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La “Dementia sejunctiva” en el nacimiento de la “esquizofrenia”. Otto Gross entre Kraëpelin, Freud y Bleuler.

Fecha Publicación:
Autor/autores: Francisco Javier Montejo Alonso

RESUMEN

En 1908 Eugen Bleuler proponía un nuevo término que marcaría un antes y un después en la historia de la psiquiatría: “Esquizofrenia”. Bleuler no solo apostaba con sustituir la “dementia praecox” de Kraëpelin, sino que inauguraba una nueva aproximación conceptual y terapéutica para el principal cuadro de la psiquiatría contemporanea. Poco más adelante, en 1911, Bleuler publicará “Demecia Precoz. El grupo de las esquizofrenias” que supondrá el cambio terminológico definitivo. Previamente, en 1907, Carl Gustav Jung ya había preparado el camino a su mentor realizando un estudio crítico sobre la demencia precoz en el que realizaba una revisión histórica sobre los distintos términos utilizados por la psiquiatría para nominar lo que entonces se conocía como demencia Precoz.

En ese recorrido se ocupaba de manera muy breve una propuesta alternativa que Otto Gross había realizado en 1904, anticipándose en cuatro años a Bleuler: Dementia Sejunctiva. Jung acababa de introducirse de pleno en el psicoanálisis y estaba a punto de convertirse en el lugarteniente oficial de Freud. Estaba muy interesado en los trabajos de Gross, pero rechazaba las implicaciones terapéuticas y morales que este proponía. Además le inquietaba la admiración personal de Freud hacia Gross, que era uno de los más brillantes psiquiatras que cuestionaban a Kraëpelin desde su propia órbita, y era uno de los primeros en apoyarse en las tesis freudianas para la comprensión de las psicosis. Mas de un siglo después la propuesta de Gross ofrece interesantes anticipaciones para la comprensión del fenómeno clave de la esquizofrenia: la "Escisión".


Palabras clave: Esquizofrenia; Historia de la psiquiatría; Demencia Precoz; Demencia Sejunctiva; Tratamiento; Psico
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Esquizofrenia, Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos .

Psicólogo, psicoanalista, psicoterapeuta y Profesor

LA "DEMENTIA SEJUNCTIVA" EN EL NACIMIENTO DE LA "ESQUIZOFRENIA". OTTO GROSS
ENTRE KRAËPELIN, FREUD Y BLEULER
THE " DEMENTIA SEJUNCTIVA " IN THE BIRTH OF THE "SCHIZOPHRENIA". OTTO GROSS
BETWEEN KRAËPELIN, FREUD AND BLEULER
Dr. Francisco Javier Montejo Alonso
psicoanalista y Psicoterapeuta, Especialista en psicología clínica, psicólogo de la C. M. , Doctor por la
UCM, Profesor del Máster de psicoterapia Psicoanalítica (UCM), Máster de psicoanálisis y teoría de la
Cultura (UCM) y Máster del teoría Psicoanalítica (UCM)
montejo. alonso@gmail. com
esquizofrenia. Historia de la psiquiatría. demencia Precoz. demencia Sejunctiva. tratamiento.
psicosis. Gross. Bleuler. Kraëpelin. Escisión.
Schizophrenia. History of Psychiatry. Dementia Praecox. Dementia Sejunctiva. Treatment. Psychosis.
Gross. Bleuler. Kraepelin. Splitting.

RESUMEN
En 1908 Eugen Bleuler proponía un nuevo término que marcaría un antes y un después en la
historia de la psiquiatría: "Esquizofrenia". Bleuler no solo apostaba con sustituir la "dementia praecox"
de Kraëpelin, sino que inauguraba una nueva aproximación conceptual y terapéutica para el principal
cuadro de la psiquiatría contemporánea. Poco más adelante en 1911, Bleuler publicó "Demencia
Precoz. El grupo de las esquizofrenias" que supondrá un cambio terminológico definitivo.
Previamente en 1907, Carl Gustav Jung ya había preparado el camino a su mentor realizando
un estudio crítico sobre la demencia precoz en el que realizaba una revisión histórica sobre los
distintos términos utilizados por la psiquiatría para nominar lo que entonces se conocía como
demencia Precoz. En ese recorrido se ocupaba de una propuesta alternativa que Otto Gross había
realizado en 1904, anticipándose en cuatro años a Bleuler: Dementia Sejunctiva.
Jung acababa de introducirse de pleno en el psicoanálisis y estaba a punto de convertirse en el
lugarteniente oficial de Freud. Estaba muy interesado en los trabajos de Gross, pero rechazaba las
implicaciones terapéuticas y morales que este proponía. Además le inquietaba la admiración personal
de Freud hacia Gross, que era uno de los más brillantes psiquiatras que cuestionaban a Kraëpelin
desde su propia órbita, y era uno de los primeros en apoyarse en las tesis freudianas para la
comprensión de las psicosis.
Más de un siglo después la propuesta de Gross ofrece interesantes anticipaciones para la
comprensión del fenómeno clave de la esquizofrenia: La escisión.

ABSTRACT
Eugen Bleuler in 1908 proposed a new term that would mark a turning point in the history of
psychiatry: "Schizophrenia". Bleuler bet with not only replace the "dementia praecox" Kraepelin, it
inaugurated a new conceptual and therapeutic approach for the main draw of contemporary
psychiatry. Shortly later, in 1911, Bleuler published "Dementia Praecox. The group of schizophrenias"
that will permanently change in terminology.
Previously, in 1907, Carl Gustav Jung had already paved the way to his mentor making a
critical study of early dementia in performing a historical review of the different terms used by
psychiatry to nominate what was then known as Dementia Praecox. In that journey dealt very briefly
an alternative proposal that Otto Gross had made in 1904, four years anticipating Bleuler: Dementia
Sejunctiva.

Jung had introduced full in psychoanalysis and was about to become the official lieutenant
Freud. He was very interested in the work of Gross, but rejected the therapeutic and moral implications
that this proposed. Also expressed concern about the personal admiration of Freud to Gross, who was
one of the brightest psychiatrists Kraepelin questioning from his own orbit, and was one of the first to
rely on Freudian theory to understanding psychoses. More than a century after the proposed Gross
offers interesting anticipations key to understanding the phenomenon of schizophrenia: Splitting.

