La depresión es uno de los trastornos más frecuentes, aunque quizás la menos diagnosticada y no tratada de las enfermedades.
Objetivo: Caracterizar según variables clínico epidemiológicas pacientes deprimidos del hospital Isidro de Armas y el servicio de psiquiatría del hospital Abel Santamaría Cuadrado, enero 2011 a marzo 2013.
Método: estudio analítico, observacional, transversal. Universo: 164 pacientes ingresados. Muestra: 96 pacientes según criterios de inclusión y exclusión. Se realizó examen psiquiátrico, encuesta y test de percepción Familiar.
Resultados: 65, 7% mujeres y el 43, 7% tenía 60 años o más, 32, 3% jubilados, 28, 1% amas de casa. 67, 7% no casados. 32, 3% tenían secundaria básica y 27, 1% primaria. La sintomatología más frecuente fue: 100% tristeza, 85, 4% insomnio. 31, 3% se diagnosticó como trastorno depresivo recurrente moderado, y 22, 9% trastorno adaptativo depresivo breve. De los factores de riesgo explorados: 61, 3% tuvo conflicto de pareja; 65, 6% familias disfuncionales; 82, 3% hábito tóxico, 89, 6% eventos estresantes recientes. Sin diferencias entre los grupos de edades. Entre los pacientes de 60 años y más, 57, 1% tenía bajo nivel escolar, diferencia estadística altamente significativas (X2= 21, 09; p=0, 00), con los menores de 60 años; al igual que la presencia de antecedentes patológicos personales de depresión (X2=4, 57; p= 0, 03).
Conclusiones: Predominaron las mujeres, jubilados, amas de casa, bajo nivel escolar, no casados. Los síntomas más frecuentes fueron la tristeza e insomnio y el diagnóstico el trastorno depresivo recurrente moderado. Existió elevada presencia de factores de riesgo, siendo los antecedentes patológicos personales y el bajo nivel escolar más frecuentes después de los 60 años de edad.
*Sociedad Cubana De Psiquiatría. **Sociedad Cubana de Psiquiatría. ***Sociedad Cubana de Psiquiatría. ****Sociedad Cubana de Psiquiatría.
CARACTERIZACIÓN HOSPITALIZADOS CLÍNICO EPIDEMIOLÓGICA DE PACIENTES DEPRIMIDOS
Rodolfo Pedro Crespo Fernández, Tamara Hernández Rodríguez, Rodolfo Crespo Díaz, Yenia Arce
Alfonso
hospital Docente Psiquiátrico Isidro de Armas
rodolfo@princesa. pri. sld. cu
RESUMEN
La depresión es uno de los trastornos más frecuentes, aunque quizás la menos diagnosticada
y no tratada de las enfermedades.
Objetivo: Caracterizar según variables clínico epidemiológicas pacientes deprimidos del hospital
Isidro de Armas y el servicio de psiquiatría del hospital Abel Santamaría Cuadrado, enero 2011 a
marzo 2013.
Método: estudio analítico, observacional, transversal.
Universo: 164 pacientes ingresados.
Muestra: 96 pacientes según criterios de inclusión y exclusión. Se realizó examen psiquiátrico,
encuesta y test de percepción Familiar.
Resultados: 65, 7% mujeres y el 43, 7% tenía 60 años o más, 32, 3% jubilados, 28, 1% amas
de casa. 67, 7% no casados. 32, 3% tenían secundaria básica y 27, 1% primaria. La sintomatología más
frecuente fue: 100% tristeza, 85, 4% insomnio. 31, 3% se diagnosticó como trastorno depresivo
recurrente moderado, y 22, 9% trastorno adaptativo depresivo breve. De los factores de riesgo
explorados: 61, 3% tuvo conflicto de pareja; 6 5, 6% familias disfuncionales; 82, 3% hábito tóxico,
89, 6% eventos estresantes recientes. Sin diferencias entre los grupos de edades. Entre los pacientes
de 60 años y más, 57, 1% tenía bajo nivel escolar, diferencia estadística altamente significativas (X2=
21, 09; p=0, 00), con los menores de 60 años; al igual que la presencia de antecedentes patológicos
personales de depresión (X2=4, 57; p= 0, 03).
Conclusiones: Predominaron las mujeres, jubilados, amas de casa, bajo nivel escolar, no
casados. Los síntomas más frecuentes fueron la tristeza e insomnio y el diagnóstico el trastorno
depresivo recurrente moderado. Existió elevada presencia de factores de riesgo, siendo los
antecedentes patológicos personales y el bajo nivel escolar más frecuentes después de los 60 años de
edad.
