PUBLICIDAD-

Estrés y ansiedad. Relación con la cognición.

Autor/autores: Pedro González Leandro
Fecha Publicación: 01/03/2010
Área temática: Ansiedad, Trastornos de ansiedad y relacionados con traumas y factores de estrés .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Este trabajo consta de tres apartados. En el primero revisamos los tres enfoques teóricos clásicos que han abordado el estudio del estrés: el estrés como respuesta fisiológica, el estrés como estímulo o demanda ambiental, y el estrés como un proceso de evaluación de demandas y recursos disponibles. En el segundo presentamos una conceptualización teórica de la ansiedad, la diferenciación entre este término y el de miedo, la evolución de la ansiedad en los distintos Sistemas Psicológicos y sus dos componentes básicos: rasgo y estado. También se aporta información acerca de los instrumentos ideados para el registro de ambos componentes. El último apartado, y a la vez más innovador, es el referido a la relación entre estrés, ansiedad y cognición. En él describimos el marco teórico unificado de estos tres elementos, propuesto por Gutiérrez-Calvo (2000). Según este marco, en el proceso de estrés-ansiedad intervienen tres fases: valoración, reacción y proacción, a las que hay que añadir dos elementos que anteceden y moderan el proceso: las demandas ambientales (donde consideramos los factores de severidad, inminencia y probabilidad de ocurrencia del estresor) y el rasgo de ansiedad (como exponente máximo de vulnerabilidad al estrés). Esta propuesta es relevante porque plantea una interdependencia entre cognición y emoción, y a nivel experimental ofrece una explicación a los sesgos cognitivos en el procesamiento de información (atención e interpretación) y de memoria, en función del estrés y la ansiedad.

Palabras clave: estrés, ansiedad


VOLVER AL INDICE

Url corta de esta página: http://psiqu.com/1-1043

Contenido completo: Texto generado a partir de PDf original o archivos en html procedentes de compilaciones, puede contener errores de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas.

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

Mª Dolores Castillo1 y Pedro González Leandro2
1
2

Dpto. de psicología Cognitiva, Social y Organizacional
Dpto. de personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos

Universidad de La laguna (Tenerife, España)
dcvillar@ull. es

RESUMEN:

Este trabajo consta de tres apartados. En el primero revisamos los tres enfoques teóricos clásicos
que han abordado el estudio del estrés: el estrés como respuesta fisiológica, el estrés como estímulo
o demanda ambiental, y el estrés como un proceso de evaluación de demandas y recursos
disponibles. En el segundo presentamos una conceptualización teórica de la ansiedad, la
diferenciación entre este término y el de miedo, la evolución de la ansiedad en los distintos Sistemas
Psicológicos y sus dos componentes básicos: rasgo y estado. También se aporta información acerca
de los instrumentos ideados para el registro de ambos componentes. El último apartado, y a la vez
más innovador, es el referido a la relación entre estrés, ansiedad y cognición. En él describimos el
marco teórico unificado de estos tres elementos, propuesto por Gutiérrez-Calvo (2000). Según este
marco, en el proceso de estrés-ansiedad intervienen tres fases: valoración, reacción y proacción, a
las que hay que añadir dos elementos que anteceden y moderan el proceso: las demandas
ambientales (donde consideramos los factores de severidad, inminencia y probabilidad de ocurrencia
del estresor) y el rasgo de ansiedad (como exponente máximo de vulnerabilidad al estrés). Esta
propuesta es relevante porque plantea una interdependencia entre cognición y emoción, y a nivel
experimental ofrece una explicación a los sesgos cognitivos en el procesamiento de información
(atención e interpretación) y de memoria, en función del estrés y la ansiedad.


1. EL ESTRÉS. ENFOQUES TEÓRICOS

El término estrés procede del inglés stress, donde se utiliza en Física para designar los
efectos de una fuerza externa sobre los materiales, y que al rebasar una determinada magnitud
produce deformaciones, e incluso su destrucción.

Hans Selye empleó este concepto por primera vez en el

ámbito de la salud y

progresivamente se ha introducido en áreas tan diversas como la psicología, fisiología, medicina, el
medio laboral, etc. El estrés es un fenómeno complejo del que, a pesar de haber transcurrido casi
medio siglo desde que se iniciaran los primeros estudios, aún no existe una definición
universalmente aceptada. Sin embargo, ello no ha sido óbice para que haya generado un
considerable volumen de investigaciones, especialmente en las tres últimas décadas (1). Por otra
parte, el término goza de tal popularidad en la actualidad, como probablemente ningún otro término
en psicología. Hasta tal punto forma parte de nuestra vida y del lenguaje cotidiano que Selye ha
llegado a calificar nuestra época como la "época del estrés" (Selye, 1993, p. 7) (2).

El estrés ha sido estudiado desde tres enfoques teóricos: a) como los estímulos, agentes o
condiciones ambientales externos, generalmente nocivos, que actúan sobre el organismo; b) como
respuesta fisiológica del organismo ante dichos agentes; y c) como un proceso de valoración, toma
de decisiones y afrontamiento de situaciones.

