperatura y lo que a nosotros más nos interesa: es determinante en diversas funciones intelectuales…así pues su deficiencia provoca trastornos como mortalidad perinatal e infantil, abortos y anomalías congénitas, deterioro en el cociente intelectual, hipoacusia, sordomudez, estrabismo, déficit de atención, retraso en el crecimiento, bocio y por supuesto hipotiroidismo…
El hipertiroidismo es el resultado del exceso de yodo en la dieta, provoca también bocio, taquicardia, palpitaciones, fatigabilidad, nerviosismo y temblores.  
Los alimentos a tener en cuenta como fuentes de yodo son la sal yodada, pescados, moluscos, crustáceos, verduras, productos lácteos, etc. . . además el yodo tiene la peculiaridad de que no se almacena en el organismo sino que el excedente se elimina por la orina…ello hace más importante su aporte si cabe de manera diaria y continua.

FLÚOR

Es muy importante en las estructuras dentales y en los huesos y en el mantenimiento de las mismas. Su aporte específico se realiza mediante el té, el marisco o el agua…
Y es su deficiencia lo que altera dichas estructuras, con las caries… en el caso de aporte excesivo se puede sufrir de engrosamiento de huesos, músculos y tendones y diarrea.  
Por cuanto a los síntomas de envenenamiento por fluoruro, tiene como consecuencia los propios del hipotiroidismo (pues deprime las glándulas del tiroides) incluyen pues la depresión, los mareos, la fatiga, el sobrepeso, dolores musculares y de las articulaciones, migrañas, presión sanguínea descompensada, alergias, insomnio, ataques de pánico y cambios bruscos del estado de ánimo.

El ZINC, en una gran mayoría de enfermos mentales se ha encontrado carencia de este mineral en sangre, por ello debe estar presente en los alimentos que se seleccionen para la dieta: carnes, pescados, legumbres y leche.

El MAGNESIO con propiedades antidepresivas junto con el potasio y el litio, está presente en vegetales de hojas verdes, frutos secos como las nueces y en todo tipo de granos.

Otros dos elementos que son el agua y la fibra no se encuadran dentro de las clasificaciones anteriores y aunque difieren mucho entre sí, van a ser muy importantes en el aporte diario de nutrientes para el organismo.

EL AGUA

El agua representa aproximadamente entre un 50%-70% del todo el peso del cuerpo humano, se necesita tomar al menos de 1200 a 1500 cc de agua al día… siempre en función se la constitución de la persona, temperatura externa o interna (con fiebre aumenta), según la actividad que se realice ( debemos de especificar entonces que las diferentes patologías mentales van a determinar los aportes necesarios) o bien según los alimentos o bebidas que se ingieran…de cualquier manera es imprescindible para la vida y es necesario su aporte de manera constante.

El agua se va a encontrar en la mayoría de los alimentos en distintas proporciones, destacando su abundancia en frutas y en verduras (de un 70 a un 95% de ellas es agua) y también se puede introducir en la preparación de platos (como por ejemplo legumbres y pasta). Pero éstas formas de aporte no son suficientes para las necesidades hídricas mínimas, de manera que es necesario su aporte en forma de agua natural; la cantidad de agua recomendada oscila entre 1. 5 y 2 litros diarios para así igualar lo que el cuerpo va a eliminar a lo largo del día.  
Debe de existir un perfecto equilibrio entre toda el agua que se gasta o expulsa (en la orina, el sudor y el calor que se desprende del cuerpo) y lo que se ingiere, hablamos del llamado balance hídrico

 

Una vez establecido que la ausencia de aporte de agua es totalmente incompatible con la vida, podemos reseñar algunas de las funciones adicionales que tiene:
1. sirve de medio de transporte para muchos de los orgánulos y sustancias del organismo, formando los fluidos corporales como la sangre, la linfa, las secreciones digestivas, el sudor, la saliva, la orina, las heces…
2. Regula la temperatura corporal mediante la sudoración.
3. Es muy importante para el desarrollo de las células y sirve como medio de lubricación en articulaciones y tejidos.  

