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Dimensiones de personalidad en el uso problemático de internet: sexo, juego y compras.

Autor/autores: Alberto Fdez Liria
Fecha Publicación: 01/01/2003
Área temática: Personalidad, Trastornos de la Personalidad .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Dentro de las dependencias sin sustancia la única recogida en clasificaciones oficiales (ICD-10 y DSM-IV) es el juego patológico. Sin embargo, las conductas problemáticas en relación con el Internet, el ejercicio físico, el trabajo, el sexo, compras deben ser estudiadas con detenimiento por las importantes y significativas implicaciones. El estudio de la personalidad en las adicciones sin sustancia es un área en la que se debe profundizar con el fin de ampliar nuestro conocimiento sobre mecanismos implicados en la etiología de estas conductas.

Objetivo: Estudiar los rasgos de personalidad de sujetos que presentan un uso problemático de la red en una muestra autoselecionada a través de Internet.

Material y métodos: Una muestra consecutiva de sujetos que conectaron con la web "adictosainternet. com" durante tres meses. Respondieron a los cuestionarios que evalúan la adicción a Internet, la utilización de servicios y forma de utilizarlos y la presencia de otras conductas asociadas. Y el inventario del temperamento y el carácter TCI-R.

Resultados: El porcentaje de sujetos con problema de uso de la red fue un 8. 8%, y en situación de riesgo un 38. 7%. Los rasgos de personalidad que se asociaron fueron puntuaciones bajas en autodirección y en cooperación. El grupo de sujetos que tenían conductas problema fuera de la red presentó puntuaciones más elevadas en evitación de riesgo en comparación con los que la conducta problema es sólo en la red.

Conclusiones: El uso problemático de Internet se asocia con un elevado riesgo de trastorno de personalidad. Dimensiones temperamentales podrían diferenciar la forma de utilización de la red.

Palabras clave: Dimensiones de la personalidad, Inventario del temperamento y carácter de Cloninger, Uso problemático a Internet


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Dimensiones de personalidad en el uso problemático de internet: sexo, juego y compras.

(Personality dimensions and problematic Internet use: Sex, game and shopping. )

Lourdes Estévez*; Carmen Bayón**; Alberto Fdez Liria***; Javier de la Cruz****.

(*)Psiquiatra. hospital 12 de Octibre (Madrid)
(**)Psiquiatra. Centro de Salud Mental de Alcobendas. hospital La Paz (Madrid)
(***) psiquiatra. Servicios de Salud Mental del Área 3 de Madrid hospital Universitario Príncipe de Asturias. Universidad de Alcalá.
(****) Epidemiólogo Clínico. hospital 12 de Octibre (Madrid)

PALABRAS CLAVE: Uso problemático a Internet, Dimensiones de la personalidad, inventario del temperamento y carácter de Cloninger.

(KEYWORDS: Problematic Internet Use, Personality dimensions, Inventory pf temperament and character-revised the Cloninger. )

 

Resumen

Dentro de las dependencias sin sustancia la única recogida en clasificaciones oficiales (ICD-10 y DSM-IV) es el juego patológico. Sin embargo, las conductas problemáticas en relación con el Internet, el ejercicio físico, el trabajo, el sexo, compras deben ser estudiadas con detenimiento por las importantes y significativas implicaciones. El estudio de la personalidad en las adicciones sin sustancia es un área en la que se debe profundizar con el fin de ampliar nuestro conocimiento sobre mecanismos implicados en la etiología de estas conductas.

Objetivo: Estudiar los rasgos de personalidad de sujetos que presentan un uso problemático de la red en una muestra autoselecionada a través de Internet.

Material y métodos: Una muestra consecutiva de sujetos que conectaron con la web "adictosainternet. com" durante tres meses. Respondieron a los cuestionarios que evalúan la adicción a Internet, la utilización de servicios y forma de utilizarlos y la presencia de otras conductas asociadas. Y el inventario del temperamento y el carácter TCI-R. Resultados: El porcentaje de sujetos con problema de uso de la red fue un 8. 8%, y en situación de riesgo un 38. 7%. Los rasgos de personalidad que se asociaron fueron puntuaciones bajas en autodirección y en cooperación. El grupo de sujetos que tenían conductas problema fuera de la red presentó puntuaciones más elevadas en evitación de riesgo en comparación con los que la conducta problema es sólo en la red.

Conclusiones: El uso problemático de Internet se asocia con un elevado riesgo de trastorno de personalidad. Dimensiones temperamentales podrían diferenciar la forma de utilización de la red.