1. 1. EL ESTRÉS COMO RESPUESTA FISIOLÓGICA

Selye (3, 4, 5) es el máximo representante de este enfoque teórico. A él se deben las primeras
observaciones y descubrimientos que le condujeron a introducir este concepto en los organismos.
Sin embargo, antes de adentrarnos en su teoría

hay que mencionar dos conceptos previos para

comprender los desarrollos sobre el estrés. Estos conceptos son: el equilibro o constancia del medio
interno corporal, propuesto por Claude Bernard (1815-1877) y la homeostasis, desarrollado por
Cannon (1932) (6). Para Bernard el medio interno de un organismo vivo debe permanecer constante
a pesar de los cambios en el ambiente externo. Por su parte la homeostasis

se refiere a la

capacidad que tiene todo organismo para mantener constante un equilibrio interno, cuando éste ha
sido alterado por las demandas del medio. A la respuesta fisiológica ante dichas demandas, Cannon
le llamó "reacción de lucha o huída", resaltando su funcionalidad adaptativa, en tanto que prepara
metabólicamente al organismo para enfrentarse a la situación, bien luchando contra ella o
emprendiendo la huida. Selye recogió los planteamientos de Cannon y los integró en lo que definió
como el patrón de respuesta de estrés o síndrome General de Adaptación1.

1

El autor acuñó esta denominación para expresar los siguientes aspectos: "Síndrome" porque se trata de múltiples síntomas
-2que se presentan conjuntamente, dando lugar a un patrón de respuesta complejo; "general" porque es indiferente a las
11º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

1. 1. 1. EL SÍNDROME GENERAL DE ADAPTACIÓN

Para Selye (3) el estrés es un patrón de respuesta inespecífica del organismo ante cualquier
demanda, independiente de su naturaleza, que suscita la necesidad de adaptación o ajuste por la
alteración que provoca en el sistema homeostático. Cualquier estímulo con capacidad para provocar
este tipo de reacción puede ser un estresor. La respuesta al estresor no es única y distintiva, sino
un conjunto de respuestas inespecíficas (es decir, comunes) que implica un esfuerzo del organismo
por adaptarse y sobrevivir a las demandas impositivas del estresor.

El síndrome General de adaptación (SGA) consta de tres fases: fase de reacción de alarma;
fase de resistencia y fase de agotamiento.
1. fase de reacción de alarma. Esta fase tiene dos momentos: choque y contra-choque. El
primero consiste en la reacción inicial del organismo ante la aparición del estresor. Implica una serie
de cambios neuroendocrinos (v. gr. , incremento de presión arterial, ritmo cardíaco, tensión
muscular, nivel de catecolaminas, etc. ) a fin de preparar al organismo para enfrentarse al estresor.
Esto se hace más evidente en la fase de contra-choque, donde se movilizan las conductas
específicas adecuadas para cesar el estresor y restablecer el equilibrio homeostático. La alteración
de la activación fisiológica que se produce, característica en esta fase, se debe a la intervención de
los ejes neural y simpático-médulo-adrenal (ver apartado siguiente). Si la situación se mantiene
(bien por la persistencia del estresor o por la inoperancia de las conductas emitidas) se entra en la
segunda fase o fase de resistencia.

2. fase de resistencia. En esta fase el organismo, en cierta manera, trata de adaptarse al
estresor, ante la imposibilidad de mantener de forma prolongada el elevado nivel de activación de la
reacción de alarma. A pesar de ello, continúa la elevada activación fisiológica, debido a la actuación
del eje hipófiso-córtico-suprarrenal. Sin embargo, se produce una mejora y desaparición de algunos
de los síntomas fisiológicos alterados en la fase previa. Por ejemplo, la rama parasimpática trata de
disminuir los índices cardíacos, se observa una reducción en la activación del córtex adrenal, etc. Si
el estresor desaparece, entonces finaliza el proceso; en caso contrario, se pasa a la siguiente fase.

3. fase de agotamiento. En esta última fase el organismo carece de las reservas adaptativas
necesarias para hacer frente al estresor, aún presente. El resultado es el agotamiento del
organismo, pudiendo significar su muerte.

características personales y a las del tipo de estresor que lo provocan con efectos en varios sistemas del organismo; y
"adaptación" porque implica un esfuerzo del organismo por sobrevivir.
-311º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

1. 1. 1. 1. Mecanismos implicados

El incremento general de activación fisiológica que caracteriza a la respuesta de estrés se
produce como consecuencia de la puesta en funcionamiento de los siguientes mecanismos o ejes
neurales, neuro-endocrinos y endocrinos.

A. El eje neural y el eje neuro-endocrino (simpático-méduloadrenal)

La aparición del estresor -fase de reacción de alarma- produce una activación en los sistemas
nerviosos autónomo y somático (ambos incluidos en el eje neural), que desencadena las acciones
correctivas correspondientes, aunque de breve duración (véase Fernández-Abascal (7)

para un

análisis más específico de las acciones de ambos sistemas). Para el mantenimiento de la reacción
de estrés se precisa la participación del eje simpático-médulo-adrenal. El proceso se inicia cuando la
rama simpática del SNA activa la médula suprarrenal, la cual reacciona liberando catecolaminas
(adrenalina y noradrenalina). Cuando estas sustancias llegan a los diversos órganos y tejidos, por
medio del flujo sanguíneo, producen un conjunto de respuestas fisiológicas que preparan al
organismo para hacer frente a la situación de emergencia. Por ejemplo, se incrementa la actividad
del sistema cardiovascular (v. gr. , presión arterial, frecuencia

cardíaca, etc. ); se produce una

tensión muscular generalizada; ocurren cambios metabólicos (v. gr. , aumento de hiperglucemia,
liberación de lípidos, etc. ), y el sistema activador reticular ascendente (SARA) produce una elevación
del nivel de alerta general del organismo.

