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La depresión. Sus tres formas de expresión.

Fecha Publicación: 01/03/2007
Autor/autores: Diego Jaime Motta Torres

RESUMEN

Psiquiátricamente se detectan tres tipos de depresión: neurótica, psicótica o melancólica y trastorno bipolar. Psicosomáticamente se encuentra otra forma: la Corporal y ontopsicoanalíticamente existe la Espectral. ¿Por qué aparecen estas dos últimas formas y en qué consisten?

Para ello habremos de ingresar a la naturaleza del trauma y al momento de su incidencia, y con ello -como vamos a ver- en vez de ser cinco en realidad se reorganiza la clasificación y son solo tres los tipos de depresión con los siguientes nombres: la depresión Psíquica (que contiene a las tres formas psiquiátricas), Corporal y Espectral.


Palabras clave: depresión
Tipo de trabajo: Conferencia
Área temática: Depresión, Trastornos depresivos .

La depresión. Sus tres formas de expresión.

Diego Jaime Motta Torres.

Instituto Ontopsicoanalítica del Alma. Perú

Psiquiátricamente se detectan tres tipos de depresión: neurótica, psicótica o melancólica y trastorno bipolar. Psicosomáticamente se encuentra otra forma: la Corporal y ontopsicoanalíticamente existe la Espectral. ¿Por qué aparecen estas dos últimas formas y en qué consisten? Para ello habremos de ingresar a la naturaleza del trauma y al momento de su incidencia, y con ello -como vamos a ver- en vez de ser cinco en realidad se reorganiza la clasificación y son solo tres los tipos de depresión con los siguientes nombres: la depresión Psíquica (que contiene a las tres formas psiquiátricas), Corporal y Espectral.

Introducción

Psiquiátricamente se detectan tres tipos de depresión: neurótica, psicótica o melancólica y trastorno bipolar. Psicosomáticamente se encuentra otra forma: la depresión Corporal y en el psicoanálisis ontológico existe la depresión Espectral.  

¿Por qué aparecen estas dos últimas formas, corporal y espectral, y en qué consisten? 

Para ello habremos de ingresar a la naturaleza del trauma y al momento de su incidencia, es decir la causalidad, por ello en vez de ser cinco los tipos de depresión se reorganiza la clasificación y sólo son tres los tipos de depresión con los siguientes nombres: depresión Psíquica (que contiene a las tres formas psiquiátricas), Corporal y Espectral.


Características dinámicas de cada tipo de depresión

1. La depresión neurótica

Esta depresión contiene síntomas de la índole psíquica que se han formado desde el complejo de Edipo y específicamente enuncia el complejo de castración. Sus síntomas son: bradipsiquia, pesimismo, cansancio, tristeza, irritabilidad, trastornos del sueño, hipo sexualidad, etc. debido a que la libido está amonestada desde el interior del conflicto psíquico. Son síntomas de trastorno del desplazamientos en la semántica simbólica de la libido; pero si en vez de ser sólo amonestada es castigada cruelmente por la moral destructiva introyectada de los padres tiende a ser coartada, escindida y transformada en odio, por eso la sintomatología psíquica puede transformarse en psiquiátrica y a los síntomas anteriores se unen intensos sentimientos de culpabilidad, auto reproche y tendencia al suicidio.

2. La depresión psicótica

Esta también es de naturaleza psíquica pero la libido -a diferencia del cuadro anterior- está poco y mal estructurada dando lugar al nacimiento del deseo bizarro y con ello a su realización alucinatoria debido a una sobrecarga por repliegue narcísico ante una ruptura objetal actual. Aparecen síntomas psiquiátricos del tipo: alucinaciones, anafectividad, delirio, autismo, ambivalencia del pensamiento y del afecto hacia sí mismo como hacia los objetos, etc. síntomas que avanzan más allá de sí mismo hasta ser trastornos del comportamiento social.

 

3. La depresión bipolar

Antes fue designada como psicosis maniaco depresiva, tiene una libido también perturbada precozmente por ello se estructura como depresión psicótica que vira con facilidad a la elación maniaca debido a que escapa a la naturaleza del conflicto y se libera de éste no sin salirse del ámbito de lo real. Ya allí, los síntoma ciclan bipolarmente es decir, van de un polo a otro con tendencia al suicidio en ambos estados.