Abstract

Among the behavioral addictions pathological gambling is the only one that is reflected in official classifications (DSM-IV, ICD-10). However, pathological behaviours related to internet use, work, physical exercise, sex and shopping should be studied deeply due to thear significative implications. Moreover, the study of personality in these behaviours could help us to advance our knowledge about the etiology, risk factors and natural history associated to them. In this article, we describe the results of a sample of subjetcs who connected to ourweb page and who acknowledged problematic Intenet use behaviour. Low scores in self-directedness and cooperativeness were associated with internet use. Subjects who showed problematic behaviours off-live were characterised by higher score in Harm avoidance compared to subjects who showed only problematic behaviours on-line. Our study indicates that persons exhibiting problematic internet use are likely to have a comorbid personality disorder.



Introducción.

La personalidad en las adicciones sin sustancia es un tema en estudio como lo son en sí mismas las propias adicciones sin sustancia. Dentro de las dependencias sin sustancia (adicciones psicológicas) la única que reconoce la Organización Mundial de la Salud (1) y la asociación psiquiátrica americana (2) es el juego patológico que esta incluida en el T. del control de los impulsos. La adicción a Internet, al ejercicio físico, trabajo, al sexo, el juego, las compras compulsivas…etc deben ser estudiadas con detenimiento por las importantes y significativas implicaciones sociales, familiares y especialmente personales.

Las cifras de estos trastornos en general no son nada precisas ni claras (muchos conceptos y pocos datos por usar la expresión de Gold y Heffner (3), por ejemplo en Internet calculan que alrededor de un 6 a 10% de usuarios pueden presentar un problema de adicción(4).
Desde 1996 se puede encontrar en la literatura un debate acerca de la posible existencia de un síndrome de adicción a Internet (IAD), entidad que algunos autores, especialmente Griffiths, consideran muy similar a las adicciones causadas por el alcohol, las drogas o el juego patológico (5).

. A lo largo de estos años se han propuesto diferentes nombres: Dependencia de la red, desorden de adicción a Internet – Internet Addiction Disorder-(IAD, Goldberg, 1995), uso compulsivo de Internet (Morahan-Martin y Schumacker, 1997), o uso patológico de Internet –Pathological Internet Use (PIU)- (Young y Rodgers, 1998b)(6), esta variedad terminológica refleja las diversas conceptualizaciones o puntos de vista que coexisten en relación con el uso problemático de Internet.
K. Young (7), define la adicción a Internet como un trastorno caracterizado por una pauta de uso anómala, unos tiempos de conexión anormalmente altos, aislamiento del entorno y desatención a las obligaciones laborales, académicas y de la vida social. Adapta los criterios diagnósticos del DSM-IV (APA, 1994)(2) del juego patológico a términos relacionados con Internet y diseña un breve cuestionario de 8 ítems en el que a partir de 5 respuestas afirmativas se considera suficiente para definir la existencia de uso problemático a Internet.

Aunque otros autores como Brenner plantean que es prematuro utilizar el término adicción y cuestionan la metodología de los trabajos por el hecho de obtener la información de voluntarios de la red que representan sólo a subgrupos muy específicos (8).

No hay estudios epidemiológicos en población general sobre la adicción a Internet. En España del único dato que disponemos es el del estudio realizado por la Universidad Politécnica de Catalunya del 2001, (9) que recoge una muestra on-line de 1332, y consideran que un 16% hacen un uso abusivo de la red”. De confirmarse estos datos estaríamos hablando de un problema de gran trascendencia sanitaria, sobre todo si se cumplen las previsiones sobre el rápido aumento del número de personas conectadas y este crecimiento sigue incorporando usuarios de características parecidas a los que ya lo son.
Internet presenta una serie de características que le son especificas, y hacen que la interacción y la comunicación sean distintas a las de vida cotidiana y que pueden facilitar su uso adictivo. Entre las diferencias más importantes destacan el anonimato, la ausencia de comunicación no verbal, el distanciamiento físico y el tiempo (10). La red permite al sujeto sustituirse a sí mismo, poder ejercer todas sus fantasías, especialmente las sexuales, adoptar otras identidades y crear realidades alternativas sin las barreras del contacto directo y con la protección que da el anonimato (11).


Tipos de uso problemático de Internet

Probablemente los utilizadores problemáticos de Internet no constituyen una categoría homogénea. Suler señala la existencia de dos modelos básicos en la adicción a Internet: El primero constituido por sujetos muy aficionados e interesados por sus ordenadores que utilizan la red para recoger información, jugar en solitario, obtener nuevos programas, etc. pero sin establecer ningún tipo de contacto interpersonal. El segundo estaría constituido por aquellos sujetos que frecuentan los Chats, MOODS y listas de correo. Tienen en común la búsqueda de estimulación social. Las necesidades de filiación, ser reconocido, poderoso o amado subyacen en este tipo de utilización de la red (12).