1. RECORRIDO HISTÓRICO: DE KRAEPELIN A BLEULER, DE LA demencia PRECOZ A LA
ESQUIZOFRENIA
Aunque fue Morel quien utilizó por primera vez el término "deménce précoce", su limitada
concepción como forma de afección dentro del marco de las locuras hereditarias y no como cuadro
nosológico concreto (1), dificilmente anticipaba el auge que tomaría desde finales del siglo XIX, cuando
Kraëpelin en 1896 lo retomó latinizándolo y estableciendo que, junto a la "dementia paranoides" y la
"Katatonie", conforman los cuadros de "procesos de deterioro". Más adelante, en la sexta edición de
su Lehrbuch (2), la "dementia praecox" pasó a convertirse para Kraëpelin en el cuadro principal de
la naciente psiquiatría, englobando todas la formas de psicosis endógenas no clasificables en el grupo
alternativo: la psicosis maniaco depresiva.
Posteriormente, tanto por las críticas de los psiquiatras franceses que señalaron lo forzado de
agrupar en un solo cuadro formas clínicas diferentes como por la consideración irreversible e incurable
de la enfermedad, Kraëpelin intentó matizar y se abrió a considerar dos formas evolutivas diferentes
dentro de la dementia praecox: La "progresiva", irreversible, de instauración insidiosa e incurable, y
la "aguda", que cursaba en brotes y que no era irreversible ni incurable necesariamente.
Pero esas variaciones con respecto a su propuesta máxima no aplacaron las críticas de sus
colegas sobre lo forzado e insostenible de su clasificación, ni sobre el nihilismo terapéutico que
conllevaba. Kraëpelin hizo frente a todas aquellas críticas aferrándose al aspecto que él mismo había
privilegiado ya en 1896, aspecto nuclear que le había permitido después subsumir la paranoia y la
catatonia en un cuadro superior. Ese aspecto era la "dementia", colocar la fenomenología del proceso
de deterioro y debilitamiento de las funciones cognitivas como el eje y núcleo de la enfermedad.
No vamos a extendernos en este trabajo sobre las terribles consecuencias que el paradigma
kraëpeliano, con su concepción de "enfermedad mental" supuestamente natural e incurable, tuvo y
tiene aún para la comprensión, investigación y tratamiento1.
Para concluir la breve revisión de la propuesta de Kraëpelin nos detendremos brevemente en
señalar con Alvarez (3) los cuatro puntos especialmente controvertidos, los "puntos frágiles" (pp. 257258):
1º- Reunir en una única enfermedad formas clínicas tan distintas.
2º- La etérea separación entre la paranoia y la demencia paranoide.
3º- El deterioro de las facultades, esencia de la enfermedad, ¿es tan acusado e irreversible como
lo pintaba Kraepelin?
4º- El calificativo "precoz" parece lastrar un prejuicio que la observación clínica no suele
corroborar.

1Para una revisión crítica pormenorizada remitimos al lector al excelente capítulo III del libro de J. M. Alvarez (3) acertadamente
titulado: "Demencia Precoz: el rostro más deficitario de la locura".

Estos aspectos no pasaron desapercibidos a sus contemporáneos, algunos de los cuales se
apresuraron a señalarlos. Séglas (4) incidió en la confusión entre paranoia y demencia paranoide,
mientras que Serbski (5) se centró en señalar el forzamiento teórico necesario para reunir en una
misma enfermedad las formas paranoides, la hebefrenia y la catatonia, a la vez que cuestionaba muy
duramente el necesario calificativo de "precoz", que exigía la aparición de los síntomas antes de los
veinticinco años, y el riesgo que el pronóstico de progresiva e irreversible suponía para el tratamiento
de los pacientes.
En medio de esta confrontación surgen los trabajos de Stransky (6) que desbloquea la situación
abriendo un nuevo punto de vista decisivo: los afectos. Stransky planteó que el eje fundamental, el
trastorno común a todas las formas de demencia precoz tenía que ver con la discordancia o falta de
coordinación entre los afectos y las facultades cognitivas. Por ello Stransky propuso un nuevo término
nosológico: "ataxia intrapsíquica".
En una línea de investigación convergente, Otto Gross, por entonces asistente del Dr. Anton en
Graz, publicaba desde 1902 una serie de trabajos que partiendo de la teoría freudiana de la disociación
como mecanismo central de la histeria (7) y apoyándose en la hipótesis de la "sejunctión" de Wernicke
(8), asumía y superaba críticamente la propuesta de Stransky.
En 1902 Gross había publicado varios artículos sobre la psicosis2: Sobre la desintegración de las
representaciones mentales (9), La capacidad afectiva para el rechazo (10) y La función secundaria
cerebral (11). Continuó en 1903 y 1904 con Contribuciones a la patología del negativismo (12) y
Acerca de la desintegración de la conciencia (13).
Cabe resaltar que en este último artículo aparecían referencias al posteriormente famoso caso
del Dr. Paul Schreber (14), cuyas memorias acababan de ser publicadas. Aunque Pelman (15) ya se
había hecho eco de la aparición del libro fue Gross (13) el primero que lo abordó como material clínico
de primera magnitud para el estudio de la demencia precoz3, justamente para criticar los postulados
de Kraëpelin.
Pero lo más importante, lo que terminó convirtiéndose en el hilo conductor que atravesaba todos
los trabajos de Gross y acabó confluyendo en su propuesta de cambio paradigmático y terminológico
con respecto a la demencia precoz de Kraëpelin (la "demencia sejunctiva"), fue la utilización del
concepto de "sejunction", que se tradujo al inglés como "splitting" y que Bleuler años después
convertirá en "spaltung". Ese fue el concepto sobre el que se articuló la alternativa que terminó
desbancando a la demencia precoz: La esquizofrenia (18).