I. INTRODUCCIÓN
La depresión es uno de los trastornos más frecuentes, aunque quizás la más irreconocida, no
diagnosticada y no tratada de las enfermedades médicas, y los costos directos e indirectos son
mayores que cualquier otra enfermedad, excepto las cardiovasculares; por esta razón algunos
investigadores la han denominado "la gran epidemia silente" 1.
Su origen es multifactorial, aunque hay que destacar factores desencadenantes tales como el
estrés y sentimientos (derivados de una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un
accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticias, pena, y el haber atravesado una
experiencia cercana a la muerte). También hay otros orígenes, como una elaboración inadecuada del
duelo (por la muerte de un ser querido) o incluso el consumo de determinadas sustancias (abuso de
alcohol o de otras sustancias tóxicas) y factores de predisposición como la genética o un
condicionamiento educativo. La depresión puede tener importantes consecuencias sociales y
personales, desde la incapacidad laboral hasta el suicidio 2. Puede manifestarse a cualquier edad, una
de cada cinco mujeres (factores hormonales y responsabilidad familiar) y uno de cada diez hombres
experimentará depresión en algún momento de sus vidas3.
El impacto de este trastorno está siendo cada vez más reconocido, aunque, desafortunadamente,
se trata aún de una enfermedad que pasa con frecuencia desapercibida. Sin embargo, es la
responsable no solo de un importante sufrimiento para el paciente y su entorno, sino de un incremento
en la prevalencia y mala evolución de otras complicaciones médicas y, secundariamente, con un
impacto claro en el consumo de recursos sanitarios. Para su diagnóstico, el arma más importante es
la entrevista médica donde se identifican la presencia de síntomas psicopatológicos, clasificados en:
leves, moderados o severos
. Se han detectado síntomas depresivos importantes hasta en 12 a 16
4, 5% en las personas consultadas por entidades médicas no psiquiátricas 6.
Un gran porcentaje de las depresiones no llegan a reconocerse ni a tratarse, otras se ven como
expresión de alteraciones somáticas7. Existen varios tipos de trastornos depresivos, los cuales pueden
ser leves moderados y graves; dentro de ellos los trastornos afectivos bipolares con episodio actual
depresivo, los episodios depresivos y el trastorno depresivo recurrente, además de la distimia. En
cada uno de ellos, el número, la gravedad y la persistencia de los síntomas varían 7, lo que genera un
complejo sintomático que muchas veces demanda la intervención de profesionales especializados en
esta enfermedad.
En algunos países como Cuba, la depresión, se presenta entre el 5 y el 8 % de la población, pero
en comorbilidad con otras enfermedades médicas y psiquiátricas, puede alcanzar entre el 25 y el 30
% y forma parte de la séptima causa de los padecimientos referidos por la población. (8)
No más de un 14% de los pacientes con una enfermedad depresiva son realmente
diagnosticados por los médicos en un consultorio de atención primaria, aun cuando el 75% de las
consultas por patologías genito-urinarias y el 65% de las cardiovasculares tienen una patología
psiquiátrica significativa asociada, pero que no es reconocida ni por el paciente (como motivo de
consulta) ni por el médico6.
El diagnóstico de depresión se puede realizar clínicamente o mediante diferentes instrumentos
psicométricos, no obstante, para su diagnóstico, lo más importante es la entrevista médica, donde
se identifican la presencia de síntomas psicopatológicos clasificados en: leves, moderados o severos 9.
El método clínico, en toda la medicina y en especial en psiquiatría tiene gran importancia, pues
precisamente en los estados depresivos, no siempre el paciente manifiesta sus síntomas y menos
aún si existe una ideación suicida, muchas veces los síntomas pueden estar enmascarados bajo una
sintomatología orgánica, no bien precisada y que no es más que una depresión oculta
. Un gran porcentaje de las depresiones no llegan a reconocerse ni a tratarse, otras se ven como
expresión de alteraciones somáticas, por lo que acuden a consulta remitidos por otras especialidades,
manifestando dificultad en la concentración, fatiga, insomnio u otra gama de síntomas que no son
autorreconocidos como depresión hasta ese momento y finalmente presentaban una depresión oculta,
que era la responsable de la sintomatología que presentaban
12, 13
. Justificación: El hospital psiquiátrico Isidro de Armas en Pinar del Río, y el servicio de
psiquiatría del hospital "Abel Santamaría Cuadrado" brindan una atención especializada a pacientes
con enfermedades psiquiátricas, y entre estas la depresión. El hecho de estar internados les da a estos
pacientes características peculiares, no siempre coincidentes con las de pacientes que se encontrasen
en una comunidad. Su atención adecuada no solo depende del nivel científico y la dedicación del
personal de salud que les atiende. Conocer las características clínico epidemiológicas de estos
pacientes, los principales síntomas de presentación, las formas clínicas, así como la presencia de
factores de riesgo para el desarrollo de la depresión permitiría trazar líneas de actuación, programar
recursos y diseñar programas tendientes a una más rápida atención médica y una más pronta y
duradera recuperación de los pacientes. Igualmente se conocerían rasgos particulares de los pacientes
que permitiría el reconocimiento temprano de esta enfermedad que generalmente pasa desapercibida
generando sufrimiento para el paciente y sus familiares, así como pérdidas económicas al paciente,
su familia y el sistema de salud.