Además existe, probablemente, un grupo importante de individuos que utilizan la red como un instrumento al servicio de sus síntomas previos, lo que se ha denominado “un uso patológico especifico de Internet”. Según Davis (13): “Serían aquellas personas con antecedentes previos de otras conductas adictivas (juego patológico, uso excesivo de pornografía, compras compulsivas, etc. ), en los que Internet se convierte en el vehículo de los síntomas y exacerbación de las situaciones previas”.

A estos grupos son a los que nos vamos a referir en este trabajo y a Internet como un medio que proporciona una oportunidad para los jugadores patológicos y otros tipos de disfunciones conductuales.

Al referirnos a las adicciones sexuales es importante señalar que Internet ha supuesto un emergente de diferentes tipos o formas de adicción. La red permite el acceso a webs de temas eróticos, a la búsqueda de tipos particulares de imágenes pornograficas y facilita la comunicación directa con individuos de especiales predilecciones o perversiones sexuales –sex chat room-. Es decir, el ciberespacio ofrece un vehículo para que los sujetos puedan expresar ( y actuar) sus preferencias sexuales. Conceptualizado como una realidad pseudovirtual o fantasías externalizadas interactivas, el cybersexo permite a las personas que desarrollen sus fantasías sexuales, que adopten otras identidades, que seguro se habrían auto extinguido de no existir el refuerzo poderoso que genera el proceso inmediato del feedback on-line (14).

Stein (15) señala que desde el punto de vista fenomenológico nos encontramos con un nuevo trastorno que es la adicción a Internet y con nuevas categorías psicopatologicas como “la sexualidad patológica”, aparece más comúnmente en varones y y los pacientes presentan diferentes conductas que incluyen la masturbación compulsiva, uso excesivo de teléfono erótico o revistas o uso patológico de servicios de “sex workers”.

Igual que en las otras conductas presenta una alta comorbilidad con trastornos del ánimo, ansiedad y abuso de sustancias. Se considera un trastorno del control de los impulsos ”sexualidad impulsiva”, con síntomas gratificantes y elementos egodistonicos. Aunque otros autores, Coleman, (16) prefieren el concepto de “sexualidad compulsiva” basándose en la idea que existe fenomenológica y psicológicamente un solapamiento entre esta entidad y el trastorno Obsesivo-compulsivo.

La adicción a las compras también se presenta asociada con trastornos del eje I, particularmente trastornos del ánimo, de abuso de sustancias o en el espectro de los trastornos obsesivo-compulsivos (17, 18). Se estima una prevalencia entre un 2 y un 8%, con una alta comorbilidad con los trastornos del eje II (19). En el DSM-IV se puede clasificar como un trastorno del control de los impulsos no especificado al igual que las adicciones sexuales no parafílicas, y en cuanto al juego patológico este, esta incluido en el apartado de T. del control de los impulsos.

Algunos autores señalan importantes semejanzas con los T. Obsesivo-compulsivos, especialmente la respuesta al tratamiento con inhibidores de la recaptación de serotonina (20, 21).


Sea cual sea su clasificación (en el TCI o en TOC) se podría sostener desde el punto de vista fenomenológico la existencia de un continuum dimensional con dos rasgos opuestos en los extremos: compulsividad e impulsividad donde se situarían estos trastornos (22). El extremo de la compulsividad, caracterizado por la evitación del riesgo, mientras que en el otro extremo, el de la impulsividad con una infravaloración del riesgo. Ambos comporten la incapacidad de inhibir conductas repetitivas y, la existencia de malestar subjetivo y objetivo antes de la realización así como el alivio o placer cuando se ha realizado la conducta. Otros autores difieren de estos planteamientos (23).

También en el juego patológico la prevalencia con los trastornos de personalidad es alta; en un estudio de 30 individuos con J. patológico un 59% presentaban rasgos de personalidad obsesiva-compulsiva, un 50% personalidad evitativa y esquizoide y esquizotipica en un 33 y 30% (24).

Estos estudios inducen a investigar las diferencias y similitudes de los rasgos de personalidad que subyacen en este tipo de conductas o adicciones sin sustancia. Kim and Grant (21) utilizando el modelo biosocial de personalidad propuesto por Cloninger (25) hipotetizaron que los jugadores patológicos puntuarían más alto en Búsqueda de novedad que los sujetos con un TOC o normales y más bajo en evitación del riesgo. Y en Dependencia de la recompensa tendrían puntuaciones elevadas ambos grupos comparados con el grupo control. Los hallazgos más importantes de este estudio mostraron que la impulsividad en los jugadores patológicos es un rasgo significativo (BN más elevada que en los otros grupo), puntuaciones significativamente más bajas en evitación del riesgo que el grupo de TOC, pero elevadas en comparación con el grupo control, o sea se caracterizan por “timidez, aprensión, pesimismo y fatiga”.

