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La adicción a las drogas : Claves biológicas, psicológicas y sociológicas.

Autor/autores: David Puchol Esparza
Fecha Publicación: 01/01/2004
Área temática: Adictivos, Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

La presente conferencia parte de una premisa fundamental: La consideración de los Trastornos Adictivos como un fenómeno de naturaleza multicausal, interactiva, compleja y multidimensional. Entender los Trastornos Adictivos desde un punto de vista bio-psico-social implica tratar de profundizar en las claves esenciales que parecen desempeñar un papel más relevante en cada una de estas tres grandes dimensiones y sobre las que el presente trabajo pretende ahondar. En primer lugar se aborda la dimensión puramente biológica, centrándo la exposición en el análisis de las propiedades y rasgos fundamentales de las principales sustancias susceptibles de generar adicción.

A continuación se profundiza en las principales variables de naturaleza psicológica, analizando el rol de la inteligencia Emocional, la personalidad, la presencia de psicopatologías asociadas y la influencia de las habilidades sociales y otros recursos de afrontamiento. Para concluir, desde un punto de vista sociológico, se analizan algunas claves y factores considerados esenciales, como el entorno socio-familiar, la influencia del grupo de iguales, el contexto escolar, el clima social dominante y el propio entorno comunitario. La comprensión de los factores implícitos en cada una de estas grandes dimensiones constituye la verdadera base sobre las que construir estrategias de intervención realmente eficaces y precisas frente a este tipo de trastornos.

Palabras clave: Adicción, Biología, Claves, Drogas, Psicología, Sociología


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La adicción a las drogas : Claves biológicas, psicológicas y sociológicas.

David Puchol Esparza.

Universidad de Valencia. Facultad de Psicologia

E-mail: dpuchol@yahoo. es

PALABRAS CLAVE: adicción, drogas, Claves, Biología, psicología, Sociología.

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[2/2/2004]


Resumen

La presente conferencia parte de una premisa fundamental: La consideración de los Trastornos Adictivos como un fenómeno de naturaleza multicausal, interactiva, compleja y multidimensional. Entender los Trastornos Adictivos desde un punto de vista bio-psico-social implica tratar de profundizar en las claves esenciales que parecen desempeñar un papel más relevante en cada una de estas tres grandes dimensiones y sobre las que el presente trabajo pretende ahondar.

En primer lugar se aborda la dimensión puramente biológica, centrándo la exposición en el análisis de las propiedades y rasgos fundamentales de las principales sustancias susceptibles de generar adicción. A continuación se profundiza en las principales variables de naturaleza psicológica, analizando el rol de la inteligencia Emocional, la personalidad, la presencia de psicopatologías asociadas y la influencia de las habilidades sociales y otros recursos de afrontamiento. Para concluir, desde un punto de vista sociológico, se analizan algunas claves y factores considerados esenciales, como el entorno socio-familiar, la influencia del grupo de iguales, el contexto escolar, el clima social dominante y el propio entorno comunitario.

La comprensión de los factores implícitos en cada una de estas grandes dimensiones constituye la verdadera base sobre las que construir estrategias de intervención realmente eficaces y precisas frente a este tipo de trastornos.

Introducción

La palabra adicción deriva del vocablo latín ‘addicere’ que significa ‘ligar algo/alguien a algo/alguien’. La adicción constituiría un impulso, aparentemente irresistible, hacia un determinado estado vivencial a cuya consecución se supeditan todas las fuerzas de la razón (Wanke, 1984). Aunque desde una mentalidad ‘científica’ existe una cierta reticencia a incluir en el concepto de dependencia, factores tan ‘resbaladizos’ o ambigüos como los relacionados con las vivencias internas, los factores socio-culturales o la propia personalidad, l o realmente cierto es que el individuo, en esencia, termina siendo adicto a la experiencia globalmente considerada (conjunto de elementos físicos, emocionales y ambientales) que la sustancia concreta es capaz de generar o inducir, lo que explicaría la tendencia a ‘repetir’ o reincidir en su uso y a depender, literalmente, su bienestar y estado emocional del consumo sistemático y compulsivo de la sustancia (Peele y Alexander, 1987).

La Organización Mundial de la Salud, en su clasificación Internacional de las Enfermedades (1992) define la dependencia como “Un patrón de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas, en el cual el consumo de una droga, o de un tipo de ellas, adquiere la máxima prioridad para el individuo, mayor incluso que cualquier otro tipo de comportamiento de los que en el pasado tuvieron el más alto valor. La manifestación característica del síndrome de dependencia es el deseo (a menudo fuerte y a veces insuperable) de ingerir drogas (incluso las que pueden haber sido prescritas por un médico), alcohol o tabaco. La recaída en el consumo de una sustancia después de un período de abstinencia lleva a la instauración, más rápida de lo que sucede en individuos no dependientes, del resto de características del síndrome. ”

Por su parte, el Manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales, elaborado por la Asociación Psiquiátrica Americana (1995), establece como criterio diagnóstico esencial en relación a la dependencia la existencia de un patrón desadaptativo de consumo de una sustancia que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por (como mínimo) tres de los ítems siguientes en algún momento de un período continuado de 12 meses. . .

1. ) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:

1. 1. -Una necesidad de cantidades significativamente crecientes de la sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto deseado.

1. 2. -El efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye, de forma sensible, con su consumo continuado.

2. ) Abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:

2. 1. -El síndrome de abstinencia característico para la sustancia

-Presencia de un síndrome específico de una sustancia debido al cese o reducción de su consumo prolongado y en grandes cantidades.

-El síndrome específico de la sustancia causa un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad laboral y social o en otras áreas importantes de la actividad del individuo.

-Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental

2. 2. -Se toma la misma sustancia, o una muy similar, para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.

3. ) La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía.

4. ) Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos para tratar de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia.

5. ) Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia, en el consumo de la sustancia o en la recuperación de sus efectos.

6. ) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia.

7. ) Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de la sustancia.

Analizando en su conjunto las diversas definiciones y conceptualizaciones que a lo largo de los últimos años se han venido realizando en relación al concepto genérico de adicción, destacan tres componentes (considerados esenciales) para establecer con precisión lo que entendemos realmente por adicción:

1. -La preocupación obsesiva por una sustancia específica.

2. -Su utilización de forma compulsiva y dificilmente controlable.

3. -La tendencia a la recaída y las dificultades para abandonar su empleo.

El individuo dependiente tiende, de forma progresiva pero inexorablemente, a ‘estrechar’ su repertorio de comportamientos habituales, dando prioridad absoluta al consumo de la droga, parapetándose u ocultándose tras un muro (en no pocas ocasiones infranqueable) de autoengaño, excusas, negaciones y racionalizaciones, persistiendo en sus hábitos a pesar de la toma de conciencia progresiva de las consecuencias y secuelas negativas que él mismo o su entorno está sufriendo (Vaillant, 1983).

La drogodependencia, interpretada desde una perspectiva integral, es el fruto del encuentro entre un individuo y una droga, en el marco de un ambiente determinado que, por la razón que sea, ha resultado en algún momento gratificante, invitando a su repetición hasta llegar a consolidar una indisoluble alianza entre ambos (Rodríguez-Martos, 1995). Estas tres variables o dimensiones, droga-individuo-ambiente, interactúan de forma dinámica, compleja y constante, dependiendo la conducta resultante de los factores específicos que ‘concurran’ en cada uno de los tres elementos de este trípode que configura la adicción (Rodríguez y cols. , 1997).

La conceptualización de los Trastornos Adictivos desde un punto de vista bio-psico-social, más allá de la mera dependencia fisiológica a una sustancia, implica tomar en consideración aquellos factores, tanto de carácter biológico, como psicológico y sociológico, que parecen desempeñar un mayor peso específico en el surgimiento y consolidación de este tipo de trastornos. Los próximos apartados de la presente conferencia son dedicados a analizar aquellas claves consideradas como más relevantes o significativas en el desarrollo de la adicción desde este triple punto de vista. . . .

Las claves biológicas de los trastornos adictivos

A lo largo de los últimos años los avances realizados en la comprensión de los procesos básicos de carácter neurobiológico, genético y bioquímico implicados en los diferentes Trastornos Adictivos han sido poco menos que impresionantes. Una selección de algunas de las conclusiones más relevantes alcanzadas a lo largo de las últimas décadas son enumeradas a continuación. . .

1. -La identificación y discriminación de los mecanismos productores de la conducta de búsqueda y dependencia física a las drogas (Wise y Bozarth, 1985).

2. -El descubrimiento de las propiedades y mecanismos reforzantes de las principales drogas de abuso (Bozarth, 1987).

3. -El estudio y constatación de la predisposición familiar en la adicción a drogas específicas, como el alcohol (Schuckit, 1987).

4. -El análisis de los sistemas de recompensa cerebral y su relación con las principales drogas adictivas (Engel, 1987).

5. -La identificación de los mecanismos celulares y moleculares específicos implicados en el desarrollo de las dependencias a las drogas (Koob y Bloom, 1988).

6. -El análisis de los receptores primarios fundamentales asociados a la mayoría de las drogas de abuso (Kilty y cols. , 1991).

7. -La localización y asociación de los neurotransmisores más estrechamente vinculados con las principales drogas (Koob, 1992).

8. -La constatación de una mayor activación de determinadas áreas cerebrales durante la adicción, el síndrome de abstinencia y el impulso hacia la droga (Volkow y cols. , 1996).

9. -La demostración de la importancia del sistema mesolímbico de la dopamina, en la disfunción adictiva producida por las diferentes drogas de abuso (Kuhar y cols. , 1991).

10. -El análisis de los procesos básicos de reforzamiento cerebral asociados a la adicción a los opiáceos (Bozarth, 1994).

11. -La influencia relevante de las anfetaminas sobre los niveles de Dopamina, Serotonina y noradrenalina (Kuczenski y Segal, 1997).

12. -La identificación de los factores genéticos asociados al alcohol y otras drogas de abuso (Crabbe y Phillips, 1998).

13. -La implicación de los receptores específicos de Serotonina en los efectos reforzadores de la cocaína (Parsons y cols. , 1998).

14. -Los efectos específicos de la nicotina sobre los sistemas de recompensa cerebral (Bozarth y cols, 1998).

15. -La influencia de la cocaína y las anfetaminas sobre los procesos metabólicos clave de la Dopamina (Volkow y cols. , 1999).

