La violencia familiar aparece con mas frecuencia de lo que imaginamos. En muchos casos la víctima silencia el hecho, en otros busca ayuda, pero es evidente que es un asunto al cual hay que prestarle atención ya que en ese marco se están gestando las nuevas generaciones. En realidad se desconoce la magnitud de este grave problema, pero si hay un hecho evidente, independientemente del numero de casos, el hecho de que un niño sea maltratado psicológicamente, sea por desconocimiento, sea por omisión, sea por desidia o por pura maldad es ya algo que nos debe preocupar y hacernos tomar las medidas apropiadas, oportunas y necesarias para evitar los daños que implica y promover un trato sano que produzca futuras generaciones felices y satisfechas. En cuanto al crecimiento de esta problemática no se puede afirmar si ha aumentado, pero si podemos asegurar que hoy se detecta mas. El niño tiene necesidades psicológicas que la familia debe satisfacer ya que de no ser así se compromete el desarrollo intelectual y afectivo.
El comportamiento será exactamente contrapuesto a las expectativas y esperanzas del niño y de su familia. . La salud depende de dos grandes grupos de factores. Los primeros son los constitucionales o genéticos que marcan al ser humano, a veces desde el nacimiento y de los cuales no nos vamos a ocupar ahora. El otro grupo de factores de los cuales depende el estado de salud de un individuo son los medioambientales. Si centramos nuestra atención en los niños, entonces se ponen de manifiesto aún más las influencias de los factores externos, Vamos a escoger uno sólo de ellos aunque reconocemos que ni con mucho es el único que interviene en la salud mental de los niños. Este factor se refiere obviamente a los medios masivos de comunicación. Se hace cada vez más evidente que los medios de comunicación ejercen una influencia extraordinaria en la vida diaria de la familia en sentido general y de los niños en sentido particular. Esa influencia sobre lo cotidiano y que a veces se subvalora va a repercutir, según nuestro criterio, en la salud de los individuos de forma negativa, por lo que constituye una forma de maltrato infantil muy sutil y muy difícil de condenar. Es necesario divulgarlo y señalarlo para que los padres adquieran conciencia clara del daño al que exponen a sus hijos cuando esta información les llega de manera indiscriminada y abrumadora. Dentro de los medios masivos de comunicación haremos especial énfasis en las publicaciones periódicas (diarios, revistas, etc. ) la televisión (por cable, habitual, video-juegos, etc. ) y el cine.
Maltrato psicológico infantil.
Cristóbal Martínez Gómez.
Hospital infantil Universitario de La Habana. Ciudad de La Habana. Cuba
Resumen
La violencia familiar aparece con mas frecuencia de lo que imaginamos. En muchos casos la víctima silencia el hecho, en otros busca ayuda, pero es evidente que es un asunto al cual hay que prestarle atención ya que en ese marco se están gestando las nuevas generaciones. En realidad se desconoce la magnitud de este grave problema, pero si hay un hecho evidente, independientemente del numero de casos, el hecho de que un niño sea maltratado psicológicamente, sea por desconocimiento, sea por omisión, sea por desidia o por pura maldad es ya algo que nos debe preocupar y hacernos tomar las medidas apropiadas, oportunas y necesarias para evitar los daños que implica y promover un trato sano que produzca futuras generaciones felices y satisfechas. En cuanto al crecimiento de esta problemática no se puede afirmar si ha aumentado, pero si podemos asegurar que hoy se detecta mas. El niño tiene necesidades psicológicas que la familia debe satisfacer ya que de no ser así se compromete el desarrollo intelectual y afectivo. El comportamiento será exactamente contrapuesto a las expectativas y esperanzas del niño y de su familia. . La salud depende de dos grandes grupos de factores. Los primeros son los constitucionales o genéticos que marcan al ser humano, a veces desde el nacimiento y de los cuales no nos vamos a ocupar ahora. El otro grupo de factores de los cuales depende el estado de salud de un individuo son los medioambientales. Si centramos nuestra atención en los niños, entonces se ponen de manifiesto aún más las influencias de los factores externos, Vamos a escoger uno sólo de ellos aunque reconocemos que ni con mucho es el único que interviene en la salud mental de los niños. Este factor se refiere obviamente a los medios masivos de comunicación. Se hace cada vez más evidente que los medios de comunicación ejercen una influencia extraordinaria en la vida diaria de la familia en sentido general y de los niños en sentido particular. Esa influencia sobre lo cotidiano y que a veces se subvalora va a repercutir, según nuestro criterio, en la salud de los individuos de forma negativa, por lo que constituye una forma de maltrato infantil muy sutil y muy difícil de condenar. Es necesario divulgarlo y señalarlo para que los padres adquieran conciencia clara del daño al que exponen a sus hijos cuando esta información les llega de manera indiscriminada y abrumadora. Dentro de los medios masivos de comunicación haremos especial énfasis en las publicaciones periódicas (diarios, revistas, etc. ) la televisión (por cable, habitual, video-juegos, etc. ) y el cine.
Maltrato infantil
Se define el maltrato infantil, como toda agresión producida al niño por sus padres, hermanos, familiares u otros con la intención de castigarlo o hacerle daño. Hay maltrato también cuando no se atienden las necesidades del niño: Alimentación, salud, protección, afecto y cuidado. Entre las causas más comunes están ciertas características de los padres: Muchos de los padres que maltratan a sus hijos fueron niños maltratados o aprendieron en su familia que el castigo físico era un método de enseñanza. También hay características de los niños que están presentes como causa aparente: Los niños inquietos, problemáticos, con conductas inadecuadas en sentido general (T. D. A. H. -R. M. Etc. )
Características del medio: Situaciones medio ambientales pueden servir de catalizadoras a padres e hijos para que se produzca el abuso. Se destacan entre ellas los problemas económicos, dificultades en la pareja, desempleo, incultura, hacinamiento, vivienda inadecuada. La tendencia a buscar la causa en la víctima, cuando se culpa “científicamente” ( mecanismos psicológicos sofisticados ) o “popularmente” ( ellos mismos se lo han buscado ), no es aceptable.