El hecho que en los jugadores sea más baja esta dimensión que en los individuos con TOC sugiere, que la obsesión de los jugadores puede estar más relacionada con la urgencia por jugar que con la duda de los obsesivos. Respecto a la dimensión de la Dependencia de la recompensa no había diferencias entre los tres grupos.


Uso Problemático a Internet

Algunos elementos a los que las personas son adictas en la red, son a los mismos que sin ella: el juego, las compras y el sexo. Por lo que podríamos preguntarnos sí ¿es la tecnología o la conducta que la tecnología permite a los sujetos realmente engancharse?. Ahora bien, Internet representa un moderno medio de comunicación que proporciona medios alternativos de expresión e interacción.
El uso problemático de Internet podría ser, en resumen un uso adictivo de un comportamiento normal (utilizar la red), un modo de practicar otras adicciones (juego, sexo. . . ), un vehículo de expresión de otras patologías (trastornos afectivos. . . ) o un modo de compensar déficits (de socialización. . . )

Así entendidas las cosas podrían ser factores de riesgo para el uso problemático de la red las carencias psicológicas primarias como la falta de relaciones u objetivos, las dificultades en el establecimiento de relaciones interpersonales, la pobreza en las habilidades sociales, la timidez, la soledad y la ausencia de autoestima.

A pesar del interés y la preocupación por “El uso problemático a Internet” poco se ha investigado sobre las características vinculadas al riesgo de la población que pueden sufrir una dependencia a Internet. Loytsker y Aiello (1997) encontraron altos niveles de propensión al aburrimiento, soledad, ansiedad social, tendencia a estar dentro de uno mismo, como predictores de la adicción a Internet.

Un estudio interesante realizado sobre la personalidad de los adictos a Internet es el de Young y Rodgers (26). Administraron el cuestionario 16 P F a un grupo de personas auto seleccionadas, 259 dependientes a Internet según el cuestionario diseñado por la misma autora. Encontraron puntuaciones altas en distintas dimensiones que se refieren a la excesiva dependencia en los otros y no únicamente en Internet, fuertes preferencias por las actividades solitarias, tendencia a restringir sus contactos sociales.

Se caracterizan por tener un pensamiento abstracto con menor conformidad a las normas o reglas sociales y más reactivos emocionalmente en las relaciones con los otros. Las personas dependientes a Internet suelen ser en general sensitivas, alertas y solitarias. Esta tendencia hacia la introversión también fue encontrada por Petrie y Gunn (27).


Nuestro trabajo

Nuestro trabajo pretende estudiar las características de una muestra de usuarios de Internet, que han contactado espontáneamente con nuestra pagina web y que, según sus propias declaraciones y de acuerdo con lo previamente publicado nos parece que presentan riesgo de padecer o padecen problemas relacionados con su uso de Internet.
El objetivo principal del estudio es comparar con la población general, las características de la personalidad de estos sujetos en función de las conductas, a través de la red y fuera de la red, en relación con el sexo, compras y juegos.

Nuestra hipótesis es que determinados rasgos de temperamento y carácter pueden actuar como factores de vulnerabilidad, actuando como predisponentes. Algunos de estos rasgos podrían ser comunes con otras adicciones o trastornos psiquiátricos, como la impulsividad, la disforia, la intolerancia a los estímulos displacenteros y la búsqueda exagerada de sensaciones nuevas. De confirmarse, esto podría tener importancia no sólo para el conocimiento del fenómeno sino también para el diseño de estrategias de tratamiento.

 

Material y métodos

Se estudia una población de personas que contactan, a través de la red con una página diseñada al efecto, llamada "adictosainternet. com". El objetivo de la pagina es proporcionarnos un contacto con personas que hacen un uso problemático de Internet para poder estudiar tanto las características de este uso como la concurrencia de algunos hipotéticos factores de riesgo en los antecedentes declarados (cuestionario 2) y de sus rasgos de personalidad (cuestionario 3).

Este sistema de reclutamiento nos pareció que ofrecía la ventaja de permitirnos el contacto con una gran cantidad de personas que reunían las características requeridas en muy poco tiempo y con un gasto asumible. Obviamente, al trabajar sólo con personas que acceden espontánea y voluntariamente a nuestra pagina, no nos permite obtener datos sobre prevalencia.

La página proporciona información sobre los investigadores y el propósito y la metodología del estudio. A continuación da paso a la posibilidad de acceder al primero de los cuestionarios:

El primer cuestionario es TEST DE ADICCIÓN A INTERNET. (M. C. Orman, 1996) de 9 items que clasifica a los respondedores en tres grupos : 0-3 sin problemas.