En la presente conferencia, el análisis de las claves biológicas se centrará (más allá de los aspectos puramente neurobiológicos) en uno de los pilares básicos que ‘sustentan’ el trípode de la adicción, los rasgos definitorios de las diferentes drogas, teniendo en cuenta que su potencial adictivo derivará (entre otros factores) de sus propiedades farmacológicas específicas, de los receptores sobre los que actúe, de su interacción con los diferentes sistemas de neurotransmisión y de sus efectos concretos sobre los sistemas de recompensa cerebrales (Rodríguez y cols. , 1997). A continuación se exponen las propiedades esenciales de las principales drogas susceptibles de generar adicción, agrupadas en diez grandes categorías, y en relación a tres dimensiones esenciales ; 1) Presentación y forma de administración 2) Efectos principales y 3) Riesgos asociados a su consumo. . . .

 

1. -El Alcohol

1. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

El etanol es el principal componente (y el responsable de sus efectos) de las diferentes bebidas alcohólicas, obtenidas básicamente a través de un doble proceso que determinará su nivel de graduación : 1) Destilación (ginebra, ron, whisky. . . ) 2) Fermentación de granos y frutas (vino, cerveza, champagne. . . ). Más allá de lo que a primera vista pudiera interpretarse, el alcohol es un depresor del Sistema nervioso Central, ya que a pesar de sus efectos iniciales de euforia, desinhibición y excitación (transitorios y de corta duración) la mayor parte de sus propiedades se relacionan con sus efectos depresores a más largo plazo (pérdida de reflejos, somnolencia, descoordinación, visión borrosa. . . ).

1. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Sensación momentánea de euforia, desinhibición y falsa sensación de seguridad.

-Impulsividad, inestabilidad, locuacidad y labilidad emocional.

-Disminución de los niveles de ansiedad y de la percepción del dolor.

-Descoordinación, falta de reflejos, visión borrosa y dificultades cognitivas básicas.

1. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-Disfunciones y alteraciones hepáticas severas.

-Alteraciones del aparato digestivo (inflamaciones, úlceras, gastritis, degeneraciones. . . . ).

-Problemas cardiovasculares : Infartos, arterioesclerosis , miocarditis. . .

-Alterac. mentales : demencia, psicosis, delirios, degeneración cerebral, encefalopatías. . .

-Intoxicación etílica grave (inconsciencia, coma, depresión cardiorespiratoria y muerte).

-Otras alterac. (déficits nutricionales, alteraciones en la gestación, disfunción sexual. . )

 

2. -El Tabaco

2. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

El tabaco es una planta del género nicotiana del que existen más de cincuenta variedades diferentes, si bien una en concreto, la Nicotina Tabacum (hojas secas en forma de hebras o de color marrón) es la que suscita mayor interés y ha logrado una mayor difusión. En la combustión del tabaco se producen, literalmente, miles de sustancias (algunas de ellas no totalmente identificadas) entre gases, vapores de carácter orgánico y compuestos suspendidos en forma de partículas (destacando sustancias como la nicotina, diferentes tipos de irritantes, el alquitrán, numerosos hidrocarburos con potencial cancerígeno, el amoníaco o el monóxido de carbono) que son ‘transportadas’ por el humo hacia los pulmones. Éstas sustancias ejercen su ‘acción’ principalmente (aunque no en exclusiva) sobre el aparato respiratorio, aunque algunas de ellas se absorben y pasan a la sangre desde donde ‘influyen’ sobre diferentes tejidos y órganos.

El fumador, al inhalar el humo, provoca que la nicotina actúe en el cerebro (de forma casi instantánea) ejerciendo una acción intensamente recompensante para el sujeto. La continua y sistemática práctica de esta conducta termina por afianzarse sólidamente en los hábitos de comportamiento del individuo. El tabaco, a pesar de las creencias de los propios fumadores, es una droga estimulante. Sus efectos ‘relajantes’, atribuidos por los propios fumadores, se debe a que, una vez desarrollada la adicción a esta sustancia, encender un cigarrillo ‘calma’ la ansiedad que surge en aquellos momentos asociados a su uso en los que éste no se encuentra disponible.

2. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Estimula y favorece el estado de alerta (incremento pulso, respiración y presión arterial)

-Hábito adquirido con propiedades ‘atribuídas’ de carácter sedante y tranquilizador.

-Percepción subjetiva de ‘facilitación’ de las relaciones sociales.

2. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-Alteraciones respiratorias : Degeneración, irritación, bronquitis, enfisema, cáncer. . . .

-Alteraciones en el feto durante la gestación e incremento de abortos y prematuridad.

-Síndrome de abstinencia tabáquica (ansiedad, irritabilidad, tos, aumento de peso. . . . )

-Trastornos cardiovasculares : Infartos, arteriosclerosis, trombosis. . . .

-Otras alteraciones (úlceras, faringitis, afonias, cáncer de estómago y boca, impotencia. . . )

 

3. -El Cannabis(Hachis, marihuana, Hierba, THC)

3. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

Uno de los componentes fundamentales del cannabtetrahidrocannabinol (THC) es considerado un alucinógeno menor. Tres formas o variedades son las más habituales para su consumo : 1) La marihuana (hierba) preparada a partir de las hojas secas, flores y pequeños tallos de la cannabis Sativa, su contenido de THC oscila entre el 5-10% ; 2)

La hashish (hash) elaborada prensando la resina de la planta hembra, dando lugar a un bloque de color marrón, su contenido de THC alcanza el 20%. 3) Un concentrado líquido denominado aceite de cannabis (aceite de hachís) que se obtiene mezclando la resina con algún disolvente como la acetona, la gasolina o el alcohol, generando una mixtura viscosa cuyas proporciones de THC son muy elevadas, alcanzando un 85%.