4. La depresión corporal

Esta depresión junto a la que le sigue a continuación es la que se descubre actualmente gracias a los que estudiamos y tratamos a pacientes psicosomáticos. Presenta una sintomatología que pertenece básicamente al ámbito corporal, casi nada o muy poco al psíquico. La libido en esta depresión tiene la particularidad de no estar en lo psíquico o si está posee poca estructuración debido a que ha ido a formar parte del Yo dejando atrás a un psiquismo pobre y atrófico; otra característica es la tendencia libidinal a su deshilachamiento o retorno de la libido a energía somática excitada porque es en ésta energía donde aconteció el trauma depresor. En aquel momento el paciente hizo un estado depresivo clínico en el psicosoma (unidad primordial del hombre antes de formarse el psiquismo) que evito formar el psiquismo enfermo gestándose en su lugar la mente la misma que está no solo bien forjada y preservada sino aparentemente sana, razón por la cual cuando se la estudia psicopatológicamente es difícil el diagnóstico de depresión en la clínica médica y psiquiátrica porque toda vez que se la quiera encontrar en sus presentaciones psíquicas habituales éstas no existen.  

También podemos llamarla de depresión Vacía que designa la ausencia psíquica y la formación mental hasta con hipertrofia yoica.

Los síntomas de ésta depresión corporal anuncian por un lado la corporización del trauma depresor en el individuo y por otro lado la formación del lenguaje depresivo de órgano. Estos dos fenómenos traen consigo la localización de la depresión corporal en dos niveles, uno en el sistema músculo esquelético, tendinoso y articular donde existe la adinamia, cansancio corporal y dolor físico de diversa índole, y reactivamente irritabilidad, mal humor, tristeza; y el otro nivel, el que señala que esta depresión se ubica más profundamente, en el sistema neurovegetativo, dando síntomas selectivos en cada tejido, órgano, aparato y sistema. De allí que existan dos polos en este tipo de depresión, uno que corresponde a los dolores de diversa índole y otro a los trastornos viscerales y disfunciones vegetativas del tipo: colitis, úlceras, neuritis, trastornos inmunológicos que favorecen la presencia de infecciones micóticas, bacteriales y virales, sin que exista atipia y desorganización celular. Conjunto etiopatogénico que funciona semejante al modo bipolar en ciclaje lento o rápido pero en el cuerpo y que a la postre se ve cómo forman las bases para la organicidad y el ingreso del paciente a medicina interna o cirugía para los tratamientos orgánicos correspondientes.  

Ya allí ante el estudio sólo cognitivo-conductual no se verá enfermedad alguna psíquica, pero si se hace el estudio psicoanalítico psicosomático se descubre la depresión vacía.

5. La depresión espectral

Esta depresión y la anterior son las más frecuentes en el mundo actual. El trastorno se dio antes de aparecer la energía somática excitada, es decir genéticamente es anterior a la depresión corporal. El trastorno originario se ubica en el polo sensorial el mismo que se haya incrustado por la espectralidad, generalmente horrorosa.  

Cada espectro es una imagen fea, tenebrosa, tanática, poco organizada (bizarra) que causa temor como también amor-odio y repudio. La persona que posee espectralidad trata de reprimir los espectros pero constantemente vuelven porque el sensorio está fijado a ellos. Generalmente crean imágenes en tren asociativo paralelo a las percepciones externas a quienes contaminan y significan por desplazamiento de carga. No produce trastornos clínicos del pensamiento del tipo psicótico pero sí -por la fijación neuro-psicológica en el sensorio- psicosis dinámica bajo la forma de fantasmagoría (del fr. fantasmagorie: "Ilusión de los sentidos o figuración vana de la inteligencia, desprovista de todo fundamento") razón por la cual tiene valor de ilusión o pseudo percepción y comúnmente se le llama de locura para diferenciarla de la psicosis. El paciente aún sabiendo que se trata del sistema imaginativo y representacional cree en ellos como realidad en sí mismo. Se sabe loco. De allí nacen síntomas que dan lugar al espanto, esto es miedo, sobresalto y ansiedad fantasmal sin tristeza ni depresión aparente; persistentes con tendencia a ser más intensos cada vez hasta ser temor generalizado al vivir, al expresarse, a ser. Atrapa tanto al paciente que se paraliza de susto, y su energía -que no puede elaborarse psíquicamente como pensamiento- se desborda fuera del yo y crea ansiedad de allí que avance hacia el pánico en los ámbitos familiar, social y existencial. Otras veces se estructura como miedo al encierro (claustrofobia), a los espacios abiertos (agorafobia), a estar aprisionado e inerme a la maldad de los demás, a la mala suerte, al mal destino, etc. Este susto permanente que llega a ser espanto trata de infundirse en los demás generándoles miedo, dicen que el paciente hace el aojamiento o mal de ojo, daño por hechicería, etc. Son proclives a crear formas de metempsicosis es decir el mundo de los fantasmas, a la influencia de una persona muerta, al espiritismo, a las películas de terror a fin de crear sueños espectrales y espantosos. Allí la energía onírica, no es libido sino energía somática aun no excitada que se expresa espectralmente por el sensorio con el afán de excitarse a fin de descargarse, razón por la cual no tienen elaboración simbólica ni hay el deseo libidinal. Temen dormir y soñar. Cuando niños al sufrir de pesadillas espectrales en sus hogares la vida era fuente de terror.  