B. El eje hipófiso-cortico-suprarrenal

La activación de este eje se produce cuando las respuestas al estrés son más crónicas y
prolongadas (fase de resistencia del SGA). Interviene el hipotálamo, la hipófisis

y la corteza

suprarrenal. El proceso comienza con la liberación de corticotropina del hipotálamo, que al llegar a la
hipófisis ésta reacciona liberando la hormona adrenocorticotropa (ACTH). Una vez incorporada esta
hormona en el flujo sanguíneo, alcanza las células de la corteza suprarrenal y produce
glucocorticoides, como el cortisol. Éstos, a su vez, se difunden por los tejidos reparando los efectos
producidos por el estrés (v. gr. , anti-inflamatorios). Ahora bien, al igual que ocurre con otros
sistemas endocrinos, el cortisol puede ejercer un feedback negativo sobre la producción de ACTH de
la hipófisis, y también sobre el hipotálamo. En ambos casos, inhibiendo su actividad. De este modo,
los glucocorticoides (cortisol) estarían implicados en el control de los efectos de sobreactivación del
sistema simpático, a fin de restaurar el equilibrio homeostático y frenar el desgaste excesivo. Sin
embargo, si las situaciones estresantes se prolongan,

los efectos inhibidores mencionados se
-4-

11º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

anulan. Pueden alcanzarse niveles elevados de ACTH y de cortisol, y aumentar también la
estimulación nerviosa hipotalámica, ocasionando efectos perniciosos en el organismo (v. gr. ,
disminución de respuestas inmunitarias, incrementos en la presión arterial y tasa cardíaca, daños en
los tejidos y aparición de enfermedades).

C. El eje hipófiso-gonadal

Las hormonas sexuales también se ven afectadas por las situaciones de estrés. Estas
hormonas están controladas por el sistema hipotálamo-hipófisis, de acuerdo con un esquema de
funcionamiento similar al que controla la secreción de cortisol. El hipotálamo libera hormonas
gonadotropinas (GnRH) que estimulan la hipófisis. Esta glándula segrega dos hormonas, la
foliculoestimulante

(FSH) y la luteinizante (LH, en el varón también se denomina ICSH) que

controlan el funcionamiento de las gónadas. En la mujer actúan sobre el ovario estimulando la
producción de estrógenos y progesterona, y en el varón sobre las células intersticiales del testículo,
favoreciendo la producción de testosterona.

El estrés produce una disminución de testosterona en el varón, en respuesta a diversas
situaciones: condicionamiento aversivo, enfrentamientos agresivos (especialmente si acaban en
derrota), entrenamientos físicos prolongados, exámenes, etc. En la mujer, la disminución de las
hormonas ováricas se traduce frecuentemente en amenorrea. Esta alteración se ha observado en
situaciones de tensión social (v. gr. , estados de guerra) y en respuesta a pérdida de seres queridos
o eventos traumáticos (v. gr. , violación).

1. 1. 2. CONSIDERACIONES A LA TEORÍA DE SELYE

Como aspectos relevantes de la teoría cabe destacar los siguientes. Primero, su carácter de
reacción inespecífica. Es decir, a diferencia de la respuesta específica del organismo ante un
determinado

estímulo

(v. gr. ,

tiritar

o

sudar

como

respuesta

al

frío

o

calor

intensos,

respectivamente), lo característico de la respuesta de estrés es, precisamente, lo que tiene de no
específico, es decir, siempre es la misma, independientemente del tipo de estímulo que la haya
provocado (v. gr. , psíquico, fisiológico o físico). Lo que varía es la intensidad que alcanza, que
dependerá de la magnitud del estresor o de las demandas requeridas para el ajuste metabólico a la
situación (2). Segundo, la reacción de estrés puede ser causada tanto por experiencias
desagradables como agradables, siendo el factor determinante la intensidad de la exigencia a la que
se somete el organismo. Y, tercero, el estrés forma parte de los procesos adaptativos del organismo
y su naturaleza es de signo positivo más que negativo. Por consiguiente, no es algo que por sí
mismo deba ser evitado, pues la carencia total de estrés significaría la muerte (8). Sólo bajo
-511º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

determinadas condiciones, los efectos del estrés pueden tornarse negativos y causar daños graves,
y hasta irreparables, en el organismo. A estas condiciones, Selye les denominó distress para
diferenciarlas del eustress, con efectos positivos.

Por otra parte, la teoría no está exenta de críticas. Por ejemplo, en el estado de activación
generalizada que conlleva el estrés no se considera la escasa covariación
activación

de los distintos

sistemas de

entre el

nivel

de

respuesta -principio de fraccionamiento o discordancia

entre los sistemas de respuesta- (véase 9, 1, 10). Tampoco se atiende a la respuesta fisiológica
idiosincrásica de cada persona ante estresores diferentes -principio de especificidad (11)-, ni a la
reactividad

especial

en

algún

componente

específico

de

dicho

sistema -principio de

estereotipia-. Otro aspecto cuestionable se refiere a la similitud que existe entre las manifestaciones
vegetativas del estrés y las que producen otros estados emocionales (v. gr. , alegría, desafío, etc. ).
Esto lleva a plantear que el estrés, como respuesta biológica, no tiene suficiente entidad propia ni es
lo bastante diferenciable de otros fenómenos.