En los enfermos mentales hemos de tener una lucha constante para conseguir un correcto aporte de agua durante el día, carecen en ocasiones de total interés por hidratarse, ya sea por problemas de deglución, por desplazarse para beber, por la propia insipidez del elemento… ello nos hace concienciarnos más aún si cabe de la problemática que existe para una buena hidratación de éstos pacientes y de la necesaria insistencia de su aporte durante el día.

FIBRA

La fibra alimentaria es un conjunto de componentes que se encuentra en alimentos de origen vegetal, como los cereales, frutas, verduras y legumbres, que no puede ser digerida por el organismo humano. Esto es debido a que el aparato digestivo humano no cuenta con las enzimas que pueden digerirla y utilizarla.  
Pero no quiere decir que la fibra pasa intacta a través del aparato digestivo, aunque no se pueda digerir directamente, nuestro intestino cuenta con la ayuda de la flora bacteriana que la fermenta y descompone en diversos elementos: gases (hidrógeno, dióxido de carbono y metano) y ácidos grasos de cadena corta (acetato, propionato y butirato) que a su vez sí que van a ejercer funciones importantes en nuestro organismo.

• Tipos de fibra dietética 
La fibra dietética, tradicionalmente considerada como un carbohidrato complejo, puede dividirse en dos grupos principales según sus características químicas y sus efectos en el organismo. Estos dos tipos son: fibra insoluble y fibra soluble.

• La fibra insoluble está integrada por sustancias (celulosa, hemicelulosa, lignina y almidón resistente) que retienen poca agua y se hinchan poco. Este tipo de fibra predomina en alimentos como el salvado de trigo, granos enteros y algunas verduras. Los componentes de este tipo de fibra son poco fermentables y resisten la acción de los microorganismos del intestino. Su principal efecto en el organismo es aumentar el volumen de las heces y disminuir su consistencia y su tiempo de tránsito a través del tubo digestivo. Como consecuencia, este tipo de fibra, al ingerirse diariamente, facilita las deposiciones y previene el estreñimiento. Éste último es como hemos desarrollado a lo largo del tema, un problema típico que acompaña a la gran mayoría de nuestros pacientes.  

• La fibra soluble está formada por componentes (inulina, pectinas, gomas y fructooligosacáridos), su forma de actuar es absorbiendo agua formando una especie de gel, ello hace que aumente la masa fecal y se tenga la sensación de querer ir ha hacer deposición. Se podría decir que es parecido a una esponja, absorben grasas e hidratos de carbono y por ello este tipo de fibra es tan importante, al ser capaz de disminuir los niveles de colesterol y glucosa en sangre.  

Es muy fermentable por los microorganismos intestinales, por lo que produce gran cantidad de gas en el intestino; también favorece la creación de flora bacteriana que compone 1/3 de la estructura fecal, por lo que este tipo de fibra también aumenta el volumen de las heces y disminuye su consistencia.  

Las funciones pues que podemos atribuir a la fibra son:
1. Previene el estreñimiento.
2. Sacia y evita que se coma en demasía o entre comidas.
3. Al regular la absorción de glucosa y colesterol, en personas con patologías de tipo diabetes o hipercolesterolemia actúa como un modo de regulación y control.
4. Aumenta el tránsito intestinal previniendo así patologías del intestino delgado y grueso.
5. Activa y favorece el desarrollo de flora bacteriana y fortalece así las defensas del organismo.

Bibliografía

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2. Megías-Lizancos F. y Serrano M. D. Enfermería de Salud mental y psiquiatría. DAE. Madrid. 2008 
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6. Secciones de Recepción a Iconocast. El calcio llano puede señalar riesgo de declinación mental.  www. iconocast. com/8GH/A8EG5/News8. htm


Fotografías incluídas

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6. bibliotecadigital. ilce. edu. mx/sites/colibri/cuentos/arte2/im
7. www. b1enestar. com/wp-content/uploads/2008/07/fibra. jpg


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