Se entristecen, sufren de pena por la espectralidad y saben atinadamente que es un tipo de depresión pero no le dan nombre. Tradicionalmente los chamanes atienden a estos pacientes y a su padecimiento la llaman enfermedad del susto, donde dicen que el espíritu está espantado, y creen en su fuerza espiritual que pueden lidiar con la espectralidad y curar. En realidad el buen chamán hace lo que nadie hizo en el niño a su debido tiempo: espantar los espectros con la fuerza del amor.


El conflicto en la depresión. Sus significados

En cada tipo de depresión hemos de ver un conflicto y dentro de él al trauma originante y sus efectos internos y externos emanantes. En general podemos decir que a la luz de las investigaciones el conflicto depresivo siempre tiene como paciente al hijo y el agresor como a los padres. También ahora sabemos que la naturaleza y sentido del conflicto es el mismo para toda depresión y sus tipos, consiste en aniquilar al hijo (filicidio) por lo tanto es de naturaleza tanática. Tanatidad que puede ser manifiesta o larvada pero que de todas maneras cuando se presenta precozmente es conciente sensorialmente en el hijo, después es en el momento del psicosoma y más tarde en la formación libidinal. Especialmente en el momento del trauma es la tanatidad como espectro, un cuerpo extraño que se impone en su sensorio y rompe un continuo armonioso como es el enlace vincular madre/hijo y dentro de él la concatenación de los pensamientos que se están generando.  

Por eso es que aun en la depresión psíquica libidinal con mejor estructuración libidinal hemos de encontrar un espectro. También por eso el niño gracias al espectro tiene la vivencia del fin del mundo cuando es precoz y un Edipo trágico cuando es más tardía su presentación.


La trascendencia del conflicto

Cuando acontece una acción traumática de éste tipo en el hijo, podemos deducir que en el seno de la pareja parental hay disociaciones y poca integración, así como también que el paciente no es el único afectado sino que es una muestra dentro de un conjunto conflictivo. Por otro lado, el trauma viene del pasado, se enuncia en el presente y va al futuro. El hijo cuando adulto tenderá ha inocularlo en su progenie y estos a los suyos, es decir no tiene fin. Por esta razón ésta teoría del trauma nos dice mucho más: que quizás una primera realidad traumática en las primeras generaciones y repetida filogenéticamente habríase incrustado en los genes dando lugar a una depresión Genómica y de esta manera el trauma presente es antiguo y hasta podemos decir que su naturaleza fue espectral y que se transmitiría genéticamente.  


El trauma y su elaboración

La única constante del conflicto depresivo en todas sus variedades es el trauma y con ello su naturaleza y el momento traumático. Empecemos por conocerlo y su posterior elaboración desde cada tipo de depresión. Empecemos por la última.

1. En la depresión Espectral

A. El trauma Espectral. El agente, por lo general es el padre espectral, quien pertenece al síndrome Padre Horroroso. Ataca al hijo desde su concepción o durante su vida intrauterina y sabe cuando el feto está sensorialmente activo para dejarse escuchar. Allí el padre produce el fenómeno del Desdoro que consiste en gritar grotesca y horrorosamente, con palabras y gestos denigrantes, repudiantes, amenazantes y destructivos a la madre y al feto justamente cuando ambos están por iniciar el vínculo de amor. Ambos se ven dentro de la experiencia de Elisión, es decir de la supresión traumática del eje ontológico, donde literalmente "se les arranca el espíritu" a ambos de allí la palabra esquizofrenia y la instalación de esta constelación como entorno familiar. El feto deja de crecer, adelgaza, experimenta la supresión de la investidura ontológica-catexial y ello significa ennudecimiento porque el cuerpo y el yo -en la condición de imagen corporal- dejan de recibir la significación óntica y libidinal. El polo perceptual se sobrecatectiza horrorosamente y las imágenes grotescas se imponen hacia dentro de la cabeza. Lo esencial aquí es la intención paterna que consiste en que cada órgano de los sentidos cuando recibe el impacto espectral, quede fijado horrorosamente neuro-psicológicamente a él, de allí que al estado de ennudecimiento corporal se sume el estrés oxidativo fetal. De esta manera cuando nacen tienen un aspecto típico: son los bebés Adustos (Del lat. Adustus, poco tratable, huraño, malhumorado. Seco, severo, desabrido, malgeniado); desgastado, con rostro viejo, feo, asustado, retraído, indiferente, delgado, pequeño que no inspiran amor y no quieren la vida ni se les ve abiertos al vivir. Son niños-cosa por tener un cuerpo agredido, un espíritu escindido y una existencia negada, repudiada. A este nivel son portadores de la ontopatía y de la patología del Yo (a nivel de imagen corporal).