Es evidente que de estos hechos se deriven secuelas en las distintas edades por ejemplo en:
. Pre-Escolar. - Patrones anormales de interacción social. Suelen evitar a las personas, responden de forma agresiva a sus acercamientos o son abusivos con otros niños.
. Escolar. - Baja autoestima, conducta retraída o agresiva. Desajustes conductuales o emocionales en la escuela. Menor rendimiento intelectual.
. Adolescente. - Internalizan estilos de reacción agresivos. riesgo suicida.
. Adulto. - Conductas antisociales.
Maltrato Físico
En casos extremos se pueden producir lesiones que causen la muerte: asfixia, hemorragias, fracturas de cráneo, ruptura de órganos vitales ( corazón, pulmón , hígado etc. ) Las conductas mas frecuentes de los niños sometidos a maltratos son: Temeroso de sus padres, desconfiado de los adultos, inquieto cuando otros niños lloran. Dificultades en el rendimiento escolar. Agresivo o distraído y ausente. Las lesiones mas frecuentes son quemaduras de cigarrillos, agua o planchas, fracturas múltiples, heridas, moretones, rasguños y arañazos en el rostro.
El maltrato por descuido o negligencia
Se produce cuando los padres no velan por las necesidades del niño. Estos niños tienen accidentes como: caídas, quemaduras, intoxicaciones, extravíos en la calle, atropellamiento por automóviles y desarrollan enfermedades que pueden prevenirse. Las conductas mas frecuentes exhibidas por estos son: Dice que nadie se preocupa por él. Cansado, déficit de atención, se duerme. Roba o mendiga. Usa drogas o alcohol. Abandono escolar para estar en la calle.
Abuso Sexual
Cuando un adulto o adolescente usa su poder sobre un niño o niña para establecer una actividad de tipo sexual. Puede usar engaño, amenazas o fuerza física para convencerlo u obligarlo a participar. Las formas son : caricias, besos, manipulación, exhibicionismo, hasta la violación. La explotación sexual. Prostitución y pornografía. Es necesario estar atento a las evidencias, pues este maltrato casi siempre está oculto, habitualmente son: Dificultades en la marcha y para sentarse, dolor y prurito en los genitales, infecciones urinarias, ropa interior sucia o deteriorada.
Las conductas observadas más frecuentes son: Subrendimiento escolar, distractibilidad, aislamiento, baja autoestima, mentiras, robos, fugas, comportamiento sexual inadecuado ( puede referir que ha sufrido agresión sexual ).
Síndrome de Munchausen ( Maltrato por poder )
Se caracteriza porque el maltratador, generalmente la madre agrede a su hijo mediante otra persona ( el médico ). Simula y describe síntomas y signos falsos o provocados, obligando a hospitalización, exploraciones y tratamientos innecesarios que a veces ponen en peligro la vida del niño.
Maltrato Psicológico Infantil.
Ahora bien, todas esas disquisiciones teóricas son muy útiles y dan luz al problema y a su solución, pero de lo que si nadie tiene dudas, es que los niños educados en este ambiente de violencia, sean o no golpeados, van a desarrollarse de manera anormal, lo cual constituye un maltrato, sutil, inadvertido quizás, pero tan criminal como el maltrato físico. A este tipo de maltrato es al que nos vamos a referir. Si maltrato a la subjetividad es lesión al desarrollo de la personalidad infantil, entonces podemos argumentar que los adultos responsables del crecimiento del niño ( Padres, familiares, personal profesional: médicos, obstetras, trabajadores de la salud en general etc. ) han generado un factor de maltrato cuando desde la gestación misma, han dejado de prever las condiciones mínimas para su desarrollo fisiológico, psicológico y social. Sin embargo es necesario hacer una mención mínima de la etiología del abuso subjetivo, para después pasar a perfilar el concepto de socialización deficiente, enmarcado a su vez en un conjunto de factores familiares que la determinan, como son : 1. - Una familia nuclear disfuncional o mal integrada. 2. - Un problema de pareja. 3. - Una familia extensa con fallas en su funcionamiento, en su estructura y la consiguiente dificultad de interrelación
El segundo aspecto a tener en cuenta es la necesidad de precisar el maltrato subjetivo, que ha sufrido un niño, estudiando profundamente los factores siguientes:
1. - Su situación escolar, en función de su aprovechamiento, promoción, avance educativo, y conducta.
2. - El diagnostico familiar emitido por profesionales capacitados.
3. - Estudios de trabajo social que evalúen integralmente las condiciones de vida del niño, con especial énfasis en las condiciones de desarrollo.
4. - Los exámenes clínicos específicos del niño, efectuados por profesionales calificados , con entrenamiento especifico en terapia familiar o psiquiatría infantil.
5. - La observación directa del niño, efectuada en lugares adecuados y por profesionales del perfil que hemos mencionado.
En realidad se desconoce la magnitud de este grave problema, pero si hay un hecho evidente, independientemente del numero de casos, el hecho de que un niño sea maltratado psicológicamente, sea por desconocimiento, sea por omisión, sea por desidia o por pura maldad es ya algo que nos debe preocupar. Debemos tomar las medidas apropiadas, oportunas y necesarias para evitar los daños que implica y promover un trato sano que produzca futuras generaciones felices y satisfechas. En cuanto al crecimiento de esta problemática no se puede afirmar si ha aumentado, pero si podemos asegurar que hoy se detecta mas. Es posible que estemos mas alertas los miembros del equipo de salud. Es bueno aclarar que esta situación se da a nivel mundial y no es propia de nuestro país.
He definido el maltrato psicológico como: toda acción que se ejerza contra el normal desarrollo de las potencialidades cognoscitivas, afectivas, conductuales, integrativas y de relación de los niños. Se hace evidente que estas acciones que afectan el psiquismo infantil pueden ser de índole objetiva o subjetiva. Las acciones de índole objetiva van a constituir toda una gama de factores, dentro de los cuales se destacan los genéticos, tóxicos, infecciosos, traumáticos, neurológicos, anóxicos, hemorrágicos, nutricionales, etc. , que ejercen su influencia negativa desde la concepción, la gestación, el parto y la etapa neonatal. No podemos negar la extraordinaria importancia de estos factores, causa de retraso mental, parálisis cerebral, trastornos del habla y del lenguaje, etc. Todos los cuales afectan el normal desarrollo del psiquismo de estos niños y por lo tanto constituyen maltrato.