2Los artículos de Gross no han sido traducidos y, por tanto, tampoco sus títulos. La traducción de estos es del autor y de Ana
Guerrero.
3
Tiempo después será Otto Gross quién llamará la atención sobre el interés de las memorias de Schreber a Jung, quién a su
vez mencionó el caso en "Psicología de la demencia precoz" (16) y con toda probabilidad habló de él a Freud en marzo de
1910, en Nurenberg (17).

2. LA IRRUPCIÓN DEL PSICOANÁLISIS
En 1904, el año en que Gross publicó el trabajo del que vamos a ocuparnos, Freud estaba aún
muy lejos de abordar de manera global el ámbito de las psicosis. Sin embargo, tal y como señala
Strachey (19), en época temprana de sus investigaciones sobre psicopatología ya había intentado
acercarse al problema de la paranoia. Poco antes de la publicación de los Estudios sobre la Histeria
(20) Freud había enviado a Fliess un largo informe, el "Manuscrito H" (21) en el que incluía un breve
historial clínico y aportaba dos consideraciones teóricas sobre la paranoia: 1º, es una "neuropsicosis
de defensa"; y 2º, se basa en la utilización del mecanismo de "proyección". Un año después, en enero
de 1896, de nuevo en la correspondencia con Fliess, en el "Manuscrito K" (22), Freud volvió a ocuparse
del asunto. De manera pública lo abordó por primera vez en Nuevas puntualizaciones sobre las
neuropsicosis de defensa (23), donde incluía un historial clínico que tituló "Análisis de un caso de
paranoia crónica".
Strachey (19) indica que, si bien Freud en su correspondencia con Fliess, Jung y Ferenczi
continuó ocupándose ocasionalmente de la paranoia, en sus publicaciones las menciones son casi
inexistentes

hasta que en 1911 publica el caso Schreber (24). El texto significó la apertura del

psicoanálisis hacia la investigación del ámbito de las psicosis, señalando el camino que llevó a sentar
las bases de la comprensión de la psicosis en Totem y tabu (25) e Introducción al narcisismo (26).
Ya desde principios de siglo Eugen Bleuler, director de la clínica

Burghölzli, el hospital psiquiátrico universitario cantonal de Zurich, se había interesado por los trabajos de Freud y sobre su
posible aplicación al estudio, comprensión y tratamiento de la enfermedad mental. Bleuler se
enfrentaba a una realidad para él inaceptable: muchos de sus pacientes ingresados estaban
diagnosticados de Dementia praecox, enfermos estigmatizados como incurables y abocados al
deterioro mental progresivo e irreversible desde el modelo médico de Kraëpelin, que era el que se
estaba imponiendo en la naciente psiquiatría.
En 1904, Carl Gustav Jung, que tenía entonces 25 años, dos más que Otto Gross, y llevaba
desde diciembre de 1900 ocupando el puesto de primer asistente en el Burghölzli, estaba a punto de
doctorarse y ocupar el puesto de Médico jefe al lado de su director. Anteriormente, en 1901, Bleuler
le había encargado la lectura y reseña de La interpretación de los sueños (27). También a instancias
de Bleuler Jung había abierto en el hospital un laboratorio de psicopatología experimental, donde
estaba centrando la investigación en el estudio experimental de las teorías y conceptos freudianos.
Por su parte, Bleuler acababa de hacer público su reconocimiento e interés hacia los trabajos de
Freud4.
No tenemos constancia cierta del momento en que Gross comenzó a interesarse en los trabajos
de Freud. Pero lo que si podemos afirmar es que en 1902 cuando Gross ingresa en el Burghölzli para
una cura de desintoxicación de su adicción a la morfina y la cocaína, ya es un buen conocedor del
psicoanálisis, a la altura de Bleuler y del recién llegado Jung. En ese mismo año, 1902, Gross había
publicado dos artículos en los que hacía mención a Freud. El primero La función cerebral secundaria
4Carta de Freud a Fliess del 26-4-1904, pp. 504-505. (28).

(11), texto en el cual se mostraba como un experto conocedor de las ideas de Wernicke, Kraëpelin,
Freud y Janet, combinando sus propuestas y presentando una novedosa psicología de los tipos clínicos
que de hecho se convirtió, según indica Kerr (29), en el germen de los futuros Tipos psicológicos de
Jung (30) veinte años mas tarde.
El otro texto que Gross publicó en 1902 es todavía más relevante de cara a mostrarnos la fértil
inmersión de Gross en los trabajos de Freud: Sobre la desintegración de las representaciones mentales
(9). Pese a no citar explícitamente a Freud, Gross aplica a los fenómenos psicóticos la hipótesis
freudiana de la disociación en la histeria para construir su hipótesis principal que expondrá en sus tres
trabajos de 1904 (13) (31) (32)5. Textos explicativos sobre el proceso y el mecanismo principal de las
psicosis: la desintegración de la conciencia y de la personalidad del sujeto articulado en torno al
mecanismo de la "sejunctión".
No nos consta cual fue la relación que Jung y Gross entablaron durante 1902, en aquella primera
estancia de Gross como paciente en el hospital Burghölzli.
Ámsterdam, durante

Volvieron a coincidir en 1907, en el Primer Congreso de psiquiatría, neurología y psicología. Allí los dos se
mostraron como seguidores y defensores de Freud (35) y Jung se ocupó directamente de la demencia
sejunctiva.
Para entonces, aunque todavía no se conocían personalmente, Jung ya se carteaba con Freud
desde abril de 1906. Según Le Rider (36) Gross también le llevaba ventaja al suizo en esto, ya que
conocía personalmente a Freud desde 1904. Gross, que se había trasladado a Munich como asistente
de Kraëpelin, "el Sumo pontífice"6, era en palabras de Freud el único de sus seguidores junto a Jung
capaz de aportar algo por su cuenta, aunque "por desgracia no está lo bastante sano" 7. Además Gross
era el maestro introductor en psicoanálisis de Ernest Jones8, y Freud, tan poco dado a citar a sus
seguidores, ya le había citado nada más y nada menos que en sus Tres ensayos sobre teoría sexual
(38).