II. OBJETIVOS
General
1. Caracterizar según variables clínico epidemiológicas los pacientes con depresión ingresados en el
hospital Isidro de Armas y en el servicio de psiquiatría del hospital Abel Santamaría Cuadrado, de
enero 2011 a marzo 2013.
Específicos
1. Describir la muestra estudiada de acuerdo a las variables edad, sexo, ocupación, nivel escolar
y estado civil.
2. Precisar los síntomas psicopatológicos presentes y el diagnóstico clínico del trastorno Depresivo.
3. Precisar el comportamiento de algunos factores de riesgo en un grupo de pacientes deprimidos
ingresados menores de 60 años y un grupo con 60 y más años de edad.
III. DISEÑO METODOLÓGICO
Se realizó un estudio analítico, observacional, y transversal en pacientes deprimidos
hospitalizados en el hospital Isidro de Armas y en el servicio de psiquiatría del Abel Santamaría
Cuadrado, de enero 2011 a marzo 2013.
Se consideró como analítico la precisión de los factores de riesgo para ambos grupos de edades
(menores de 60 años y con 60 años y más), el resto del estudio fue descriptivo. El universo de estudio,
estuvo conformado por 124 pacientes que ingresados con el diagnóstico de depresión en el periodo
que duró el estudio en ambos hospitales. La muestra fue de 96 pacientes que cumplieran con los
criterios de inclusión y no de exclusión.
Técnicas y procedimientos
Técnicas de recolección de información
A cada paciente que participó en la investigación se le realizó un examen psiquiátrico al tercer
día del ingreso para precisar los síntomas acompañantes y verificar el diagnóstico de depresión.
Igualmente los síntomas fueron tomados de la historia clínica realizada al ingreso del paciente,
completando los encontrados directamente por la investigadora. Se aplicó una encuesta anónima
diseñada al efecto, validada en un grupo piloto de la muestra, la cual fue aplicada por la autora de la
investigación, de forma individual y previa explicación de las preguntas a cada participante.
Además se realizó el test de percepción Familiar que permitió evaluar el funcionamiento de la
familia.
Métodos estadísticos
Se emplearon medidas de estadísticas descriptivas como: Distribución de Frecuencias absolutas
y relativas: En todos los casos se procesaron los datos aceptando como válido un error tipo i () igual
o menor de 0, 05.
Se empleó una computadora con un procesador dual core. Los datos fueron almacenados en una
base de datos creada en Microsoft acces y procesados con el paquete estadístico SPSS 10. 0 versión
para Windows. Los resultados más relevantes se representaron en tablas elaboradas para este efecto
que facilitaron su comprensión.
IV. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
El estudio se realizó en una muestra de 96 pacientes con diagnóstico de depresión, de ambos
hospitales. A continuación se muestran los resultados, los cuales se discuten ampliamente apoyados
además por la literatura revisada.
tabla I. Pacientes deprimidos por grupos de edades y sexo. hospital psiquiátrico
Isidro de Armas y servicio de psiquiatría hospital Abel Santamaría Cuadrado,
2011- 2013
grupo de edades.
Sexo
Femenino
Masculino
Total
No
%
No
%
No
%
20 - 29
2
2, 1
1
1, 0
3
3, 1
30 - 39
5
5, 1
4
4, 2
9
9, 3
40 - 49
9
9, 4
5
5, 2
14
14, 6
50 - 59
18
18, 9
10
10, 4
28
29, 3
29
30, 2
13
13, 5
42
43, 7
63
65, 7
33
34, 3
96
100
60 y más años
Total
La tabla I muestra la distribución de los pacientes deprimidos en ambas instituciones según edad
y sexo. Existió un predominio de las pacientes del sexo femenino 65, 7%, con relación a los del sexo
masculino 34, 3%, siendo la razón de 1, 9 mujeres por cada hombre.