Ahora bien, queremos enfocar nuestra atención sobre las acciones de índole subjetiva que van a constituir maltrato hacia la psiquis del niño por entorpecer su desarrollo. La cultura de un pueblo está llena de tradiciones sobre la forma de "educar " a sus hijos. Dentro de estas tradiciones tienen especial fuerza las que se refieren a la forma de mantener la disciplina, la manera de sancionar las faltas, el modo de expresar el afecto, como se juega, hasta donde se permite independencia, aceptación de la individualidad, etc. La cultura va a influir en los niños a través de la familia. Puede contribuir de manera importante al bienestar, la felicidad y la salud de ellos. En realidad así es en la mayoría de las familias, pero no es nuestro objetivo poner de manifiesto lo positivo, lo beneficioso de algunas costumbres. Debemos destacar aquellos aspectos de la tradición que por omisión o por acción, van a ser dañinos para el normal desarrollo psicológico de la infancia y por lo tanto hay que ponerlo al descubierto para controlarlo y erradicarlo.
No es tarea fácil convencer a los padres de que estas tradiciones en las cuales fueron " educados " ellos, sus padres y sus abuelos pueden ser dañinas a sus hijos. Frases como " así me educaron a mí y mírame aquí bueno y sano " " la letra con sangre entra " etc. se transmiten de generación en generación y se hacen ley. Encubren y justifican el efecto negativo que producen estos modos de relación.
Debido al espacio de que dispongo no puedo hacer referencia a todas las costumbres, mitos, hábitos y reglas familiares que constituyen maltrato.
Solo voy a establecer una generalización sobre lo que significa, la no satisfacción de las necesidades psicológicas de los niños por parte de la familia. Esta omisión es el abuso mas sutil, mas difícil de detectar, por lo tanto, mas difícil de evitar y de resolver. Solo a veces en el conocimiento mas íntimo de la dinámica familiar y las interacciones que se producen en la terapia familiar esto se pone de manifiesto.
La familia debe proporcionar un terreno de entrenamiento protegido en el cual el niño aprenda a vivir como miembro de la sociedad. La familia es la unidad social primaria universal por lo que ocupa una posición central para la comprensión de la salud en general y de la salud mental en particular. El primer ambiente social de los seres humanos es la familia. Es por un lado un lazo entre las generaciones que permite la estabilidad de la cultura y por otro lado es un elemento crucial en los cambios culturales. Es una sociedad en miniatura en la cual se adquieren los hábitos de conducta social que pueden persistir durante toda la vida. Al principio el niño depende completamente de los padres, pero mas tarde exige, y debe proporcionársele, cada vez mas independencia y autonomía en sus actividades. Es importante no pedir demasiado al niño, en lo que se refiere al autocontrol y la responsabilidad de sus acciones, al mismo tiempo si se hace demasiado por él, puede retrasarse su creatividad y el proceso de hacerse independiente.
El niño tiene necesidades psicológicas que la familia debe satisfacer ya que de no ser así se compromete el desarrollo intelectual y afectivo. El comportamiento será exactamente contrapuesto a las expectativas y esperanzas del niño y de su familia.
El afecto es una de las necesidades mayores. La no satisfacción de ella durante los primeros años produce graves cambios en la personalidad. El rasgo característico es una pobreza de respuesta emocional. No habiendo sido amados nunca, no saben que es el amor. Las relaciones interpersonales son difíciles. Son inabordables, incapaces de trabajar armónicamente en grupo, difíciles de ser influenciados positivamente. Este síndrome llamado hambre de afecto primario, es una muestra de como el omitir una acción es así mismo una acción dañina que constituye un maltrato real pero no tan evidenciable.
El juego le permite al niño "practicar" los modos de conducta social que necesita para su desenvolvimiento diario. Existe la tendencia errónea de considerar el juego una diversión un entretenimiento y no una necesidad. Es cierto que el niño se divierte jugando como todos nos divertimos en una cena, pero a nadie se le ocurre pensar que por ello la alimentación constituye una diversión. El juego estimula la creatividad y el aprendizaje, constituye una válvula de escape para las emociones ( ira, temor, celos, amor, tristeza, ansiedad, etc. ). En esa forma clara y sencilla hay que explicárselo a los padres. Una importante razón para proporcionarle al niño oportunidad de relacionarse con otros niños de edad similar con los cuales compartir y competir, se basa en el hecho de que interactuar con ellos dará por resultado un mejor ajuste social. No hacerlo puede tener muchas justificaciones, se pueden esgrimir muchos pretextos ( falta de tiempo, de espacio, de posibilidades, etc. ). pero a todas luces es injusto.
La disciplina es necesaria para que el niño aprenda a aceptar la autoridad y adquiera la capacidad de atenuar o limitar sus impulsos, prescindir de placeres inmediatos, en función de una meta futura. Tal conducta es necesaria en toda situación a enfrentar. Tanto sí la tarea es, aprender una profesión, como si es mantener una promesa, el individuo debe estar dispuesto a hacer los sacrificios necesarios para alcanzar esa meta. Surgen problemas cuando los padres esperan obediencia implícita, cuando las restricciones son demasiado numerosas, cuando las exigencias son incoherentes. También cuando los padres son demasiado tolerantes, inconsistentes o carecen de sentido de autoridad, los resultados serán inadecuados. Crea deficiencias disciplinarias si las normas de la familia difieren esencialmente de las del grupo social en su conjunto. La indisciplina es a veces señal de que los niños son rechazados, sobreprotegidos o se sienten inseguros del afecto de sus padres.
La seguridad que debe brindar la familia es fundamental para mantener alejados, temores y ansiedades, lo cual le permite centrar su atención en la adquisición de habilidades y capacidades. Un niño inseguro va a tener dificultades en su aprendizaje, en sus relaciones interpersonales y en última instancia en su personalidad.