1. 2. EL ESTRÉS COMO ESTÍMULO O DEMANDA AMBIENTAL

Según este enfoque, el estrés es definido en términos de las demandas del entorno que
alteran el funcionamiento normal del organismo. A este tipo de demandas se les denomina
"estresores".

Una cuestión que ha tenido que abordar esta perspectiva teórica ha sido la clasificación de las
múltiples demandas del ambiente que elicitan la respuesta de estrés. Éste es un aspecto relevante,
máxime si se considera la enorme variabilidad intersujeto respecto a qué puede ser un estresor. La
clasificación de los estresores ha sido acometida en un número considerable de investigaciones,
siendo el resultado una serie de taxonomías muy variadas en contenido y número de elementos.

Una clasificación general es la que diferencia entre estresores físicos y psicológicos (10). Los
estresores físicos tienen una naturaleza material e inciden directamente sobre los órganos internos o
externos del cuerpo. Pueden ser de tres tipos: a) la actividad corporal (v. gr. , nadar, correr, etc. ) que
causa estrés porque exige un esfuerzo extraordinario al organismo; b) las condiciones físicas
externas extremas (v. gr. , frío, calor, etc. ); y c) factores fisiopatológicos (v. gr. , bacterias, sustancias
tóxicas, etc. ) que ponen en peligro la vida del organismo. Los estresores psicológicos pueden estar
constituidos por demandas sociales o del propio sujeto, que inciden sobre características de su
personalidad. Entre este tipo de estresores están: a) las tareas mentales que exigen atención o
concentración (v. gr. , solución de problemas complejos);

resultan estresantes especialmente en

condiciones de presión temporal; b) estresores que implican una amenaza a la propia autoestima
-611º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

(v. gr. , fracaso en tareas escolares o incompetencia profesional, etc. ) y c) estresores de amenaza
interpersonal (v. gr. , conflictos de pareja, amistades, etc. ).

Otras clasificaciones ampliamente aceptadas son las de Holmes y Rahe (12) y Lazarus y
Cohen (13) con un enfoque psicosocial. Fernández Abascal (14) presenta una excelente revisión de
estas taxonomías, que incluye la elaborada por él mismo.

1. 3. EL ESTRÉS COMO UN proceso DE VALORACIÓN DE
DEMANDAS Y RECURSOS DISPONIBLES

La teoría, ya clásica, de este enfoque es la formulada por Lazarus y colaboradores (15,
16, 17, 18). El estrés es conceptualizado como un proceso relacional entre el individuo y su medio, y
en el que se consideran las características peculiares de aquél y la naturaleza y demandas de éste.
Esta noción de estrés, a diferencia de las dos anteriores, enfatiza el punto de vista psicológico, por el
importante papel atribuido al proceso de valoración cognitiva. En términos de los autores, "el estrés
psicológico es una relación

particular entre el individuo y el entorno, que es evaluado como

amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar" (Lazarus y Folkman,
p. 46) (18). La valoración cognitiva (appraisal) y el afrontamiento (coping) constituyen los dos
aspectos centrales en esta conceptualización de estrés.

1. 3. 1. VALORACIÓN COGNITIVA

La valoración cognitiva se define como "el proceso que determina las consecuencias que un
acontecimiento dado provocará en el individuo" (Lazarus y Folkman, p. 56) (18). No se trata de un
análisis de la información estimular per se, sino de la evaluación subjetiva que la persona hace de
ella, en relación con su capacidad para afrontarla. Para Lazarus (16) la evaluación cognitiva
constituye el mediador cognitivo de las reacciones de estrés, es decir, los procesos de evaluación
que median entre las respuestas de estrés y los estímulos que las provocan. Tales procesos implican
una valoración continua del significado que el estímulo tiene para la persona, dando lugar a tres
tipos de valoración: primaria, secundaria y reevaluación.

a) La valoración primaria consiste en evaluar las demandas de la situación y las posibles
consecuencias que pueden tener para el individuo. Lazarus y Folkman (18) distinguen tres tipos de
valoraciones: irrelevante, benigna o positiva y estresante.
En la valoración irrelevante, las demandas ambientales no tienen implicaciones para la
persona y/o ésta no muestra interés por sus consecuencias. La reacción emocional que se
genera es neutra. Aunque esta evaluación carece de interés adaptativo por sí misma, ocurre
-711º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

lo contrario con los procesos cognitivos necesarios para catalogar un evento como
irrelevante.
En la valoración positiva las demandas son evaluadas favorablemente y con consecuencias
positivas, bien porque se preserva o bien porque se logra un determinado bienestar personal.
Las reacciones emocionales suelen ser placenteras, tales como alegría, felicidad, regocijo,
tranquilidad, etc.
En la valoración estresante, las demandas pueden ser evaluadas como: daño/pérdida,
amenaza y desafío. El estrés por daño o pérdida se produce cuando ya se ha sufrido algún
perjuicio (v. gr. , lesión física, daño social, deterioro en la autoestima, etc. ). La respuesta de
estrés se desencadena de forma inmediata y sin que medie ningún otro proceso cognitivoemocional. El estrés por amenaza se produce por la anticipación de un daño que todavía no
ha ocurrido, pero se prevé como inminente si no se actúa para evitarlo. La importancia
adaptativa de la amenaza se distingue de la del daño o pérdida en que permite el
afrontamiento anticipatorio. En la medida en que el futuro sea predecible, el ser humano
puede planear y tratar por anticipado algunas de las dificultades que espera encontrar. El
estrés por desafío se refiere a la valoración de situaciones que suponen un reto para la
persona y en las que es tan posible perder como ganar.