En cuanto a la edad, en ambos sexos hubo más pacientes de 60 años y más concentrándose el
43, 7% de la muestra de deprimidos en estas edades. Entre este grupo de edades y el de 50 a 59 años
se encontró el 73% de la muestra de pacientes deprimidos. No se precisaron diferencias en la
distribución de los pacientes deprimidos en los diferentes grupos de edades para ambos sexos,
X2=0, 66; p= 0, 95; p> 0, 05; evidenciándose homogeneidad en la distribución en los diferentes grupos
de edades según el sexo. Estos resultados coinciden con la literatura: Téllez Centeno y
colaboradores14, refieren un mayor riesgo de depresión para los pacientes del sexo femenino (RR 2. 95,
IC 1. 50 - 5. 82). Se dice que la tasa de incidencia en la mujer es casi el doble que en el hombre
10
,
reportándose porcentajes del 10 al 25% para las mujeres15. Es el criterio de muchos autores que la
diferencia por sexos en las estadísticas, muestran que la elevada frecuencia de depresión en
las mujeres se debe a que existen diferencias biológicas entre ambos sexos 1, 16.
Existe también el criterio de que el hombre es diagnosticado menos que la mujer, ya que en
general, este es más reacio para admitir que tiene una depresión y por lo tanto, el diagnóstico puede
ser más difícil de hacer, ya que tiene más resistencia a buscar ayuda 16. Sin dudas este es un elemento
a tener en cuenta pero, a pesar de esta observación, se ha demostrado una mayor afección en
féminas, como lo evidencia el estudio de la OMS, comparativo entre países, el cual encontró que las
tasas de trastornos depresivos entre mujeres son dos veces mayores que las de los hombres, y que
la asociación entre depresión y sexo no varía entre países de acuerdo con el ingreso 17, 18. Lo cual
concuerda con la presente investigación.
El aumento de la frecuencia de la depresión a partir de los 40 años, también se observa en
estudios realizados en otros países, así vemos que en la Encuesta Nacional de Epidemiología
Psiquiátrica en México, se identificó que existía una mayor prevalencia conforme se incrementaba la
edad19. Aunque se sabe que esta afección puede presentarse a cualquier edad, sin embargo puede
decirse que los individuos mayores de edad, suelen ser diagnosticados más frecuentemente.
tabla II. Ocupación laboral de los pacientes deprimidos
ingresados en el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y
servicio de psiquiatría hospital Abel Santamaría Cuadrado,
2011- 2013
Ocupación
Jubilado
Ama de casa
Cuentapropista
Obreros.
Profesionales y técnicos.
Total
No
31
27
16
13
9
96
%
32, 3
28, 1
16, 7
13, 5
9, 4
100, 0
La tabla II muestra la ocupación laboral de los pacientes que participaron en el estudio. No se
precisaron pacientes sin empleo. La mayor proporción de deprimidos fueron jubilados 32, 3%, seguidos
por las amas de casa 28, 1%. Los profesionales y técnicos fueron los menos representados con 9, 4%.
Este resultado coincide con lo descrito en la literatura que refiere que la depresión aparece en las
personas que están desvinculados, predominando los individuos laboralmente inactivos, amas de
casas y jubilados20. En el presente trabajo no se precisaron pacientes desempleados deprimidos, pero
sí coincidió con los jubilados y amas de casa. Estos resultados podrían estar en relación con la nueva
situación en sus vidas a la cual se enfrentan los jubilados, un verdadero cambio de estatus, en la cual
muchas veces su nueva condición difiere de la que tenían previamente cuando se encontraban
vinculados laboralmente. El cambio de grupo de relación y las mismas relaciones intrafamiliares con
nuevos roles podrían llevarle a la depresión. No es descartable además, que las nuevas condiciones
económicas en las que se encuentran también podrían predisponer a la depresión. En este sentido,
esto último también podría afectar a las amas de casa, pues se sabe que la prevalencia y aparición de
las alteraciones de la salud mental son el resultado de múltiples factores sociales, culturales,
económicos y ambientales21. Igualmente los problemas relativos al medio social muestran asociación
con la depresión22. De tal modo que se sabe que existen circunstancias que favorecen el desarrollo de
la depresión como son la adaptación a las transiciones propias de los ciclos vitales (tal como la
jubilación)15. Es decir que esta etapa de la vida en sí misma lleva implícito un grupo de readaptaciones
sociales, cuyo desarrollo inadecuado puede llevar al desarrollo de la depresión.
A pesar de ser estos los grupos más representados también hubo pacientes deprimidos
pertenecientes a otros grupos según la ocupación, lo cual es consecuente con observaciones realizadas
sobre la depresión, acerca de que se pueden identificar estresores psicosociales y ambientales como:
problemas laborales, legales, y de acceso a los servicios de salud, entre otros 15. De manera tal que el
mismo ambiente social y laboral pueden influir en la génesis de la depresión, pues se ha identificado
una correlación negativa entre la gravedad de la depresión, las relaciones sociales y el ambiente 23.
tabla III. Estado civil de pacientes deprimidos ingresados en
el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y servicio de psiquiatría
hospital Abel Santamaría Cuadrado, 2011- 2013
Estado civil.
No
%
Casado (a)
31
32, 3
Viudo (a)
31
32, 3
Divorciado (a).