Las únicas formas de administración posibles son la inhalación y la ingestión. Habitualmente se fuma, mezclando el cannabis con tabaco en cigarrillos hechos a mano. Otra forma alternativa de consumir el cannabis es mediante pipas fabricadas a tal fin, diseñadas con cañas largas o pequeños depósitos de agua, cuyo objetivo es enfriar el humo antes de inhalarlo. La mayoría de los usuarios habituales de cannabis lo fuman, siendo poco común su ingesta, salvo en algunas culturas propias de África o el Caribe, donde perdura la vieja práctica de ingerir preparados hechos con cannabis y agua. El cannabis, también se emplea como ingrediente en repostería y caramelos y como material para la confección de otros artículos complementarios (p. ej. ropa).

3. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Alucinógeno menor (Tetrahidrocannabinol –THC-)

-Incremento del apetito, reducción de la percepción del dolor, relajación y desinhibición.

-Facilitador de las relaciones sociales (locuacidad, euforia, extroversión. . . )

3. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-Dificultades en las capacidades relacionadas con la memoria y la concentración

-Alteraciones en la percepción temporal y sensorial.

-Desencadenante de cuadros psicóticos y delirantes en individuos predispuestos.

-Sensación de letargo y confusión así como disminución del interés y la motivación.

 

4. -Las drogas de Síntesis(Éxtasis, MDMA, MDA, MDE)

4. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

Existen diversos tipos de sustancias catalogables como ‘Drogas de Diseño o Síntesis’, pero las grandes protagonistas actuales son de acción básicamente estimulante. Entre ellas destaca con luz propia el denominado Extasis o MDMA, que ha obtenido niveles de expansión y popularidad muy destacables. Junto al éxtasis, y bajo la misma etiqueta de “Drogas de Síntesis” se ocultan otras sustancias de composición química similar, aunque de efectos secundarios incluso más graves (por ejemplo MDA o MDE ). Todas estas sustancias son derivados anfetamínicos, cuya composición química se aproxima a la mescalina (una sustancia alucinógena), responsable en buena medida de sus peculiares efectos sobre el individuo. La forma de administración habitual es por vía oral, en forma de tabletas, cápsulas o polvos, siendo las primeras las más extendidas y populares, presentándose en una gran variedad de tamaños, formas y colores con el fin de hacerlas más atractivas, populares y comerciales .

4. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Estimulación generalizada, euforia y disminución de la necesidad de descanso.

-Incremento de la sensación de energía física y emocional, autoestima y desinhibición.

-Facilitación del contacto interpersonal y las relaciones sociales.

4. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-Alteraciones cardiovasculares (arritmia, taquicardia, hipertensión. . . . ) y hepáticas.

-Sobreestimulación (hipervigilancia, ansiedad, hipertermia, sudoración, insomnio, shock. . )

-Síntomas psicológicos (ansiedad, confusión, pánico, depresión, psicosis, paranoias. . . . )

 

5. -Los Alucinógenos(Ácido, LSD, Tripis, Mescalina)

5. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

Los alucinógenos o psicodislépticos son sustancias con capacidad para provocar en el individuo que las consume alteraciones perceptivas importantes, como por ejemplo delirios y alucinaciones visuales. Algunas de estas sustancias como la mescalina y la psilocibina, son de origen natural, mientras que otras se elaboran de forma sintética en laboratorios específicos clandestinos, como en el caso del LSD y la feniciclidina.

En relación al LSD , éste puede presentarse en muy diversos formatos (tabletas, cápsulas, tiras de gelatina, micro-puntos, etc. ) La distribución de la sustancia se lleva a cabo en hojas de papel secante, sobre las que se ha impregnado dicha droga. Éstas, a su vez, son decoradas con muy diversos motivos, adquiriendo al final un aspecto de sello o calcamonía que pasa fácilmente inadvertido. La forma tradicional de consumo de otros alucinógenos como la mescalina era por vía oral (masticado o mediante una infusión). Actualmente, esta sustancia es refinada (en forma de polvo) y suele ingerirse (de forma ocasional también se inyecta).

5. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Sensación de mayor ‘agudeza sensorial’ (nuevos matices en las formas y colores. . . )

-Alteraciones perceptivas (delirios, distorsiones y alucinaciones).

-Reducción en la percepción del dolor y disminución de la coordinación muscular.

-Experiencias ‘místicas’ (sensación de paz y unión con los demás, plenitud interior. . . . )

5. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-La experiencia del ‘mal viaje’ (pánico, paranoias-persecución, desorientación, psicosis. . )


-Dificultades de concentración, memoria y orientación espacio-temporal.

-Flash-backs involuntarios, relacionados con los estados alterados de conciencia.

-Otras alteraciones : insomnio, delirios, psicosis, trastornos emocionales, irritabilidad. . . . .

 

6. -La Cocaína

6. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

Los principales derivados cocaínicos son obtenidos a partir del arbusto de la coca del que existen múltiples variedades. Tres subespecies son las más conocidas y utilizadas en la actualidad: 1) La boliviana o ‘huanaco’ 2) La colombiana o ‘novagranatense’ y 3) La peruana o ‘trujillense’. A partir del proceso de elaboración y del tipo de sustancias específicas empleadas durante el mismo se obtendrán diferentes derivados cocaínicos: A) Pastas de coca (basuca) B) Base libre C) Clorhidrato de cocaína y 4) El ‘Crack’. La forma habitual de administración es vía nasal (esnifada) aunque también se inyecta (sóla o mezclada con otras drogas como la heroína), se absobe a través de las mucosas (p. ej. frotando en las encías) o se fuma (p. ej. mezclada con tabaco).