La madurez psíquica y social para comenzar la etapa escolar depende en alto grado de la independencia que el niño haya adquirido. Esta a su vez es el resultado de la educación para la independencia que se le haya dado en la edad preescolar. Desde esa edad se le debe dar al niño cierta autonomía de acción fuera del hogar y la familia. Decidir sobre asuntos que le conciernen a su identidad por ejemplo: la ropa que desea usar, que le gustaría comer, a que prefiere jugar, escoger sus compañeros de juego etc. . Actuar con sentido de responsabilidad, emular con otros en el rendimiento. En las familias que cumplen estas premisas, con la dosificación adecuada, los niños alcanzan más rápidamente la madurez necesaria, que en aquellas que limitan exageradamente sus posibilidades reales.
El niño como todo ser humano necesita aceptación. La adscripción a un grupo es imprescindible. Ante todo, al primer grupo de adscripción al que se necesita pertenecer es a la propia familia, de allí que la aceptación por parte de ella sea tan importante. Claro esta, que si el niño no es aceptado por la familia va a encontrar también dificultades para ser aceptado por el grupo de pariguales. La pérdida de autoestima le hará difícil las relaciones en la escuela y en el juego. El rechazo puede aparecer desde el embarazo y va desde una ligera indiferencia hasta una aversión intensa. El niño a veces parece estar conforme y aceptar la situación, sin embargo se muestra inseguro. Al no ser amado puede que se muestre indiferente a sus padres. Al crecer no aprecia su hogar y se torna abiertamente resentido. Los efectos de esta ausencia de aceptación son aún más destructivos si el niño es internado en una institución.
El niño logra los elementos de su identidad individual o sea, gana conciencia de su esquema corporal, de su nombre y sexo alrededor de los dos y medio años. De ahí en adelante esta identidad individual va a ir desarrollándose hasta que, en la adolescencia ya el niño toma conciencia de individuo como tal y además conciencia de su conciencia, que es la máxima expresión de identidad. A partir de ahí la identidad va a seguir creciendo de acuerdo a las adquisiciones cuantitativas y cualitativas que va teniendo. Pero no podemos negar que lo más importante de la adquisición de la identidad ocurre en la primera infancia y la adolescencia, son dos saltos cualitativos que definen la personalidad, ya que si no se producen o lo hacen deficientemente las consecuencias son nefastas. La familia tiene como función brindar el marco adecuado para que esta identidad aparezca y se desarrolle. ello se produce de forma natural y espontanea en todas las familias normales y los detalles sutiles dependen mucho de todos los demás factores que influyen en este proceso.
El aprendizaje y la creatividad son dos atributos que deben ser estimulados por la familia ya que de ellos depende un desarrollo pleno de la personalidad. Si al niño se le reprime, desde la edad preescolar por preguntar ¿ porqué ? o ¿ cómo ?, impulsado por su curiosidad, quizás pierda o diminuya esa necesidad innata por aprender y conocerlo todo, tan útil en el aprendizaje. Una madre o un padre adecuados responderán siempre a las inquietudes de su hijo respondiendo a su curiosidad o canalizando sus necesidades de saber por la senda correcta , si es que ellos no pueden responder. Permitir que el niño experimente e interactue con sus juguetes o con objetos no peligrosos, estimulará su creatividad. No dejar usar a los niños sus juguetes porque los rompen y después exhibirlos con orgullo, como muestra de lo cuidadosos que son, nos parece un crimen contra la niñez.
Actitudes inadecuadas de los padres
Las actitudes de los padres provocan muchas veces daño permanente en el psiquismo infantil y de ellas expondremos las mas definidas.
Sobreprotección. - Es exceso de afecto, una exageración de la actitud afectuosa normal. Se usa generalmente este termino para caracterizar la conducta de las madres cuya devoción por los hijos es extraordinariamente intensa. No permiten que intereses competidores se interpongan en sus deberes maternales y así reducen las actividades en otros aspectos de la vida ( conyugales, sociales, intelectuales etc. ) a un mínimo. Se dividen en dos grandes grupos: las puras y las culpables compensadoras. Las puras son mujeres que muestran excesivo cuidado hacia sus hijos por verdadera devoción. Las culpables compensadoras. Son mujeres que protegen extraordinariamente a sus hijos para ocultar o compensar actitudes hostiles o de rechazo de la que generalmente no se percatan. La mala conducta del hijo, consecuencia directa de la solicitud excesiva de la madre puede conducir a un rechazo secundario. La sobreprotección por parte de las abuelas es frecuente. pero también puede haber sobreprotección por parte del padre, el abuelo, los hermanos u otra persona que viva en el hogar. Los factores que provocan la sobreprotección de la madre se pueden dividir en tres grupos: impulso maternal excesivo, factores externos ( pérdida de un hijo, maternidad tardía etc. ) y privación emocional sufrida por la madre durante su primera infancia.
Permisividad. - El niño recibe todo lo que quiere, siempre que sea económicamente posible y se le deja hacer todo lo que desea. Las hijas de madres excesivamente afectuosas o sobreprotectoras son muchas veces permisivas. Los padres cuya niñez ha sido insatisfactoria a causa de limitaciones o penurias económicas a menudo se muestran excesivamente permisivos. La permisividad impide el desarrollo emocional del niño manteniéndolo en un estado de dependencia infantil. El niño mimado, es un niño exigente, acostumbrado a tener lo que desea, que insiste en una pronta respuesta. Sus demandas son a menudo irrazonables, porque todas las solicitudes razonables ya han sido satisfechas. Espera ser lisonjeado y se lleva mal con otros niños que no ceden ante él. No puede confiarse en su comportamiento cuando esta de visita. Es posible que los padres al final se muestren irritados.
Exceso de ansiedad. - El exceso de ansiedad se ve a menudo en los padres cuando ha existido una enfermedad grave o muerte de algún hijo. Es también frecuente en familias con un solo hijo. Se asocia generalmente con afecto exagerado, sobreprotección y permisividad. Las actividades del niño se limitan por miedo a que contraigan una enfermedad o que sufran un accidente. No se le permite jugar con otros niños o practicar un deporte. No se le permite salir sin la compañía de un adulto. El niño generalmente responde con miedo, timidez, cobardía y vergüenza. Le hace dependiente de sus padres y es posible que se vuelva aprensivo y ansioso acerca de su salud.