Tanto si las demandas son percibidas como amenaza o desafío son causa de estrés, aunque
por razones diferentes. En la amenaza, el estrés se debe al énfasis del potencial lesivo del estresor
en la valoración; en el desafío, a la probabilidad mayor en obtener beneficios más que perjuicios o
daños. Además, las reacciones emocionales que se suscitan en cada caso, también son diferentes.
La percepción de amenaza suele generar ansiedad o miedo, mientras que el desafío, impaciencia o
regocijo. En este caso, la valoración de las capacidades propias necesarias para ganar hace que la
persona experimente emociones positivas.

La amenaza y el desafío no son excluyentes entre sí. Aunque difieren en sus componentes
cognitivos (valoración de daño vs. de dominio o ganancia) y afectivos (las emociones negativas vs.
positivas) pueden ocurrir de forma simultánea, incluso puede producirse un cambio en la relación
entre ambas evaluaciones, a lo largo de una misma situación. Inicialmente, la evaluación puede
considerarse más desafiante que amenazante, o viceversa, y mostrarse en sentido inverso más
adelante. Un ejemplo de este tipo sería la posibilidad de una promoción laboral. La evaluación que
del nuevo cargo puede hacer el candidato puede implicar elevadas demandas, adquirir nuevas
habilidades mediante un aprendizaje costoso y de corta duración, prolongación de jornada laboral,
etc. Todo ello entraña el riesgo de verse desbordado por las nuevas demandas. Pero, al mismo
tiempo, tal promoción puede ser vista como una oportunidad para adquirir nuevos conocimientos,
mayor responsabilidad y remuneración económica, ampliar el círculo de relaciones sociales, etc. Por
-811º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

consiguiente, la misma situación puede verse como un desafío y, a la vez, como una amenaza. A
medida que se gana en control sobre la situación, como resultado de los esfuerzos cognitivos de
afrontamiento, la evaluación tenderá a ser más beneficiosa y positiva que amenazante.

b) La valoración secundaria se refiere a la evaluación de los recursos o habilidades que se
poseen para afrontar la situación estresora. Es una actividad característica de lo que debe y puede
hacerse en cada momento. Incluye la evaluación de la eficacia de las estrategias de afrontamiento,
el que una estrategia específica sea aplicada con efectividad, y las consecuencias de su empleo en
otras situaciones que podrían ocurrir simultáneamente. Aunque esta evaluación está condicionada
por las capacidades y recursos individuales, el resultado también está determinado por las
demandas percibidas en la valoración primaria.

c) La reevaluación hace referencia a la posibilidad de introducir cambios en la evaluación
inicial, como resultado de considerar información nueva del entorno y los recursos de afrontamiento.
La valoración primaria y la reevaluación pertenecen al mismo tipo de proceso, salvo que ésta es
posterior y modifica a aquélla.

1. 3. 2. AFRONTAMIENTO

Lazarus (19, 16, 18, 20) define el afrontamiento como el conjunto de esfuerzos cognitivos y
conductuales para manejar las demandas específicas, externas o internas, que son evaluadas como
excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. Se trata de un proceso más que de una
disposición estable, a nivel de rasgo o estilo cognitivo. Implica un cambio constante para adaptarse
a las demandas; depende del contexto específico y de las evaluaciones y reevaluaciones continuas,
y es independiente de los resultados de las estrategias seleccionadas para eliminar el estresor.

El afrontamiento cumple dos funciones. Dependiendo de la función u objetivo al que se
oriente, se dice que el afrontamiento está dirigido al problema o dirigido a la emoción. En el primer
caso, los esfuerzos cognitivos y conductuales tienen por finalidad modificar las condiciones
ambientales que actúan sobre la persona, como fuente generadora de estrés. En el segundo,
pretenden reducir la reacción emocional que ha suscitado el problema, mediante la aplicación de una
serie de estrategias concretas (v. gr. , confrontación, distanciamiento, evitación, atención selectiva de
los aspectos positivos de la situación, búsqueda de apoyo social, etc. ).