6. 2. -EFECTOS PRINCIPALES
-Efecto general estimulador, expansivo y excitador.

-Disminución de la fatiga, la necesidad de sueño y/o apetito y la percepción del dolor.

-Aumenta la seguridad subjetiva, la euforia e intensifica las vivencias de bienestar.

6. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-Alterac. cardiocirculatorias:Infartos, hipertensión, hemorragias cerebrales, encefalopatías.

-Alterac. mentales : psicosis, agitación, insomnio, irritabilidad, depresión, inestabilidad. . . .

-Alterac. respiratorias : disnea, lesiones en las mucosas, afecciones bronquiales. . . .

-Otras alteraciones : insomnio, anorexia, impotencia, cefaleas, desnutrición, suicidio. . . . .

 

7. -Los Opiáceos (Heroína, opio, Codeína, metadona, Morfina)

7. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

Bajo la etiqueta de ‘Opiáceos’ se ocultan un conjunto de diversas sustancias, derivadas de la adormidera, con una poderosa acción analgésica y depresora sobre el Sistema nervioso Central y que presentan, como rasgo característico, una enorme capacidad para generar dependencia y tolerancia, además de provocar la aparición de un intenso síndrome de abstinencia muy característico cuando su administración es interrumpida. Su presentación y forma de administración es muy variada : El opio crudo (tras ser refinado y transformado) puede ser fumado, comido o bebido. La morfina (en forma de polvo, tabletas o líquido) se introduce en el organismo por vía oral o inyectada. La Codeína se encuentra disponible en el mercado farmacéutico en forma de comprimidos o en forma líquida (jarabe o ampollas). La metadona (administrada por vía oral) es utilizada en el tratamiento de la dependencia a la heroína a través de estrategias, supervisadas por profesionales, de sustitución controlada. Finalmente, la heroína, su representante más ilustre, ha sido administrada tradicionalmente por vía intravenosa. Sin embargo la expansión del SIDA y otro tipo de infecciones ha propiciado la aparición de nuevas ‘tendencias’ en su consumo, como la tendencia a ser fumada o aspirado su vapor.

7. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Intensa sensación de placer momentánea y transitoria (‘flash’).

-Ralentización del pensamiento y estado de alerta, confusión general.

-Eliminación del dolor, relajación general, sensación de bienestar e inducción al sueño.

7. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-Alterac. digestivas: Falta apetito, estreñimiento, náuseas, molestias gastrointestinales. . . .

-Alterac. psicológicas: Trastornos memoria/atención, desmotivación, depresión, apatía. . . .

-Otros riesgos (sobredosis, infecciones, miosis, hipotermia, depresión respiratoria. . . )

 

8. -Los Psicofármacos Estimulantes(Anfetaminas)

8. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

Las anfetaminas o psicofármacos estimulantes son sustancias producidas de forma sintética en el laboratorio, pertenecientes al grupo de las drogas estimulantes o psicotónicas, y cuyo mecanismo de actuación principal es la potenciación de los niveles de activación general del Sistema nervioso Central. Las formas más habituales de presentación (en texturas, formas y colores muy diversos) de este tipo de fármacos son las tabletas, las cápsulas y en forma de polvo, si bien el grado de pureza de estas sustancias suele ser muy bajo ya que se encuentran ‘mezcladas’ o ‘cortadas’ con otro tipo de sustancias como la cafeína, la lactosa, el paracetamol. . . etc. . Este tipo de fármacos son absorbidos muy fácilmente, tanto por el tracto digestivo como por vía parenteral, por lo que se pueden administrar bien por vía oral (forma más común) o bien por otras vías complementarias menos usuales (inyectadas / esnifadas).

8. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Aumento en la sensación de bienestar, autoconfianza y euforia.

-Disminución de la sensación de fatiga, niveles de apetito y necesidades de sueño.

-Estimulación física / mental generalizada e incremento de la atención y concentración.

8. 3. -RIESGOS ASOCIADOS


-Psicosis tóxica anfetamínica (delirios, alucinaciones, hiperexcitabilidad, temblores. . . )

-Alteraciones mentales : insomnio, irritabilidad, inestabilidad emocional, ansiedad. . . . . .

-Alteraciones cardiocirculatorias: incremento presión arterial, taquicardia, infartos. . . .

-Otros riesgos : sobreestimulación, vértigo, mareos, convulsiones, cefaleas, náuseas. . .

 

9. -Psicofármacos Depresores(Barbitúricos, Tranquilizantes, Sedantes, Hipnóticos)

9. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

En esta categoría de sustancias susceptibles de generar adicción se incluyen todos aquellos fármacos psicoactivos con propiedades fundamentalmente sedantes y depresoras sobre el Sistema nervioso Central (aunque con efectos principales, duración en el organismo y niveles potenciales de toxicidad muy variables) que son producidas (en cantidades masivas) en los laboratorios farmacéuticos y comercializadas (en circuitos tanto legales como ilegales) a través de diversas formas de presentación (cápsulas, comprimidos o ampollas inyectables).