Rechazo. - Es posible que se produzca el rechazo en cualquier conjunto de circunstancias en que el hijo no sea deseado. Sin embargo los hijos no deseados pueden llegar a ser amados y los hijos deseados a veces son rechazados. La mayoría de las madres que rechazan a sus hijos son inmaduras, inestables, neuróticas y en ocasiones realmente psicóticas. Muchas de las madres que rechazan a sus hijos han sido rechazadas cuando niñas. Las características que se encuentran con mayor frecuencia en los padres son la discordia, la falta de afecto, la aversión a la gestación, el matrimonio forzado, o matrimonio que encontró oposición entre los parientes o interfirió en la carrera universitaria. El rechazo no es poco frecuente cuando el niño tiene un grave defecto como: parálisis cerebral, retraso mental, invalidez, defectos sensoriales o autismo.
Los padres a veces rechazan al hijo por no ser del sexo deseado. El rechazo puede ser abierto, es decir obvio y reconocido por el padre y la madre o puede estar oscurecido por esfuerzos conscientes o inconscientes de ocultarlo. La conducta de los padres hacia sus hijos se caracteriza por: severo castigo, desprecio, regaños, indiferencia, irritación, amenazas, trato incoherente, suspicacia, resistencia a gastos y desfavorables comparaciones con otros hermanos y niños. El defecto de personalidad que más sobresale en el niño rechazado es la falta de un sentimiento de pertenencia. La ansiedad puede ser prominente. Cuando el rechazo de los padres es abierto, generalmente el hijo reacciona con agresividad y deseo de tomar represalias mezclado con hipersensibilidad e infelicidad. Es probable que se muestre egoísta, resentido, vengativo, desobediente, pendenciero e hiperactivo. No son raros el robo, las rabietas, las mentiras y las escapatorias.
Exceso de autoridad. - Algunos padres son incapaces de aceptar al hijo tal como es pero exigen que actúe de conformidad con las ideas de ellos. Se ejerce un gran esfuerzo y excesiva autoridad para tratar de " enseñarles ". Los padres con un sentimiento de inferioridad asumen una actitud dominante para mantener su dignidad. En ciertas familias hay una creencia de que esta es la mejor forma de preparar al niño para el futuro. Una respuesta característica del niño pequeño a la autoridad excesiva es sumisión acompañada de resentimientos y evasión. A veces recurre a la lentitud en el comer, el vestir, el bañarse etc. . La rebelión abierta contra la excesiva autoridad se manifiesta en conducta inquieta, mentir, robar, faltar a la escuela.
Identificación. - La identificación de los padres se refiere a la actitud de los progenitores que vuelven a vivir su vida en su hijo y desean para él ciertas ventajas que no pudo obtener para sí. Es una actitud natural en los padres pero puede exagerarse mucho. Los padres con esta actitud puede que imponga sus intereses en el deporte, la música o el prestigio social, al hijo. Los padres con esta actitud por lo general están sinceramente deseosos de ayudar a su hijo y a menudo se les puede hacer comprender la verdadera situación.
Perfeccionismo. - Se caracteriza esta actitud por la necesidad de alcanzar la perfección en todo lo que se emprende. Cuando nace un hijo su crianza se considera como algo que se necesita hacer bien. Se concentran todos los esfuerzos en el lactante y en alcanzar notables éxitos mientras el niño permanezca receptivo. Al avanzar el desarrollo y aumentar la necesidad de conducta independiente, la madre, lejos de aceptar la etapa más madura del niño, concentra todas sus energías en modelarlo según su plan. Va continuamente tras él, con sugerencias, consejos e instrucciones. La necesidad de obtener un resultado perfecto se aplica no sólo al hijo, sino al aspecto de ella, a su hogar, a sus tareas domésticas. Al crecer el niño, se le niega aprobación y se da poco crédito a su aprovechamiento. Es característica la presión ejercida sobre el hijo para que alcance el primer lugar en muchos campos. Un niño pequeño no puede comprender esa necesidad tan exagerada de orden y perfección. A menudo el niño reacciona con mal dormir, anorexia, hábitos nerviosos y conducta inquieta.
Exceso de crítica. - Algunos padres tratan al hijo como un ser inferior y a menudo le ridiculizan y humillan. El orgullo del niño se lastima y pierde la estimación de sí mismo. Se siente inferior a sus compañeros, infeliz, tímido, insatisfecho. Puede reaccionar con : tensión emocional, hiperactividad, hábitos nerviosos, retraimiento, volverse indebidamente dócil y tímido o reaccionar con conducta agresiva y desafiante. .
Inconsistencia. - La disciplina, para que tenga éxito es decir, para que sea aceptada, supone que por parte de los padres haya una clara conciencia de las necesidades del niño para madurar y el respeto que ello implica. El niño debe aprender a tener consideración hacia otros y a respetar la propiedad ajena. Los problemas disciplinarios pueden comenzar durante el período en que surge la dependencia de sí mismo, o sea, la autonomía. La disciplina debe ser consistente. El niño debe saber por qué, debe saber además lo que puede y no puede hacer. Debe saber, que sí transgrede inevitablemente recibirá desaprobación. La confusión que produce la inconsistencia de permitir algo en una ocasión y rechazar lo mismo en otra, de acuerdo con el estado de ánimo de los padres, es razonable que ejerza un efecto adverso en los niños. Estímulos inconsistentes producen neurosis en los animales, por lo que podemos deducir que en los niños, seres más sensibles, tengan también repercusiones negativas. El niño puede que reaccione haciendo lo que desea o lo que es peor no sabiendo que hacer, mostrándose indeciso como conducta habitual. Como resultado de todo esto, llegan a veces a despreciar la autoridad no sólo del hogar, sino del mundo exterior también.
Hemos expuesto en síntesis apretada nuestro criterio acerca de que es el maltrato psicológico, como la tradición y las reglas familiares que se derivan lo encubren y lo justifican. Como se puede maltratar por acción dañina o por omisión de la satisfacción de una necesidad psicológica.