B. Efectos del trauma elaborado. El polo sensorial es catectizado o sobre investido por la energía corporal excitada, se crea una sobrecarga en las imágenes espectrales fijas y el organismo tiende a liquidarlas de la conciencia ingresándolas al cuerpo para localizarlas en un órgano o bien en la formación del pensamiento espectral, como veremos. El pensamiento espectral, a diferencia del pensamiento libidinal, carece de organización y fortaleza por lo que tiene inestabilidad debido a que son fugaces y vanos, y rápidamente se hacen emoción para agarrar cuerpo y allí sí tienen duración; luego, el otro destino es que cuando el espectro ingresa al cuerpo, se liga a un determinado órgano que en ese momento está en acción selectiva y funcional y si viniese consigo la herencia atávica de la espectralidad familiar, se unen, creando la meiopragia orgánica que es el órgano debilitado, ingénito, fundamento del cuerpo repudiado y hostilizado que creará la hipocondría. Pero antes de ello ésta debilidad anatómica y funcional es aun proclive a la somatización del espectro familiar para crear la enfermedad tumoral, la deficiencia inmunológica, deterioro neurológico e ser incitador de los accidentes traumáticos.  

Por su lado, la emoción crea ansiedad debido a que el órgano y el cuerpo retienen energía, no pueden hacer pensamiento verbal y tienen para tal fin que intentar fijarse a un objeto, formándose lo fóbico espectral para tener sentido. Si no es así, termina por desbordarse la carga espectral como pánico espectral o ansiedad generalizada sin objeto fóbico, vacía. Este es el peor destino.

Como se ve la espectralidad para ser liquidada del órgano perceptual recorre estos caminos con miras a la fijación corporal u objetal. Aun no puede hacer pensamiento, pero sí imagen. El cuerpo por ello se transforma en fuente de terror. Mas tarde serán lo demás y la vida. Son individuos dañados tempranamente y no conocerán la salud ni el desarrollo ontológico.

2. La depresión Corporal

A. El trauma Corporal. Este trauma si bien contiene la espectralidad no se dio en el momento sensorial-perceptual sino después, a lo largo del primer año de vida cuando el niño ya tiene formado el Yo psicológico en calidad de esquema corporal (antes, en la espectralidad era Imagen Corporal). En estos momentos, es importante el movimiento del cuerpo, porque es psicomotricidad, ligadura de los instintos a los objetos de toda índole para ser incorporados y formar libidinidad que facilitará la expresión de la onticidad. La onticidad y libidinidad se encumbran unidas cuando el niño para caminar se erecta y ello significa acercarse a los padres, buscarlos y permanecer unidos en medio del abrazo jubiloso del encuentro donde reinará la felicidad anímica. La mirada, que por entonces era casi vacía -por permanecer tendido en su cama mirando hacia el techo- ahora se hace vertical y se llena de imágenes al ver el cuerpo íntegro de sí mismo y de los demás, luego irá al espejo y a la espacialidad.  

Mira su entorno y lo llena con él animándolo, crea un campo volumétrico dinámico con las forma física que después será sonoro y más tarde semántico gracias la palabra, es decir, es cuando el espacio lo hace suyo, lo llena con sus movimientos, sus conquistas objetales y sobre todo con su semántica transformándose éste en su prolongación pática, es la cuarta dimensión. El momento del trauma acontece en este estado de bipedestación inicial, en medio de su feliz conquista anímica. El padre arremete corporalmente, golpeando e hiriendo el vínculo madre/hijo, el esquema corporal o movimiento de sí mismo (síndrome del niño golpeado). Al quitarle a la madre, produce el destete, la soledad, el aislamiento, etc. El significado tanático es "no crezcas, no camines". De allí en adelante será la producción de la patología del Yo esquema corporal.  