5E. Jones (33)): "Otto Gross, de Graz, un genio que más tarde desembocó en la esquizofrenia, publicó un artículo (32) en el que
comparaba ingeniosamente la disociación de ideas descritas por Freud con la disociación de la actividad consciente manifestada
en la "demencia precoz", a lo que siguió un libro muy original (34) en el que la teoría de la libido de Freud, con sus conceptos
de represión, simbolismo, etc, . Era ampliamente admitida. Fue el primero que me instruyó en la práctica del psicoanálisis y yo
solía estar presenta durante los tratamientos que hacía. " (p. 41).
6
Carta de Freud a Jung de 1-7-1907 (37).
7
Carta de Freud a Jung del 25-2-1908 (37).
8
Ver cita nº 5.

3. OTTO GROSS (1904): EN REFERENCIA NOMENCLATUR "DEMETIA SEJUNCTIVA")

AL NOMBRE "DEMENCIA SEJUNCTIVA" (ZUR

9 En este apartado vamos a realizar una breve reseña del texto de Otto Gross, que
desgraciadamente nunca ha sido traducido al castellano. El artículo comienza con una crítica sobre la
mala utilización del término "demencia" que puede ser entendido de dos maneras distintas: como
proceso de deterioro o como un estado final, siendo especialmente confusa está última utilización que
vendría a solaparse con la "imbecilidad" o la debilidad mental. Gross ahonda en la crítica señalando
que la nominación de un cuadro clínico debe lograr, o al menos aspirar a indicar el factor etiológico.
Si esto no es posible, al menos incidir terminológicamente en la sintomatología más característica del
cuadro.
Inmediatamente Gross pasa a realizar su propuesta, que por un lado se aparta de la formulación
de Kraëpelin eliminando el término "precoz", pero por otro mantiene la nominación de "demencia":
"demencia sejunctiva". Gross aclara que en su concepción mantiene el término "demencia"
entendiendo esta solamente como proceso, no como resultado final y propone asociarlo al término
"sejunction", que incorporaría tanto el aspecto etiológico como el hecho de remarcar el síntoma
principal del grupo de psicosis que abarcaría.
La propuesta nominativa era ambiciosa a la par que evitaba la ruptura total con la tradición
nosológica kraepeliana. ¿Pero qué era la "sejunctión" para Gross? El término lo toma de Carl Wernicke
(8)10 que en 1874 lo había utilizado para explicar la formación de síntomas psicóticos en función de
lesiones que interrumpían las vías asociativas cerebrales, provocando la coexistencia en la conciencia
del paciente de representaciones mentales contradictorias características de los cuadros delirantes
(39):
En 1874 C. Wernicke había propuesto el término de sejunción para explicar la
sintomatología de las afasias. Es sabido que la afasia es una patología que provoca perturbaciones selectivas en el interior de la facultad del lenguaje, pudiendo por ejemplo afectar la
función motora pero no la sensorial o viceversa. Wernicke pensaba poder referir las diversas
disociaciones de la facultad del lenguaje a sendas lesiones particulares del cerebro. Propuso
entonces la sejunción como mecanismo que provoca una ruptura de los vínculos asociativos, un
debilitamiento de la arquitectura de la personalidad que puede ir hasta "una disociación del
individuo, al punto de permitir, en un sujeto lúcido, la coexistencia de términos incompatibles
entre sí" (p. 14)
Lo más interesante de la propuesta de Gross es que considera que el término "sejunction", que
proviene del latín y viene a significar separación o escisión, hace referencia a lo verdaderamente

9Las traducción del texto de Gross está realizada por Ana Guerrero, sobre la edición inglesa citada en la bibliografía y cotejada
terminológicamente con el original alemán accesible en la página de la Asociación Internacional Otto Gross
(http://www. ottogross. org/english/works/works. html).
10
Wernicke en 1874 era aún alumno de Meynert.

característico del grupo de psicosis que Kraëpelin había agrupado como una enfermedad única. La
sejunction sería el proceso de escisión de la conciencia, lo que provocaría el conocido resultado del
deterioro mental, que además no tendría que estar siempre presente.
Pero más allá de lo terminológico, Gross se ampara en la perspectiva freudiana aplicando la
teoría de la "disociación" en la histeria a la comprensión de las psicosis, punto de partida coincidente
con Bleuler, Jung y Abraham (31):
Sejunction, en mi sentido, significa una ruptura de la conciencia de un tipo particular. Es
el colapso simultáneo de varias series funcionalmente independiente de las asociaciones. El
componente más importante del concepto es que la actividad de la conciencia siempre tiene que
ser visto como el producto de muchos procesos psicofísicos simultáneamente en curso. La unidad
de la conciencia nunca es evidente para nosotros en su totalidad, sino que es producido por la
síntesis de procesos simultáneos. Esta actividad de síntesis puede ser suspendida por
perturbaciones funcionales de una especie desconocida, y eso es lo que quiero decir con el
mecanismo sejunction (p. 78)
Gross insistía en diferenciar su concepto de sejunction, que incluye el proceso y no solo el
contenido de las representaciones, del original de Wernicke centrado en los contenidos asociativos y
anclado explicativamente en lo neurológico.
Pero Gross iba más lejos. Aprovechando los trabajos de Stransky (6) y su "ataxia intrapsíquica",
la discordancia entre lo afectivo y los contenidos mentales en los enfermos psicóticos, Gross sostenía
que esta discordancia no sería más que el resultado del proceso o mecanismo de sejunction. Todo ello
sustentado en un modelo comprensivo de la mente como algo dividido de manera estructural,
disociado por definición. Lo verdaderamente nuevo de esta teoría es que entiende que la psicosis no
es lo que rompe la unidad de la conciencia, que esta unidad es el resultado de diversos procesos
funcionales no observables directamente, y que la sejunctión sería una variante característica, un
proceso básico, que se manifiesta fundamentalmente en los pacientes aquejados de la mal llamada
demencia precoz.
Gross andaba aún a tientas y no podía sostener firmemente su rudimentaria hipótesis explicativa
más allá de su intuición sobre la "desintegración de la conciencia" en las psicosis (13) y el papel que
los factores afectivos podían jugar como desencadenantes, lo que Stransky señalaba confundiendo
causa con efecto. Asimismo dejaba entrever que una posible línea clarificadora, la que marcó el camino
utilizado después por Bleuler (40) hacia la esquizofrenia, podía venir de la mano del estudio de los
fenómenos del "negativismo" en las psicosis11(30):
En otras palabras los síntomas de demencia precoz en contraste con otras formas de
demencia están dominados por la división. Desde los parámetros de este trabajo esto sólamente

11Freud había puesto el acento en el papel de la "proyección" para la génesis de la paranoia. No fue hasta encontrarse con las
memorias de Schreber cuando descubrió el papel de la "negación" como elemento fundamental de las psicosis.
se puede afirmar, aunque por supuesto no explicar. En mi trabajo de la "desintegración de la
conciencia" y el que pronto va a ser publicado, "diagnostico diferencial de fenómeno negativo"
he tocado el problema del significado de la división en el grupo de demencia precoz. Espero
retomarlo más adelante en un trabajo posterior (30, p. 78).