Somos optimistas confiamos en que esa poderosa institución, la Familia sea capaz de asimilar estas concepciones para prevenir, atenuar o eliminar todo aquello que atente contra la felicidad de nuestros niños y de la propia familia. Estamos nosotros comprometidos y obligados a hacerles llegar este mensaje de amor y solidaridad. Es evidente que para que la familia logre esta objetivo tiene que conocer y ser capaz de controlar todas las influencias perniciosas que la modernización, la urbanización y los medios masivos de comunicación pueden ejercer sobre esas personalidades en formación. Es por ello que la violencia familiar no sólo puede surgir en el seno de esta sino que puede ser inducido desde fuera por esos "maravillosos" medios. Corresponde entonces a la familia " filtrar " esa poderoso influjo, que bien administrado puede ser de enorme utilidad.
Tratamiento Preventivo
En vista de que estamos enfocando en este momento el maltrato como un factor de riesgo creo oportuno enunciar algunas medidas que debemos aplicar cuando detectemos este hecho con el propósito de prevenir. Padres, maestros, equipo de salud, deben conocer que toda acción terapéutica es una intervención colectiva. La primera acción debe ser establecer contacto con la familia para diferenciar las dificultades del niño de las dificultades de ella. e identificar las conductas saludables (factores protectores). Adecuar la disciplina consciente, sin perder la calma (control y sabiduría ). Si algún familiar presenta trastornos debe ser tratado.
Cuando el sistema familiar está totalmente desestructurado o la dinámica interaccional es muy patológica, se hace necesaria la terapia familiar.
Al niño hay que escucharlo con atención. Muchos piensan que el castigo es por su bien. Tienen dificultad para hablar de ello por miedo o por lealtad. Creer en él, darle confianza y garantizarle que se le va a ayudar. Ayudarle a valorar su cuerpo, en contraposición al sufrimiento padecido. Mediante: Representaciones teatrales, expresión corporal, deportes, etc. , permitir expresar la agresividad a través del juego, la pintura, la cerámica. Reconocer sus capacidades y habilidades. Reforzar y alentar sus logros.
El maltrato es un acto que nos muestra el lado oscuro de la vida humana. Es manifestación de la capacidad que tenemos para ser intolerantes y agredir destruyendo. Es un acto impulsivo, irracional y casi siempre impredecible. Es la vivencia del odio, en que se descarga la cólera contra alguien indefenso que, además, depende de nosotros. Es abuso de poder, opacamiento del amor y desaparición de la capacidad de proteger. Es no reconocer que el niño es tan persona como el adulto. Un ser único y diferente. Todo niño maltratado sufre, necesita ayuda. Está muy asustado y desconfiado de los adultos Creen ser merecedores del maltrato ( “me lo hacen por mi bien” ). Todo maltrato físico es maltrato emocional.
En salud mental infantil asistir es también prevenir.
Como resultado del abuso hay niños que se refieren con odio a su yo. Ante un niño víctima de repetidos abusos se descubrió que un maestro lo trataba amablemente. Ese hecho se identificó como un “logro aislado” ( Ver Ténicas narrativas ) y se procedió a hacer preguntas para incitar al niño a darle significación, como las siguientes :
· ¿Que hizo que tu maestro se diera cuenta de que (el adulto que perpetró el abuso ) estaba ciego?.
· ¿Que parte de ti le dijo esto a tu maestro?
· ¿Que le hizo saber a tu maestro lo que tú conoces de ti mismo? ¿ Si ese adulto no hubiese estado tan ciego como habría modificado su actitud respecto a ti ? ¿Crees que tu vida habría sido diferente si este hubiera sabido lo que hay que saber sobre ti?
Estas preguntas que hacen circular versiones alternativas y las que hacen adquirir conciencia de la producción de las producciones, socavan el odio de sí mismo y se oponen a la mutilación de su vida y de su futuro.
Atender es escuchar y contener los afectos. Una de las funciones de la terapia es ayudar a entender lo que se siente y lo que se piensa, promoviendo la expresión verbal de lo que aflige. Es escuchar con calidez y atención lo que la persona siente y dice que le ha ocurrido. Sólo escuchando es posible contener sus afectos, es decir, creerle y ayudarle a entender lo que la confunde, la abruma, la hace sentir culpable, temerosa o llena de rabia. Intervenir exige que estemos dispuestos a comprometernos con el conflicto pero, discriminando entre nuestros sentimientos y recuerdos de los que pertenecen al paciente.
Si queremos reemplazar a los padres o nos llenamos de rabia, no podremos ayudar. Si la situación nos sobrepasa emocionalmente y somos conscientes de ello hay que desistir Discutir casos en grupo es muy útil y sano.
Algo muy en boga en los últimos tiempos son las acciones para la promoción de factores protectores orientadas a que las familias sean capaces de:
Conocer, reconocer, promover y reforzar actitudes y conductas incompatibles con el maltrato y que aseguren la protección y cuidado de los niños. (Figura 3 )
El maltrato de los medios masivos de comunicación
La salud es el bien más preciado del ser humano. " Los niños nacen para ser felices " dijo José Martí. Todo aquello que atente contra la felicidad de un niño va en contra de su salud mental y es un crimen que debemos poner en evidencia. La salud depende de dos grandes grupos de factores. Los primeros son los constitucionales o genéticos que marcan al ser humano, a veces desde el nacimiento y de los cuales no nos vamos a ocupar ahora. El otro grupo de factores de los cuales depende el estado de salud de un individuo son los medioambientales, los cuales además ejercen su influencia en los genéticos y constitucionales, cada día de forma más evidente. En lo que a salud mental se refiere esos factores del medio van a tener una importancia aún más relevante.
Si centramos nuestra atención en los niños, entonces se ponen de manifiesto aún más las influencias de los factores externos, ya que en estas edades son los individuos especialmente susceptibles, receptivos y moldeables. Se benefician y perjudican mucho mas de ese interaccionar con el medio que lo rodea. Si tenemos en cuenta que las huellas de estas influencias negativas o positivas son a veces definitivas y afectan el proceso de formación de la personalidad del individuo, podemos entonces valorar exactamente la necesidad de estudiar y profundizar en esos factores para tratar de modificarlos en sentido positivo o al menos controlarlos de modo que el daño sea el menor posible.
Vamos a escoger uno sólo de ellos aunque reconocemos que ni con mucho es el único que interviene en la salud mental de los niños. Este factor se refiere a los medios masivos de comunicación.