B. Efectos del trauma. Cuando se corta la onticidad y el eros (libido ontificada) se inhiben ambos. No hay la gratificación ontológica del niño al alcanzar sus objetos con el movimiento corporal. No van a desarrollarse varios constructor ontológicos como el In Sé o el movimiento del Ser como humano; no habrá paranoesis o el pensamiento óntico al Otro ni el movimiento semántico voluntario (ontovoluntad); tampoco la búsqueda y el encuentro del pensamiento espiritual con las cosas del alma (Platón) tanto para crearlas como para descubrirlas en el mundo, menos aun para hacer el diálogo almático por ende el despliegue de la subjetalidad en la intersubjetalidad (encuentro almático entre sujetos).  

Libidinalmente también hay un déficit, porque el trauma acontece cuando la energía somática excitada recién está pasando por las agencias representacionales de lo psíquico para hacerse libido o energía psíquica significada y representada desde los instintos. Ante este detenimiento, mas la prohibición del movimiento ontológico, se dan las condiciones para la imposibilidad de catectizar el aparato músculo esquelético en general (liso y estriado) con la sensualidad (Eros) y las virtudes como el donaire, garbo y con ello discreción y gracia en lo que se dice, ni con la gallardía, gentileza, soltura y agilidad airosa de cuerpo para andar, danzar, etc. Hasta falta el chiste o dicho gracioso y agudo. Ante todo esto se conforma la personalidad vacía, pero hay la posibilidad de que la libido desexualizada o Interés se pulsionalicen creándose las pulsiones del Yo y con ello el gran desarrollo mental intelectual que casi siempre poseen estos pacientes. Si bien con estas funciones onto-psíquicas inhibidas no pueden hacer vínculo, sí pueden hacer una modalidad de relaciones objetales del tipo Conveniencia (ello es válido también para la depresión espectral aunque en menor proporción) con las que buscan alcanzar éxito en la vida que se hace fuente de sobrevivencia. Todo este complejo genera la Normopatía, son los individuos sanos mentalmente y por el Interés pero vacíos afectiva, psíquica y ontológicamente.

La depresión corporal como vemos es un detenimiento de las funciones onto-psíquicas a raíz del ataque al vínculo madre-hijo cuando se estaba desarrollando el movimiento existencial del niño. Como desarrollo compensatorio hay la hipertrofia del Yo tanto en las funciones mentales como en el interés con capacidad de crear un pseudopsiquismo.


3. La depresión Psíquica

A. El trauma psíquico. Es el llamado complejo de castración traumático Este aconteció en la esfera psíquica, cuando se está instalando y desarrollando la energía libidinal. El padre interviene con el significado psicosexual de celos, rivalidad, dominio, poder, etc. Si es al inicio, cuando recién se está formando el psiquismo, el trauma genera la depresión psicótica; Si esta amenaza con destruir al niño crea la reacción maniaca y nacerá la bipolaridad. Pero si el trauma es más tarde durante la instalación de las cadenas asociativas del erotismo y el enamoramiento intrafamiliar, en el momento de las relaciones objetales edípicas, creará la neurosis edípica y si es más intensa la acción traumática la depresión neurótica; y si es entre ambos momentos, a predominio psicótico pero con experiencia libidinal neurótica, creará el estado border line.

B. Efectos del trauma. El efecto del complejo de castración traumático forma la persona y su entidad la personalidad. Ella básicamente es a expensas de la libido pulsional que siempre se ha de expresar simbólica y sintomáticamente. La libido habla del instinto y muy poco de la onticidad, más aun, ésta está dentro de aquella. De esta unión inconsciente nace la pasión amorosa -en cambio en la normopatía hay la pasión del interés que es emocional/material- por lo que desarrollan complejos trágicos tanáticos capaz de destruir al hombre que la padece. Allí se encuentran estados edípicos inacabados debido a la presencia del complejo de castración traumático del tipo oral, fálico/clitoridiano, interpersonal.  

Interacciones dinámico-clínicas entre las depresiones

Cada tipo de depresión en cuanto a su génesis, estructura y funcionamiento no es única ni está aislada de las otras formas sino que todas conforman un bloque depresivo aspectizado individual, dinámica y clínicamente lo que permite el diagnostico específico de un tipo de depresión pero sabiendo que existe subyacentemente el efecto traumático con pluralidad genético-organizacional psicodinámica de formación de síntoma que une entre sí a todos los cuadros clínicos.  