22
22, 9
Soltero (a)
12
12, 5
El estado civil de los pacientes estudiados se muestra en la tabla III. Los mayores porcientos
coincidieron con los casados y viudos con 32, 3 % cada uno. Se sabe que la calidad del matrimonio
puede contribuir significativamente a la depresión, siendo la falta de una relación de intimidad y
confianza, en combinación con problemas maritales graves, factores relacionados con la depresión,
siendo las tasas de incidencia de depresión más altas, en mujeres con matrimonios infelices
. No obstante la autora del presente trabajo coincide con otros autores en que la falta de apoyo
también puede ser un factor decisivo en la génesis de la depresión, lo cual se manifiesta más
marcadamente entre los no casados. Si se tienen en cuenta todos los que no se encontraban casados
representaron el 67, 7% de la muestra (65 pacientes). Esta observación coincide con Campos Zamora
M. y colaboradores20 que refieren: tanto en las mujeres como en los hombres, la incidencia de
depresión es mayor para los separados y divorciados. Igualmente, otros autores también destacan el
vivir solo como un factor que contribuye al desarrollo de la depresión 15, 22, destacándose directamente
la falta de pareja por otros17. Estos factores en los viudos se acentúan ya que se trata por lo general
de rupturas traumáticas y muchas veces inesperadas para las que el cónyuge sobreviviente no se
encontraba preparado.
La ausencia de pareja ha sido documentada inclusive según el medio social, así se ha visto que:
"el estado civil se encontró como factor que se asocia con los trastornos depresivos, con diferencias
estadísticamente significativas entre países por ingreso, pues las personas separadas o que nunca se
casaron en países ricos tuvieron una mayor asociación con la depresión; mientras que las personas
divorciadas y viudas tuvieron una mayor asociación con la depresión en los países pobres" 17, 26. Podría
suceder que en estas situaciones al perderse el apoyo familiar que puede actuar, cuando funciona de
manera adecuada, como un factor que contrarresta el efecto de otros estresores, el paciente se
encuentre desprovisto de las relaciones sociales que le brindan confianza y seguridad llevándole a la
depresión. Considerándose estos unos de los llamados estresores relativos al grupo primario siendo
la perturbación familiar por separación, divorcio o abandono algunos de ellos 15.
tabla IV. Nivel escolar de pacientes deprimidos ingresados en
el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y servicio de psiquiatría
hospital Abel Santamaría Cuadrado, 2011- 2013
Nivel escolar
No
%
Iletrados
1
1, 0
Primaria.
26
27, 1
Secundaria.
31
32, 3
Técnico medio.
14
14, 6
Preuniversitario.
15
15, 6
9
9, 4
96
100
Universitario.
Total
La tabla IV muestra el nivel escolar de los pacientes deprimidos ingresados en el periodo de
estudio. La mayor proporción fue de pacientes de secundaria (32, 3%) y primaria (27, 1%),
disminuyendo en la medida que se elevó el nivel escolar, mostrando que tenían nivel universitario solo
el 9, 4% del total de deprimidos. Es de destacar que muchos pacientes, pese a su nivel escolar, no
laboraban en empleos relacionados con su nivel. La baja proporción de pacientes iletrados tiene su
origen en la distribución de este grupo en Cuba, donde la cantidad de iletrados es mínima, tratándose
por lo general de personas de la tercera edad que no quisieron en su momento alfabetizarse. Los
resultados concuerdan con la literatura, pues según Wagner F y colaboradores17 ". . . el bajo nivel de
educación se asocia con mayor riesgo de depresión". Además en un estudio realizado por Slone y
colaboradores27 se evidencia que "el nivel educativo se asocian con la prevalencia de depresión en el
último año de vida". Podría suceder que las personas con menos nivel educacional cuenten con menos
habilidades y recursos para responder a los factores estresores, perdiendo más fácilmente su
estabilidad y desencadenándose la depresión. Igual resultado se ha evidenciado también en Israel,
México, Ucrania y la India donde las personas con nivel bajo de educación tienen mayor riesgo de
depresión
tabla V. Principales síntomas psicopatológicos de pacientes
deprimidos ingresados en el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y
servicio de psiquiatría hospital Abel Santamaría Cuadrado, 20112013
Síntomas
No.
de
pacientes
%
Tristeza
96
100
Insomnio
82
85, 4
Anorexia
79
82, 3
Hipobulia
79
82, 3
Descuido de hábitos higiénicos y aspecto
56
58, 3
Ideas Suicidas
52
54, 2
Ideas Pesimistas
48
50, 0
Ideas Minusvalía
48
50, 0
Ansiedad
48
50, 0
Ideas Sobrevaloradas
42
43, 7
pensamiento origen paralógico
32
33, 3
Funciones de relación alteradas
26
27, 1
Otros.