Sus innegables efectos y propiedades (casi instantáneas), la facilidad con la que históricamente han sido prescritas por parte de los profesionales médicos (tratamiento sintomático de los problemas), su rápida aceptación y popularización social (el remedio más fácil y sencillo) así como las propias características de una sociedad que promueve en muchos ocasiones valores enfermizos y alineantes para el propio individuo (aislamiento, competitividad, apariencias. . . ) han ‘provocado’ que el abuso de este tipo de sustancias, de forma incontrolada, se haya convertido en un auténtico problema de salud pública, independientemente de sus aplicaciones terapéuticas innegables.

9. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Disminución de los niveles de ansiedad, excitación e inquietud generalizada.

-Experiencia subjetiva de bienestar y tranquilidad.

-Relajación muscular e inducción del sueño.

9. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-Alterac. neurológicas: Temblores, mareos, aturdimiento, confusión, estatus epilepticus. . . .

-Alteraciones mentales: irritabilidad, depresión, deterioro general, ansiedad, disforia. . . .

-Descoordinación motora, disminución de los reflejos y entorpecimiento del habla.

-Síndrome severo de abstinencia (convulsiones, confusión y riesgo vital).

10. -Los Inhalantes

10. 1. -PRESENTACIÓN Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN

Se trata de un amplio grupo de sustancias y productos químicos de muy diferente naturaleza (lacas, pinturas, quitamanchas, derivados del petróleo, gasolina. . . ) con diversas aplicaciones (generalmente industriales o domésticas) que suelen tener una mayor incidencia (aunque no exclusivamente) en países en vías de desarrollo y con escasos recursos económicos y entre los grupos de población más marginales de los países desarrollados. Su forma de administración más común es por inhalación, generalmente vertiendo la sustancia en una bolsa de plástico y, tras ajustar el orificio en la boca y nariz, aspirando los vapores que emanan.

Su uso predominante entre las clases más bajas y desfavorecidas (debido a que se trata de sustancias de bajo coste económico y fácil adquisición), las edades muy tempranas en las que se inician sus consumidores (niños y adolescentes básicamente), su inmadurez y desconocimiento (inherente en estas edades) , así como la rápida expansión de este tipo de hábitos tóxicos (en países tan dispares como Brasil o Japón) hacen plantearse la enorme peligrosidad potencial de la ‘popularización’ de este tipo de pautas adictivas, no sólo para el propio consumidor sino para la propia comunidad en la que éste se desenvuelve, globalmente considerada.

10. 2. -EFECTOS PRINCIPALES

-Exaltación momentánea e inicial del humor, euforia, alegría y sensación de bienestar.

-Aparición progresiva de síntomas de depresión del SNC (confusión, enlentecimiento. . . ).

10. 3. -RIESGOS ASOCIADOS

-Trastornos de la conducta (hiperactividad motora, agresividad, impulsividad. . . . . )

-Disminución de la memoria, la concentración y otros procesos cognitivos básicos.

-Alteraciones y disfunciones hepáticas, renales, pulmonares y cardíacas.

-Otros trastornos asociados (náuseas, neuropatías, tos, intoxicación, fatiga, desnutrición. . . . ).

Las claves psicológicas de los trastornos adictivos

Conocer las distintas propiedades, efectos, riesgos y acciones farmacológicas específicas de las diferentes drogas, aunque importante , es insuficiente por sí mismo para comprender, en su verdadera dimensión, el complejo y multidimensional fenómeno de la adicción. De hecho, según García-Rodríguez y López (1998), la ‘primera generación’ de programas de prevención de drogodependencias asumía como cierta la premisa que aseguraba que el conocimiento de las consecuencias adversas para la propia salud que provocaría el consumo de este tipo de sustancias (a través de estrategias de carácter fundamentalmente informativo, expositivo o conceptual) sería ‘suficiente’ para disuadir eficazmente a los ‘futuros consumidores’ en relación al posible desarrollo de conductas adictivas. Estos planteamientos , enfoques, premisas y propuestas iniciales, excesivamente optimistas, unicausales, simplificadoras, y en demasiadas ocasiones no exentos de componentes y actitudes ‘moralizadoras’, ante los escasos resultados obtenidos en su aplicación en la realidad provocaron la búsqueda de propuestas más integrales, globales, ambiciosas y sobretodo más efectivas. . .

En este sentido, comenzó a cobrar una mayor relevancia y volumen investigador la identificación y profundización de aquellas variables individuales que podrían considerarse como factores de riesgo y/o factores protectores frente al consumo de drogas. A continuación se analiza una selección de aquellas dimensiones o variables psicológicas que, a lo largo de los últimos años, parecen haber acaparado una mayor atención y relevancia entre los propios profesionales especializados. . . .

1. -La inteligencia Emocional

En los últimos años se observa una tendencia muy significativa y generalizada (Nieda, 1992), en la planificación y aplicación de diferentes programas orientados a la prevención de drogodependencias, a priorizar un ámbito de intervención considerado como fundamental, especialmente durante la adolescencia, y es el relacionado con la promoción de un desarrollo óptimo de un concepto o constructo teórico, relativamente innovador, denominado ‘Inteligencia Emocional’ , término popularizado a nivel mundial por Goleman (1999) y que éste mismo autor define en los siguiente términos: “El término inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Se trata de un término que engloba habilidades muy distintas aunque complementarias a la inteligencia académica, la capacidad exclusivamente cognitiva medida por el cociente intelectual. . . ”

Por su parte, Weisinger (1998), otro autor relevante en este campo específico, la definió en la propia introducción de su libro, de la siguiente forma: “La inteligencia emocional es, en pocas palabras, el uso inteligente de las emociones: de forma intencional, hacemos que nuestras emociones trabajen para nosotros, utilizándolas con el fin de que nos ayuden a guiar nuestro comportamiento y a pensar de manera que mejoren nuestros resultados. . . ”.