4-6 en situación de riesgo
y 7-9 usuarios con problemas.

Al segundo cuestionario sólo podían acceder aquellos que hubieran alcanzado niveles de uso de riesgo o problemático en el primero. Se trata de una encuesta diseñada por los investigadores que valora los servicios utilizados en la red, modalidad de uso, consumo de tóxicos (alcohol, nicotina, cocaína etc), y conductas problemáticas con respecto al trabajo, ejercicio físico, comida, conducción peligrosa etc. .

El 3º, inventario DEL temperamento Y CARÁCTER (TCI-R), DE 240 ITEMS, que evalúa 4 dimensiones del temperamento y 3 dimensiones del carácter. Se trata de un cuestionario autoaplicable.


Análisis de los datos

Se presentan los datos de uso problemático de la red (cuestionario 1) para todos los que accedieron a la página, uso de servicios en la red y conductas problemáticas fuera de la red (cuestionario 2) para los clasificados como usuarios “de riesgo” o “con problemas”, en forma de distribución de frecuencias globales y estratificadas por sexo y edad.

Se combinan las conductas, a través de la red y fuera de la red, en relación con el sexo, compras y juego obteniéndose tres variables con, cada una, cuatro categorías excluyentes en función de sí el individuo considera tener un uso problemático: I) dentro y fuera de la red, II) sólo en la red, III) sólo fuera de la red, IV) no uso problemático en la conducta de interés (sexo, compras o juego) pero si lo tienen en otros usos de Internet. Se presentan, para cada una de estas tres variables, distribuciones de frecuencia globales y estratificadas por sexo, edad, estado civil y nivel educativo. Las proporciones se comparan con la prueba de la X2.

Asimismo, se compara las puntuaciones obtenidas en las siete dimensiones del TCI-R para las distintas categorías de uso problemático en relación con el sexo, compras y juego, y para una población de referencia. Se presenta la diferencia de medias y su significación estadística estimada con la prueba de la t de Student.


Resultados

Período de reclutamiento: Los datos corresponden a los meses de julio, agosto y septiembre del año 2001.
Se recogieron cerca de 10000 entradas en la pagina, aunque no todas ellas se tradujeron en la cumplimentación de los cuestionarios lo que suponía una dedicación superior a los 50 minutos si se contestaba a los tres.

El número de cuestionarios valido de analizados ha sido de 2573, de los que el 52. 5% no cumplían criterios de riesgo o adicción por lo que no respondieron al 2 y 3º test.
Un 38. 7% alcanzaban las puntuaciones que permiten considerarlos como usuarios de riesgo y un 8, 8% puntuaciones que permitirían calificarlos como de uso problemático. La Consistencia interna del Test de adicción a Internet: el coeficiente alfa de cronbach esta en el rango de consistencia buena (0. 7).

Y que el 71. 4% de los que contestaron son varones entre los que un 7. 7% están en el grupo “problema” frente al 11. 6% de las mujeres. En el grupo de “riesgo” las proporciones son 39 vs 37%. El 62% de ambos grupos mantienen una conexión de más de 30 horas semanales.

El 78% de la muestra es menor de 35 años. El grupo de 14 a 18 es significativamente superior a los otros, tanto en riesgo como en el uso problemático a Internet. El uso de Internet está en relación directa con la educación e inversa con la edad.

El 2º test fue contestado por 893; o sea un 27% no lo contestaron aunque sí estaban en el rango de puntuaciones de riesgo o problema. La distribución por sexo es de 69% varones y el 31% mujeres. En cuanto a las edades las distribución es similar en los tres cuestionarios.

Tipo de servicios: El e-mail y el chat son los servicios utilizados mayoritariamente, 95 y 79% respectivamente.
Hay diferencias por sexos en cuanto a los servicios más usados: las mujeres hacen un mayor uso de los juegos solitarios (39%) chats (36%), y juegos de apuestas (35%) y los hombres especialmente de las paginas o servicios de sexo (84%), seguido de compras (78%), y banca electrónica (76%).

Cerca del 60% del grupo de sujetos “de riesgo y problema” acceden con una frecuencia “de más de una vez al día” a las páginas de sexo. En relación con las compras on-line un 25% las realiza de forma abusiva, mientras que con el juego de apuestas las cifras decaen a un 7%.

La tabla 1. muestra la distribución por edades, genero y T. de ad. a Internet. en las conductas del estudio (sexo, juego y compras) a través de la red:

 


Tabla 1


Otras conductas problema: El 41% reconocía tener problemas de adicción al trabajo, un 44% al sexo, el 36% al teléfono móvil y el 11% a la conducción peligrosa.