Para medir las estrategias de afrontamiento, Folkman, Lazarus, Dunkel-Schetter, Delongis y
Gruen

(21)

han

elaborado el

primer instrumento de medida, en

forma

de cuestionario

autoadministrado, denominado Ways of Coping Questionnarie (WCQ). A este cuestionario han
-911º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

seguidos otros como el COPE o "estimación del afrontamiento" de Carver, Scheier y Weintraub (22);
el "inventario multidimensional de afrontamiento" de Endler y Parker (23); el "catálogo de
afrontamiento" de Schreus, van de Willige, Tellegen y Brosschot (24), o el "inventario de estilos y
estrategias de afrontamiento" de Fernández-Abascal (14) por citar sólo algunos de los más utilizados
actualmente (véase 14, 25, 26 para revisiones). Sin embargo, es notable la falta de acuerdo sobre
el número de dimensiones que resultan del análisis factorial de los ítems -entre tres y doce, según
los cuestionarios-, al igual que sobre la terminología para definirlas. Fernández-Abascal (14)
presenta una explicación detallada de las diversas estrategias de afrontamiento -18 en total- que
han aparecido en la literatura científica.

Como resumen de esta conceptualización del estrés hay que señalar dos aspectos: la
cualidad relacional y el dinamismo del proceso. El primero se refiere a una evaluación continua de la
persona sobre el significado que tienen las demandas para su bienestar personal (18, 19). El
segundo aspecto enfatiza el dinamismo del proceso en un doble sentido: persona y ambiente están
en una relación cambiante, de una parte; y el sentido bidireccional de la relación persona-situación,
que hace que la influencia entre ambos sea recíproca, de otra. Es decir, el ambiente actúa sobre la
persona, la cual valora el alcance de las demandas; y la persona actúa sobre el ambiente mediante
las correspondientes conductas de afrontamiento. En este sentido, la reacción de estrés es
proactiva, en cuanto genera condiciones para modificar las demandas ambientales.

2. LA ANSIEDAD

La ansiedad es un concepto al que investigadores de distintas áreas de la psicología han
prestado gran atención. reflejo de ello son los numerosos trabajos publicados tanto en el campo
teórico como en el experimental y clínico.

Uno de los problemas que encontramos al abordar el estudio de la ansiedad son las múltiples
formas en que ésta ha sido considerada (v. gr. , reacción emocional, respuesta o patrón de
respuestas, rasgo de personalidad, estado, síndrome, experiencia interna, etc. ), no estando claros
los límites entre las distintas formas. Otra dificultad se refiere al nivel de análisis considerado:
cognitivo, fisiológico y motor, y las diversas formulaciones en torno a ello. A esto se añade el
empleo de distintos términos, generalmente utilizados como sinónimos, para referirse a este
fenómeno (v. gr. , miedo, angustia, temor, tensión, preocupación, intranquilidad, aprensión, etc. ),
creando confusión y cierta ambigüedad en el término ansiedad. Todo ello hace que en la actualidad,
la ansiedad sea un tema complejo y en torno al cual se han elaborado formulaciones de muy distinta
índole.

-1011º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

2. 1. CONCEPTUALIZACIÓN TEÓRICA

En la última versión del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales -DSM-IV(A. P. A. , 1994, p. 392. ), la ansiedad se define en los siguientes términos: "la ansiedad denota
aprensión, tensión y desasosiego, como consecuencia de la anticipación de peligro, que puede ser
interno o externo". En esta definición se hace explícita una característica importante de la ansiedad:
la relativa a su naturaleza anticipatoria. Este carácter anticipatorio está directamente relacionado
con la función biológica-adaptativa que la ansiedad cumple en el organismo, y que es la que
deseamos destacar en este trabajo.

Desde esta perspectiva biológica-adaptativa, la ansiedad es conceptualizada como una
reacción emocional implicada en los procesos de adaptación ante eventos aversivos o peligros
anticipados (27, 28, 29). En este proceso de adaptación, la ansiedad cumpliría la función de impedir
el daño, mediante la realización de respuestas preparatorias. Para ello, la ansiedad utiliza un doble
mecanismo de acción: cognitivo y conductual. El primero consiste en la activación de un estado que
prioriza la detección de señales informativas asociadas a peligros potenciales. El segundo, es
conductual, y concierne a la movilización de recursos (mentales, fisiológicos y motores) para
afrontar los peligros o para huir de ellos, antes de que causen daños inevitables.

2. 1. 1. ansiedad Y miedo. DIFERENCIACIÓN DE TÉRMINOS

Las similitudes entre la ansiedad y el miedo han hecho que con frecuencia ambos términos
hayan sido empleados indistintamente. Sin embargo, existen algunas diferencias importantes que
han sido objeto de menos atención, pero que, a nuestro entender, deben ser consideradas.

La ansiedad y el miedo están estrechamente relacionados, si bien la ansiedad es un concepto
más amplio que el miedo. Éste siempre produce ansiedad; en cambio, la ansiedad, a veces, se
puede producir sin la participación del miedo. La ansiedad y el miedo son reacciones comunes en la
mayoría de las personas que implican temor, inquietud y desasosiego ante situaciones de peligro o
amenaza. Tradicionalmente, el miedo se ha diferenciado de la ansiedad en que el primero se asocia
a un estímulo externo amenazante identificable, mientras que en la ansiedad la fuente de amenaza
es menos específica y reconocible (30). Por ejemplo, la presencia de una serpiente provoca miedo,
pero el recuerdo de una experiencia desagradable con serpientes o la sospecha de encontrarse con
una son elementos que pueden suscitar estados de ansiedad. En este sentido, en el miedo el peligro
o amenaza son reales y están presentes en la situación; en la ansiedad, en cambio, la percepción de
amenaza es más subjetiva, existe incertidumbre sobre su naturaleza, probabilidad de ocurrencia,
-1111º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

curso temporal y posibilidades de afrontamiento. Además, a diferencia del miedo en el que la
reacción está dirigida al momento presente, la ansiedad está orientada hacia el futuro. En ambos
casos se comparte la misma experiencia interna de temor. Sin embargo, mientras se siente miedo
por algo concreto, experimentamos ansiedad ante una causa vaga e imprecisa, y hasta puede que
no exista objeto externo que provoque tal reacción. No es así en el caso de las fobias, donde la
ansiedad está asociada a estímulos concretos, tales como arañas, serpientes, espacios cerrados o
abiertos, alturas, grupos numerosos de personas, etc.