En éstas y en las múltiples definiciones ofrecidas a lo largo de los últimos años, el eje fundamental radica en las emociones. Todo gira o se ‘articula’ alrededor de cómo logramos identificarlas, controlarlas y cómo podríamos utilizarlas de una manera más intencional, productiva y funcional, tanto en nuestro ‘interior’ (es decir lo que podemos hacer con nuestras propias emociones) como en nuestro comportamiento y en nuestras relaciones con los demás (comunicación efectiva y eficiente).

Weisinger (1998) destaca que el término ‘Inteligencia Emocional’ fue acuñado originalmente en el año 1. 990 por dos psicólogos de las universidades de New Hampshire (John Mayer) y de la Universidad de Yale (Peter Salovey) que resaltaron, como los cuatro componentes, capacidades o habilidades consideradas básicas de una óptima inteligencia Emocional, las siguientes:

1. -Percibir, valorar y expresar emociones con precisión.

2. -Experimentar, o generar a voluntad, determinados sentimientos y emociones, en la medida que faciliten el entendimiento de uno mismo o de otra persona.

3. -Comprender las emociones y el conocimiento que de ellas se deriva.

4. -Regular las emociones para fomentar un adecuado crecimiento emocional-intelectual.

Este tipo de intervenciones encaminadas a la prevención de drogodependencias se fundamentan en la creencia de que el grupo de más riesgo para el probable desarrollo de conductas adictivas estaría constituido por aquellos individuos con mayores carencias o déficits de carácter fundamentalmente afectivo-emocional. La ‘solución’ propuesta sería favorecer el desarrollo de programas y actividades que estimulen una adecuada Educación Emocional, entendida ésta última como “Un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral. Para ello se propone el desarrollo de conocimientos y habilidades sobre las emociones con el objeto de capacitar al individuo para afrontar mejor los retos que se plantean en la vida cotidiana. Todo ello tiene como finalidad aumentar el bienestar personal y social. ” (Bisquerra, 2000). Entre los factores ‘protectores’ identificados, por muy diferentes autores, como de mayor relevancia para la prevención de futuras adicciones destacan los siguientes:

1. -Nivel ajustado de autoestima y un autoconcepto global elevado.

2. -Buen ajuste general psicológico y adecuadas expectativas vitales.

3. -Capacidad de auto-motivación y planificación ajustada de objetivos.

4. -Buenas habilidades comunicativas y relacionales.

5. -Percepción de autoeficacia funcional y adaptativa.

6. -Capacidad para comprender y relacionarse positivamente con otras personas.

7. -Habilidades y recursos eficaces de autocontrol / autorregulación emocional.

En la obra original de Goleman (1999) uno de los tópicos fundamentales, así como uno de los mayores centros de interés, se focaliza en el análisis de los elevados costes personales, económicos y sociales derivados de lo que este autor denomina como ‘analfabetismo emocional’. La aportación de datos, estadísticas y cifras recientes sirve para ilustrar el rol esencial de las emociones en la incidencia de sucesos como la violencia, el uso de armas de fuego, los intentos de suicidio, los niveles de criminalidad e inseguridad ciudadana, los mayores índices de abandono y fracaso escolar, el incremento de la prevalencia de trastornos psiquiátricos como la depresión, los trastornos en la conducta alimentaria, la ansiedad patológica, el alcoholismo, la conducción temeraria, el abuso y dependencia de las drogas ilegales. . . etc. . . . El leit motiv de su obra se centra en tratar de prevenir los efectos y secuelas (más o menos directas) provocadas por las emociones negativas, a través de un proceso, considerado crítico y fundamental, al que denomina, de forma muy gráfica, como ‘alfabetización emocional’.


2. -La Personalidad

La personalidad podría ser definida, de una forma sintética, como “Las pautas de pensamiento, sentimiento y conducta profundamente arraigadas que caracterizan el estilo de vida y el modo de adaptación únicos de una persona y que son consecuencia de factores constitucionales, del desarrollo y de la experiencia social” (De Girolamo y Reich, 1993). Por su parte, los Rasgos de personalidad pueden definirse como “Las pautas duraderas en la forma de percibir, relacionarse y pensar acerca del entorno y de sí mismo, que se hacen patentes en un amplio rango de contextos sociales y personales. Sólo cuando los rasgos de personalidad son inflexibles y mal adaptativos, y causan deterioro funcional significativo o malestar subjetivo, constituyen un trastorno de la personalidad propiamente dicho. ” (Asociación Americana de psiquiatría, 1995).

La personalidad, globalmente considerada, no se ha constatado como un factor ‘determinante’ en ninguna drogadicción específica (Rodríguez-Martos, 1995), pero algunos rasgos característicos de personalidad si que son ‘susceptibles’ de modelar el tipo de relación establecida con una droga así como la preferencia por uno u otro tipo de drogas, en función no sólo de sus efectos sino de las expectativas asociadas a las mismos en cada circunstancia concreta (Rodríguez y cols. , 1997):

1. -Los rasgos de impulsividad e inmadurez y aquellos individuos con escasa tolerancia a la frustración y con una compulsiva necesidad o motivación hacia la contínua experimentación de emociones novedosas e intensas (progresivamente mayores cuantitativa y cualitativamente) serían considerados como factores ‘favorecedores’ del consumo precoz, así como del consumo de estimulantes psicodislépticos.