Tabla 2. muestra la distribución por edades y genero de las conductas del estudio (sexo, juego y compras) fuera de la red:

 


Tabla 2


Descripción: Conductas en relación con el sexo, compras y juego a través de la red y fuera de la red

Se han dividido en cuatro categorías excluyentes:

. Categoría I: esta formado por los individuos que consideran tener problemas de “uso excesivo” en una de las conductas del estudio, tanto en la red como fuera de ella.

. Categoría II: son aquellos sujetos que solo mantienen el “uso problemático” a través de Internet.

. Categoría III: lo forman aquellos individuos que únicamente consideran mantener un “uso excesivo” de su conducta fuera de la red.

. Categoría IV: esta formado por los individuos que no consideran tener un uso problemático en las conductas relacionadas con el sexo, compras o juego, pero si lo tienen en otros usos de Internet.

 




Nos hubiese gustado dividir el juego en los tres apartados que recogíamos en el cuestionario: juego de apuestas, solitarios e interactivos, pero los grupos que nos encontrábamos al analizar el TCI eran demasiado pequeños para realizar el análisis estadístico. Dentro del grupo de 893 si había diferencias:
Juego de apuestas : 6%.
Solitarios :25%
Interactivos:36%
38Solitarios :25%
La edad media de los individuos que componen los grupos de Compras y Sexo es igual, 27 años, (26. 6 a 28. 1). Sin existir diferencias entre las cuatro categorías.

Los sujetos que utilizan la actividad del juego (solitarios e interactivos) dentro de la red son más jóvenes (24. 7 de media). (p<0. 001). En cambio el grupo que mantiene la conducta solo fuera de la red (juego de apuestas) es el más mayor (32 de media) (p<0. 001).

Respecto a la distribución según el genero en el grupo del Sexo, los individuos que componen la categoría III (fuera de la red) la proporción de mujeres es tres veces mayor que en el I, con una diferencia significativa (p<0. 001)

 




En el Juego fuera de la red la proporción de hombres es cuatro veces mayor que la de mujeres.

En los tres grupos predomina como estado civil el de solteros (63%), siendo la distribución igual en todas las categorías. Excepto en el grupo del “Juego en la red” donde la proporción de solteros ascienden hasta el 80% (p<0. 001).

El nivel educativo es mayor en aquellos individuos que vehiculizan su conducta a través de la red (las categorías I y II) en el grupo del sexo (62 y 59% respectivamente), a diferencia de aquellos que no hacen uso de la red (46%). (p<0. 05).
Igual sucede en el grupo de las Compras, el nivel educativo es también superior en las categorías I y II (61. 9% y 67%) respecto al III. (p<0, 03).
Mientras que en el grupo del Juego, el nivel educativo es superior en la categoría III (65%) respecto a la II (p<0, 02).

La distribución en el Test de adicción a Internet es igual en las en las tres conductas, y en las cuatro categorías. Los individuos en situación de “Riesgo” suponen el 80% y en situación de “problema” un 20%.

Análisis de la personalidad:

Contestaron el TCI-R 192 sujetos de los 893 que podrían haberlo hecho, es preciso señalar que este cuestionario supone más de 40 minutos de dedicación. Un 65% hombres y un 35% mujeres. Menores de 35 anos el 77%.

 

 

Al comparar la población en estudio con la población general, obtenemos que la población en estudio se caracteriza por un perfil explosivo temperamental, es decir tienen puntuaciones elevadas en Búsqueda de novedad y evitación del riesgo y puntuaciones bajas en Dependencia de la recompensa.

El perfil caracterial es característico de un perfil de trastorno de personalidad de acuerdo a estudios comparando el modelo de Cloninger con el DSM-III-R, es decir, los trastornos de personalidad se caracterizan por puntuaciones bajas en autodirección y cooperación (28). En contra de lo obtenido en otros estudios estos sujetos además tienen puntuaciones elevadas en Trascendencia.
Existen diferencias entre las mujeres y los hombres al compararlos con la población general, las mujeres puntuaban más alto en evitación del riesgo (p<0. 001).

Con respecto a los perfiles de personalidad de los sujetos que hacen un uso excesivo o problemático predominantemente en la red o fuera de ella de actividades en relación con el sexo, se diferencian según las categorías en las que les hemos dividido en:
El primer grupo presenta puntuaciones más altas en Búsqueda de novedad y evitación de riesgo. Diferencias significativas en Dependencia de la recompensa (puntuaciones más bajas). No existen diferencias significativas en persistencia ni autodirección, cooperación ni Trascendencia.