4. EL CAMINO HACIA LA "ESQUIZOFRENIA"
4. 1. La crítica de Jung
Gross no tuvo suerte con su propuesta de cambio. Ni siquiera se había doctorado aún, no tenía
aún un puesto académico en la Universidad de Graz12 y además no contaba con prestigio y experiencia
clínica contrastada. Seguramente esa fue una de las razones, además del enfrentamiento con su
padre, el prestigioso criminólogo Hans Gross, que impulsó a Gross a abandonar Graz y trasladarse a
Münich como asistente de Kraëpelin13. Pero ambos no tardaron en chocar: Kraëpelin era uno de los
más feroces adversarios de Freud y del psicoanálisis. Y, por si fuera poco, en Munich Gross empezó a
frecuentar las vanguardias bohemias y anarquistas, algo que dificultó aún más la aceptación y difusión
de sus trabajos.
En 1907 Gross asistió al I Congreso Internacional de psiquiatría, neurología, psicología y
Asistencia a Dementes14 celebrado en Amsterdam entre los días 2 y 7 de septiembre. Intervino el día
5 con una ponencia titulada La función secundaria (42) y se presentó como el más ferviente defensor
de la teoría freudiana de la histeria. Apoyándose en su trabajo de 1902 (11) presentó el germen de
los "tipos psicológicos" . Gross se comprometió públicamente con el psicoanálisis mucho más
claramente que Jung, que también asistió al congreso quedó impresionado (37):
Aschaffenburg15 no estuvo presente en la discusión, por lo que yo renuncié a las palabras
finales. Pero antes habló aún Frank, de Zurich, enérgicamente a favor de usted y asimismo
Gross, de Graz, el cual, por otra parte, había mencionado en la sección psicológica,
detalladamente, la importancia de su doctrina, en cuanto afecta a la función secundaria. Lástima
que Gross sea tan psicópata; es muy inteligente y mediante su "función secundaria" ha logrado
influencia entre los psicólogos. He conversado mucho con él y he visto que es un partidario
sumamente celoso de las ideas de usted (pp. 123-124)

12Obtuvo el puesto de Privantdozent en 1906.
Rosenberger (41) afirma que Gross se trasladó a Munich siguiendo los consejos de Freud (p. 8).
14
La representación española estaba compuesta por Santiago Ramón y Cajal y Luis Simarro, aunque este último al final no
asistió. Cajal presentó un trabajo titulado Sobre la degeneración traumática de las fibras nerviosas del cerebro y el cerebelo
(35).
15
Gustav Aschaffenburg (1866 - 1944) psiquiatra alemán firme partidario de Kraëpelin, de que había sido asistente en
Heidelberg.
13