Otro elemento diferenciador entre miedo y ansiedad es la proporcionalidad de la reacción. En
el miedo, las reacciones ante la situación de amenaza suelen ser racionales y acorde con el tipo de
peligro concreto. En cada caso, la conducta que se lleva a cabo es distinta, pero proporcionada al
hecho en sí. Por el contrario, en la ansiedad se reflejaría una reacción desproporcionadamente
intensa con respecto al grado de amenaza real que implica el evento ansiógeno.

Otra diferencia se refiere a que el miedo está vinculado a la acción, a fin de esquivar la
situación temida. Si no existen restricciones internas o externas, el miedo induce la acción de huida
y las conductas habituales son la evitación o el escape. En cambio, en la ansiedad se produce un
estado de activación no dirigido conductualmente o un miedo no resuelto (31, 28) y en el que es
característico un estado persistente de preocupación no deseado sobre la posible naturaleza del
peligro,

consecuencias

aversivas

que

pudiera

implicar,

etc.

Todo

ello

momentáneamente la conducta inmediata de defensa y, en ocasiones, producir

puede

bloquear

una inactividad

absoluta y mostrar la persona un estado como "quedarse congelado".

A pesar de estas diferencias, miedo y ansiedad pueden constituir los dos extremos de un
continuo lineal, y a medida que se van desvelando las incertidumbres indicadas, la ansiedad se
transforma en miedo y se inicia la conducta de huida, evitación o afrontamiento. En cualquier caso,
ambos fenómenos forman parte del mismo mecanismo biológico de defensa, desarrollado por la
evolución para reaccionar a señales de peligro antes de que el daño llegue a afectar al organismo.

2. 1. 2. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE ANSIEDAD

El concepto de ansiedad ha tenido una evolución paralela al paradigma psicológico dominante
en cada época. De hecho, ha sido tema de estudio prácticamente en todas las corrientes y escuelas
psicológicas. Estos distintos enfoques (v. gr. , psicodinámico, conductista, existencial, cognitivista,
etc. ) también han aportado concepciones sobre la ansiedad diferentes. Así, tenemos desde la noción
de experiencia interna, emoción o reacción emocional hasta rasgo de personalidad o estado,
pasando por el de respuesta o patrón de respuestas. Las contribuciones más significativas al
-1211º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

concepto de ansiedad de los Sistemas Psicológicos se señalan a continuación.

2. 1. 2. 1. El Psicoanálisis

El concepto de angustia, como sinónimo de ansiedad, aparece con anterioridad a la
aceptación de la psicología como disciplina científica. Una prueba son los escritos de algunos
filósofos como, por ejemplo, Kierkegaard (1844), que aluden a este concepto. Sin embargo, habrá
que esperar al surgimiento del psicoanálisis para que el término "ansiedad" quede incorporado
definitivamente a la psicología, gracias a la práctica clínica. Freud se refiere a este concepto por
primera vez en su obra "Inhibición, síntoma y Ansiedad", aparecida en 1926.

Freud propuso dos teorías de la ansiedad (1917 y 1926, respectivamente) (32). En ambas se
refiere

a

la

ansiedad

como

un

estado

emocional

o

afectivo

desagradable,

comúnmente

2

experimentado y también como una forma de explicar la neurosis1 . En la primera formulación trata
la ansiedad como un reflejo de la energía sexual reprimida. En la segunda, como una señal de
peligro procedente del ego que anticipa un peligro real o potencial. El miedo ante tales peligros
genera una experiencia subjetiva desagradable, siendo una forma válida de afrontamiento la
represión de esas señales internas y de todos los pensamientos y recuerdos asociados. Sin
embargo, como la represión generalmente nunca es completa o definitiva, fragmentos del material
reprimido pueden emerger a la conciencia y elicitar reacciones de ansiedad. En la última etapa de su
pensamiento, Freud asumió que la represión era un efecto de la ansiedad y no al revés.

En sus escritos, Freud distingue tres tipos de ansiedad: real, neurótica y moral. a) La
ansiedad real se produce cuando el ego busca satisfacer sus instintos en relación con el mundo
exterior. b) La ansiedad neurótica ocurre ante un exceso de exigencias para que el ego satisfaga los
instintos; y c) La ansiedad moral surge ante la imposibilidad del ego de satisfacer las elevadas
exigencias impuestas por el super-ego.

Las teorías freudianas tuvieron gran impacto y fueron continuadas por sus seguidores
agrupados

bajo

la

denominación

de

Neofreudianos-

con

nuevas

aportaciones

al

-

modelo

psicodinámico original. Sin embargo, la ausencia de trabajos experimentales para contrastar las
teorías psicoanalíticas y los problemas de índole científico de esta corriente llevaron a una
decadencia del psicoanálisis.