 




El grupo que mantiene esta conducta únicamente a través de la red presenta puntuaciones más bajas en Dependencia de la recompensa (p<0. 001), en CO (p<0. 005) y en T (p<0. 001).
El tercer grupo, fuera de la red se diferencian por presentar puntuaciones más altas en ER (p<0. 001) y más bajas en CO (p<0. 001).

El cuarto grupo, presenta puntuaciones bajas en CO (p<0. 001) y más altas en T (p<0. 001).

Respecto a la conducta relacionada con las compras compulsivas, el primer grupo presenta puntuaciones más altas en BN (p<0. 05) y más bajas en AD (p<0. 001).
El grupo exclusivamente a través de la red difiere en: puntuaciones más bajas en DR (p<0. 001), AD (p<0. 001), CO (p<0. 05) y más altas en T (p<0. 001).

 




Los individuos que mantienen esta actividad de forma compulsiva únicamente fuera de la red tienen puntuaciones más altas en ER (p<0. 001) y más bajas en CO (p<0. 05).
El cuarto grupo, presenta puntuaciones más altas en BN (p<0. 05), en ER (p<0. 001) y en T (p<0. 001).

En relación con la conducta patológica del Juego (apuestas, solitarios e interactivos), el grupo que lo practica en ambos medios presenta puntuaciones más bajas en AD (p<0. 001) y el que no lo practica es similar a este excepto que presenta puntuaciones más elevadas en evitación del riesgo (p<0. 001).
El grupo que solo juega a través de Internet presenta puntuaciones más altas en Búsqueda de novedad (p<0. 05) y más bajas en Dependencia de la recompensa (p<0. 001).

 




Discusión

La población del estudio que completo el TCI-R se caracteriza en cuanto al temperamento por un perfil explosivo, sujetos disforicos, oportunistas, distantes u hostiles. Los hallazgos respecto al carácter sugieren que son sujetos inmaduros, frágiles con tendencia a proyectar la culpa, baja autoestima y autoeficacia ( puntuaciones bajas en AD). Además al tener puntuaciones también bajas en cooperación sugiere que no han desarrollado capacidad para aceptar y respetar a los demás, ser empaticos y compasivos.
En general, en los individuos que hacen un uso excesivo a través de la red o fuera de ella en las tres conductas “problema” (sexo, compras o juego), predomina la excitabilidad y la continua búsqueda de placer junto con la impulsividad. La combinación de puntuaciones altas en Búsqueda de novedad y evitación del riesgo corresponde al temperamento Bordeline; están sujetos continuamente a conflictos internos de aproximación y evitación que se manifiestan por conductas neuróticas con rumiaciones sobre los impulsos iniciales y por ánimo disforico relacionado con la dificultad de satisfacer las necesidades simultaneas de estimulación y de seguridad.

Esta combinación (alta BN y ER) supone un impedimento para el desarrollo y consolidación del carácter, por lo que los individuos con este perfil tienden a ser inmaduros y distímicos.

Por el contrario el grupo que solo hace un uso excesivo a través de la red se caracterizan por ser sujetos con más problemas en las relaciones interpersonales, poco comunicativos, independientes e indiferentes al rechazo o desdén y con frialdad afectiva (puntuaciones bajas en ER). Además tienen altas puntuaciones en Trascendencia, lo que supone una tendencia a la abstracción, pensamiento mágico, fantasioso y poco convencionales. Otra característica que podría definir este segundo grupo es las puntuaciones bajas en cooperación por l, o que no han desarrollado la empatia, la compasión y el pensar en los otros. Podrían ser diagnosticados de rasgos narcisistas y/o antisociales.
Los sujetos que en cambio solo practican estas conductas fuera de la red entran dentro de lo que podríamos considerar el polo más compulsivo; Diferencias significativas en evitación del riesgo (p<0. 001), ansiosos, rumiadores, fatigables y pesimistas.

No existen diferentes perfiles de personalidad entre los individuos que realizan una u otra conducta, pero sí en relación con el medio en el que esta se lleva a cabo.
En el trabajo de Donald (29) sobre compradores compulsivos los resultados muestran que estos sufren más trastornos psiquiátricos (ansiedad, trastornos del control de impulsos, t. de alimentación, abuso de sustancias) y sobre todo trastorno Depresivo Mayor, que los compradores normales así como sus familiares de primer grado presentaban altos rangos de psicopatología, depresión, alcoholismo, trastornos por uso de drogas y compradores compulsivos. En general en los estudios de Compradores compulsivos, estos tienen puntuaciones altas en las dimensiones de depresión, ansiedad y obsesividad y bajas en las medidas de autoestima (30, 31).