41
42, 7
personal
n=96
En cuanto a los síntomas más frecuentes en los pacientes deprimidos, la tabla V muestra que
la tristeza se encontró en el 100% de los pacientes, seguido por el insomnio en el 85, 4%, anorexia e
hipobulia en el 82, 3% de los pacientes cada una. También fueron frecuentes: el descuido de hábitos
higiénicos y aspecto personal en 58, 3% de los pacientes, las ideas suicidas (54, 2%) y en el 50% de
los pacientes se encontraron las ideas pesimistas de minusvalía y la ansiedad. Como otros síntomas
se recogieron la hipoquinesia, la disforia, la aquinesia, la lenificación del curso del pensamiento, el
intento suicida.
La sintomatología habitual de la depresión es bien florida. En el presente estudio son varios los
síntomas que se presentaron en los pacientes. Los diferentes autores refieren unos u otros como los
más frecuentes. Dependiendo los mismos del sexo, la edad, el nivel socioeconómico
. Algunos
15, 26, 27
plantean a la tristeza como un síntoma principal y como el más frecuente, a veces profunda y que
como secundarios a este eje nuclear afectivo, pueden emerger otros síntomas como irritabilidad y
ansiedad o humor disfórico16.
Se ha planteado además que la depresión tiene una alta relación con la conducta suicida. En el
presente estudio fue mucho más representada la ideación suicida en el 54, 2% que el intento en sí
mismo. Se sabe que la conducta suicida es el resultado de la confluencia de un gran número de
situaciones y factores que se combinan entre sí para generar un abanico que iría, desde la simple
ideación pasajera, hasta el suicidio consumado, siendo la primera un eslabón del segundo28. Jin Chorefiere que de cada 100 pacientes con depresión, 15 mueren por suicidio.
En la frecuencia de aparición de los síntomas pudo haber influido que se trata de una muestra
de avanzada edad y se sabe que la edad puede influir en la presencia de los distintos síntomas. Así se
ha señalado que los jóvenes muestran síntomas fundamentalmente comportamentales, mientras
que los ancianos tienen con mayor frecuencia síntomas somáticos 28. Refiere además Sánchez Gil
Y30, en su estudio que entre los principales síntomas depresivos encontrados en los ancianos están,
los trastornos del sueño, los trastornos de la concentración, de la motivación y fatiga así como el
pesimismo, seguido de la disminución del apetito, las ideas suicidas y la culpabilidad, coincidiendo
con el presente estudio.
tabla VI. diagnóstico clínico del trastorno depresivo en pacientes
deprimidos ingresados en el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y
servicio de psiquiatría hospital Abel Santamaría Cuadrado, 20112013
Síntomas
No. de pacientes
%
trastorno depresivo recurrente moderado.
30
31, 3
trastorno adaptativo depresivo breve.
22
22, 9
episodio depresivo moderado.
12
12, 5
9
9, 4
9
9, 4
Distimia
5
5, 2
trastorno depresivo recurrente grave.
3
3, 1
Otros
6
6, 2
Total
96
10, 0
Trastorno
afectivo
bipolar
episodio
depresivo moderado.
trastorno mixto
ansiedad - depresión
La tabla VI muestra el diagnóstico clínico del trastorno depresivo en los pacientes estudiados. El
diagnóstico más frecuente fue el trastorno depresivo recurrente moderado con 30 pacientes para un
31, 3%, seguido por el trastorno adaptativo depresivo breve con 22 pacientes (22, 9%). Dentro de
"otros" se consideraron: trastorno adaptativo depresivo prolongado, trastorno disociativo, episodio
depresivo grave y depresión post esquizofrenia. Este resultado coincide parcialmente con Marietan H31
quien plantea que tanto el trastorno depresivo recurrente como la distimia, son las formas más
frecuentes en su estudio. La distimia no fue tan frecuente (5, 2% de los pacientes). Sin embargo, como
ya se ha referido, sí predominó el trastorno depresivo recurrente moderado que si se sumase al grave
serían 33 pacientes (34, 4%). Esta forma de presentación predominante podría tener relación con el
elevado número de mujeres del estudio habida cuenta que la mayoría de los autores plantean que el
trastorno Depresivo Recurrente es más frecuente en este sexo. No obstante las frecuencias de los
diagnósticos pueden variar de una serie a otra en dependencia de variados factores.
tabla VII. Conflictos de pareja según grupo de edad en pacientes deprimidos
ingresados en el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y servicio de psiquiatría hospital
Abel Santamaría Cuadrado, 2011- 2013
Grupos de
Con Conflictos de pareja Sin conflictos de pareja
Total
edades
No.
%
No.
%
No.