Se hace cada vez más evidente que los medios masivos de comunicación ejercen una influencia extraordinaria en la vida diaria de la familia en sentido general y de los niños en sentido particular. Esa influencia sobre lo cotidiano y que a veces se subvalora va a repercutir, según nuestro criterio, en la salud de los individuos de forma negativa, por lo que constituye una forma de maltrato infantil muy sutil y muy difícil de condenar. Es necesario divulgarlo y señalarlo para que los padres adquieran conciencia clara del daño al que exponen a sus hijos cuando esta información les llega de manera indiscriminada y abrumadora. Dentro de los medios masivos de comunicación haremos especial énfasis en las publicaciones periódicas (diarios, revistas, etc. ) la televisión ( por cable, habitual, video-juegos, etc. ) y el cine.
Si examinamos el contenido de la prensa diaria, en otros países, veremos al instante como se exageran y destacan los hechos delictivos contra la propiedad y las personas, llevando la inmoralidad y la agresividad a un plano de espectáculo que en nada ayuda a la formación de una personalidad estable y adecuada en los niños. Habitualmente estos mensajes no van acompañados de un análisis o una crítica del hecho en sí, lo cual evidentemente atenuaría los efectos negativos que ello tiene.
Las publicaciones del tipo revistas adolecen, a veces del mismo defecto sumándosele en este caso un hecho particular dado por las revistas pornográficas que enajenan, pervierten y distorsionan algo que puede ser tan sano, tan tierno y tan dulce como la sexualidad humana. Pero además lo más criminal es que, en ocasiones, los protagonistas de estas repugnantes publicaciones son niños.
Si nos detenemos a examinar el contenido de la programación de la televisión nos encontramos que en la mayoría de los países desarrollados veremos un cuadro aterrador. Una exaltación de la violencia, con efectos especiales que la hacen aún más impactante. Hemos visto como esto afecta a un niño, cuando es tímido, ya que va a limitar aún más sus relaciones sociales. Así como afecta un niño con agresividad no socializada, ya que estimula sus impulsos agresivos y de alguna manera los justifica. Personajes muy populares muestran malos hábitos en el lenguaje, la conducta moral y ética y se presentan como si fuera lo habitual o normal, lo cual lógicamente pueden ser tomados como modelo negativo por los niños. Un ejemplo muy frecuente es utilizar un alcohólico como personaje cómico, para generar risa, pero que al mismo tiempo hace agradable o simpático al " beodo ".
El uso excesivo de escenas en que aparecen los tragos y las copas como fondo de momentos de felicidad, placer o ternura, pueden condicionar la idea en los niños de que ambas situaciones forman parte de un todo único, con las repercusiones lógicas que se derivan. La drogadicción se muestra sin un análisis crítico de sus consecuencias, lo cual confunde a los niños y adolescentes en cuanto a, si los efectos placenteros que producen no son tan " malos " como dicen sus padres, sus maestros y la propia televisión en otros programas. La delincuencia y los delincuentes se muestran muchas veces en forma tan heroica, con tantas ventajas materiales, con tanto poder y con tanta impunidad que es muy difícil reducir por la lógica, el error de apreciación en que suelen caer los niños.
En los países subdesarrollados gracias a la magia de la telecomunicación vía satélite, todo esto le llega importado con el agravante de contribuir a la aniquilación de la cultura autóctona y sus valores positivos. Entonces éste que puede y debe ser un instrumento de comunicación entre los pueblos, que sirviera de factor de enriquecimiento espiritual para los niños, se convierte en un vehículo de transmisión de todo lo nefasto e injusto que se pueda engendrar en la mente enferma de alguna gente Encuestas realizadas en países altamente desarrollados señalan que : El 62 % de los niños ve T. V. todos los días. El 58 % lo hace inclusive antes de ir a la escuela El 87 % lo hace también a su regreso. Sólo el 2 % no ve T. V. en días de clases. Hay países en los cuales los niños ven un promedio de 3 a 4 horas de televisión Hay niños que opinan que cuando ven un programa de acción con peleas, armas de fuego y choques de autos, sienten como si ellos fueran los protagonistas. El alto contenido de mensajes agresivos, pornográficos, generadores de adicciones e impunidad no se puede justificar con un final “positivo”, ya que los niños pequeños no lo pueden abstraer. Recordar que el niño aprende en un alto % por medio de la “imitación". La televisión puede ser una influencia poderosa en el desarrollo de un sistema de valores y en la formación del comportamiento. Los estudios hechos sobre los efectos de la violencia en la televisión han demostrado que los niños pueden volverse “inmunes” al horror de la violencia, aceptar la violencia como un modo de resolver problemas, imitarla o identificarse con algunos personajes ya sean víctimas o agresores.
Existen opiniones muy autorizadas que plantean que los televisores, como los cigarrillos, deberían venir con una etiqueta de advertencia. En una encuesta hecha en norteamerica sobre los hábitos televisivos se les preguntó a más de mil personas sobre que estímulo los induciría a dejar de ver televisión. Los resultados son sorprendentes. Un 46% señaló que no dejaría de ver televisión por menos de un millon de dólares y el 25% afirmó que no lo harían ni siquiera por esa suma. La televisión en si misma no es mala, lo que impide el crecimiento de las capacidades emocionales del niño es el tiempo pasivo frente al aparato y las dificultades que hay para fijarle límites a nuestros hijos en éste sentido.
Algunos colegas me han alegado que esta programación esta elaborada para adultos y que es responsabilidad de los padres no permitir que sus hijos vean esos programas. Sabemos que no todos los padres tienen los conocimientos suficientes para darse cuenta de lo dañino que resulta lo expuesto. Lo más dramático es que la programación dirigida a niños y adolescentes no esta exenta de los mismos efectos negativos ya señalados, los cuales magnificados por la fantasía infantil y analizados por un pensamiento pre-lógico o lógico-concreto pueden producir consecuencias impredecibles. Para que los padres puedan proteger a los niños de está violencia excesiva deben: prestarle atención a los programas que los niños ven, establecer límites en el tiempo, señalar que aunque en realidad los daños que ellos ven no son reales la violencia en la vida real si produce daño, explicarle lo malo de algún programa no dándole aprobación a lo que ven, comunicarse con otros padres para lograr un acuerdo de establecer reglas similares para evitar la presión de los amiguitos. También deben tomar medidas para prevenir los efectos dañinos en temas raciales y sexuales mal manejados por la televisión.