Atrás de ello hemos de saber que el trauma modifica varios espacios, así al principio el vínculo madre/hijo donde la madre también enferma y de esta manera ambos continúan la unión ya no vincular pero sí relacional. De allí se desprende la sana norma de que para curar al hijo pequeño hay que curar a la madre y si es en un análisis individual adulto se hace necesario curar a la madre revelando dentro de sí a ella;  

En segundo lugar lo modificado es el espacio interno del psicosoma, produciendo la detención evolutiva que hemos visto y al mismo tiempo convirtiéndose ésta, por un lado, en involución que a partir de ella será su medio de expresión pues de allí en adelante lo reprimido se expresará por el cuerpo, el trauma y su efectos como constelación sintomática en niveles o cortezas regresivas y evolutivas, luego por otro lado el mismo trauma, por el fenómeno de la compulsión repetitiva describe una línea expansiva que inicialmente es interpersonal para luego traumatizar el medio ambiente familiar, laboral y social razón por la cual se hemos de consider un efecto transpersonal. De esa manera si los padres fueron los generantes del trauma, los hijos lo continúan.

En tercer lugar así como el campo semántico individual se patogeniza, el familiar también. Todo se hace homogéneo en base al trauma, razón por la cual todos los miembros de la familia son semejantes y uno habla por todos.  

Si específicamente seguimos la perturbación del psicosoma, pero esta vez en medio de este ambiente familiar homogéneo veremos que allí existe intrapsíquicamente un proceso de diferenciación individual del trauma que hace con que su organización en realidad no sea homogéneamente traumática en todas las personalidades. ello ocurre por dos efectos: uno, por la acción del amor materno que subyace o de una persona sustituta que viene en socorro. Crea el fenómeno de la resiliencia, donde de lo nocivo surge lo saludable.  

Dos, el trauma espectral no se mantiene como tal debido a que conforme avanza el crecimiento corporal y la vida del paciente sufre variaciones otorgadas por el fenómeno de formación de nuevos instintos propios de cada etapa psicosexual y que van apareciendo. Entonces veamos como estos dos factores producen variaciones del trauma.
Si el momento traumático espectral es en la vida fetal u oral y hay la elaboración de éste en forma de depresión espectral, corporal y hasta psíquica, significa que si bien éstas tienen un punto de partida espectral éste se está manifestando por los síntomas de formas clínicas más evolucionadas. ¿Qué hace con que el trauma espectral no quede como tal en la etapa de origen y se derive hacia otras etapas psicosexuales posteriores? 

Ello depende de la intensidad del trauma como habíamos mencionado, pero también del temperamento infantil y sobre todo de la función continente y adecuada de la madre después del trauma, como lo habíamos mencionado. Si bien ella recibe pasivamente el influjo espectral del padre puede deshacerse de él y re-emprender la vincularidad con el hijo favoreciendo la liquidación traumática lenta y progresiva hasta quedar como un núcleo semidescatectizado que o bien se deriva en entidades clínicas correspondiente a etapas posteriores -que son menos graves- o bien permanece como tal en medio de la normalidad constituyendo "las partes psicóticas de la personalidad"'.

Este efecto, repetimos, que es por el amor materno filial en vínculo, permite ver que el amor es el antídoto eficaz contra la espectralidad y la violencia corporal porque calma el terror, el dolor en el psicosoma y crea el aparato de pensar en el niño. El amor obra así porque es continencia fructificante, sentimiento embellecedor de la energía afectiva (crea el Eros), estimula la aparición del ánimus, y produce el procesamiento de lo espectral en experiencia paráclita donde se vive asistidamente la muerte para renacer con ideas generantes de pensamiento.

También puede acontecer que la experiencia traumática espectral se dé tardíamente, esto es, durante la infancia mayor o edípica no sin haberse registrado oralmente como percepción pre-traumática y de esa manera lo edípico re-significa espectralmente lo oral sobre todo cuando hay regresiones y será su forma de expresión, ha creado por el enamoramiento con el padre la noción del malo sentido como bueno. Donde se le camufla al padre con el amor de sí. ello se enclavará en el inconsciente creando un superyó autopunitivo desde dentro de sí.

Hay pues un flujo bidireccional dentro del psiquismo. Sin embargo estas expansiones del trauma y sus formas clínicas, provocarán -si no hay la intervención del amor maternal o un eros terapéutico eficaz- un desenlace casi siempre trágico que veremos a continuación.