%
< 60 años
10
32, 3
6
19, 3
16
51, 6
60 años
9
29, 0
6
19, 4
15
48, 4
Total
19
61, 3
12
38, 7
31
100
X2= 1, 14
p= 0, 2
Gl= 1
La tabla VII muestra la presencia de conflictos de pareja en los pacientes estudiados por grupos
de edades (< 60 años y 60 años). Llama la atención la baja proporción de pacientes con 60 años y
más casados, 15 de 42 (35, 7%), pero se sabe que a esta edad ya muchos se encuentran viudos y
otra proporción separados.
El 61, 3% de los pacientes casados tuvo algún conflicto de pareja como factor de riesgo para la
depresión y se comportó de manera similar en ambos grupos de edades, sin diferencias estadísticas
significativas (X2= 1, 14; p= 0, 2; p>0, 05), representando el 32, 3% del total los menores de 60 años
con conflictos de pareja y el 29, 0% los de 60 años y más. Este resultado coincide con lo referido por
varios autores que refieren que "La depresión se ha relacionado con problemas familiares,
especialmente con problemas de pareja"
. Como ya se ha comentado previamente en este trabajo,
15, 32
la calidad del matrimonio puede contribuir significativamente a la depresión, siendo la falta de una
relación de intimidad y confianza, en combinación con problemas maritales graves, factores
relacionados con la depresión, siendo las tasas de incidencia de depresión más altas, en mujeres con
matrimonios infelices
24
. En realidad la falta de una verdadera relación de pareja, la discriminación, la
falta de apoyo en quien debería ser uno de los principales apoyos ante los conflictos sociales que se
generan a diario, además de lo que genera una convivencia anómala puede llevar a que los pacientes
se depriman con más facilidad.
tabla VIII. Funcionabilidad familiar según grupo de edad en pacientes deprimidos
ingresados en el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y servicio de psiquiatría hospital
Abel Santamaría Cuadrado, 2011- 2013
Funcionabilidad
familiar
funcional.
Moderadamente
funcional.
Disfuncional
Severamente
disfuncional
Total
60 años
< 60 años
Total
No
10
5
%
18, 5
9, 3
No
6
12
%
14, 3
28, 6
No
16
17
%
16, 7
17, 7
28
11
51, 8
20, 4
18
6
42, 8
14, 3
46
17
47, 9
17, 7
54
100, 0
42
100, 0
96
100, 0
X2= 6, 12
p= 0, 1
Gl= 3
La funcionalidad familiar en ambos grupos de edades se muestra en la tabla VIII. 65, 6% de los
pacientes
pertenecían a familias disfuncionales o severamente disfuncionales sin diferencias
estadísticas entre ambos grupos, los cuales se distribuyeron homogéneamente entre las categorías
estudiadas de funcionabilidad familiar (X2= 6, 12, p=0, 1, p> 0, 05). Las familias disfuncionales
representaron en los menores de 60 años el 72, 2% y en los de 60 años y más el 57, 1.
La funcionabilidad familiar puede influir en el apoyo que reciba el paciente de modo que canalice
adecuadamente sus aspiraciones y deseos sin que se le pongan obstáculos adicionales. Estos
resultados coinciden con lo referido por la literatura en relación a que los estresores relativos al grupo
primario referido al fallecimiento de un miembro de la familia, problemas de salud en la familia,
perturbación familiar por separación, divorcio o abandono, cambio de hogar, nuevo matrimonio de
uno de los padres, abuso sexual o maltrato físico, se asociaron con la depresión 15. Sin embargo los
hallazgos de otras investigaciones sobre la cohesión familiar, las buenas relaciones y la convivencia
con la familia nuclear, como factores protectores15, 33, 34, son coherentes con los resultados de esta
investigación.
tabla IX. Bajo nivel escolar según grupo de edad en pacientes deprimidos ingresados
en el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y servicio de psiquiatría hospital Abel
Santamaría Cuadrado, 2011- 2013
Grupos de
Bajo nivel escolar
Total
edades
Sí
No
No.
%
No.
%
No.
%
< 60 años
7
13, 0
47
87, 0
54
100, 0
60 años
24
57, 1
18
42, 9
42
100, 0
Total
31
32, 3
65
67, 7
96
100, 0
X2= 21, 09
p=0, 000
Gl= 1
La presencia de bajo nivel escolar según grupo de edad en los pacientes estudiados se muestra
en la tabla IX. 67, 7% tuvo un nivel escolar adecuado. Sin embargo entre los pacientes de 60 años y
más el 57, 1% tenía bajo nivel escolar contrastando con el 13, 0% en los pacientes menores de esta
edad, lo que mostró diferencias estadísticas altamente significativas (X2= 21, 09; p=0, 000; p<0, 001).