Anteriormente, en su intervención del día 4, Jung (16) se había ocupado detalladamente de
Gross, al desarrollar una revisión crítica sobre las teorías acerca de la demencia precoz. Jung dedica
a Gross la crítica más detallada, aunque también la más crítica, algo llamativo teniendo en cuenta que
Gross y Jung eran los únicos freudianos declarados en el congreso.
Para empezar, Jung rechazó el cambio terminológico propuesto por Gross ya que entiende que
sejunction es solamente un sinónimo de la disociación ya expuesta por Binet y Janet, escribiendo
textualmente "dissoziatión" y no "spaltung". Sin embargo valora positivamente el intento de aplicar
la teoría freudiana de la histeria a la comprensión de la demencia precoz, algo que no podía ser de
otra manera pues era el mismo objetivo en que Bleuler y él estaban inmersos. Jung rechaza la teoría
sobre la desintegración de la conciencia propuesta por Gross, sin llegar a entender realmente que esta
no se refiere solo al contenido sino a los procesos. Aquí nuevamente esgrime su crítica desde los
planteamientos de la escuela francesa y no desde posiciones psicoanalíticas. Lo único que Jung
encontraba rescatable del trabajo de Gross era que ". . . vuelve de nuevo al problema del trastorno
aperceptivo, pero lo enfoca desde el ángulo nuevo e interesante: desde el ángulo del inconsciente"
(p. 27) (16).
Hoy diríamos que Jung no fue capaz de percibir la diferencia entre la escisión (splittig, spaldung,
clivaje. . . ) en el proceso psicótico y la disociación que acontece en la histeria, en la neurosis. Esa
ceguera le llevó a concluir que (16):
Freud y Gross señalan el hecho importante de la existencia de representaciones disociadas,
y a Freud pertenece el mérito de haber sido el primero en demostrar el principio de la conversión
en un caso de demencia precoz paranoica (represión y reaparición indirecta de los complejos).
No obstante, los mecanismos de Freud no alcanzan para explicar por qué se produce una
demencia precoz y no una histeria; por lo tanto hay que postular para la demencia precoz un
concomitante específico del afecto (¿toxina?)que provoca la fijación final del complejo y daña el
conjunto de funciones psíquicas. No se puede negar la posibilidad de que esta "intoxicación"
pueda surgir, en primer lugar, por causas "somáticas", para luego apoderarse del último
complejo que podía encontrarse allí y transformarlo patológicamente" (p. 34).
Conviene abrir un breve paréntesis en la lógica de nuestra narración, ahora que estamos a punto
de llegar a Bleuler y al término, "esquizofrenia". Ese paréntesis tiene nombre propio: Karl Abraham.
4. 2 K. Abraham (1908): El repliegue del objeto
Karl Abraham era un par de meses más joven que Otto Gross, ambos habían nacido en 1877.
Abraham había llegado al Burghölzli en diciembre de 1904, en principio como segundo asistente. Poco
después es ascendido a primer asistente, el puesto que ocupaba anteriormente Jung. En diciembre de
1907, después de tres años en el Burghölzli y convencido de que su carrera allí no puede aspirar a
más (Jung taponaba sus posibilidades de promoción), Abraham abandonó Zurich y se traslado a Berlín.
Sus años en Zurich se insertan justamente entre los dos ingresos de Otto Gross (1902 y 1908), por
lo cual, a diferencia de Jung, ambos nunca coincidieron personalmente allí. Abraham no asistió al
congreso de Amsterdam, así que podemos suponer que su primer contacto personal debió producirse
en abril de 1908 en Salzburgo, durante la primera reunión internacional de seguidores de Freud.
La aportación de Abraham llega justo en el momento en que Bleuler se encuentra en la
encrucijada de decantarse claramente hacia Freud, lo que suponía romper con la tradición psiquiátrica
y su anclaje biologicísta, es decir con el paradigma de Kraëpelin que es el dominante. O por el contrario
quedarse en la ambigüedad y resolver la cuestión con un cambio terminológico que diera por otro lado
la ilusión de continuidad. Como veremos después, Bleuler optó por la segunda opción (43) cuando
justamente Abraham estaba abriendo la vía que le abría permitido la primera.
Nos queda la duda sobre si Abraham conocía o no los trabajos de Gross, ya que de hecho no lo
cita en sus artículos. Por otro lado cuesta creer que después de todo lo expuesto anteriormente fuera
así. Debemos tener en cuenta que Freud, incluso después del Congreso de Salzburgo donde ambos
chocaron (41), seguía valorando y estimando a Gross, quería ayudarle y mantenerle entre sus
seguidores.
¿Cómo entender que Abraham, investigador riguroso y concienzudo, ignorara o al menos
silenciara los trabajos de Gross, trabajos que además habían tenido buena acogida al menos entre los
psicólogos tal y como con cierta envidia relataba Jung? Personalmente creo que tanto Jung como
Bleuler ya habían rechazado y condenado a Gross, a la persona y a su obra. Su maala reputación y
su condición de "enfermo" en el Burghölzli explicarían la desestimación de su producción.
En el periodo que nos ocupa Abraham publicó dos artículos de suma importancia. El primero,
Sobre la significación de los traumas sexuales infantiles en la sintomatología de la demencia precoz
(44), está basado en una conferencia dictada en Frankfurt durante el congreso de Psiquiatras
Alemanes y sirvió también para iniciar el contacto epistolar con Freud al que envió una copia. La idea
central de este trabajo era demostrar que los elementos sexuales (recuerdos de vivencias tempranas)
y los mecanismos psíquicos (represión y conversión) postulados por Freud para la histeria, también
se observaban en la demencia precoz. Esos traumas no eran la causa de la enfermedad, sino que
simplemente determinaban la forma y contenido de los síntomas (45).
En 1908 Abraham publicó un artículo decisivo: Las diferencias psicosexuales entre la histeria y
la demencia precoz (46), donde sostenía que la diferencia entre ambas dependía de la disponibilidad
y localización de la libido: En la demencia precoz la libido se sustraía de los objetos, es decir, se
suspendía el amor objetal, mientras se privilegiaba el autoerotismo. Goldstein (47), haciéndose eco
de Ferenczi (48), señala que Abraham sin llegar a utilizar la palabra "narcisismo" estaba ya
describiendo el proceso de desinvestidura del objeto y repliegue de la libido en el sujeto.
4. 3 E. Bleuler (1908): la "esquizofrenia" entra en escena para quedarse
Sobre la utilización del término dementia praecox quisiera detenerme en lo que el creador del
término dijo para caracterizarlo. Me gustaría acentuar que la dementia praecox de Kraepelin no es
necesariamente una forma de demencia o un trastorno de inicio temprano. Es por esta razón, y porque
no existe ningún adjetivo o sustantivo que pueda derivarse de la expresión dementia praecox, que
me tomo la libertad de emplear la palabra esquizofrenia para caracterizar el concepto de Kraepelin.
Creo en efecto que la ruptura, o escisión 16 de las funciones psíquicas constituye el síntoma prominente
del grupo en su conjunto y daré mis motivos para ello (. . . ) (49)
El día 24 de abril de 1908 Bleuler asistía en Berlín al Congreso de la Asociación de Psiquiatras
Alemanes. Con estas palabras iniciaba su conferencia Die Prognose der Dementia Praecox­
Schizophreniegruppe (49) y el neologismo "esquizofrénia", destinado a sustituir a la demencia precoz
y a convertirse en la entidad reina de la psiquiatría hasta nuestros días, hacía su primera aparición.
Bleuler estaba estableciendo que la "spaltung" era el síntoma fundamental de los trastornos agrupados
por Kraëpelin bajo el nombre de demencia precoz. Esa y no otra era su principal característica, no el
proceso de demencia ni mucho menos el inicio temprano.
Pese a que dos días después Bleuler asistió en Salzburgo al I Congreso Internacional de
Psicoanalistas, en toda la conferencia no hizo una sola referencia a Freud ni al psicoanálisis, como
tampoco la realizó en la publicación conjunta con Jung de ese mismo año, Komplexe und
Krankheitsursache bei Dementia praecox (Complejos y etiología de la demencia precoz) (51).
Abraham, que había estado presente en Berlín, en Salzburgo17 y que había ya leído la publicación de
Bleuler y Jung, le escribía a Freud el 31 de julio de 1908, claramente indignado (52):
Poco antes de viajar a Salzburgo recibí la conferencia que Jung había dado en Amsterdam
y la réplica de Bleuler y Jung a E. Meier, y escuché la conferencia de Bleuler en el Congreso de
aquí. Estas tres manifestaciones me chocaron. Entonces comprendí el chasco de Jung en
Amsterdam. Bleuler evitó en su ponencia toda referencia al psicoanálisis (¡cuando podría haber
incluido muchísimas!), y la publicación conjunta de los dos me parece inaudita. ¡La clasificación
en síntomas primarios y secundarios como logro de años de análisis de enfermos mentales! ¡Y
las sutilezas en torno a las toxinas!, etc. ¿No había que anunciar necesariamente el siguiente
enfoque del problema desde el punto de vista de la teoría sexual? Ni una palabra sobre Freud ni
sobre la teoría sexual [. . . ]. Durante el viaje a Salzburgo me enteré por Eitingon del cambio y de
que la conferencia de Jung de la Dementia praecox no iba a contener ningún elemento de la
teoría de Freud [. . . ]. En el Burghölzli, Freud parece ser algo así como un punto de vista superado
(pp. 62-63)
Rojo (18) y (53) y Landriscini (39) señalan que Bleuler tomó el concepto de "sejunctión" de
Wernicke como claro punto de partida en su propuesta de 1908, aunque no hacía referencia a ningún