La televisión por cable que, afortunadamente no ha llegado a nuestro país, transmite programas y películas que no se permiten por los canales habituales ( debido a su contenido ), también puede estar al alcance de los niños si permanecen en sus casas solos o acompañados de personal doméstico poco escrupuloso o sencillamente ignorante de las consecuencias que esto puede tener. A ese aparato doméstico tan maravilloso como es un televisor, se le ha añadido otro ingenio tecnológico que son los juegos computarizados, que además, de ser muchos de ellos agresivos, alejan a los niños de los juegos tradicionales que sabemos tienen un papel importantisimo en la formación de la personalidad. De que manera se va a socializar ese niño que sólo ve televisión y juega ( cuando tiene esa posibilidad ) con ese mismo equipo. Cómo aprende a relacionarse con sus coetáneos, si sólo mantiene contacto con ellos en la escuela, en la cual la relación social esta condicionada por las necesidades del proceso enseñanza-aprendizaje, con sus lógicas limitaciones. El juego con pariguales cumple funciones insustituibles en el aprendizaje de una conducta social adecuada, de normas de relación armónica, de autoestima, de control de impulsos, de respeto a las reglas, de defensa de derechos, etc.
Estas tecnologías hacen que los niños jueguen menos y se enajenen cada vez más. Si todo esto fuera poco, existen evidencias claras de que en niños susceptibles, pueden desencadenar crisis convulsivas por el bombardeo de fotoestímulos a que se ven sometidos por el tiempo excesivo ante tubo de pantalla del monitor del video-juego.
El cine adolece de las mismas deficiencias de la televisión y aunque las cintas pueden tener clasificación de " no aptas para menores " , por lo que no se les permite a ellos la entrada en las salas de exhibición, después vemos con asombro como se pasan esas mismas películas por la televisión.
Es un deber ineludible para todos nosotros hacer conocer a los organismos competentes que hay que prevenir esta acción dañina hacia nuestros niños, que es un maltrato muy sutil, pero muy real. Lo ideal sería que los escritores de todas estas publicaciones, programas, telenovelas y cintas cinematográficas adquirieran conciencia de lo perjudicial de su actitud y que el contenido de sus escritos tuviera un sentido positivo, educativo y formador.
Proponemos en concreto para aliviar en algo esta situación medidas educativas, de asesoría y de control como sigue:
Las medidas educativas irían encaminadas a mostrarle a la familia los daños que se producen en sus hijos si no dosifican en cantidad y calidad la información que les llega por los medios masivos de comunicación. Una forma muy concreta y eficaz que hemos usado sistemáticamente es la escuela para padres . Es muy importante no confundir los términos y dedicarnos a emitir conferencias o ponencias frente a un número determinado de padres, sino que lo educativo es establecer una dinámica grupal, dirigida por un experto, en la cual se debaten las expectativas latentes y patentes. Se introducen terapéuticamente y con la técnica adecuada, temas que queremos hacer llegar preventivamente. Otra medida educativa irá encaminada a introducir en los programas de la enseñanza primaria y secundaria asignaturas con contenidos tendentes a promover la salud mental de los alumnos y dotar a los muchachos de los conocimientos necesarios para que estos ataques masivos contra su psiquísmo no hagan tantos estragos.
Las medidas de asesoría irían dirigidas hacia los directores de programas, de filmes, telenovelas etc. para que eliminaran o atenuaran estos contenidos dañinos. También sería conveniente asesorar a los funcionarios estatales que deben ejercer el control sobre el contenido nocivo de estos materiales para que puedan científicamente combatirlo.
Las medidas de control deben ser implementadas por un organismo estatal que vigile y restrinja la aparición de estos contenidos innecesarios para la consecución de la obra artística o de la función de información, que además no contribuyen a la exaltación de la cultura del que lo recibe, sino todo lo contrario. Es casi obligado que los autores de los artículos, telenovelas, programas infantiles, cintas cinematográficas, etc. protesten contra este control y enarbolen el sacrosanto derecho de la libertad de expresión y de la necesidad de expresar artísticamente la realidad. Yo pienso que no debe existir ninguna libertad para agredir la mente pura de nuestros niños, que más que libertad lo que existe es contemplación de un crimen, y contemplar un crimen sin condenarlo es cometerlo. Es cierto que el arte tiene que reflejar la realidad, pero el arte también tiene el deber y el propósito de embellecer esa realidad, de reflejarla positivamente para disfrute del que contempla la obra artística. El arte como manifestación excelsa de la cultura, como máxima expresión de la creatividad humana , está obligado a enriquecer esa cultura de la cual es parte inseparable y a la cual se debe.
La información debe estar en función de prevenir a la población de todo aquello que le pueda dañar, en el más amplio sentido de la palabra, pero si lleva en sí misma un daño potencial, entonces deja de ser libre para convertirse en esclava de los más mezquinos intereses y al servicio de lo más negativo y perverso.
El arte puede ser todo lo creativo que su autor sea capaz de elaborar pero si al mismo tiempo es bello, es dulce, es tierno, es educativo y produce en el que lo observa un sentimiento de disfrute sano y positivo, entonces será doblemente artístico, pues crea la obra y coadyuva a la creación de seres humanos más solidarios, más sensibles, y más felices.
Programa de prevención del Maltrato Infantil ( ANTEPROYECTO)
• Propósito
• Elevar el nivel de bienestar psicosocial de niños, adolescentes y sus familias.
• Objetivos Generales:
• Disminuir la incidencia y prevalencia de violencia y maltrato en las familias.
• Promover un modelo de abordaje intersectorial y comunitario.
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Programa de prevención del Maltrato Infantil( Anteproyecto )
• Objetivos Específicos:
• Realizar actividades para la prevención y atención del maltrato.
• Integrar estas actividades a redes locales.
• Realizar el seguimiento epidemiológico.
• Estrategias:
• Enfoque de riesgo
• Coordinación intersectorial
• Participación comunitaria
• atención reforzada.
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