Se sabe, como ya se ha comentado que, el nivel escolar puede contribuir a la aparición de estados
depresivos en los pacientes17, 27. La mayor presencia de pacientes con bajo nivel escolar en el grupo
de mayores de 60 años se debe a que en su momento los mismos escogieron alfabetizarse o no,
cuando triunfó la revolución cubana. Sin embargo, muchos pudieron haber escogido llegar hasta
niveles bajos de escolaridad, que les permitiese poder desempeñarse adecuadamente en la sociedad
pero sin que la carga de estudio les llevase a romper los compromisos familiares y sociales que ya
para ese momento tenían.
tabla X. Otros factores de riesgo, según la edad en pacientes deprimidos ingresados
en el hospital psiquiátrico Isidro de Armas y servicio de psiquiatría hospital Abel
Santamaría Cuadrado, 2011- 2013
Factores de riesgo
< 60 años
60 años
Total
Valor de X2 y
n= 54
Antecedentes
n=42
n= 96
No.
%*
No.
%*
No.
%*
36
66, 7
36
85, 7
72
75, 0
personales
Abuso de
X2=4, 57
p=0, 03
45
83, 3
34
80, 9
79
82, 3
sustancias tóxicas
Eventos
p
X2=0, 09
p=0, 76
49
90, 7
37
80, 1
86
89, 6
X2= 0, 10
estresantes
recientes
p=0, 67
*Porcentajes calculados en base al valor de pacientes de su grupo de edad
Otros factores de riesgo según los grupos de edades (<60 y 60 años se representan en la tabla
X. Solo hubo diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de edades para los
antecedentes personales (X2=4, 57; p= 0, 03; p<0, 05). No se encontraron referencias en la literatura
que valoren estos factores de riesgo en base a la edad. Sin embargo, la autora considera que
simplemente se trata de un suceso cuya explicación subyace en el hecho que los pacientes de mayor
edad, ya han tenido varios episodios para ser diagnosticados, mientras que los de menor edad sus
crisis podrían ser las de debut de sus estados depresivos, que al avanzar en edad serían los
antecedentes personales referidos por los de 60 años y más.
En cuanto a los eventos estresantes recientes 89, 6% refirió haberlos tenido. Este resultado
coincide con Lodono NH y colaboradores 15 en una población joven cuando refiere que "en muchas
ocasiones, son los problemas familiares los que generan en los jóvenes alteraciones en el estado de
ánimo". Igualmente Gaborit M35 refiere que cerca del 23% de las personas expuestas a eventos de
trauma desarrollan trastornos de estrés postraumático, siendo mayor el riesgo cuando hay
antecedentes de disfunciones familiares, ausencia de apoyo social u otros factores socioambientales
y dentro de estos la depresión es de los más frecuentes. Se ha evidenciado que los estresores son
factores de riesgo para el origen o mantenimiento de los trastornos mentales, teniendo estos
repercusiones en la calidad de vida de las personas21, 36.
82, 3% de los pacientes tenía algún hábito tóxico, sin diferencias entre los grupos de edades. No
obstante es elevado el porcentaje de pacientes con este factor de riesgo. En este sentido la literatura
establece un vínculo en ambos sentidos entre la depresión y los hábitos tóxicos. Así se ha visto que
la disfunción familiar, caracterizada por patrones negativos de educación y crianza, actitud negativa
hacia la familia, sistema familiar en crisis, se ha asociado con los primeros consumos en los
adolescentes, y con el abuso de alcohol y otras drogas15, 37. Además el consumo de sustancias tóxicas
promueve estados que pueden llevar a la desorientación, a la no complacencia con uno mismo y así
desarrollar los estados depresivos
37 Criterio con el cual coincide la autora.
V. CONCLUSIONES
Entre los deprimidos hospitalizados existió un predominio de mujeres, jubilados y amas de casa,
con un nivel escolar de secundaria básica y primaria, no casados.
La depresión se manifestó por una gran variedad de síntomas, siendo los más frecuentes la
tristeza, insomnio, hipobulia y anorexia, y los diagnósticos más frecuentes el trastorno depresivo
recurrente moderado y el trastorno adaptativo depresivo breve.
La mayoría de los pacientes pertenecían a familias disfuncionales,
tenía algún hábito tóxico,
refirieron eventos estresantes recientes y algún conflicto de pareja, así como un bajo nivel escolar
y antecedentes patológicos personales de depresión, siendo estos dos últimos más frecuentes en
pacientes de 60 años y más.
VI. RECOMENDACIONES
Realizar investigaciones de tipo prospectivo por edades que permitan verificar el verdadero papel
de los factores de riesgo de la depresión en esta población.
Impartir cursos sobre este tema a médicos de atención primaria para realizar un diagnóstico
precoz de esta enfermedad en la comunidad.
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