16Desgraciadamente no he podido acceder al texto original escrito en alemán para verificar el término concreto que Bleuler
utiliza. La traducción inglesa, como es habitual, utiliza "splitting". En los textos de 1911 y 1916 si he comprobado el uso que
Bleuler hace del término "spaltung". En la edición en castellano del famoso texto de 1911 (50) "spaltung" fue traducido como
"desdoblamiento".

17Donde había presentado el trabajo al que antes nos hemos referido (46).

autor. Y ciertamente en el texto que podíamos llamar definitivo, el de 1911 demencia Precoz. El grupo
de las esquizofrenias (50), Bleuler si se ocupa entonces de señalar diferencias tanto con Wernicke,
como con Gross y su demencia sejunctiva, deshaciéndose de éste en base a un argumento
terminológico:
(. . . ) el término demencia es totalmente inapropiado. En cuanto al término demencia
sejunctiva debe observarse que el concepto de sejunction, tal como lo utilizó Wernicke, no está
definido con la suficiente precisión como para caracterizar adecuadamente la enfermedad (p. 15).
Es decir, despacha a Gross en función de la indefinición de Wernicke tres décadas antes,
obviando que Gross había redefinido el concepto original de sejunction ya en 1904. Sin embargo,
hacia el final del libro, Bleuler al ocuparse del origen de los síntomas secundarios, concretamente en
el apartado sobre el curso del desdoblamiento (Spaltung) de los pensamientos, no puede evitar volver
con Gross:
Lo que Gross entiende por el término "fragmentación" (o desintegración) de la conciencia
corresponde a lo que nosotros llamamos desdoblamiento. La conciencia, empero, no puede
fragmentarse, sino solamente su contenido. Además encontramos este desdoblamiento en el
inconsciente tanto como en la conciencia; y los términos "fragmentación" y "desintegración" no
pueden incluir e esas conexiones especialmente firmes de ciertos complejos asociativos. El
término "disociación" ya ha sido empleado durante un largo tiempo para designar observaciones
y hechos similares. De modo que puede dar lugar a malos entendidos. En su mayor parte,
nuestro concepto de desdoblamiento (spaltung) corresponde al de "sejunction" de Wernicke. No
podemos tampoco adoptar este último término, no solo porque el concepto de sejunction es mas
amplio que el nuestro, sino también porque a sido concebido en términos anatómico-fisiológicos
(. . . ) Prefiero excluir todo esto de nuestro concepto de desdoblamiento" (pp. 376-377).
Sales (43) sostiene que si bien Bleuler en 1911 se proclama continuador respetuoso de Kraëpelin
y seguidor de las ideas de Freud, realmente lo que estaba realizando era una autentica dinamitación
encubierta del concepto kraepeliniano de enfermedad única y la vuelta a la noción de síndrome.
Aunque sin embargo, y pese al título de su obra donde habla de "el grupo de las esquizofrenias",
Bleuler termina hablando de "esquizofrenia" en singular y refiriéndose en términos de una enfermedad
con distintas formas, las tres indicadas por Kraëpelin (Paranoide, Habefrénica y Catatónica) mas otras
dos de su propia cosecha: La esquizofrenia simple y la esquizofrenia latente. Sales (43) indica que el
mismo ejercicio de ambigüedad y funambulismo que Bleuler realizó con respecto a Kraëpelin, también
lo hizo con respecto a Freud.
Y aquí es donde llegamos al aspecto más relevante. Bleuler (49) y (50) había señalado que el
aspecto clave a la hora de definir la esquizofrenia, y lo que justificaba verdaderamente el cambio
terminológico con respecto a la demencia precoz, no era un síntoma, o unos síntomas observables
directamente como pretendía Kraëpelin, sino un tipo de funcionamiento que inferimos por sus
producciones, la "spaltung" (disociación-escisión-desdoblamiento-clivaje). Este planteamiento podía
ir en la línea marcada por Freud, Abraham y anticipada por Gross: la clave psicopatológica estaría en
los mecanismos psíquicos dinámicos y económicos implicados en la psicosis. Sin embargo aquí Bleuler
también retrocedió y al final, al exponer la etiología de la esquizofrenia, opuso "síntomas primarios",
que emergen directamente del proceso patológico orgánico y que él mismo reconoce siguen siendo
desconocidos; "síntomas secundarios", que constituirían la reacción de la mente del enfermo, serían
de índole psicógena, pero que "pueden estar ausentes, al menos potencialmente, o incluso cambiar
al mismo tiempo que el proceso patológico" (p. 362). La "spaltung", el "síntoma primario" principal,
terminaba siendo solamente el reflejo de oscuros y desconocidos procesos de base orgánica cerebral.
Lo que definía el proceso esquizofrénico era (1):
(. . . ) una escisión (spaltung) de las funciones psíquicas resultante de la acción de
"complejo" independientes o cadenas de representaciones con un determinado tono afectivo que
, al dominar sucesivamente la personalidad, comprometían su unidad" (p. 208).
Con respecto a los "síntomas secundarios", Bleuler escribió que son también fundamentales e
indicó tres: Los trastornos afectivos, la alteración del pensamiento y la relación con el mundo exterior,
donde introduce el concepto clave de "autismo" (50):
Los esquizofrénicos más graves, que no tienen más contacto con el mundo externo, viven
en un mundo propio. Se han encerrado en sus deseos y anhelos (que consideran cumplidos), o
se ocupan de las vicisitudes y tribulaciones de sus ideas persecutorias; se han apartado en todo
lo posible de todo contacto con el mundo exterior. A este desapego de la realidad, junto con la
predominancia, relativa y absoluta, de la vida interior, lo denominamos autismo (p. 71).
Y solamente a pie de página Bleuler añadía:
El autismo casi coincide con lo que Freud denominó auto-erotismo. Pero dado que para
este autor los conceptos de libido y erotismo son mucho más amplios que para otras escuelas,
no podríamos usar aquí su término sin dar origen a muchos malos entendidos. En esencia, el
término autismo designa, de una manera positiva, al mismo concepto que P. Janet formuló
negativamente como «la pérdida del sentido de la realidad.
Sales (43) señala que:
Bleuler se mantuvo ambivalente toda su vida. Cuando la psiquiatría se le echó encima y
le acusó de connivencia con el psicoanálisis, reforzó sus posiciones organicistas, retiró de la
sexta edición de su libro todas las referencias freudianas y escribió un par de artículos críticos
con las tesís psicoanalíticas. . Sin embargo, fue uno de los que firmaron el documento a favor
de que a Freud se le concediese el Premio Nobel (p. 61)
Por su parte Freud terminó aceptando la legitimidad teórica de la esquizofrenia, aunque esquivó
frecuentemente el término, alternándolo con demencia precoz y decantándose finalmente por el de
"parafrénia", mucho más indeterminado de contenido pero que ". . . expresa sus vínculos con la paranoia
(que conservaría su designación) y además recuerda a la hebefrenia incluida en ella" (24). La opción
terminológica tomada por Freud puede considerarse una pequeña venganza hacia Kraëpelin y Bleuler,
pero lo cierto es que el verdadero choque se produjo con Jung y se saldó con la ruptura personal y
teórica entre los dos (54). Como resultado brotaron dos de los textos más determinantes para el
futuro del psicoanálisis: tótem y tabú (25) e Introducción al narcisismo (26).
Con respecto a la escisión, la "spaltung", aunque Freud volverá sobre ella en 1915 (55) en
Pulsiones y destinos de la pulsión y en 1925 con La negación (56), solamente al final de su obra en
La escisión del yo en el proceso defensivo (57) y en el inconcluso Esquema del psicoanálisis (58)
comienza a vislumbrarla de manera diferente, probablemente en el sentido que había esbozado Gross
tres décadas antes. Para llegar a ello no solo tuvo que pasar tiempo, tuvo que mediar la trágica
confrontación con Ferenczi (59) y que este introdujera el concepto de "splitting" en su escritura como
algo diferencial al "spaltung" freudiano (60) (61). Ferenczi no introduce splitting como traducción del
término al inglés, sino como algo radicalmente distinto a la "spaltung" freudiana, abriendo así una
nueva puerta hacia la comprensión y tratamiento de las psicosis y la redefinición del trauma(62).