Nuestros hallazgos difieren en el grupo de jugadores con los del trabajo de Kim and Gran (21); las puntuaciones en evitación del riesgo son más elevadas y significativamente más bajas en Dependencia de la recompensa. Puede que esto sea debido a que nuestra muestra se caracteriza principalmente por tener un problema de conducta en la red, y este sea un grupo cuya actividad este dirigida hacia los juegos solitarios o interactivos más que hacia los juegos de apuestas, o porque el grupo que mantienen la conducta fuera de la red es pequeño (n=20) y no hemos podido obtener datos para su comparación.

Estos son hallazgos preliminares que forman parte del desarrollo de un estudio de la personalidad en individuos que reconocieron presentar un uso problemático a Internet. La implantación y el desarrollo de la red han provocado numerosos beneficios en la sociedad actual al mejorar y facilitar la comunicación y obtención de información. Sin embargo, este desarrollo no está exento de aspectos negativos entre ellos el riesgo de adicción en sujetos vulnerables. Es necesario establecer la delimitación psicopatológica del uso problemático a Internet y establecer los criterios diagnósticos de la adicción y su relación con otros trastornos.

Investigaciones recientes señalan que la adicción a Internet es un nuevo subtipo de trastorno del control de los impulsos. Treuer y cols (33) lo consideran un problema sobre todo de aparición en jóvenes estudiantes, mezcla de características obsesivo-like y sintomatología de descontrol de los impusos. Shapira(34) encuentra una alta tasa de comorbilidad entre el uso problemático de internet y otros trastornos psiquiátricos; realizan un estudio en una muestra de 20 pacientes diagnosticados de uso problemático de internet. Todos los sujetos tenían un diagnóstico del eje I: 79% un trastorno bipolar y 50% un trastorno del control de impulso. Los autores plantean que el uso problemático de Internet debe ser considerado más como un síntoma asociado a patología psiquiátrica ya conocida que una entidad nosológica per se.


Son estudios interesantes de los que no debemos sacar conclusiones precipitadas puesto que las muestras son pequeñas. Otra de las limitaciones de los trabajos presentados hasta el momento actual es el medio utilizado para su realización, a través de la red como es el nuestro, son trabajos con carácter exploratorio en los que el tamaño de la muestra puede ser suficientemente amplio y conseguido en poco tiempo, permiten además la posibilidad de conducir investigaciones trans-culturales, la oportunidad de estudiar poblaciones específicas y el carecer de limitación de horario y de lugar, pero el hecho de obtener la información de voluntarios de la red representa sólo a subgrupos muy específicos; Este procedimiento supone que no exista un concepto de dependencia objetivo que sirva de guía, puesto que cada sujeto interpreta el término “adicto” o el reconocimiento de tal “adicción” desde su propia perspectiva sin la objetividad que facilita la entrevista personal.

Los resultados de nuestro estudio subrayan la importancia que este problema puede alcanzar en un futuro próximo. Una muestra en la que el 16% son menores de 18 años, nos hace pensar en la necesidad de valorar de una manera fiable y en profundidad la magnitud de esta nueva patología y así, poder establecer estrategias de prevención en los grupos de riesgo.


Conclusiones

Un 8. 8%, de las personas que contactaron con nuestra página se sitúan en el rango de “problema” y en situación de riesgo en 38. 7% del total. No se trata de cifras de prevalencia, ya que es una muestra autoseleccionada precisamente por una operación que entraña el uso de la red (entrar en la página y contestar los cuestionarios). Parece un fenómeno frecuente (al menos es muy fácil capturar casos)Afecta a más varones, pero en las mujeres es más grave (como otras dependencias)3. Afecta más a personas más Predominan las mujeres (p<0, 001) en actividades de sexo y compras fuera de la red. En el juego la proporción de hombres es cuatro veces superior.

Existe un perfil temperamental que caracteriza a los sujetos con este tipo de conducta. Además tienen un elevado riesgo de presentar un t. de personalidad. Este perfil no es especifico de esta conducta.

Ciertas dimensiones de personalidad se asocian más a un determinado tipo de actividades dentro de esta conducta.
Predominan las mujeres (p<0, 001) en actividades de sexo y compras fuera de la red. En el juego la proporción de hombres es cuatro veces superior.

Nos encontramos en un terreno abierto a la investigación donde queda mucho por decir. Es importante superar la metodología basada en formularios alojados en paginas “web” y pasar a investigar en muestras reales, o sea en individuos que están haciendo un uso problemático de la red.

Agradecimientos: Se agradece a Paloma Ferrando, de la Unidad de epidemiología Clínica del hospital 12 de Octubre, su colaboración en el análisis de los datos.
Y a Javier Alvear, (NAO grupo de comunicación, S. L) por el trabajo su trabajo realizado en el diseño y mantenimiento de la pagina web “adictosainternet. com”.


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