Evolución de la depresión

Los tres tipos de depresión generalmente evolucionan hasta formar una clínica psicodinámica, luego una producción psiquiátrica florida, desde allí adviene una regresión mayor desestructurante que va a un punto de desenlace final que culmina con la adquisición de la depresión Existencial y más tarde la búsqueda de la muerte. Es en esta secuencia de entidades donde se abre un nuevo campo vivencial sintomático para el paciente y un reto para la psiquiatría que consiste en el deterioro tanto organísmico como de la posición laboral, familiar y social donde la depresión se hace refractaria a todo tratamiento siendo la mortalidad muy alta por identificación masiva con el agresor.  

Para llegar a este estado clínico las tres formas de depresión evolucionan dentro del cuerpo, en la neurona y en una línea regresiva biológica. Primero veamos el deterioro corporal y sucesivamente las otras dos en cada tipo de depresión.  

El estado espectral es el que forma la producción de radicales libres que oxidan y dañan las células y suprimen la homeostasis con los antioxidantes corporales surgiendo el estrés oxidativo que ocasiona la disfunción orgánica, mas tarde la incapacidad, luego el deterioro del órgano, sistemas y de la vida. El sistema y órgano central de dicha involución es el sistema nervioso, específicamente el cerebro y periféricamente otros órganos y aparatos como el cardiovascular, músculo esquelético, respiratorio, digestivo, etc. En el cerebro existe el síndrome desorden neuronal espectralizado donde hay sucesivamente el disturbio de la neurotransmisión, la perturbación de la descarga y recaptación de los neurotransmisores, trastorno en los propios receptores y la activación de la muerte neuronal programada (apoptosis). Toda esta secuencia significa que el estímulo espectral es neurocongruente, neurosintónico con la anatomía y con el funcionamiento neuronal debido a que el espectro es conocido porque es la representación psicológica del Caos filogenético, esto es, cuando en la línea creativa divinal el Ser (en término de Espíritu) -luego de la síntesis metafísica- aparece en la Nada como emandad quántica generando las primeras formaciones inorgánicas y proteínicas para formar el plasma biogénico creándose la amnesia divinal en la materia, o la ausencia ontológica o del sema óntico, para luego surgir del espíritu la creación de la Protoalma (chispa biogénica o factor de instímulo de la biomateria) y dentro de él el ánimus no sin crear la orfandad biofísica consciencial donde las primeras sustancias y seres neoformados eran, además de desprovistos de la semántica divinal, descompuestas e irregulares que más tarde serán leídos como espectro vivo de la materia desalmada. Después de mucho tiempo la espectralidad sensorial evolucionó y alcanzó una organización estructural y funcional como fantasmagoría del tipo posesiva cuyo portador era una persona "tomada por los malos espíritus". Ante este caos social la religión se erigió eficazmente para sofocarlo dando paso a la salud -aunque sumisa- llena de valores morales que conocemos como superyó no sin reaparecer esporádicamente la espectralidad como tal dentro de él, hasta que en nuestros tiempos la vemos como tanatidad psicológica. ello ha sido un gran proceso evolutivo favorable porque primero se gestó el estado esquizofrénico de la humanidad como paradigma espectral, luego el advenimiento de los vicios espirituales (brujería, hechicería, etc. ) que con la muerte de éstos en la hoguera se ayudó a reprimir, posteriormente apareció el exorcismo para dar lugar a la terapéutica actual.  