4. EPÍLOGO
No debemos finalizar este artículo sin volvernos a referir a Otto Gross. Su propia vida terminó
encarnado el debate que propuso y abrió en 1904. Tras su choque con Freud en 1908, Gross ingresó
el Burghölzli. Freud pidió su ingreso por escrito a Bleuler a instancias Hans Gross, su padre. Freud
esperaba aún recuperarle para "la causa" y le pidió a Jung que le tratara en una cura de desintoxicación
de la adicción a la cocaína y a la morfina. Posteriormente él se encargaría de un tratamiento
psicoanalítico. Por otro lado parece ser que Hans Gross había pedido ayuda a Freud para evitar el
posible encarcelamiento de Otto Gross (64). Es inevitable pensar también en el desagrado que debía
ocasionar en Freud el ocuparse de alguien adicto a la cocaína y la morfina, después de sus propias
experiencias y del episodio doloroso y catastrófico años atrás con su amigo Ernst von Fleischl. En la
correspondencia de Freud y Jung, podemos seguir como Jung se saltó la indicación de Freud y
probablemente deseoso de impresionar tanto a Freud como a Bleuler, emprendió el análisis de Gross,
al que terminó diagnosticándolo de demencia precoz tras un primer diagnóstico de neurosis obsesiva18,

18Cartas de Jung a Freud de 14 y 25-05-1908, ; 19 y26-06-1908 (37).
pese a que Freud insistía en el diagnóstico de paranoia tóxica inducida por la cocaína19. Jones (33)
ratificó años después el diagnóstico de esquizofrenia (p. 41).
Como ya todos sabemos gracias a la película de de David Cronenberg Un método peligroso
(2011), el tratamiento de Jung con Gross terminó mal: Gross escaló la tapia del hospital y huyó a
Munich alejándose del movimiento psicoanalítico oficial. Jung pese al inicial rechazo personal hacía
Gross cayó fascinado por su personalidad y sus teorías sobre la poligamia y la liberación sexual (29).
Numerosos autores, entre los que podemos destacar a Heuer (63) o Kerr (29), han analizado la gran
influencia posterior de Gross sobre la vida y la obra de Jung, pese a que este borró posteriormente
casi todas las citas de Gross en sus libros y en una carta a Wittels en 1936 (64) negaba toda influencia
en sus obras y lo descalificaba como enfermo incurable.
Otto Gross quedó para siempre en el margen, aunque siguió desarrollando su trabajo como
analista y como activista social hasta el final de sus días en 1920. Nunca logro superar sus adicciones,
lo que sirvió a otros, a casi todos, para descalificar y desestimar no solamente el resto de su obra sino
también lo que había realizado hasta entonces.
Madrid. Noviembre de 2014.

BIBLIOGRAFIA CITADA
(1)Novella, E. J. y Huertas, R. El síndrome de Kraepelin-Bleuler-Schneider y la conciencia Moderna:
Una Aproximación a la Historia de la esquizofrenia.

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