2

Freud llamo "neurosis" a los estados que reflejan ansiedad y las defensa de ésta, como la conversión, la represión y el
desplazamiento.

11º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

-13-

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

2. 1. 2. 2. La Reflexología

Presupuestos diferentes son los del fisiólogo Pavlov. A él se deben los primeros estudios
sobre

la

ansiedad

en

animales

provocada

experimentalmente.

Pavlov

señala

que

la

sobreestimulación es capaz de dañar la corteza cerebral y constituye, de hecho, uno de los
procedimientos para suscitar neurosis experimentales, en las que es razonable suponer la existencia
de ansiedad. Pavlov utilizó el término de "neurosis experimental" con preferencia al de "ansiedad",
pero quizá su aportación más importante consistió en abrir el camino para el condicionamiento de
las respuestas emocionales.

2. 1. 2. 3. El Conductismo

En la etapa Conductista se utilizan más los términos de "miedo" y "temor" que "ansiedad".
Acorde con la concepción ambientalista de este paradigma, el miedo va a ser considerado como una
respuesta conductual y fisiológica a una estimulación externa. La ansiedad es definida como un
subtipo de miedo o un impulso (drive) aprendido, en la que tiene lugar una disrupción en la
homeostasis del organismo por una estimulación aversiva o dolorosa. Este enfoque se apoya en las
teorías del aprendizaje. Los componentes fisiológicos y conductuales se estudian unitariamente y se
postula una relación causal entre ellos.

Los trabajos de Watson y Rayner (33) identificaron los mecanismos implicados en el
aprendizaje y mantenimiento de las respuestas de miedo o ansiedad. Mediante un procedimiento de
condicionamiento Clásico se logró establecer una respuesta de ansiedad condicionada en un niño de
corta edad, asociando un estímulo inicialmente neutro (rata blanca) con un estímulo incondicionado
(ruido intenso), elicitador de miedo. Después de varios ensayos, el estímulo neutro se había
convertido en un estímulo condicionado de miedo, evocando su presencia respuestas condicionadas
de temor. Este fenómeno no siempre ha podido ser reproducido (véase 34, 35, 36 para una crítica y
una propuesta alternativa a la inconsistencia del fenómeno), pero supuso la base para la formulación
del modelo del condicionamiento Clásico de la conducta emocional en humanos (37).

Una

formulación

posterior

que

incluye

ambas

formas

de

aprendizaje -

condicionamiento Clásico e Instrumental- es la teoría bifactorial o teoría de los dos procesos (38,
39). Se basa en el paradigma de evitación activa, según el cual el sujeto aprende a escapar del
estímulo que elicita la respuesta de ansiedad y a evitar el estímulo incondicionado. En su desarrollo
intervienen dos procesos interdependientes. El primero consiste en establecer una respuesta
condicionada de ansiedad mediante un paradigma estándar de condicionamiento clásico. Esta
respuesta, una vez constituida como tal, adquiere propiedades de impulso (drive) secundario con
-1411º Congreso Virtual de psiquiatría. Interpsiquis 2010
www. interpsiquis. com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria. com

ESTRÉS Y ansiedad. RELACIÓN CON LA COGNICIÓN

capacidad para motivar el inicio de una conducta instrumental de escape o evitación.

El segundo proceso implica una conducta de evitación activa. El sujeto no aprende a evitar un
castigo (EI), sino más bien a escapar de la exposición al estímulo (EC) que le avisa de la proximidad
del evento aversivo. El estado de ansiedad que provoca el EC es desagradable y motiva al sujeto a
la emisión de conductas con las que eliminarlo o huir de él. Aquella respuesta que haga desaparecer
el estado de ansiedad resultará reforzada. En el condicionamiento de evitación, la respuesta de
evitación ejecutada exitosamente pone fin a la respuesta condicionada de miedo. Esto constituye un
refuerzo para el sujeto y, por consiguiente, dicha respuesta de evitación queda reforzada
negativamente porque reduce o elimina el estado de ansiedad. En consecuencia, el miedo motiva las
respuestas de evitación, y la reducción del miedo (por escape o evitación) refuerza y mantiene la
conducta de evitación (carácter mediacional del miedo). El desarrollo del componente emocional del
miedo se explica, por tanto, en términos de condicionamiento pavloviano, y el componente de
evitación del miedo según el principio del reforzamiento negativo (condicionamiento instrumental).

La teoría bifactorial ha proporcionado aportaciones importantes. Entre ellas podemos
destacar la que establece que la ansiedad posee propiedades de drive y, por ende, propiedades
motivacionales (el miedo es la causa de la conducta de evitación o escape). Así mismo la explicación
sugestiva (aunque no totalmente satisfactoria; véase 40) al fenómeno de la paradoja neurótica o
paradoja de la ansiedad3. Además, la teoría ha tenido una amplia reperc

Comentarios/ Valoraciones de los usuarios



¡Se el primero en comentar!

La información proporcionada en el sitio web no remplaza si no que complementa la relación entre el profesional de salud y su paciente o visitante y en caso de duda debe consultar con su profesional de salud de referencia.