De esta manera hemos construido la línea evolutiva de la humanidad que se guarda en el primer inconsciente, el ello. Esta en hitos, desde el caos, la espectralidad, posesión, salud con recrudecimiento espectral acompañante (en forma de filicidio, terrorismo, pobreza, corporativismo) e intervención terapéutica actual constituyendo una línea científica que todavía está en conformación y expansión. De ello podemos colegir que si bien el hombre aún está en formación progresiva, especialmente en la consciencia, también está sujeto a sus orígenes, está en estado inacabado e influenciado por ella. Debido a que esta línea evolutiva es filogenético y porque la experiencia de amor de especie aun no se establece del todo, atrae al hombre cuando éste no puede sostenerse adecuadamente con sus objetos. De esta manera cada vez que un niño cae bajo el efecto del trauma espectral paterno/filial o social actual, hace primero la evolución particular en cada una de las depresiones que al desembocar en la depresión existencial recreará involutivamente dicha línea que hemos expuesto. Pero allí le espera una desagradable sorpresa. Veamos en que consiste. Si empieza desde una precaria salud, va a la posesión de "malos" pensamientos, luego a la espectralidad, al caos, a la nada, acercándose con el yo imagen corporal y de placer a la proximidad de la síntesis metafísica donde se ve en un nuevo conflicto, pues si por un lado ansía la liberación humana -creando el deseo de morir con una renuncia al mundo, a los familiares, seres queridos y a sí mismo como hombre. El mundo se le apaga, el cuerpo se deteriora y el Caos da paso a la Nada autística y enferma corporalmente- por otro lado, cuando prevé la cercanía de la muerte física y definitiva, ve que con estos Yo no sabe regresar al plano metafísico de origen porque la nesciencia ontológica y el odio adquirido hacia la vida lo impiden. Allí en la agonía, se observa como nada y llora: no hay consciencia almática, solo conciencia cognitiva, conciencia de la vida como tiempo muerto y dolor ante la irresponsabilidad por una vida vacía. Diríamos que todo esto es por el odio paterno en la vida del hijo que hace pensar y reaccionar así, pero en realidad es su continuación, no ha habido un punto de quiebre terapéutico y toda esa vida ha sido una búsqueda ciega, nesciente, bruta e inacabada de nuestro origen metafísico. Por lo cual concebimos a toda depresión, en su desenlace fatal, como la activación regresiva del ello al origen humano.  

El tratamiento médico debe interrumpir la nesciencia y la ontología educativa debe crear al ser humano para hacer la verdadera evolución que es la ontológica a fin de recobrar el espíritu faltante en sí mismo y en la vida, lograr el alma y tener vida existencial. Mientras esto no se haga la humanidad re-inviste la evolución conocida y la desanda, vuelve ciegamente tras sus pasos y cree ser el alma en la metafísica.  

Muy a pesar de lo dolorosa que esta vida es, aún así es evolución, porque a sido la experiencia del dolor que siempre en algún momento histórico dio lugar a la consciencia, al insight y a la comprensión entre ellas la esencial: la analítica. Después de ella vino el descubrimiento óntico de sí mismo en salud para la prosperidad almática y material. Como decía Dante Alighieri en una alegoría de gran precisión y fuerza dramática en la que se describe el imaginario viaje del poeta a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso en la Divina Comedia: "Antes aprendí a morir, ahora aprendo a vivir".


Tratamiento

Para que el tratamiento de la depresión sea efectivo debe cubrir los siguientes aspectos:

A. Ontología educativa en todos los niveles específicamente con la psicagogía y en la calobiótica o ciencia del buen vivir en las áreas social, familiar, dietético.  

B. tratamiento específico: Farmacológico y Psicoterapéutico. Uno y otro necesariamente se complementan. Desde el inicio andan juntos, el farmacológico y el psicoterapéutico del tipo cognitivo conductual, luego durante el establecimiento de la salud la psicoterapia cognitivo conductual da paso a la psicoanalítica para establecer la introspección y el insight donde la semántica logra la formación del aparato de pensar y surge la elaboración del pensamiento psíquico.  

Después de ello se da paso a la terapia ontopsicoanalítica donde nace el espíritu leído y el nacimiento del Yo Ontológico o Alma que va instalándose existencialmente hasta ser solo advenimiento del Ser u onticidad. Intrínsicamente a éste proceso evolutivo, la idea somatoinstintiva es rescatada de la espectralidad y pasa a ser libidinal y gracias a la evolución psicosexual ingresa al plano óntico donde se despliega la almatidad.  

Cobertura Psicoterapéutica. La amplitud clínica de la psicoterapia es en todos sus niveles: individual y familiar necesariamente con un estudio diagnóstico medio ambiental y laboral es esencial pues la salud en estos niveles debe acompañar al tratamiento de fondo.
Terapia Farmacológica.  

En la depresión espectral: se hace necesario el uso principalmente de los antipsicóticos atípicos y los estabilizadores del ánimo así como los antidepresivos. Si no es posible se usarán los neurolépticos asociados a un antidepresivo.

En la depresión Corporal: el uso del antidepresivo corporal (en primera línea los duales como la duloxetina, venlafaxina xr y en segunda línea los tricíclicos) unido a un ansiolítico antipsicosomátizante benzodiacepínico (clobazan principalmente, luego el clonazepan) o cuando la depresión es grave el uso del esquema anterior para la depresión espectral.

En la depresión Psíquica: el uso de los antidepresivos convencionales unido o no a un ansiolítico común (nunca solo por el riesgo al suicidio).


Nota

' Que equivale a contener dentro de sí al padre psicótico.


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