2. -Por su parte, aquellos individuos con una baja autoestima, inseguros y con escasos recursos de afrontamiento personal tienden, a menudo, a abusar de aquellas sustancias depresoras, como el alcohol, que permiten evadirse y/o amortiguar el temor a enfrentarse a situaciones dificiles, a partir de sus bien conocidos efectos desinhibitorios.

Si bien no sería del todo ‘preciso’ hablar de una personalidad ‘pre-adicta’ , sí que podríamos hablar, en cambio, con mayor propiedad de una ‘propensión general a la desviación’ que explicaría tanto las poliadicciones (sucesivas o simultáneas) en un mismo sujeto, como la prevalencia de diferentes trastornos que parecen compartir ciertos rasgos de personaliad comunes (Rodríguez y cols. , 1997).

3. -Psicopatología y Trastornos Adictivos

Teniendo presente que las sustancias con mayor capacidad para generar adicción presentan, de igual forma, importantes propiedades psicoactivas, la repercusión del uso y abuso de las mismas sobre la propia salud mental del individuo es fácilmente predecible e innegable (en mayor o menor medida) tanto a corto como a medio y largo plazo. En algunos individuos la magnitud de los problemas es moderada, en otros, la propia susceptibilidad individual en conjunción con una eventual psicopatología previa y/o simultánea, potenciada con un consumo abusivo, sistemático y prolongado en el tiempo, provocan diferentes trastornos psicopatológicos significativos.

Son consideradas drogas especialmente psicopatógenas el alcohol, las sustancias con propiedades psicoestimulantes (cocaína y anfetaminas) y aquellas otras drogas con variable poder y capacidad psicotomimética (drogas de síntesis y los alucinógenos). Los vínculos e interrelaciones entre adicción y psicopatología son múltiples, variadas y complejas, algunas de las interconexiones mejor documentadas son enumeradas a continuación (Rodríguez y cols. , 1997) :

1. -En cerca de un 75% de los casos se observa la presencia de trastornos duales, es decir, presencia simultánea de abuso de sustancias psicoactivas y un trastorno mental.

2. -La psicopatología asociada a los opiáceos no tiende a modificarse.

3. -Los problemas asociados a los estimulantes tiende a agravarse, derivando hacia cuadros psicóticos y un claro predominio de los trastornos de tipo paranoide.

4. -La psicopatología asociada al abuso de alcohol tiende a cronificarse y conduce al deterioro global del individuo.

5. -La sintomatología psiquiátrica puede aparecer durante el curso de una intoxicación.

6. -La aparición de algunos trastornos psiquiátricos se cree vinculada, de forma causal, al consumo de determinadas sustancias, y tienden a persistir y perpetuarse en el tiempo, incluso al remitir el propio trastorno adictivo.

7. -Con el transcurso del tiempo se observa una tendencia significativa a que la conducta tóxica y las psicopatologías asociadas se encuentren marcadamente ‘vinculadas’ entre sí, interactuando de forma múltiple, sinérgica y compleja.

Para concluir este apartado, a continuación se ofrece una selección de algunas de las conclusiones más relevantes, obtenidas a partir de investigaciones recientes, en relación a la vinculación entre los Trastornos Adictivos y algunos de los Trastornos Mentales específicos más comunes. . . .

1. -La depresión mayor, y el resto de trastornos afectivos en general, son considerados el trastorno mental más predominante, revisando numerosas muestras de adictos a diferentes sustancias. Los trastornos de ansiedad, el abuso de sustancias y los trastornos de la conducta alimentaria son condiciones asociadas a la depresión, y en algunos casos, el orígen de ésta, lo que dificulta el éxito de la intervención y reduce las posibilidades de una recuperación real y duradera (Rodríguez y cols. , 1997).

2. -Más del 50% de los pacientes con trastorno Bipolar abusan del alcohol u otro tipo de sustancias durante su enfermedad. Existe una evidencia bien documentada de la relación entre el consumo, por ejemplo, de cocaína y la presencia de un trastorno bipolar subyacente. El abuso de sustancias es, a menudo, una circunstancia ‘enmascaradora’ de esta realidad y que añade, si cabe, mayor complejidad al problema (Akiskal, 1996).

3. -En relación a los Trastornos de ansiedad, tres de sus tipos más comunes, la ansiedad generalizada, los ataques de pánico y las fobias, son considerados la segunda ‘categoría’ de trastornos mentales (tras los trastornos afectivos) más comunes asociados al abuso de drogas, tanto de carácter legal como ilegal. Varios factores o claves parecen explicar este fenómeno (Kushner y cols. , 1994):


-Las altas expectativas relacionadas con estas sustancias para reducir la tensión.

-La utilidad funcional percibida relacionada con el uso de este tipo de sustancias.

-La mayor vulnerabilidad que produce el estrés sobre el individuo.

-El refuerzo positivo atribuido a sus propiedad euforizantes y desinhibidoras.

-El refuerzo negativo asociado a la baja autoeficacia percibida y alivio angustia.

4. -Entre los Trastornos de la personalidad considerados como más estrechamente vinculados con el abuso de sustancias, dos tipos merecen una especial atención. El trastorno Antisocial de la personalidad aparece como el trastorno más prevalente en numerosas muestras de adictos a opiáceos<

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